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Descubren nueva especie de platanillo en Colombia Una especie de heliconia, planta conocida popularmente como platanillo, fue hallada en el Pacífico colombiano por investigadores el Instituto Smithsoniano en Washington y el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá. El nuevo ejemplar sobresale por su inflorescencia y atractivo color rojo. Elizabeth Vera Martínez, Unimedios
125 9 de agosto de 2009
Colombia, país más rico en heliconias Las hojas de las heliconias han sido tradicionalmente usadas para envolver y conservar alimentos y llevar fiambres. Sus rizomas se emplean con fines hortícolas, alimenticios o medicinales. Algunas de sus partes son maceradas y aplicadas como emplastos para combatir el reumatismo y la presión arterial, entre otras enfermedades. Esta familia de plantas posee un solo género y cerca de 210 especies que se distribuyen principalmente en el trópico americano, aunque según los investigadores se pueden encontrar unas pocas en Indonesia, Nueva Guinea y algunas islas del Pacífico Sur. “De esas 210 especies, Colombia tiene cerca de la mitad, de las cuales unas 50 no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. Las demás especies las compartimos con Venezuela, Brasil, Ecuador, Costa Rica y Panamá”, mencionó el profesor Julio Betancur, docente del Instituto de Ciencias Naturales de la UN y curador del Herbario Nacional de Colombia. Agregó que la especie nueva tiene un cierto grado de amenaza
Cortesía W. John Kress
Los platanillos o heliconias tienen un nuevo pariente: la Heliconia samperiana, planta de corte mediano y casi 4 metros de altura, recién descubierta en el Chocó colombiano, a 10 kilómetros de la carretera que conduce de Tadó a Pereira. Su distribución está restringida al valle del río San Juan y a la región conocida como Selva Pluvial Central, en el mismo departamento. Así lo aseguran W. John Kress, del Instituto Smithsoniano, y Julio Betancur, del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, autores del novedoso hallazgo. Los platanillos pertenecen a la familia Heliconiaceae y al orden Zingiberales, un grupo natural de plantas monocotiledóneas (una sola hoja embrionaria), que se caracterizan por la exuberancia de su crecimiento y las llamativas y coloreadas inflorescencias.
se caracteriza por tener algunas de sus flores cubiertas de pelos usualmente densos y coloreados. La Heliconia samperiana
atribuible a la zona donde crece, ya que presenta aumento en la deforestación y alteración ocasionada por el paso de la carretera principal que comunica al departamento de Chocó con el resto del país. De hecho, la especie ha sido categorizada como vulnerable a la extinción. Las heliconias, apostadas en los diferentes paisajes del país, son uno de los grupos de plantas más vistosos que habitan en los ecosistemas naturales, su colorido y la exuberante belleza de sus inflorescencias las convierten en potencial renglón comercial en los mercados nacionales e internacionales. Adicionalmente, desempeñan un papel ecológico importante dentro de los ecosistemas: habitan en los bosques y ambientes abiertos como potreros, orillas de carreteras y ríos, en donde actúan como pioneras en el proceso de regeneración natural de la vegetación. Las heliconias crecen rápidamente y ayudan a la restauración
del suelo degradado. La mayoría son importantes porque tienen distribución localizada, lo cual incrementa la riqueza de especies. También son fuente de néctar para especies de aves como los colibríes. “Las diferentes longitudes y tamaños de las flores se ajustan a la forma del pico del colibrí: recto, parabólico y sigmoideo. De ahí la importancia de las relaciones coevolutivas entre colibrí y heliconia y otras especies vegetales y animales. Eso incrementa su valor científico en los bosques tropicales”, indican los autores en su libro Heliconias. Llamaradas de la selva colombiana.
Su colorida apariencia Las heliconias, que pueden confundirse por su gran parecido con el ave del paraíso, “no tiene nada que ver con esa planta”, afirmó el profesor Betancur, quien por más de quince años viene trabajando esta
familia en Colombia, junto con el profesor Kress, autoridad internacional en el conocimiento de estas llamativas plantas. La mayoría se encuentran en las regiones Andina y Pacífica, entre el nivel del mar y 2.400 metros. Se concentran en regiones muy húmedas como en el valle de río Atrato y vertientes oriental y occidental de la cordillera de los Andes, así lo expresan los docentes, responsables de la revisión taxonómica para este género en Colombia. Las heliconias se caracterizan por poseer tallos subterráneos o rizomas, los cuales sirven para su reproducción comercial. Además, sus hojas se parecen a las del plátano, por lo que se les ha denominado platanillos, y sus flores están agrupadas en conjuntos que se conocen como inflorescencias, las cuales pueden estar cubiertas por pelos usualmente densos y coloreados. La inflorescencia es la parte más llamativa de la nueva especie. Está compuesta por un eje central –o raquis– que lleva varias unidades conocidas en la jerga botánica como cincinos. Cada uno de estos corresponde a una bráctea (hojilla) coloreada que lleva adentro varias flores. Así mismo, la flor se caracteriza por poseer un perianto (vestido que envuelve los órganos sexuales) con los sépalos y pétalos similares y localizado por encima del ovario. Estas plantas poseen solo cinco estambres que producen polen y uno que no se desarrolla.
Heliconia samperiana La especie fue bautizada por los curadores como Heliconia samperiana, en honor al director del Museo Nacional de Historia Natural de los Estados Unidos y anterior secretario del Smithsonian Institution, con sede en el mismo país, Cristián Samper, un reconocido botánico y ecólogo colombiano egresado de la Universidad de Los Andes, quien ha dedicado la mayor parte de su vida al conocimiento y la conservación de los recursos naturales en el trópico. Desde 1993, W. Jhon Kress y Julio Betancur son los responsables del saber científico de las heliconias y contribuyen al conocimiento de la biodiversidad como referente nacional.
En la Reserva Bosque de Yotoco, municipio de Yotoco (Valle), se confirmó la existencia de una orquídea endémica y exclusiva de Colombia conocida como Masdevallia pteroglossa Schlt. La especie fue registrada en el Libro Rojo de Orquídeas del Instituto Alexander von Humboldt en la categoría vulnerable (VU). El hallazgo se logró gracias al inventario orquideológico realizado por investigadores de la UN en Palmira y de la Universidad Javeriana. En la Reserva ya se han identificado 53 especies de 31 géneros de orquídeas.