Juguemos a leer ecat

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Mabel CondemarĂ­n

Juguemos a leer



Mabel CondemarĂ­n

Juguemos a leer


Juguemos a leer Mabel Condemarín Ilustraciones: Andrés Jullian Dirección literaria: Sergio Tanhnuz Dirección de arte: Carmen Gloria Robles Diagramación: Mauricio Fresard Producción: Andrea Carrasco Primera edición: noviembre de 2003 Novena edición: junio de 2015 © Mabel Condemarín Grimberg © Ediciones SM Chile Coyancura 2283, oficina 203, Providencia, Santiago de Chile. ATENCIÓN AL CLIENTE Teléfono: 600 381 13 12 www.ediciones-sm.cl chile@ediciones-sm.cl ISBN: 978-956-264-225-5 Registro de propiedad intelectual: 135.135 Impresión: Salesianos Impresores General Gana 1486, Santiago. Impreso en Chile / Printed in Chile No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni su transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea digital, electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. 122538



Ratoncito, ratoncito, dame otro diente mĂĄs bonito.

Bate, bate, chocolate con harina y con... tomate. 4


Caracol, caracol, saca tus cachitos al sol.

Soy chiquitito(a) como una pepita de ajĂ­. Y tengo el corazĂłn grande para quererte a ti. 5


Tugar, tugar Tugar, tugar, salir a buscar.

AEIOU AEIOU El burro sabe más que tú. 6


ME QUIERE MUCHO Me quiere mucho, poco, poquito, nada. Me quiere mucho, poco, poquito, nada. Me quiere mucho.

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Pimpirigallo monta a caballo con las espuelas de mi tocayo.

Terrome, terrome te sic te sac. Terrome, terrome te ยกPUM! 8


El burrito de San Vicente lleva carga y no la siente. El burrito de Santa Clara lleva carga y nos las para. 9


Este dedito compró un huevito Este dedito compró un huevito. Este lo echó a cocer. Este le echó la sal. Este lo revolvió y este perro gordo se lo comió.

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Cinco pollitos Cinco pollitos tiene mi tĂ­a: uno le salta y otro le pĂ­a y otro le canta la sinfonĂ­a.

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Corre, corre la huaraca. El que mira para atrรกs se le pega en la pelada.

Capirito y su mujer se sentaron a comer. Capirito se enojรณ y de rabia no comiรณ y de hambre se muriรณ. 12


Papá, mamá, Pepito pegó. –¿Por qué? ¿Por nada? –Por algo será: por un pepino, por un tomate, por una taza de chocolate.

Diga albóndiga, albóndiga diga. 13


El que fue a Melipilla El que se fue a Melipilla perdió su silla. El que se fue a Portugal perdió su lugar. El que salió al viento perdió su asiento y cuando llegó, de una oreja lo sacó.

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Era una paloma Era una paloma, punto y coma; saliĂł de su nido, punto seguido. Era un dĂ­a martes, punto aparte. Era un animal, punto final. 15


Manzanita del Perú, ¿cuántos años tienes tú? Todavía no lo sé, pero pronto lo sabré. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez.

Pito, pito, colorito. ¿Dónde vas tan bonito? A la acera verdadera pin, pon ¡fuera! 16


Mañana domingo se casan los gringos. –¿Quién es la madrina? –Doña Catalina. –¿Quién es el padrino? –Don Juan Barrigón. –¿Quién toca la flauta? –El negro Simón. –¿Por dónde la toca? –Por el callejón. 17


De Arica a La Paz De Arica a La Paz, La Paz, La Paz. Un paso para atrรกs, para atrรกs, para atrรกs. De Arica a Callao, Callao, Callao. Tres pasos para un lado, para un lado, para un lado. De Arica a Talagante, Talagante, Talagante. Tres pasos para adelante, para adelante, para adelante.

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A la una, mi fortuna. A las dos, mi reloj. A las tres, voy en tren. A las cuatro, mi retrato. A las cinco, pego un brinco. A las seis, San AndrĂŠs. A las siete, sale un cohete. A las ocho, como bizcocho. A las nueve, voy a la nieve. A las diez, comienzo otra vez. 19


A la vuelta de la esquina me encontré con don Pinocho y me dijo que contara hasta ocho: –pin 1, –pin 2, –pin 3, –pin 4, –pin 5, –pin 6, –pin 7, –pin 8.

