CUADERNOS SEPA Alpiste.qxp
22/8/12
11:45
Página 134
Cuadernos de periodoncia y osteointegración
Indicaciones de alargamiento de coronas Las situaciones clínicas que van a necesitar del AC se pueden catalogar en tres grandes grupos: • Agrandamientos gingivales: A veces, la inflamación provocada por el acúmulo de placa favorece que el periodonto reaccione con un aumento del volumen del tejido gingival; suele ocurrir en pacientes que toman ciertas medicaciones (ciclosporina, hidantoinas o bloqueantes de los canales de calcio). Sin embargo, otras veces el agrandamiento tiene una etiología idiopática (fibromatosis). En estos casos, el AC se resuelve con cirugía de gingivectomía a bisel externo, que permite, de manera sencilla, eliminar el exceso de volumen de encía, ya que no está afectada la relación cresta ósea-línea amelocementaria (LAC). • Alteraciones de la erupción (erupción pasiva alterada –EPA–) La erupción pasiva alterada (EPA) se ha definido como una alteración en el proceso de erupción del diente, que provoca un excesivo solapamiento del margen gingival sobre la corona anatómica del mismo y da como resultado coronas clínicas cortas (Alpiste, 2012). Cuando afecta a los dientes del segundo sextante, se manifiesta con la denominada sonrisa gingival, es decir, el individuo muestra al sonreir una cantidad exagerada de encía, lo que es poco estético (Alpiste, 2011). Las dimensiones de la UDG en el caso de la EPA se parecen muy poco al modelo de referencia que se comentó anteriormente: el margen de la encía suele cubrir más de un 19% de la corona anatómica, el surco gingival tiene una profundidad normal (cuando no hay patología periodontal) y el epitelio de unión y la inserción conectiva supracrestal, así
como el espacio biológico, varían según los dos tipos básicos de la EPA que se produzca. En el caso de la EPA tipo I, la cresta ósea aparece a una distancia que consideramos normal (media: 2,53 mm), mientras que en el tipo II esta dimensión es muy pequeña, hasta casi coincidir la posición de la cresta ósea con la LAC (1,23 mm de media); esta situación suele producirse en dientes en erupción (Alpiste, 2012). La hipótesis que se maneja para explicar estas dos situaciones morfológicas tan distintas es una alteración de la erupción dentaria, ya sea en la fase activa (tipo II) o en la pasiva (tipo I). Desde el punto de vista de la cirugía de AC en casos de EPA, Coslet y cols. clasifican morfológicamente la EPA en dos tipos principales, en función de la ubicación de la unión mucogingival con respecto a la cresta ósea, y en dos subtipos, según la posición de la cresta ósea con respecto a la L AC (Coslet y cols., 1977). En el tipo I, se caracteriza, además de por un solapamiento excesivo del margen de la encía sobre la corona, por una notable dimensión de la encía queratinizada –la unión mucogingival se localiza a un nivel más apical que la cresta ósea–. En el tipo II, la banda de encía queratinizada es estrecha, coincidiendo la unión mucogingival en la zona de la línea amelocementaria. El interés de esta clasificación radica en estudiar las posibilidades de gingivectomía y de la necesidad o no de remodelar la cresta ósea a un nivel más apical (fig. 1). En función de estos parámetros se realiza la cirugía de AC. Normalmente, se lleva a cabo con un colgajo de espesor completo y la reposición apical del nuevo festoneado del margen gingival. En el caso clínico que se expone a continuación (figs. 2-6), se acompaña de radiografía de perfil vestibular (Alpiste, 2004).
Fig. 1. Clasificación morfológica de la EPA, según Coslet: tipo 1 y tipo 2, que a su vez se dividen en los subgrupos A: la distancia fisiológica de cresta ósea alveolar –LAC de 2 mm–; B: la cresta ósea alveolar se encuentra próxima o al nivel del LAC (esquema de Alpiste, 2011).
134
MAXILLARIS, s e p t i e m b r e 2 0 1 2