El Mundet
Viernes, 16 de diciembre de 2011
Suplemento del Master en Periodismo BCNY
IL3 - Universitat de Barcelona - Columbia University
Migración
La hora del
Retorno Racismo en auge Se acentúan los discursos xenófobos....Página 5
El fin del boom
La crisis pincha la burbuja migratoria....Página 6
Generación perdida
España los prepara, el mundo los recibe.....Página 14
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Temor ante la Ley de Extranjería La nueva ley establece que ningún inmigrante puede permanecer en España si no posee un contrato de trabajo. Por M. González, A. Marrugat y A. Gandía
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os inmigrantes vuelven al temor de ser expulsados de España con la llegada del nuevo gobierno del Partido Popular. Éste representa para ellos la amenaza de revertir los tímidos avances en materia de inmigración que se impulsaron con el gobierno anterior encabezado por el PSOE.
aumento de extranjeros entre el 2001 y el 2006 fue de unos 88.000 nuevos llegados cada año. Mientras que entre 2007 y 2010 este promedio se redujo a unos 40.000 cada año. Estas cifras sugieren que la crisis económica es el factor que más ha incidido en frenar la llegada de nuevos inmigrantes. El ‘Contrato de Integración’ para la inmigración es una nueva propuesta de ley del Partido Popular presentada en 2008. Esta nueva legislación
El cambio en la legislación que facilitaba el padrón provocó un ‘efecto llamada’
Las formaciones políticas más cercanas a la derecha se han manifestado durante la campaña electoral contra la política de inmigración que ha practicado el anterior Gobierno en los últimos años. El rechazo a la negativa del Ayuntamiento de Vic (Barcelona), bajo la alcaldía de Josep Maria Vila d’Abadal (CiU), de empadronar a inmigrantes en situación ilegal demuestra la “demagogia de los socialistas en esta materia”, como comenta el propio Vila. Razón por la que partidos como el PP exigieron al Ejecutivo una modificación de la Ley de Extranjería con la que se pretende restringir la reagrupación familiar y limitar la obtención de papeles a los inmigrantes ilegales que lleven tres años de residencia y tengan, en el momento de solicitarlo, un contrato de trabajo superior a un año. Desde el año 2009 se ha frenado mucho la llegada de inmigrantes sin llevarse a cabo políticas de restricción. Cabe destacar que en 2010 el número de extranjeros aumentó solo un 0,43% respecto al año anterior. El promedio anual de
Familias pakistaníes disfrutan de su tiempo libre en la plaza del Molino en el barri pretende exigir una serie de obligaciones que deberá asumir la comunidad inmigrante para con la sociedad española. Deberán aprender las costumbres del país y el idioma, y se comprometerán a abandonar el país si, en el plazo de un año tras perder su empleo, no consiguen un nuevo contrato. Un ejemplo de la situación precaria que muchos inmigrantes sufren es el caso de Nelson Velasco, ecuatoriano
de 42 años. Llegó a España con un contrato de trabajo como vigilante de seguridad en una empresa, pero hace dos años, al igual que 100.000 compatriotas suyos, la crisis lo dejó sin empleo. “Ahora ya se me acabó la Seguridad Social y con sólo la ayuda de 426 euros, mi mujer y yo tenemos que trabajar aunque sea de forma ilegal”, comenta Nelson. Pese
a ello, él es uno de los 33.000 ecuatorianos que aún perciben ayuda del Estado. Explica con preocupación cómo le puede afectar la reciente victoria del PP en las elecciones generales. Velasco teme que expulsen a todos los inmigrantes de España, que persigan a los que no tienen papeles, que trabajen de forma ilegal y a los que se queden sin empleo.
Joven pakistaní en su puesto de trabajo. Foto: Alfredo Casas
Rajoy, futuro presidente de Gobierno, ha explicado que “presentará el mismo texto del 2008” cuando ganó el PSOE las elecciones. Este texto, basado en el modelo impuesto por Nicolas Sarkozy en Francia, significó la deportación masiva de buena parte de la población rumana de etnia gitana, muchos de los cuales, pese a tener nacionalidad francesa, fueron igualmente expulsados del país. El PP, en cambio, aún no ha sacado a la luz qué criterio se establecerá en relación al empadronamiento. Desde fuentes populares se insiste “los municipios están ahogados y no pueden soportar la carga de todos los servicios sociales” comenta Xavier García Albiol, alcalde de Badalona. Este discurso, aunque corre el riesgo de movilizar a buena parte de la izquierda en su contra, es muy bien acogido entre sus votantes y especialmente en las zonas que más sufren la crisis económica, de tradicional dominio socialista. A los extranjeros que se encuentran en situación irregular
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El PP limitará las regularizaciones Los inmigrantes que lleven tres años viviendo en España de manera ilegal, ya no podrán regularizar su situación. El Partido Popular prevé modificar la Ley de Extranjería, y evitar así legalizar a inmigrantes por arraigo social. Por Rosa Brescó
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io de Poble Sec . Foto: Alfredo Casas
se les ha impuesto la privación de libertad hasta 60 días por carecer de documentación de residencia. La falta administrativa de acuerdo a las leyes españolas es equiparable a no portar la licencia de conducir mientras se circula en su auto. España ha sido un país emigrante, por lo que, hasta bien entrada la democracia, la producción legislativa se centraba en este ámbito. La regulación relativa a la extranjería fue escrita por primera vez en 1985, Ley Orgánica 7/1985. A finales de los años noventa, este texto fue revisado para adaptarse a las necesidades del momento. La Ley Orgánica 4/2000 del 11 de enero del 2000 (Ley de Extranjería), impulsada por el PP de Aznar, amplió los derechos de los inmigrantes en materia de asociación y man ttibre circulación por el Estado, facilidades en materia de reagrupamiento familiar, educación y sanidad. Pese a ello, el texto impedía a los inmigrantes sin papeles poderse empadronar en su municipio si carecían de contrato
de trabajo. Para la mayoría de la población extranjera que llegó en los años sucesivos, esto les imposibilitaba poder integrarse de forma activa en la sociedad española. Llegado el primer mandato del PSOE, se reformó la legis-
Este cambio legislativo provocó un ‘efecto llamada’ para la inmigración, que en años sucesivos pudo incorporarse al mercado laboral, cotizar en la seguridad social, tener acceso a sanidad y educación. Ello ha derivado discrepancias
Según la Ley de Extranjería, los inmigrantes deberán aprender las costumbres españolas y comprometerse a abandonar el país si en un año no consiguen un nuevo contrato lación en 2003 para facilitar el empadronamiento de la comunidad extranjera y regularizar su relación laboral. Aquellos que trabajaban sin contrato podían denunciar su caso ante la administración y, así, cotizar en la seguridad social. El Ayuntamiento tan sólo lleva el padrón de su municipio, no revisa la legalidad de las personas que habitan en él, hecho que facilitó el empadronamiento a los extranjeros.
