Matadero Memoria Histórica

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Estudios específicos

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Las naves de oreo, colgaderos, sección frigorífica, garaje, retrete y urinarios

aunque el arquitecto ha homogeneizado las alturas y las alineaciones a la calle principal para evitar el desorden en tan dilatada dimensión, apoyado por el fuerte desarrollo de la marquesina. Los urinarios y retretes se organizan, a pesar de su pequeño tamaño, mediante la macla de cuatro volúmenes: dos paralelepípedos perpendiculares, el de acceso de más altura, y dos cuartos de cilindro que forman los pasos entre las figuras anteriores. El garaje presenta la típica configuración basilical, pero sin naves bajas, por lo que se introducen cuatro lucernarios centrales; en la parte trasera, al estar retranqueado el hastial oriental del garaje, un cuerpo bajo de cubierta plana prolonga la alineación del paseo de la Chopera. El edificio mayor dispone de dos partes diferenciadas: los colgaderos, con azotea que se extiende en la marquesina, y unas cubiertas abovedadas perpendiculares a la calle principal que corresponden a las naves de oreo, antecámaras y cámaras frigoríficas. Desde este punto la variedad es mayor y se suceden cubiertas planas, de diente de sierra y a dos aguas en los ultimos edificios, los más meridionales, el primero con dos cuerpos de cubierta plana. Análisis constructivo

La nave 17, como sucede en el resto del Matadero, expresa la capacidad del Luis Bellido, arquitecto del conjunto, de realizar una arquitectura racional y de carácter funcional donde la estructura y las técnicas constructivas se potencian en su desnudez con un soberbio resultado expresivo. La imagen exterior es similar a la de las edificaciones restantes, donde los materiales utilizados y las tipologías constructivas y estructurales coinciden básicamente: muros de cerramiento de aparejo toledano, con paños de mampostería careada de piedra silícea y verdugadas y machones de ladrillo visto sobre zócalos de granito con moldura recta y labra grosera, así como aparejo de ladrillo visto para las pilastras y encadenados de las esquinas, formación de huecos, cornisas, etc. También de granito se construyen las jambas y dinteles de los huecos de acceso a las salas de máquinas. Por lo tanto, se mantienen los tres materiales básicos del recinto del Matadero: granito, piedra silícea y ladrillo visto. Precisamente de este material se realizan prácticamente la totalidad del pabellón de urinarios y retretes y la chimenea. Los elementos decorativos se ejecutan con el trabajo de ladrillo visto, que alcanza aquí, extensible a todo el conjunto, un alto grado de perfección en su aparejo y diseño, combinado con la azulejería y piedra artificial. La cerámica vidriada coloreada se reduce sólo a bandas ornamentales que marcan una imposta que recorre todo el edificio –según la altura del alzado se convierte en cornisa-, y gira en su fachada sur, y a la decoración horizontal de los cantos de forjado de la marquesina. Las piezas de piedra artificial tienen varios usos, principalmente como pináculos para rematar los pilastrones estructurales, pero también se utilizan en ménsulas y otros elementos ornamentales. El arquitecto combinó en los edificios del Matadero dos tipologías constructivas: la tradicional artesanal, basada en las técnicas tabicadas del ladrillo y mampuesto de piedra, y la industrial en las estructuras, con piezas prefabricadas o realizadas in situ, pero con mano de obra especializada y, que, en este caso, son tanto metálicas como

de hormigón armado. En las cubiertas se refleja esta dualidad constructiva: por un lado, se introducen cubiertas convencionales, aunque con viguetería metálica, bovedilla cerámica y doble tablero de rasilla, y, por otro, cubiertas provenientes de la arquitectura industrial, con armaduras metálicas y teja plana sobre entarimado, o las más innovadoras de tableros y bóvedas nervadas de hormigón armado asimismo con doble tablero de rasilla sobre tabiquillos para crear, en proyecto, una cubierta plana, el cual posteriormente Bellido varió introduciendo unas bóvedas perpendiculares a fachada para crear una doble capa aislante. Los muros se realizaron con dos sistemas, frente al resto del Matadero, que utiliza únicamente el muro de fábrica de ladrillo visto con cajas de mampuesto careado de piedra silícea, al modo toledano, asimismo ejecutado masivamente en esta nave nº 17, pero tanto en el pabellón de retretes y urinarios, quizá por su tamaño, como en la fachada este de los colgaderos y sala de máquinas –aunque no en su totalidad- introduce sólo la fábrica de ladrillo visto. Las cámaras frigoríficas se recubrirán interiormente con un material aislante –corcho- sobre el cual se adosará un tabique de panderete. Asimismo, tanto techo como suelo se aislarán con el mismo material. Las carpinterías son de hierro y madera, como en el resto del Matadero: las puertas se realizan de madera de pino con grueso de media alfargía y de chapa de hierro del sistema <<Hayward>> excepto las de paso internas, algunas de gran tamaño, de madera, con grueso de terciado moldaa a dos haces o enrasada a dos haces de gruedo de media alfargía, y la de acceso a los urinarios, de madera y vidrio, una puerta vidriera de grueso de terciado incluso cerco y muelles de doble efecto; en el resto de huecos existe una gran variedad de tipos básicos de ventanas y persianas: las de menor tamaño suelen llevar bastidores giratorios y sistemas mecánicos de apertura y las mayores con elementos fijos y hojas batientes; algunos llevan contraventanas interiores deslizables con perfiles de madera y vidrio traslúcido –como en la sala de calderas- o fraileros de madera. Las persianas se realizan de chapa de hierro con cerco del mismo material. En la sala de máquinas se abren dos lucernarios en diente de sierra con huecos rasgados de hierro. En el pabellón de retretes y urinarios existen, además de la puerta de acceso, que se mantiene, 14 huecos menores hoy desaparecidos; en el garaje, la puerta principal, originalmente con rejería, se sustituyó por un pavés, y restan tres huecos de mayor tamaño en la fachada oeste y una gran ventana termal en el testero oriental de la propia nave del garaje y otras seis con rejas similares a las occidentales en el cuerpo bajo del paseo de la Chopera; en los colgaderos, naves de oreo y cámaras frigoríficas se disponen en la fachada oeste, a la calle principal del Matadero, 16 puertas de ladrillo con arco rebajado y siete de granito, seis agrupaciones de tres huecos de pequeño tamaño y una de dos, así como otros cuatro de tamaño medio; en el alzado oriental se abre una puerta y 42 ventanas iguales también de medio tamaño. Estos vanos se forman, generalmente, con fábrica de ladrillo visto, con arco rebajado de descarga de ladrillo a sardinel, aunque también existe alguno con dintel de piedra artificial. Los alféizares se realizan, en el mayor número de casos, con baldosín cerámico vidriado o ladrillo a sardinel. La marquesina, planteada volada sobre el andén exterior y que acompaña a la fachada occidental, se conectó


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