Bicentenario
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“Latinoamérica tiene un déficit de autoestima”
UN Periódico el reconocido historiador francés Georges Lomné, invitado al seminario internacional La Cuestión Colonial, organizado por la Universidad Nacional y la Alcaldía Mayor de Bogotá como parte de las actividades conmemorativas del Bicentenario de la Independencia. matices, porque hasta mediados del siglo XIX siguieron siendo tratados como inferiores. UNP: ¿Qué tanto hay de mito y de verdad en torno a la figura de Bolívar? GL: Bolívar se convirtió en un ser mítico desde hace mucho rato, pero lo paradójico del asunto es que el mayor responsable de eso es el General Francisco de Paula Santander, su más grande contradictor. Él organizó el culto bolivariano cuando el propio Bolívar estaba ausente de Bogotá. Al principio de los años 20, quien organizaba las fiestas onomásticas de Bolívar y quien celebraba sus victorias en las batallas era Santander. Posteriormente, la figura de El Libertador, como lo consideramos hoy, se elaboró en los años cuarenta. No hay que olvidar que durante la década del treinta Bolívar era una de las personas más odiadas de la zona Andina. Incluso los venezolanos plasmaron en la Constitución de Valencia que había que fusilarlo en la espalda como traidor. Se consideraba que el proyecto bolivariano no era nacional sino continental, totalmente contradictorio con el nacimiento de Venezuela. De manera que las élites de Caracas que hicieron el Estado venezolano lo crearon en contra de Bolívar. Siendo así las cosas, hoy existe una gran paradoja respecto a la posición de Venezuela como Estado con respecto a la figura de Bolívar. UNP: ¿Es decir, en qué se relaciona el movimiento bolivariano que promueve Chávez con el original? GL: Para mí el Chavismo no es un Bolivarianismo. El presidente Chávez escogió al Bolívar de Angostura (discurso de alto contenido político y filosófico) y le añadió otras herencias históricas de corte propiamente venezolanas que vienen del siglo XIX, y que acuden a una tradición más ‘plebeya’ y ‘socialista’. El presidente Chávez cree en un Bolívar Jacobino y adicto al jacobinismo, lo que históricamente no es para nada cierto. Bolívar odiaba a los jacobinos y a lo que él denominaba como la democracia absoluta. UNP: ¿Cómo percibe la evolución de América luego de los 200 años de la Independencia? GL: La generación del primer centenario es quizá la única que se puede sentir orgullosa de Latinoamérica como tal. En 1910 ha-
El historiador francés Georges Lomné señaló que los orígenes del “Bolivarianismo” son muy diferentes a las concepciones que se tienen hoy en día.
bía una especie de euforia y se pensaba “por fin somos grandes”. Esa euforia se afirmó durante la Primera Guerra Mundial cuando América Latina vio a Europa hundirse en una especie de suicidio. Solo entonces ocurrió la verdadera emancipación de América porque desapareció el Viejo Continente. Además, antes de 1848, el único lugar en el mundo donde había repúblicas en el mundo era Latinoamérica, así como donde se han tenido los avances más significativos en constitucionalismo y don-
de, quizá, se inventaron los partidos políticos. De manera que este continente ha sido una especie de laboratorio político extraordinario hacia el cual miraba Europa. De eso hay que sacar orgullo. Sin embargo, desde mi punto de vista como historiador, hay un déficit de autoestima en Latinoamérica. Se debe olvidar esa lamentable frase de Bolívar “He arado en el mar”, que ha seguido durante años confortando la idea de que América no podía seguir adelante por carecer de virtud.
13 de diciembre de 2009
Georges Lomné, uno de los más notables historiadores de la actualidad y director del Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA) con sede en Lima (Perú), estuvo de paso por Colombia hablando sobre la disolución de las cuerdas de la imaginación en el Virreinato de la Nueva Granada en 1810. El experto, que ha desarrollado diversas investigaciones para la misma entidad en Quito, Lima y Bogotá, dialogó con UN Periódico para analizar algunas repercusiones de los hechos más destacados de la Independencia, así como de sus protagonistas. UN Periódico: ¿En qué consisten las ‘cuerdas de la imaginación’ a las que Ud. hace referencia? Georges Lomné: Lo que quise enfatizar es que hay una serie de dimensiones históricas que no se toman muy en cuenta cuando se habla de colonialismo. Más que al aspecto de dominación económica, me refiero a los factores de orden espiritual y moral, particularmente el lazo del más allá, en los que el colonizado, entre comillas, rendía fidelidad y homenaje a su rey. El término ‘cuerdas de la imaginación’ lo saqué de un texto de Pascal que circuló a finales del siglo XVIII en la Nueva Granada y que conviene para definir la relación entre el súbdito y su rey. UNP: ¿Cuáles han sido las consecuencias de la Independencia? GL: Un enorme trastorno social y una inmensa desorganización. En el caso propio de Colombia, la pérdida de la minoría selecta. Centenares de hombres fusilados y desaparecidos que conformaban la minoría intelectual del país. Por ejemplo, Perú no es el caso ya que no ha perdido sus élites. También dejó una enorme desorganización económica. Ciudades como Popayán o Neiva fueron totalmente arruinadas, cuando antes eran grandes metrópolis y emporios económicos del siglo XVIII. UNP: ¿Teniendo ello en cuenta, habría sido mejor para Colombia continuar como colonia española? GL: No, no, de ninguna manera. Ahora habría que hacer el cuadro positivo de la Independencia. En primer lugar, obviamente, se ganó la libertad. Yo diría que se perdieron ciertas libertades, pero se ganó “la libertad”. En ese sentido, los neogranadinos gozaban de las autonomías españolas e, incluso, grupos como los indígenas contaban con derechos como cacicazgos y tierras comunales. De hecho, los indígenas son los que más han perdido con la Independencia y por eso fueron realistas hasta el final, desde Pasto hasta Santa Marta. Otros grupos ganaron la Libertad, con ele mayúscula, como los criollos blancos que quisieron separarse del poder y lógicamente los esclavos negros que por fin salieron de la invisibilidad y empezaron a ser sujetos, pero con ciertos
“Se debe olvidar esa lamentable frase de Bolívar ‘He arado en el mar’, que ha seguido durante años confortando la idea de que América no puede seguir adelante por carecer de virtud”, le dijo a
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