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Sali贸 el Sol Sali贸 el Sol. Sali贸 la Luna. Sali贸 el pelado comiendo tuna. 21


La gallinita ciega –¿Qué buscas, gallinita ciega? –Una aguja y un dedal. –Yo te los tengo y no te los quiero entregar.

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Corre el anillo Corre el anillo por un portillo. Pasó un chiquillo vendiendo huesillos. A todos les dio menos a mí. Señorita, caballero, ¿quién lo tiene? ¿quién lo tiene? Eche prenda quien lo tiene.

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Ene tene, tú, cape nane, nu. Tumbalá, tas tes tis tos tus. Para que la lleves tú.

Frío, frío como el agua del río; caliente, caliente como el agua ardiente. 24


Mi mamรก me dio una guinda, mi papรก me la quitรณ. Me puse tan coloradito(a) como la guinda que me dio. 25




Saludo Buenos días, amigos. ¿Cómo están hoy día? Tomaditos de la mano, saludamos a las tías. La la ra la la la la. La la ra la la la. Buenos días, niños. Buenos días, tías.

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Caballito blanco Caballito blanco, llévame de aquí. Llévame a mi tierra donde yo nací. Tengo, tengo, tengo, tú no tienes nada. Tengo tres ovejas en una cabaña. Una me da leche, otra me da lana, otra mantequilla para la semana. 29


Aserrín, aserrán Aserrín, aserrán, los maderos de San Juan. Piden pan, no les dan. Piden queso, les dan hueso.

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Arrastrando los vagones Arrastrando los vagones por el riel ya se va el tren. Viaja en tantas direcciones, echa humo por doquier.

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Este era un barco Este era un barco, un barco, un barco chiquitito. Este era un barco, un barco, un barco chiquitito. Este era un barco, un barco, un barco chiquitito que no sabĂ­a, que no sabĂ­a, que no sabĂ­a navegar.

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Los pollitos dicen Los pollitos dicen: "Pío, pío, pío" Cuando tienen hambre, cuando tienen frío. La gallina busca el maíz y el trigo, les da la comida y les presta abrigo. Bajo sus dos alas, acurrucaditos, hasta el otro día, duermen los pollitos.

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Fray Jacobo Fray Jacobo, Fray Jacobo, Âżduerme usted? ÂżDuerme usted? Suenan las campanas, suenan las campanas. Din, don, dan. Din, don, dan.

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El pájaro verde Hay un pájaro verde puesto en la esquina, esperando que pase la golondrina, ina, ina. –Yo no soy golondrina, yo soy un muñeco, eco, eco. Que cuando voy a misa me pongo hueco.

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¡Hop!... ¡Hop!... ¡Hop!... ¡Hop!... ¡Hop!... ¡Hop!... Caballito ¡Hop! ¡Hop!... ¡Hop!... ¡Hop!... Caballito ¡Hop! Corre, corre, como el viento, corre, corre, suelto el pelo. ¡Hop! ¡Hop! ¡Hop! ¡Hop! Caballito ¡Hop! ¡Hop!... ¡Hop!... ¡Hop! Caballito ¡Hop! ¡Hop! ¡Hop! ¡Hop! Caballito ¡Hop! No le asustan los arroyos, de los cauces el murmullo. ¡Hop! ¡Hop! ¡Hop! Caballito ¡Hop!

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Un elefante Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña. Como veía que resistía, fue a buscar un camarada. Dos elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña. Como veían que resistía, fueron a buscar un camarada. Tres elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña. Como veían que resistía fueron a buscar un camarada. Cuatro…

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La muñeca Tengo una muñeca vestida de azul, con zapatos blancos y velos de tul. La saqué a paseo y se me resfrió. Hoy la tengo en cama con un gran dolor. Esta mañanita me dijo el doctor que le dé jarabe con un tenedor. Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis. Seis y dos son ocho y ocho, dieciséis y ocho, veinticuatro y ocho, treinta y dos. Ya verás, muñeca, que te curo yo.

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José se llamaba el padre José se llamaba el padre, Josefa, la mamá y al hijo que tuvieron le pusieron José se llamaba el padre, Josefa, la mamá y al hijo que tuvieron le pusieron José. Ramón se llamaba el padre, Ramona, la mujer y al hijo que tuvieron le pusieron Ramón se llamaba el padre, Ramona, la mujer y al hijo que tuvieron le pusieron Ramón.