entre algunas comunidades extranjeras no adaptadas a la sociedad española. Los extranjeros representan el 11% de la población en España. De los 5 millones de parados en las listas del INEM, cerca de 260.000 (5%) son inmigrantes. Diversas ONG dedicadas a la inmigración calculan que de 3.600.000 nuevos llegados, el 48% trabajan de forma ilegal, y el 52% de forma regular y cotizan en la Seguridad Social.
l Reglamento de la Ley de Extranjería de España permitía a los extranjeros que vivían en el país de manera ilegal, conseguir la regularización por arraigo social, que consiste en acreditar que llevaban tres años viviendo en España y contaban con un contrato de trabajo, de por lo menos un año, en el momento de regularizar su situación. Según declaró el portavoz del PP en materia de inmigración, Rafael Hernando, a distintos medios, “el arraigo ha favorecido la inmigración ilegal y solo debería existir como situación excepcional”. Y comentó: “hay que limitar la inmigración irregular e incentivar la circular, el retorno con posibilidad de volver” Desde 2006, ha ido aumentando el número de personas regularizadas por arraigo social. En ése año se regularizaron 7.427 personas, en 2007 la cifra aumentó a 30.231, en 2008 se dobló hasta llegar a 66.200, en 2009 fueron 82.300, en 2010 descendió a 65.600 y este año (contado hasta junio) ya van 70.000. Los populares ven estas cifras como un problema para España. Hernando declaró que no se pueden regularizar 70.000 personas por arraigo cuando en estos momentos no hay empleo ni para la gente del país. Los populares consideran que “medidas como el arraigo o la reagrupación familiar” han favorecido la llegada de ilegales al país. Según el PSOE, estas cifras se han visto reducidas por la situación de crisis económica que vive el país y por las medidas adoptadas por su gobierno. Por ejemplo, la obligación de entrar al país con contrato o por los acuerdos con los países de origen de los inmigrantes. Además recuerdan que para garantizar el sistema de bienestar actual de la Unión Europea, se necesitan en Europa
cuarenta millones de inmigrantes. El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol declaró que permitiendo la entrada a personas en situación irregular y dándoles los papeles, se hace un “efecto llamada”. Además insistió: “no puede ser que un país regularice inmigrantes en situación ilegal por que favoreceríamos la desaparición de las fronteras de la UE, y sería un despropósito”. Albiol, añadió que la mayoría de los inmigrantes que llegan al país, vienen a trabajar y se acaban adaptando. Pero hay una minoría “que esta haciendo mucho daño, porque sólo ha venido a delinquir, a aprovecharse de nuestro sistema y a crear problemas”. Para combatir esta situación propone aumentar la presión policial. Albiol no ve la inmigración cómo un problema. Para él el problema es la inseguridad, muchas veces creada por ésta inmigración.
Hernando: “El arraigo ha favorecido la inmigración ilegal”
Desde el PP se propone crear un nuevo visado temporal de búsqueda de empleo, con el que los inmigrantes tendrán que estar en el país para proceder a su regularización. Albiol aseguró: “Desde el 2005, un 60% de los inmigrantes que se han regularizado en España, han entrado con un permiso turístico”. La nueva normativa prevé que si en un tiempo determinado no se encuentra trabajo, deberán volver a su país, conservando su permiso de residencia. El sistema se basará en las listas del INEM de ocupaciones de difícil cobertura, aunque los puestos solo se pondrán a disposición de los extranjeros si ningún español puede cubrir la vacante.
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Xavier Bosch, Director General de Inmigración de la Generalitat:
“Hay recelo hacia el forastero” Para la Generalitat la crisis frena la llegada de inmigrantes. Su reto es conseguir la integración de los que viven en Catalunya desde hace años, que ya son considerados ciudadanos catalanes. Por Rosa Brescó
- ¿Cuales son las prioridades de la Dirección General de Inmigración? Favorecer la integración de los inmigrantes, cohesionar el país y facilitar la convivencia. Ir estructurando un país compacto pero diverso. - En un contexto de crisis económica ¿que políticas hay que tener en referencia a la inmigración? Cuando hay épocas de prosperidad, la inmigración viene sola. Los estados pueden poner controles en las fronteras, pero si hay trabajo la gente acaba llegando, de manera legal o ilegal. En una situación de crisis pueden regresar a su país o a otro lugar dónde haya trabajo, pero en la práctica se demuestra que la gente arraiga. Tenemos que trabajar, con crisis o Una carnicería en el barrio del Raval propiedad de inmigrantes marroquíes. Foto: Paula Acebo sin, para la integración. - ¿Por lo tanto, en épocas dónde no hay trabajo es mejor llevar a cabo políticas para reducir la inmigración? Quien más está sufriendo la crisis son los propios inmigrantes. Vinieron a contribuir al progreso de este país y ahora no podemos echarlos. Ya son ciudadanos de Catalunya. - ¿Cuándo son considerados catalanes? Hace falta voluntad y esfuerzo de integración. La demógrafa Anna Cabré dice que Catalunya es una maquina de hacer catalanes, porque tenemos la capacidad de integrar a los que vienen de fuera. Una manera muy fácil de ser catalán es aprender la lengua que rompe muchas barreras.A partir de aquí, que sea blanco, negro, musulmán o protestante es secundario. - Una cuarta parte de los catalanes plantean la inmigración como un problema... No es ningún problema. La inmigración ha venido aquí a crear progreso y nos hemos beneficiado todos. Está demostrado que los inmigrantes a través de sus impuestos, generan más riqueza de lo que puedan recibir en ayudas sociales o compensaciones. Para el país la inmigración es un buen negocio.
