Es necesaria la razón pura de la respuesta jerárquica, para captar y comprender el Propósito a medida que se desarrolla a través del Plan patrocinado en determinado momento por la Jerarquía, y la humanidad expectante necesita y demanda (aunque no lo comprenda) la cualidad del amor puro. Esta “impresión" que proviene de Shamballa toma la forma de emanación enfocada y emplea el aspecto superior del Antakarana como canal de contacto. No me refiero aquí al hilo construido por el discípulo entre la unidad mental y la mente abstracta, sino a su continuidad a través de los niveles de conciencia búdica y átmica, hasta la zona de conciencia magnetizada que rodea y protege al verdadero centro de shambállico. (Empleo la palabra "magnetizada" porque no tenemos término apropiado para expresar la naturaleza exacta de esta percepción superior, pues la expresión “identificación" parece ser un poco inadecuada). Es esencial tener presente que así como la generalidad de los hombres no conocen, reconocen ni responden a la Jerarquía, existe un grupo -dentro de la Jerarquía misma- análogo a este conjunto de hombres. Hay muchos miembros menores de la Jerarquía e innumerables discípulos que no conocen ni reconocen y tampoco responden a la influencia o a la potencia de Shamballa. La Ciencia de Impresión condiciona la relación existente entre los miembros mayores y menores, en los distintos Ashramas de la Jerarquía. No todos responden de la misma manera, porque es una ciencia cuyos aspectos superiores han de ser dominados todavía. Podemos decir, para mayor comprensión, que la “impresión" rige y condiciona a todos aquellos que pertenecen a la Jerarquía y cuya mente abstracta se halla muy desarrollada. En la mayoría de los discípulos que pertenecen al Ashrama no está plenamente desarrollada, y por esta razón sólo a ciertos Miembros de la Jerarquía (Maestros, Adeptos e Iniciados de tercer grado) se les permite conocer los detalles del Plan, detalles que están protegidos por esta Ciencia de Impresión. Los restantes miembros de la Jerarquía reciben órdenes de sus mayores. Deberá recordarse que en nuestro desarrollo planetario el énfasis de todo el proceso evolutivo está puesto sobre la MENTE y en los distintos aspectos de la misma -inteligencia, percepción mental, el Hijo de la Mente, la mente inferior, la mente abstracta, la mente como voluntad, la Mente Universal. El Hijo de la Mente, la mente abstracta y la Mente Universal son los de mayor importancia y forman un triángulo esotérico, que requiere ser llevado a una interrelación vital. Cuando estos aspectos están perfectamente relacionados y activos, se convierten en los factores que dirigen el propósito divino y lo reducen a esa forma que denominamos Plan jerárquico. Sólo cuando el iniciado ha alcanzado, por medio del contacto monádico, una ínfima parte de la Mente Universal, involucrando también el desarrollo de la mente abstracta, más el resto de percepción mental que el Hijo de la Mente, el Alma, le ha legado, puede llegar a sentir el Propósito, pudiendo unirse, en el trascurso del mismo, al grupo de los Formuladores del Plan. Estamos considerando aquí asuntos muy difíciles y complejos, inherentes a la conciencia iniciática, para los cuales aún no tenemos una terminología correcta. El aspirante común no tiene la menor idea de la naturaleza de la percepción ni de las reacciones al contacto de Aquellos que han pasado más allá de la tercera iniciación; estas limitaciones del estudiante medio deben tenerse constantemente presentes.
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