
2 minute read
VICENTE OYARZÚN CARTAGENA PÁGINA
VICENTE OYARZÚN CARTAGENA (1992)
sótano de la casa principal (km 37 sur, isla riesco)
Advertisement
hay zorros que viven debajo de esta casa su asentamiento siempre ha sido radial y concéntrico todo túnel lo aprendí de memoria el ejercicio de dibujar la isla boca abajo hizo aparecer en el papel un trazado perfecto de crujires soterrados nocturnos allí aparecieron también manchas de musgo que esconden quemaduras zorros que duermen en esas manchas tibias sueños de árboles con corteza fotosensible que imprimen caras cuyos nombres y genealogía no recuerdo en el verano vimos pájaros de muchas especies pero todos de un gris ceniciento la laguna a medio congelar tiene surcos azules y/ otros ver-
des nada entiendo yo de crujires pero con la lluvia en cada uno de esos huecos crecerían líquenes amarillos: durante todos los tiempos en los barcos se han visto fuegos en la punta de los mástiles durante la tempestad se les ha considerado siempre un signo de protección SÍNTOMAS DE DESHIDRATACIÓN
como lagartijas que ofrecen su lomo al sol
subimos una calle el diálogo empinado se interrumpe por el ritmo de la respiración
la tinta azul se extiende
hasta la orilla de una playa no apta para el baño donde se concentran en un mismo punto miradas que ascienden leves
como burbujas de agua mineral la espuma de ese oleaje
nos absuelve un licor derramado sobre el techo de barcazas zarpando hacia otros puertos
por nuestras venas la forma de peces nada a contracorriente el amor
toma una parte del cuerpo que nos falta
para variar algo se queda en el lugar de los efectos que pudieron resultar indispensables
imposible permanecer así más tiempo
es lento el espectáculo de letreros que se empiezan a encender
y un lenguaje de miradas que no se cruzan imaginación de la escena
dos personas con los pies en el agua a la orilla de un mar no tan mar un poco río champú de manzanilla la luz del sol que lxs destaca cual dos palabras en un texto la ventisca trae el recuerdo aerodinámico todxs duermen cuando un beso se instala en la mañana intentas no parar demasiado las gaviotas de la aurora resulta fácil sentarse a inventar con la voz una caricia si no fuera en la vía pública donde imaginas esta plaza nocturna atestada de gente y de palomas que se esquivan mutuamente