- ¿Cuál es el problema? Es un problema político catalán, ya que buena parte de las cotizaciones a la seguridad social o el IVA las recibe el Estado. Además, los servicios estaban pensados para 6 millones y ahora somos 7,5. Esto crea sensaciones de rechazo o de recelo. Yo más que racismo, diría que en Catalunya hay recelo hacia el forastero.
“Ahora no es el mejor momento para venir a Catalunya”
- Usted está hablando de lo inmigrantes que se integran y cotizan, pero también los hay que no. Sólo un 6% de los inmigrantes son ilegales. El debate que tenemos ahora en Catalunya sobre la inmigración dentro de 10 años no existirá. Cuando los niños acaben la escolarización obligatoria serán ciudadanos igual que nosotros. Hablaran bien catalán y tendrán el mismo nivel cultural. A partir de aquí ya seremos una sociedad cohesionada y se habrán integrado totalmente.
migración no puede ser libre y salvaje porque puede provocar muchos problemas al país de acogida. - ¿Cómo se puede controlar la inmigración? Aquí la economía pesa mucho. Cuando los empresarios necesitan trabajadores el estado abre puertas a la inmigración, y después hacen discursos casi racistas. Cuando uno gobierna esta a las órdenes de los empresarios.
Xavier Bosch dice que la cultura catalana integra a los inmigrantes. Foto: Albert Gandía - Habrá escuchado el discurso del PP que planea limitar las vías por las cuales se regularizan miles de inmigrantes en España. Quieren modificar el sistema de arraigo. Si permitimos que puedan tener papeles estamos favoreciendo la integración. Si cerramos la puerta a la regularización favoreceremos la marginalización y potenciaremos la economía sumergida. No tiene que haber una regularización masiva porque esto hace un efecto llamada, pero tiene que haber un sistema para
regularizarlos. - Usted declaró en una entrevista al diario Público que trabajaría para que no viniesen más inmigrantes. Eso es una manipulación. Yo dije que entre todos teníamos que convencer a la gente que ahora no es el mejor momento para venir a Catalunya. Quizás cuando la economía prospere, pero ahora aquí lo pasaran peor que en su país de origen. No quería decir que me pondría en la frontera e impediría la entrada de gente. La in-
- Ha comentado que en diez años la inmigración de ahora no será un problema. ¿Esto quiere decir que en estos próximos años no habrá tanta inmigración? Habrá, se lo aseguro. Cuando la economía prospere habrá puestos de trabajo y por lo tanto inmigración. Somos un país con una bajísima natalidad y hemos ido creciendo con gente que ha venido de fuera. Hemos tenido una especie de milagro porque hemos ido integrando a la gente a nuestra lengua y cultura. Somos una cultura esponja que vamos absorbiendo todo lo que nos llega y lo vamos integrando. A pesar que en momentos de crisis se despierten ánimos de recelo o de xenofobia, el futuro no es lo que más me preocupa.
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La crisis frena las altas a la Seguridad Social Por Albert Gandía
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esde la puesta en marcha de la Ley Orgánica 4/2000 (Ley de Extranjería) hasta el año 2004, la cifra de inmigrantes que cotizaban en la Seguridad Social se dobló. Pasó de 445.000 cotizaciones a 1.100.000 aproximadamente. En términos relativos se incrementó el número de extranjeros con contrato vigente de un 3% a un 6,27% respecto de la sociedad española. Pero el salto más drástico se produjo en el año 2005, año en que la cifra aumentó en más de 600.000 inmigrantes respecto al año anterior. Se alcanzó la cifra de 1.720.000, casi un 10% del total de afiliados. A partir de 2007, en que la cifra llegó a superar los 2.000.000 de extranjeros, aparece un contexto de crisis y el número se reduce paulatinamente hasta llegar a 1.750.000 en el año 2011. Pese a ello, siguen representando el 10% de la totalidad de la sociedad.
Afiliados extranjeros a la Seguridad Social
Durán i Lleida dijo estar preocupado porque “nacen más Mohameds que Jordis”. Foto: P. Acebo
El racismo multiplica votos Las campañas electorales de algunos partidos son cada vez más xenófobos
vez hay más personas inmigrantes”, frases que no le impidieron ganar las elecciones generales en Catalunya. Xavier García Albiol, del
PP, alcanzó la alcaldía de Badalona en las elecciones municipales a pesar de defender una política claramente xenófoba. En sus panfletos se podían leer frases como “los gitanos rumanos son una plaga que ha venido exclusivamente a delinquir”, o “no queremos rumanos”. Fueron estas declaraciones las que le llevaron a los tribunales denunciado por la ONG SOS Racisme. Alicia Sánchez Camacho, presidenta del PP en Catalunya, acompañó a su compañero de partido a los juzgados y afirmó prestarle “todo su apoyo”. Los programas electorales son una antesala de sus discursos. La inmigración planteada como un reto, o la defensa de la sociedad catalana, son ideas que demuestran la visión crítica de los políticos catalanes en
materia de inmigración. Con la crisis como disculpa, en L’Hospitalet y Salt, la alianza entre PSC y Esquerra endurecieron las leyes de extranjería al prohibir la reagrupación familiar o la legalización por arraigo de inmigrantes. “En el nacionalismo catalán siempre hay un cierto mensaje subliminal de xenofobia” comenta Miguel Anxo Bastos, profesor de Política en la Universidad de Santiago de Compostela. Aun así, añade,“este tipo de discursos son tácticas empleadas por partidos para captar votos, imitaron la campaña que el PP”. De la misma manera, Felipe Maraña, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, alude que, “esto parece ser más una táctica electoral, no un giro ideológico”.