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¡Ay que me duele un dedo, tilín! ¡Ay que me duele un dedo, tilín! ¡Ay que me duelen dos, tolón! ¡Ay que me duele el alma, tilín! El alma y el corazón. Tilín, tilón, colita de ratón.

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EL sapito glo-glo-glo Nadie sabe dónde vive. Nadie en la casa lo vio. Pero todos escuchamos al sapito glo-glo-glo… ¿Vivirá en la chimenea? ¿Dónde diablos se escondió? ¿Dónde canta cuando llueve el sapito glo-glo-glo? ¿Vive acaso en la azotea? ¿Se ha metido en un rincón? ¿Está bajo de la cama? ¿Vive oculto en una flor? Nadie sabe dónde vive. Nadie en la casa lo vio. Pero todos escuchamos cuando llueve: glo-glo-glo…

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Vocales A. A. A. Mi gatito cojo está. Yo no sé si sanará o si no se morirá. A-A-A. E. E. E. Me gusta mucho el café. Yo no sé si lo tomaré o si no lo dejaré. E-E-E. I. I. I. El sombrero que vendí me sirvió para vivir en el día de la I. I-I-I. O. O. O. Mi abuelita me cosió un hermoso paletó para el día de la O. O-O-O. U. U. U. Una niña del Perú se vistió de andaluz en el día de la U. U-U-U.

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Debajo de un botón Debajo de un botón, ton, ton, del señor Martín, tin, tin, había un ratón, ton, ton, ¡ay! qué chiquitín, tin, tin. ¡Ay! qué chiquitín, tin, tin, era aquel ratón, ton, ton, que encontró Martín, tin, tin, debajo de un botón, ton, ton. Es tan juguetón, ton, ton, el señor Martín, tin, tin, que metió al ratón, ton, ton, en un calcetín, tin, tin. En un calcetín, tin, tin, vive aquel ratón, ton, ton, lo metió Martín, tin, tin, porque es juguetón, ton, ton.

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Mambrú Mambrú se fue a la guerra, chiribín, chiribín, chin, chin. Mambrú se fue a la guerra, quizá cuándo vendrá. ¡Ajajá, ajajá! Quizás cuándo vendrá. Vendrá para la Pascua, chiribín, chiribín, chin, chin. Vendrá para la Pascua o para Trinidad. ¡Ajajá, ajajá! O para Trinidad. La Trinidad se pasa, chiribín, chiribín, chin, chin. La Trinidad se pasa Mambrú no vuelve más. ¡Ajajá, ajajá! Mambrú no vuelve más.

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Mambrú se ha muerto en guerra, chiribín, chiribín, chin, chin. Mambrú se ha muerto en guerra, lo llevan a enterrar. ¡Ajajá, ajajá! Lo llevan a enterrar. Con cuatro oficiales, chiribín, chiribín, chin, chin, con cuatro oficiales y un cura sacristán. ¡Ajajá, ajajá! Y un cura sacristán. Arriba de su tumba, chiribín, chiribín, chin, chin. Arriba de su tumba un pajarillo va. ¡Ajajá, ajajá! Un pajarillo va. Cantando el pío, pío, chiribín, chiribín, chin, chin, cantando el pío, pío y el pío pío pa. ¡Ajajá, ajajá! Y el pío pío pa.

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Los diez perritos Yo tenía diez perritos, yo tenía diez perritos, uno se me fue a la nieve: no me quedan más que nueve. De los nueve que quedaban, de los nueve que quedaban, uno se me fue al Mapocho: no me quedan más que ocho. De los ocho que quedaban, de los ocho que quedaban, uno se fue en un cohete: no me quedan más que siete. De los siete que quedaban, de los siete que quedaban, uno se me fue en un tren: no me quedan más que seis. De los seis que me quedaban, De los seis que me quedaban, uno se mató de un brinco: no me quedan más que cinco.

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De los cinco que quedaban, de los cinco que quedaban, uno se quedó en el teatro: no me quedan más que cuatro. De los cuatro que quedaban, de los cuatro que quedaban, uno se volvió al revés: no me quedan más que tres. De los tres que me quedaban, de los tres que me quedaban, uno se murió de tos: no me quedan más que dos. De los dos que me quedaban, de los dos que me quedaban, a uno lo mató un vacuno: no me queda más que uno. Y ese perro que quedaba, y ese perro que quedaba, se me arrancó para el cerro: me quedé sin ningún perro.

