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Frikis, la opción de no encajar
Frikis, la opción de no encajar
Leonardo Lira, Estudiante
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Las aficiones y actividades particulares de los integrantes de la cultura friki complican su interacción con el resto de la población y generan incluso marginación social
Oscar Cruz, friki de 20 años, acaba de terminar su clase de programación en Ingeniería de Telecomunicaciones, la carrera que eligió hace tres años. Acaba de percatarse que es viernes y eso ha alegrado su día, que de por sí ya era un tanto amargo. “Al fin podré ver Stranger Things sin que nadie me moleste”, piensa, mientras camina hacia el atrio de la Universidad Católica Boliviana (UCB) con sus compañeros, quienes hablan sobre el partido de fútbol de la noche anterior. Oscar está emocionado porque también podrá terminar su videojuego favorito: Batman: Arkham Night, del que sólo le faltan un par de niveles.
Se despide rápidamente y emprende su viaje a casa. Durante el camino, en el minibús, compra una bolsa de prepago de internet en su celular y empieza a ver adelantos de películas en YouTube. ¡Su fin de semana ha empezado bastante bien!
Al igual que el resto de los frikis, Oscar es un individuo que cultiva un gran interés por cierto tipo de contenidos de entretenimiento, sobre todo de temas irreales; ya sean superhéroes, fantasía medieval o ciencia ficción.
Mientras recorre gran parte de la zona sur de la ciudad de La Paz, piensa que está cansado de interactuar con personas con las que no puede sostener una charla de temas que le agradan. “De lo que la gente comúnmente hace yo me aburro harto, y estas cosas, la ciencia ficción, las películas, los cómics, realmente me ayudan a escapar de ese mundo”, reflexiona, y entra en un dilema: ¿está siendo excluido o está auto excluyéndose?

Marcelo Jurado, estudiante de Sociología en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y seguidor de la cultura friki, afirma que la mayoría de los frikis se comportan de esta manera porque generan un fuerte sentido de pertenencia con sus aficiones, hasta que ellas llegan a formar parte de su identidad.
Al relacionar la comunidad friki con su vida, concluye que la marginación de los frikis se debe a que interactúan mejor con personas que comparten sus inquietudes: “Es como un ambiente seguro, entonces yo puedo hablar de eso, puedo explayarme mejor”.
A Rossana Taboada, psicóloga, le ha costado mucho tiempo admitir que es friki e introducirse a esta cultura, precisamente por los estigmas sociales que sobrelleva. Desde su óptica, ensaya una definición: “Un friki es una persona que tiene gustos en los que profundiza mucho, por ejemplo, habla de otakus (consumidores manga y anime japonés), habla de frikis, de nerds (individuos con una fascinación por el conocimiento). Entonces, un friki, según lo que yo tengo entendido, tiene más afición a lo que son las series y películas”.

Jurado cree que las personas deben ser más críticas con los productos que consumen porque su masificación puede provocar que se ignore la calidad de los contenidos. “Por ejemplo yo estoy en un grupo de acá, de mi carrera, de Game of Thrones (Juego de Tronos) y la mayoría sólo ha visto la serie y ve videos de YouTube. Pero en cambio yo he leído todos los libros, he leído los cómics, he leído los cuentos que han salido aparte, que me lo he tomado más en serio. Pero mis amigos me parece que sí son un cacho medio alaracos. Dicen, ‘¡ah el DominGot!’”. Frank Balboa, un consumidor de cultura friki, pero al mismo tiempo un detractor de su ideología, piensa lo siguiente: “En cualquier tendencia de entretenimiento hay una competencia gigantesca. Entonces se van dando duro entre compañías supongo, o entre autores, para siempre ir innovando y creando cosas más atractivas. Pero es algo bueno, de hecho es algo bien interesante”.
Este fenómeno industrial de la cultura ocasiona que los contenidos se masifiquen muy rápidamente, provocando también su desecho en muy poco tiempo. Es de esta forma que hoy puede estar de moda Juego de Tronos y mañana The Walking Dead. Esto también ha permitido, paradójicamente, popularizar la cultura friki.
La psicóloga Taboada afirma que aunque su cultura se haya popularizado, los frikis continúan marginados en muchos espacios. “Por un tiempo has sido rechazado socialmente y pese a que en algunos lugares sí cambia, por esto de las series que han salido de moda y por los juegos igual de mesa que se están conociendo, en algunos lugares aún no es tan así”.
¡Y aún más difícil es ser una chica friki! El libro Sabiduría Friki lo resume así: “Ser una chica friki en el mundo friki nunca ha sido fácil. Además de las dificultades habituales de crecer siendo friki (encajar, encontrarse a uno mismo, aprender que está bien ser listo y que la excentricidad está en el ojo del que mira), las chicas frikis tienen el problema de lidiar con chicos frikis. Y ellos son, digamos, algo con lo que es difícil lidiar”.
Encajar es un tema bastante difícil para la comunidad friki. Marcelo Jurado piensa que en el caso de los frikis, ellos deciden marginarse porque no se sienten capaces de interactuar sobre los mismos temas que tratan las demás personas.
La web “Xuletas” define la auto exclusión así: “Es lo contrario al rechazo social. En este caso es el individuo el que no quiere identificarse con los parámetros culturales de su comunidad. No los acepta, y por lo tanto vive ignorando las normas culturales de su grupo”.
Pese a que Taboada afirma que los frikis no tienen ningún problema con aceptar nuevos integrantes en su comunidad, prefieren mantenerse al margen de otros grupos sociales. “Encontrar por ejemplo personas que sólo hablan de maquillaje o de cosas bien superficiales realmente me aburre, entonces con personas que son así, exploto mi ‘frikéz’”, dice.
Esta autoexclusión genera estereotipos sobre la cultura friki, por ejemplo.
Wendel Angelo, también consumidor de cultura friki, dice: “No me considero friki porque pienso que los frikis son personas cerradas en el hecho de que si tienen un gusto exclusivo no permiten a otras personas externas a ellos que adopten ese gusto y sienten que esas personas son como possers, (individuos que simulan tener conocimientos de un tema del que apenas saben algo) que sólo les gusta por aparentar”.
Frank Balboa, seguidor y al mismo tiempo detractor de la cultura friki piensa que la creación de estos estereotipos es más culpa de la comunidad que de la sociedad en general. “Me parece que de hecho ellos mismos generan esos estereotipos y los
Todos estos estereotipos terminan siendo para la comunidad friki simplemente palabras ajenas que, al igual que los intereses de las demás personas, pasan desapercibidas para su mente.
Sus preferencias
Oscar ha terminado de ver las dos temporadas de Stranger Things en un solo día. Es lunes y toca interactuar nuevamente. Mientras llega a la universidad continúa con su dilema: ¿no encajar o no querer encajar?
Los consumos culturales de los frikis son vastos y van sobre todo ligados a temas de fantasía y ciencia ficción. Las películas más populares entre ellos son las de superhéroes, sobre todo de Mar vel y DC Cómics. En cuanto a fantasía y ciencia ficción, El Señor de los Anillos, La Guerra de las Galaxias, Harry Potter, Canción de Hielo y Fuego están las sagas más representativas para esta cultura. Y ahora, con el auge de las nuevas tecnologías, también han optado por involucrarse en el mundo de los videojuegos con sagas como World of Warcraft (WOW) o Defense of the Ancients (DoTa). Finalmente, algunos siguen la línea de clásicos juegos de mesa como Calabozos y Dragones.