Aicha Majdaoui Marruecos, 26 años 17 años en Barcelona
Mohamed Sara Senegal, 20 años 10 años en Barcelona
Marina Okropiridze Rusia, 36 años 10 años en Barcelona
Ahmed Bangladesh, 31 años 11 años en Barcelona
“Me he sentido marginada. Hemos hecho mucho por España y ahora no nos quieren porque no hacemos falta”.
“Ninguna ciudad puede vivir sin inmigrantes. Cada persona tiene el derecho a vivir en donde ella escoja”.
“Entiendo las protestas. Hay gente que no merece lo que tiene y que se aprovechan. Todos tenemos un límite”.
“Nosotros también estamos trabajando para que este país mejore y así es como los políticos nos lo agradecen”.
Por Paula Acebo y Carmen Hierro
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a situación económica de España provoca además de modificaciones en la política financiera, alteraciones en las leyes de inmigración en las distintas comunidades. En Catalunya, partidos como CiU, PP, o el PSC, apuestan por endurecer los trámites para legalizar la situación de los inmigrantes en esta comunidad. Discursos como el de Durán i Lleida o Xavier Bosch achacan a la población extranjera la difícil problemática económica y laboral actual, lo que fomenta en ocasiones el rechazo por parte de la población catalana. Se intenta reavivar el sentimiento catalanista aprovechando la crispación de la sociedad,
Durán i Lleida, uno de los cabezas visibles de CiU, afirmó preocuparse por que “cada vez nacen más Mohameds que Jordis” y añadió, en la misma entrevista a TVE, que “en nuestra población autóctona, por errores que hemos cometido todos de no apoyar a la familia y políticas demográficas, cada
“Los gitanos rumanos son una plaga”, decía el folleto del PP de Badalona
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Una inmigrante magrebí se prepara para partir desde la estación de autobuses Del Nord en Barcelona. Foto: Marc Martí
Nos vamos de aquí
Se van muchos, entran pocos y se quedan menos. Los datos no dejan lugar a dudas: la crisis acelera el retorno de los inmigrantes o la búsqueda de nuevos destinos lejos de España. La caída de la economía española con la explosión de la burbuja inmobiliaria motiva el éxodo de extranjeros, sobre todo rumanos y latinoamericanos. Los años de prosperidad son página pasada. Por Jessica Mouzo
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i nos vamos a morir de hambre, mejor morir de hambre en mi pueblo, con toda mi familia”. Esta es la forma extrema que tiene Mohamed de resumir su situación como obrero marroquí y desempleado en Barcelona. Está despidiendo a su cuñada que va en autobús a Tánger y cree que él pronto también se tendrá que ir con su mujer y sus tres hijos. Ya se le agotó el subsidio del paro y recibe menos de 500 euros de ayuda mínima estatal. Si no ha retornado, es porque al menos en España el Estado le ayuda. Él llegó a España en el 2003, como miles y miles de inmigrantes seducidos por los años de bonanza económica, impulsada en buena parte por
la construcción. Ahora también es parte de la tendencia, pero en dirección contraria. Son los que se marchan o se preparan para sumarse a ese éxodo paulatino demostrado con datos de Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El informe de 2009 de la OCDE señala a España como el sexto país miembro con mayor pérdida de inmigrantes, con una caída del 18% en 2009 con respecto al año anterior, y sólo superado por Italia, Corea, Japón, Irlanda y República Checa. La tendencia de retorno queda clara con el último padrón municipal, elaborado a principios de 2011. España aloja 47 millones de habitantes, de los cuales, el 12,2% es extranjero. Los datos del INE revelan que, desde 2010, se
han empadronado 17.067 inmigrantes menos. El sistema estadístico español tiene problemas para registrar la disminución de extranjeros, porque no especifica si el inmigrante vuelve a su lugar de origen o se va a terceros países. A esto hay que sumarle los que hacen uso del
retorno asistido, una ayuda gubernamental que facilita y gestiona la vuelta. “A pesar de los convenios y tratados que hay entre España y algunos países, el retorno es, desde el punto de vista personal y emocional, muy difícil”, explica la profesora Montse Solsona Pairó, del Centro de Estudios
Demográficos de la Universitat Autònoma de Barcelona. Los datos demuestran la caída de los ingresos y un repunte de salidas a partir de 2009. El INE confirma que en ese año se expidieron 160.000 nuevos visados, un 55% menos que el año anterior. El informe sobre Inmigración y Mercado de Trabajo (IIMT) de 2010, realizado por el Ministerio de Trabajo, recoge que, en 2009, se computaron cerca de 400.000 retornos, un 30% más que en 2008. En el estudio, su coordinador, Miguel Pajares, apunta a “la reducción de las exportaciones, el descenso de la inversión extranjera y la reducción del montante recibido por las remesas” como los principales causantes del nuevo fenómeno demográfico. Las remesas refuerzan la partida. En el 2010 los inmiHouriya Sadki vuelve a Marruecos. Foto: M. Martí grantes enviaron a sus casas
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6.000 millones de euros, 2.000 menos que en el 2008, según datos entregados por el Banco de España a El Mundet. Esto ocurre porque España posee la mayor tasa de paro en inmigrantes en la Unión Europea. De acuerdo con datos del último trimestre de 2011 proporcionados por la Encuesta de Población Activa (EPA), el paro inmigrante asciende al 32% del total, 13 puntos más que el de los españoles. Rumanos y latinos La tendencia del retorno está encabezada por latinoamericanos con nacionalidad española y rumanos; colectivos que, aunque se vayan de España, pueden volver a entrar cuando quieran. La OCDE apunta que “los inmigrantes pueden ser reacios a retornar si con ello pierden el derecho de volver a emigrar al país de destino”. Hasta 2003 destacaban los flujos procedentes de Ecuador y Colombia; a partir de 2004, tanto Rumanía como el resto de América Latina –sobre todo Bolivia-, aumentaron su peso sobre el total. El último padrón municipal detalla que los rumanos, con más de 850.000 habitantes en España, son la mayor comunidad foránea, seguidos de Marruecos, Reino Unido y Ecuador. Sin embargo, la crisis económica ha dado otra vuelta de tuerca a los movimientos migratorios del país. Los datos aportados por el IIMT revelan que, aunque Rumanía se ha convertido en el colectivo más numeroso en España, esa nacionalidad ha registrado 14.000 nuevas salidas en 2009, casi el doble que el año anterior.