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La gallina Francolina La gallina Francolina puso un huevo en la cocina. Puso uno, puso otro, y contemos hasta ocho: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho.

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Blanca por dentro verde por fuera. Si lo quieres saber, espera.

Una casita blanca, no tiene puerta, no tiene tranca. 50


Corre y no tiene pies. Habla y no tiene boca.

Un palito muy derechito y en la cabeza, un sombrerito. 51


Una vieja larga y seca que le corre la manteca.

Subo llena y bajo vacĂ­a, si no me apuro la sopa se enfrĂ­a. En alto vive, 52


en alto mora, teje que teje la tejedora. A pesar de tener patas,

yo no me puedo mover. Llevo a cuestas mi comida y no la puedo comer. Fui a la feria. 53


ComprĂŠ un negrito. Llegando a la casa, se puso coloradito.

Entre pared y pared, hay una flor amarilla que se puede presentar a la reina de Castilla. 54


Te la digo, te la digo, te la vuelvo a repetir.

Soy un seĂąor encumbrado y ando mejor que un reloj; me levanto muy temprano y me acuesto a la oraciĂłn. 55


Una fuente de avellanas, que en el dĂ­a se recoge y en la noche se desparrama.

Oro no es, plata no es. Levanta la cortinita y verĂĄs lo que es. 56


En medio del campo nací, envuelta entre verdes lazos, y la que llora por mí es la que me hace pedazos.

Una señorita muy aseñorada, llena de remiendos y sin ninguna puntada. 57


Llevo mi casa al hombro, camino sin una pata y voy marcando mi huella con un hilito de plata.

ÂżQuĂŠ cosa es cosa que entra en el rĂ­o y no se moja? No es sol ni luna ni cosa alguna. 58


¿Cuál es el animal que tiene alas y no es pájaro?

Fui al mercado, compré una bella; llegando a casa, me puse a llorar con ella. 59


Una iglesia blanca, sin puerta y sin tranca. No entra en ella luz alguna, ni de vela, ni de sol, ni de luna.

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Veinte patos caminaban, todos al mismo compás y los veinte caminaban con una pata no más. ¿Cuántos patos y patas hay?

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Tres tristes tigres trigo tragaron en un trigal.

Pablito clavó un clavito. ¿Qué clavito clavó Pablito? 62


¡Vaya, vaya con la yegua baya! Que saltó la valla a comer la baya.

Compré pocas copas, pocas copas compré; y como compré pocas copas, pocas copas pagué. 63


Erre con erre, cigarro. Erre con erre, carril. Por la lĂ­nea de los carros corre el ferrocarril.

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El perro de San Roque no tiene rabo, porque RamĂłn RamĂ­rez se lo ha robado.

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El cielo está enladrillado, ¿quién lo desenladrillará? El desenladrillador que lo desenladrille ¡buen desenladrillador será!

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Pedro Pablo Pérez Pereira, pobre pintor portugués, pinta paisajes por poca plata, para pasear por París.

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Guerra tenía una parra y Parra tenía una perra, y la perra de Parra mordió la parra de Guerra, y Guerra le pegó con la porra a la perra de Parra. –Diga usted, señor Guerra: ¿por qué le ha pegado con la porra a la perra? –Porque si la perra de Parra no hubiera mordido la parra de Guerra, Guerra no le habría pegado con la porra a la perra. Un diablo se cayó al pozo

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y otro diablo lo sacó, y el diablo dijo: –¡Qué diablos! ¿Cómo diablos se cayó? Poquito a poquito,

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Copete empaqueta poquitas copitas en este paquete. Habla claro, Clarita,

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que yo claro, clarito, aclaro tu clara hablita, ยกClarita! El hipopรณtamo Hipo

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está con hipo. ¿Quién quita el hipo al hipopótamo Hipo? Arroz con leche,

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me quiero casar con una señorita de San Nicolás. Que sepa coser, que sepa bordar, que sepa abrir la puerta para ir a jugar. Con ésta sí. Con ésta no. Con esta señorita, me caso yo. Vamos jugando

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a la ronda de San Miguel. El que se ríe se va al cuartel. Uno, dos y tres. La niña María