Retornos en 2009 Rumanía: 5.950 Bolivia: 5.143 Ecuador: 2.484 Marruecos: 2.206
Bolivia y Ecuador lo siguen de cerca con un importante repunte en el número de inmigrantes retornados, al igual que Marruecos, que marca la cifra más alta de salidas de todos los colectivos del continente africano. Mohamed es uno de esos marroquíes. A sus 47 años piensa en recomenzar la vida en su tierra porque sabe que para encontrar trabajo en España necesitará mucha suerte. “Es como una lotería y uno no puede vivir esperando ganarse la lotería”, reflexiona el tangerino.
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Vender, sell, عيب Más del 10% del comercio de Barcelona entra en la categoría de “negocio inmigrante”. Si se computaran también los establecimientos de ciudadanos españoles hijos de extranjeros, la cifra aumentaría y llegaría hasta el 40%.
Una barcelonesa compra en un puesto inmigrante en el mercado de la Boquería. Foto: Martín Rocca
Por Judit Pedrós
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esde los inicios del boom migratorio en España, allá por el año 2000, Barcelona ha acogido numerosos comercios inmigrantes en sus calles. Con los años, cada vez más emprendedores extranjeros decidieron establecerse en la ciudad y crear su propia empresa: transportes, bares, locutorios, tiendas... hasta llegar a ocupar el 10% del mercado. Los motivos que les llevaron a dar el paso y auto-ocuparse eran distintos, pero casi todos tenían algo en común: el trabajo que desempeñaban aquí estaba por debajo del nivel académico o de formación que recibieron en su país, y además muchos reconocían cobrar salarios más bajos que los propios españoles. Para la mayoría, crear un negocio fue la forma de revalorar y potenciar su trabajo. “Los comercios de inmigrantes resisten la crisis como pueden”, contó Salvador Albuixech, presidente de la Associació de Comerciants de Barcelona. “Aunque en la ciudad existen empresas cuyos propietarios vienen de muchos países distintos, el que más crece actualmente es
Población inmigrante Más del 25% Entre el 15 y el 25% Entre el 10 y el 15% Entre el 1 y el 10%
el mercado asiático: negocios regentados por chinos, indios y pakistaníes”, sentenció el empresario. Los dos colectivos con más implicación en los negocios son, aparte de los asiáticos, los latinoamericanos y los magrebíes, destacan estudios realizados por la Universitat de Barcelona en la última década. Según Javier Bonomi, presidente de la Federación de Entidades Latinoamericanas en Catalunya (Fedelatina), la crisis ha incrementado sustancialmente el comercio inmigrante. “El hecho de no
tener trabajo y necesitarlo no sólo para ganarse la vida sino también para poder renovar los papeles, ha propiciado que más inmigrantes hayan decidido crear sus propias empresas”. Se pueden encontrar negocios de inmigrantes en toda Barcelona, pero hay distritos donde éstos se concentran. Suele coincidir la acumulación de estas empresas en las zonas en que los inmigrantes viven, como El Raval, el Born o partes de barrios como en un sector del Poblenou. También el tipo de negocio
suele variar dependiendo del lugar de origen de los dueños. A grandes rasgos, los paquistaníes se ocupan de un comercio más de proximidad, como locutorios, restaurantes o tiendas de comida. Los indios en cambio, tienen predilección por las tiendas de souvenirs para los turistas. Los chinos prefieren las tiendas dedicadas al textil y los bares y restaurantes. Por último, los marroquíes acostumbran a regentar carnicerías halal (especialidades preparadas según el rito musulmán) y peluquerías. Siguiendo este esquema de negocios, Leonardo Cavalcanti, profesor en la Universitat de Barcelona, divide los tipos de empresa inmigrante en cuatro grupos: los negocios de orientación étnica, destinados solamente a inmigrantes y que ofrecen productos para ellos (como las carnicerías halal), las empresas circuito, que tienen origen en el mismo proceso migratorio y le sacan partido (locutorios), las que ofrecen el carácter exótico del país de sus dueños (restaurantes con gastronomía autóctona) y las empresas generalistas, similares a las de aquí y que no se dirigen sólo a los inmigrantes, sino a un público general (los bazares).
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“Es la peor situación” Jeanette Vallejo, portavoz de la AMIC (Asociación de Ayuda Mutua a Inmigrantes de Cataluña), organismo adscripto a UGT, recibe de primera mano a los extranjeros golpeados por la crisis. Sus ojos son testigos de la precarización de la vida de los inmigrantes. Por Martín Rocca
¿Cuántos palos caen a los inmigrantes con la crisis? Si bien UGT brinda exclusivamente un servicio de atención jurídica y extranjería, cada vez son más las personas que se acercan en búsqueda de trabajo, cosa que no ofrecemos. Otra cosa que se denuncia mucho en los últimos años, es el abuso en el ámbito laboral. ¿Desde qué año nota esta tendencia? Desde el 2009 en adelante. Los nuevos inmigrantes… No, si se fija en el padrón, la población inmigrante no crece ya desde hace años. Son gente que está aquí desde hace más tiempo, dentro de la ola que vino entre el 2000 y 2005, que ahora se quedó sin trabajo. ¿Es peor el impacto de la crisis para la población inmigrante? Naturalmente existe el factor de su situación jurídica, que puede ponerlos en desventaja con respecto al autóctono. Se hace más difícil mantener un estatus de legalidad mientras no se cuenta con contratos de empleo. ¿Existen más inmigrantes en situación irregular? Con la crisis, la población inmigrante es de las más afectadas. Por ello efectuamos una demanda por la flexibilización de la ‘Ley de Extranjería’. ¿Han empeorado sus condiciones de trabajo? Esto se ha dado. Muchos se ven obligados a trabajar en una ‘economía sumergida’, la cual no brinda ninguna solución para obtener las autorizaciones necesarias. Usted mencionó el abuso laboral. Cada vez más gente que es contratada y después de pasar el período de prueba no recibe el pago pactado, o es despedida sin ningún tipo de beneficios. ¿Cómo describiría la situación de los inmigrantes en Cataluña? Se está volviendo gradualmen-
Jeanette Vallejo en su oficina. Foto: Martín Rocca. te a la economía sumergida como estilo de vida, resultando en condiciones más precarias y una mayor vulnerabilidad tanto económica como social. Partidos como CiU y el PPC impulsan políticas cada vez más restrictivas hacia el sector. Políticas restrictivas como… La ‘Ley ómnibus’, que plantea medidas para el acceso a la asistencia sanitaria. CiU
propone que ésta no se brinde antes de contar con por lo menos 6 meses de residencia. Esto se contradice con la ‘Ley de Extranjería’, que garantiza la sanidad pública a todos los ciudadanos y residentes. ¿Existe un conflicto entre autóctonos e inmigrantes en el sector comercio? Los inmigrantes se han enfocado siempre en sectores con-
cretos, en los que no se competía necesariamente con los autóctonos. Hacían los trabajos que nadie quería hacer. ¿Y ahora? Ahora los autóctonos están comenzando a ocupar estos puestos. Pero esto no genera esa competencia. Sí existen problemas con la distribución de recursos públicos.
¿Cuál sería el peor marco para los inmigrantes? Creo que los inmigrantes viven la peor situación posible. La gente pierde sus domicilios por problemas de hipoteca. Hay gente durmiendo en la calle, que no tiene para comer. Este deterioro ha crecido en comparación a años anteriores, forzando al inmigrante a regresar a su país de origen o irse otros países de la UE.
Uno de cada tres inmigrantes, en el paro Por Álvaro Murillo
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a tercera parte de la población inmigrante activa en España despedirá este año lejos de sus países sabiendo que, de momento, fracasó en sueño por una vida mejor. Viajaron para trabajar y lo hicieron por unos años, pero la crisis económica actual agravó las dificultades habituales del extranjero y mantiene en el desempleo a 1,3 millones de ellos. Es un 32% de la población extranjera la que entra en el paro, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) registrados a mitad del 2011, antes de que se reporta-
ra un empeoramiento del empleo total. Del total de desempleados en España, uno de cada cuatro forma parte del grupo de inmigrantes, un colectivo que aprovechó y dinamizó en España la actividad económica, en sectores como la construcción. “Vine en el 2003 porque mis primeros me decían que había mucho trabajo”, contó el ecuatoriano Mario Canales al salir de una oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Trabajaba en una empresa constructora en Castellón. “Me ha ido bien, pero en abril mis jefes hicieron recortes y despidieron a ocho. Ahora vivo con el paro (subsidio), pero solo puedo enviar 150 euros mensuales a casa”.
El sector inmobiliario creó 21% de los empleos entre 2000 y 2007. Con la llegada de la
“Ahora vivo con el paro, pero solo puedo enviar 150 euros mensuales a casa.” crisis provocó la destrucción de más de la mitad de los trabajos. Los inmigrantes fueron los primeros afectados, según informes internos de AMIC, en conjunto con la UGT. Entre el 2007 y el 2009, cuando el gobierno reconoció la crisis, el desempleo en los extranjeros creció un 164%. Los parados inmigrantes pasaron de ser 407.000 a más
de 1.050.000. La tasa de crecimiento de los trabajadores locales fue de 114%. “Los sectores más vulnerables son los primeros en recibir el golpe. Hay más españoles dispuestos a trabajar en puestos que jamás pillarían si estuviéramos fuera de la crisis”, explicó Ghassan Saliba, jefe del Centro de Información para Trabajadores Extranjeros (CITE) en CC.OO. Papa Diop, un joven senegalés, quiere uno de esos puestos. Sin documentos, sin el trabajo que tenía en un mercadillo en Murcia y sin la posibilidad de volver a recoger uvas en Valencia, intenta mudarse a Barcelona sin optimismo. “La cosa está muy jodida. No sé bien qué va a pasar”.
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Torear la crisis
Unos tienen más suerte que otros. Mientras la crisis ahuyenta a miles de inmigrantes, la bonanza acoge al austríaco Jörg, al argentino Diego, al georgiano Amirami y a la peruana Teonila. Suerte o empeño. O los dos. Han logrado prosperar en condiciones muy distintas a la mayoría de inmigrantes, que trabajan en lo que los catalanes rechazan, como la limpieza de casas, el cuidado de gente de la tercera edad o en lo que queda de la construcción. Estos cuatro extranjeros han ido más allá. No sobreviven; viven. Por Marc Martí y Gonzalo Sarasqueta
Jörg Krenmayr (Austria)
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odría ufanarse de haber dejado boquiabierto a Mick Jagger: es su protésico dental. El famoso músico inglés aparece en la lista de los clientes del doctor Jörg Krenmayr, un austríaco de 38 años que está encantado con la crisis. “La crisis me está beneficiando porque los clientes prefieren pagar la calidad, algo que les dure para siempre”, cuenta con agrado, aunque añade que sus ingresos podrían ser mayores si trabajase en su país. “Mis compañeros austríacos se ríen cuando les digo lo que cobro, y eso que gano el doble o triple que la mayoría de laboratorios locales”. Llegó a España hace ocho años después de haber trabajado en Austria, Canadá y México, país donde nació su mujer y del que se fueron por la inseguridad. “No podíamos salir a pasear en bicicleta por las tardes.” Sabe bien las dificultades de un inmigrante, aunque asegura que venir de Austria es muy diferente a venir de otros sitios. “Es muy feo que a mí me traten mejor que a mi mujer (…) La crisis provoca que los primeros que tengan que irse sean los inmigrantes extracomunitarios.”