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estaba en el baile. Baila, que baila, que baila, y si no lo baila, castigo le darรกn. Por lo bien que lo baila la hermosa Soledad. Salga usted, que la quiero ver bailar. Estaba la blanca Paloma 76


sentada en un verde limón. Con el pico cortaba las ramas, con las alas cortaba una flor. ¡Ay, mi amor! Daremos una media vuelta, daremos la vuelta al revés, haciendo una gran reverencia, poniendo muy juntos los pies. ¡Ay, mi amor! San Severino

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de la buena, buena vida. San Severino de la buena, buena vida. Así, así, así,

así, la lavandera. Así, así, así, así me gusta a mí. Así, así, así,

así, la planchadora. Así, así, así, así, me gusta a mí. Se me ha perdido 78


un gallito, la, la. Se me ha perdido un gallito, la, la. Tan bonito la, la, tan bonito la, la, y no lo puedo encontrar. Lleva cresta colorada, la, la. Lleva cresta colorada, la, la. Y aletea, la, la. Y aletea, la, la. Y no lo puedo encontrar. –Pastora, pastora.

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¿Qué buscas, pastora? ¿Qué buscas, qué buscas con tanta ansiedad? –Yo busco, yo busco una ovejita perdida, perdida en un tiempo atrás. –Mira, mira y reconoce cuál de todas, cuál será. –Esta, esta es mi ovejita que buscaba con afán. Bajo el puente de Aviñón,

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todos danzan, todos danzan. Bajo el puente de Aviñón, todos danzan y yo también. Hacen así; así las lavanderas, hacen así; así me gusta a mí. Bajo el puente de Aviñón, todos danzan, todos danzan. Bajo el puente de Aviñón, todos danzan y yo también. –¿Qué será este ruido

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que pasa por aquí? De día y de noche no nos deja dormir. –Serán los estudiantes

que pasan a rezar a una capillita de la Virgen del Pilar. Con un pañuelo de oro y el otro de plata, que salga lo que salga por esta puerta falsa. Dicen que Santa Teresa 82


cura lo males del alma. Santa Teresa es muy buena pero a mí no me ha curado. Cachumba, calacachúmbara cachúmbara y olé, cachumba, calacachúmbara. Qué bonita que es usted. Cuatro patas tiene el chancho

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y cuatro la chancha, cuatro los chanchitos nuevos, cuatro el que canta. Cachumba, calacachúmbara cachúmbara y olé, cachumba, calacachúmbara. Qué bonita que es usted. –Buenos días, su señoría.

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Mandandirun dirun dan. –¿Qué quería su señoría? Mandandirun dirun dan. –Yo quería a una de sus hijas.

Mandandirun dirun dan. –¿A cuál de ellas quiere usted? Mandandirun dirun dan. –Yo quería a la más bella.

Mandandirun dirun dan. –¿Y qué nombre le pondremos? Mandandirun dirun dan. –Le pondremos… 85


Mandandirun dirun dan. –Ese nombre no me agrada. Mandandirun dirun dan. –Le pondremos… Mandandirun dirun dan. –Ese nombre sí me agrada. Mandandirun dirun dan. Nos daremos la vuelta entera hasta el fin de la ciudad. Que se abran las puertas,

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que se abran las puertas al rey de los Borbones. No se abren las puertas, no se abren las puertas al rey de los Borbones. Iré a quejarme, iré a quejarme al rey de los Borbones. Mi rey y mi soberano, mi rey y mi soberano, me humillo a vuestros pies. Mi palomita, mi palomita. ¿Qué es lo que quiere usted? Yo quiero uno de sus pajes, yo quiero uno de sus pajes para botar la torre. Que salga uno de mis pajes, que salga uno de mis pajes para botar la torre. Juguemos en el bosque

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mientras que el lobo no está. Juguemos en el bosque mientras que el lobo no está. –Lobo, ¿estás? –Sí…

Me estoy poniendo las medias.

Juguemos en el bosque mientras que el lobo no está. –Lobo, ¿estás? –Sí…

Me estoy poniendo mis zapatitos.

Juguemos en el bosque mientras que el lobo no está. –Lobo, ¿estás? –Sí…

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Me estoy poniendo los pantalones…


Juguemos en el bosque mientras que el lobo no está. –Lobo, ¿estás? –Sí…

Me estoy poniendo la camisita…

Juguemos en el bosque mientras que el lobo no está. –Lobo, ¿estás? –Sí…

Me estoy poniendo mi sombrerito.