Amirami Chichia (Georgia)
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a complicidad de dos policías franceses permitió a Amirami Chichia entrar en España por la frontera norte. A sus 21 años ya tiene los documentos legales y el trabajo haciendo lo que le llena: jugar rugby. Fue hace cuatro años cuando este obrero corpulento se cansó de trabajar por muy poco y prefirió embarcarse a lo desconocido. Dejó su patria para atravesar Europa: 3.400 kilómetros caminando y haciendo autostop. Desde entonces se desempeña como reponedor en un almacén de butano, donde cobra 900 euros mensuales que utiliza para comer y divertirse. Su club, la Unión Santboiana, se hace cargo del alquiler de su apartamento. Ahora habla castellano sin dificultad, pero su acento lo retrata como uno de los 50 jugadores foráneos del club. A veces tropieza con el idioma, pero lo habla decidido porque así parece ser su carácter. “Acá me voy a quedar 6 o 7 años como mínimo. Me siento muy cómodo. España es un lugar hermoso para crecer como jugador de rugby, y, sobre todo, para vivir”.
Diego Rey (Argentina)
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arcelona se convirtió en el hogar de Diego Rey. Argentina dejó de serlo para este joven pintor de 32 años cuando recibió la noticia: otorgada una beca estatal para especializarse en estética contemporánea. Estudió dos años y después resultó fácil identificar el lugar que más opciones le ofrecía para lo suyo. Entre conferencias, exposiciones y publicaciones, más el trabajo estable de su novia belga Elise, Diego lleva una vida sencilla, sin ningún otro lujo que el de comer por las noches unas tapas con amigos o echar algún viaje por Europa. “En la Argentina tenía un sueldo altísimo por estar sentado en un escritorio; aquí hago lo que me apasiona, tengo mi novia y mis amigos, y vivo rodeado de una atmósfera multicultural, ideal para un artista”. Ahora mira con nostalgia aquellos tiempos cuando cada mes ingresaban 1.200 euros de la beca a su cuenta bancaria. Hoy, con menos, vive igual o quizá mejor: ”El placer lo hallo en la investigación y en crear, no en el dinero. ¿Volver a Argentina? “Hasta en crisis se puede trabajar en el plano cultural. Yo me quedó acá. Sólo algo muy vocacional me haría volver”.
Teonila Hurtado (Perú)
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eonila es una peruana de 46 años que se dedica a la limpieza de casas y al cuidado de niños y ancianos. “Vine a España en el 2008 con un contrato de trabajo que me consiguió mi hermana, que también se dedica a esto”, explica Teonila, que vive en Barcelona sin sus hijos. Uno de ellos está en Perú y dos decidieron quedarse en Estados Unidos, donde ella vivió su primera experiencia de inmigrante económica. Trabajó diez años en una panadería en Los Ángeles, pero la ciudad no le gustaba. No todo es dinero. “Vi que en España podía vivir mejor y me vine”. Le gusta tanto que quiere adquirir la doble nacionalidad. Valora tener trabajo porque sabe que muchos otros chapotean en el desempleo. “Tengo conocidas que vienen un mes y tienen que volver a su país al no encontrar trabajo, pero gracias a Dios yo voy bien de dinero”. Trabaja cinco días a la semana y consigue “algo más de 1.000 euros al mes”, suficiente para vivir con tranquilidad.
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Las aulas de acogida dan la bienvenida a todos los immigrantes, vengan de donde vengan. Foto: Jessica Sauras
Benvinguts a Catalunya
Las primeras instituciones que perciben el cambio son las escuelas. Una política educativa integradora procura que todos los centros educativos tengan escolarizados a los alumnos extranjeros. Por Jessica Sauras
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o sóc la Caputxeta vermella” afirma con un catalán muy claro Samira Benaliti. Tiene 13 años, nació en Marruecos y lleva en Cataluña un año. “Entiendo el castellano gracias a mis primos, pero el catalán me cuesta”. Ella, junto a seis alumnos más, tienen clase ocho horas a la semana en la biblioteca del centro con Marta Massip, profesora del aula de acogida del Instituto Público IES Joaquim Rubió i Ors, en Sant Boi de Llobregat. “Bon dia” es la frase que da inicio a la clase. Marta es profesora de ciencias de la naturaleza pero entró en el centro por una suplencia, y lleva dos años como profesora del aula de acogida. “Trabajar con ellos es un reto diario, el catalán les cuesta y además tengo que ganarme su confianza para que pierdan la vergüenza y empiecen a hablarlo”. Para ello lo más didáctico son los juegos de palabras o el proyecto que inician en estas fechas, ellos van a ser los protagonistas del cuento la Caperucita Roja que representaran delan-
te de sus compañeros a final de curso. Las aulas de acogida son un punto de referencia para los alumnos inmigrantes que empiezan su etapa educativa en las escuelas e institutos de Cataluña. El objetivo es proporcionar a los nuevos alumnos un aprendizaje intensivo de la lengua catalana gracias a actividades funcionales y trabajo cooperativo. Los alum-
Las aulas de acogida garantizan la integración de los alumnos inmigrantes nos compaginan su horario lectivo con estas clases a fin de no perder la interacción con el resto de sus compañeros. Este recurso educativo se estructura en función de las necesidades de los alumnos, lo que significa que en ella se atiende a alumnos de diferentes nacionalidades y por ello estas aulas acostumbran a tener un máximo de 10 alumnos. La enseñanza también se ha adaptado a los cambios que la sociedad ha experimenta-
do desde la década de los 90 cuando se inició un proceso de grandes transformaciones sociales y culturales debido a la oleada migratoria provocada por la bonanza económica que se vivía en el país. Según datos del Ministerio de Educación, el número de inmigrantes en las escuelas e institutos catalanes se ha multiplicado por siete en 10 años, ha pasado de 107.303 en 1999 a 762.746 en 2009. Esto representa que el 13% de las matriculaciones son de alumnos extranjeros, y este aumento se concentra con un 81% en centros públicos. El aula de acogida garantiza la integración de los alum-
nos inmigrantes, y tiene como finalidad “ofrecer las mismas posibilidades a todos vengan de donde vengan”, afirma Pura Fornals directora del Instituto IES Joaquim Rubió i Ors. La metodología es dinámica. En cada sesión se trabaja tanto la comprensión y expresión escrita como la oral, y se adapta el currículum con libros “diferentes”. La finalidad es “ofrecer las mismas posibilidades a todos los alumnos vengan de donde vengan”. Enseñanza en primaria En el colegio Santa Maria de Cervelló, Gloria Verges es
Alumnos del IES Rubió i Ors Foto:Jessica Sauras
la tutora del grupo de refuerzo, así es como se les llama en los colegios de primaria a la aula de acogida. La finalidad es la misma, que los alumnos inmigrantes entiendan y hablen el catalán, pero la manera de enfocarlo es diferente, ya que los alumnos tienen un tutor/profesor quien trabaja con ellos durante todo el curso y además les imparte la mayoría de las materias, lo que hace que la enseñanza sea global. El grupo de refuerzo trabaja con estos alumnos a un ritmo más adecuado en función de sus necesidades. Gloria afirma que trabajar con ellos en estas edades, entre diez y doce años, es más “fácil” puesto que están más “abiertos a darte confianza” y aunque “debes armarte de paciencia”, asegura que los resultados son positivos. “Es l’hora de recollir” grita Mohamed Aberkane al oír el timbre. Es la señal de que se acaba la clase. “Fins demà”, dice a sus compañeros. En la puerta lo esperan dos amigos catalanes para irse juntos a casa. Hace tres años que vino de Marruecos con sus padres y gracias al aula de acogida habla un catalán correcto.