Juguemos en el bosque mientras que el lobo no está. –Lobo, ¿estás? –Sí… y salgo a comérmelos… ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Que llueva, que llueva!,

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la Virgen de la Cueva. Los pajaritos cantan. Las nubes se levantan. Que sí, que no, que caiga el chaparrón, ron, ron. –Levántate, Juana,

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y enciende la vela. Anda a ver quién anda por la carretera. –Son los angelitos que andan de carrera despertando al niño para ir a la escuela. Alicia va en el coche, carolín.

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Alicia va en el coche, carolín. A ver a su papá, carolín cacao, leo lao. A ver a su papá, carolín cacao, leo lao. Qué hermoso pelo lleva, carolín. Qué hermoso pelo lleva, carolín. ¿Quién se lo peinará? Carolín cacao, leo lao. ¿Quién se lo peinará? Carolín cacao, leo lao. Se lo peina su tía, carolín, se lo peina su tía, carolín, con mucha suavidad. carolín cacao, leo lao; con mucha suavidad, carolín cacao, leo lao. Con peinecito de oro, carolín,

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con peinecito de oro, carolín, y horquillas de cristal, carolín cacao, leo lao; y horquillas de cristal, carolín cacao, leo lao. Al pie de su ventana, carolín, al pie de su ventana, carolín, tres pajaritos van, carolín cacao, leo lao; tres pajaritos van, carolín cacao, leo lao. Cantando el pío pío, carolín cantando el pío pío, carolín cantando el pío pa, carolín cacao, leo lao; cantando el pío pa, carolín cacao, leo lao. Dame la mano y danzaremos;

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dame la mano y me amarás. Como una sola flor seremos, como una flor, y nada más… El mismo verso cantaremos, al mismo paso bailarás. Como una espiga ondularemos, como una espiga y nada más. Te llamas Rosa y yo Esperanza; pero tu nombre olvidarás, porque seremos una danza en la colina, y nada más… Gabriela Mistral

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Ă?NDICE Juegos verbales

3

Cantos tradicionales

27

Adivinanzas y trabalenguas

49

Rondas 73

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JUGUEMOS A LEER ES UNA RECOPI­ LACIÓN DE JUEGOS VERBALES, ADI­ VINANZAS, TRABALENGUAS, RON­DAS Y CANTOS TRADICIONALES. SU PRINCIPAL OBJETIVO ES QUE LAS NIÑAS Y LOS NI­ ÑOS JUEGUEN A LEER, BASÁNDOSE EN

Mabel Condemarín JUGUEMOS A LEER

SU CULTURA ORAL. ENTRE LAS CARAC­ TERÍSTICAS DE ESTA OBRA DESTACAN LA FORMA NATURAL Y ENTRETENIDA CON LA QUE SE APROXIMA A LOS MÁS PEQUEÑOS AL LENGUAJE ESCRITO; Y EL APOYO Y PRESENCIA DE ILUSTRACIO­ NES Y RITMOS QUE PERMITEN AL LEC­ TOR ADIVINAR FÁCILMENTE EL CONTE­ NIDO DE LOS TEXTOS. MABEL CONDEMARÍN GRIMBERG FUE PRO­FESORA NORMALISTA EGRESADA DE LA ESCUELA NORMAL DE LA SERENA, LI­ CENCIADA Y MAGÍSTER EN EDUCACIÓN, INVESTIGADORA, DOCENTE UNIVERSITA­ RIA, PIONERA EN EL TRA­BA­JO DE INVESTI­ GACIÓN SOBRE LA LECTOESCRITURA EN NUESTRO PAÍS Y AUTORA DE IN­NU­ME­RA­ BLES OBRAS. TRABAJÓ EN ESTA RECOPI­ LACIÓN CON LA COLABORACIÓN DE MA­ BEL CATALINA ALLIENDE. POR SU VALIOSO APORTE, SU AMPLIA CARRERA PROFESIO­ NAL Y SU RECONOCIDA TRAYECTORIA, OBTUVO EL PREMIO NACIONAL DE EDU­ CACIÓN EN EL AÑO 2003.

PRIMEROS LECTORES

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