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Cuidadora de otros abuelos
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Respaldo entre compatriotas Las asociaciones colombianas funcionan de nexo con la sociedad catalana para encontrar un lugar a los inmigrantes sin rumbo.
etixiomara Mairena nació en Honduras, pero reside en Barcelona desde hace cinco años. La esperanza de poder encontrar un trabajo con un buen salario llevó a Letixiomara a emigrar a España. “Mi prima vivía en Barcelona y me dijo que me viniera, que no esperase más’’ declara. “Preparé las maletas, dejé a mi hija de cuatro años a cargo de mi madre y me vine a España’’ concluye. “Cuando llegué a Barcelona sabía que iba a ser difícil encontrar un buen trabajo. Así que decidí cuidar a ancianos, pues es una tarea muy necesitada y fácil. Mi prima y sus amigas me dijeron que encontraría más ofertas laborales cuidando a gente mayor. Al cabo de dos semanas ya estaba trabajando”,afirma.
Fernando Yusti (46 años) en su despacho de Agrosolidaria en Sant Andreu. Foto: Héctor Leyva
Por Héctor Leyva
Letxiomara Mairena. Foto:Javier Morera “O venía a España, o me quedaba en Honduras. No había más alternativa’’ sentencia con una sonrisa. “La verdad es que estoy muy contenta con mis trabajos”. Entre semana cuida y acompaña a una pareja de ancianos. Los arregla, los acompaña a dar un paseo y les hace compañía. El fin de semana, otra pareja disfruta de sus cuidados. Y así, semana tras semana desde hace cinco años. Su historia muestra una alternativa laboral que se abre a los inmigrantes. Ella tiene “suerte”, habla español y tiene una gran afección por la gente mayor. Es un ejemplo más de la galería de héroes cotidianos que está creando la inmigración. Trabajar para mantener a su familia, lejos de su hija y tratar de ser feliz. Por Javier Morera
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aber Gavinia tiene 35 años y llegó a España procedente de Colombia hace casi once. Después de haber conseguido la nacionalidad, se encuentra cómodo y feliz en su nueva patria. Como él, hay 16.527 colombianos que han obtenido la nacionalidad española. Pero no siempre fue así. Le costó cuatro años y diez meses ser legal en España. Antes de llegar a Barcelona, estuvo un año y medio en las Islas Ca- Despacho de la federanarias. Allá, su contacto que ción colombiana. le daría la bienvenida al llegar Foto: Héctor Leyva de Medellín nunca contestó al teléfono. Se las arregló como pudo para sobrevivir hasta que dejarlo, pero hace 10 meses el contactó con un antiguo amigo dueño se comunicó conmigo con quien ahora comparte piso. y acepté regresar porque las En Barcelona, las cosas fueron condiciones eran mejores de muy diferentes. Gracias a una las que tenía”. Tiene el turno asociación colombiana ahora de mañana, descansa los dodesaparecida, pudo integrase mingos y con su sueldo puede en la vida social y laboral. Ellos pagarse un piso compartido en le proporcionaron una “lista de el barrio de Sants y ahorrar. trabajos”, dice al mismo tiem- Faber sabe que es afortunado en estos tiempos tan difíciles. po que sirve un café. Hasta octubre de 2011 el Detrás de la barra del bar donde trabaja de camarero y Instituto Nacional de Estadíscon una sonrisa dibujada en la tica (INE) contabilizaba casi cara, Faber comenta sonriente, 5 millones de parados en Es“éste trabajo no me gusta mu- paña. Cataluña es una de las cho por eso en su día decidí comunidades autónomas, jun-
to con Andalucía y Madrid, donde cada vez hay menos empleo. Para Fernando Yusti, presidente de Agrosolidaria sección Catalunya, una asociación colombiana dedicada al desarrollo del comercio justo, la crisis no ha cambiado sus objetivos. Considera que gracias a que en Colombia los recursos naturales son vastos, su país puede seguir haciendo negocios justos con los españoles incluso en estos tiempos. Su oficina también sirve como tienda de productos justos. Café, azúcar moreno y artesanías de Colombia adornan la entrada. En uno de los despachos situados al fondo de la tienda, se trabaja para informar y ayudar a todo aquel colombiano que desee regresar a su país. “Desde hace un año, la asociación de apoyo al regreso a la patria es la que más trabajo tiene”, afirma. En el otro, Carmen Bermúdez, presidenta de la Federación de Asociaciones Colombianas de Catalunya (FEDASCAT) reitera el importante papel de las asociaciones para el bienestar de los colombianos que viven en Cataluña. “La embajada de Colombia no hace nada por nosotros, por eso debemos organizarnos para no estar solos”. Esta asociación nace de la idea de organizarse como
ejemplo de las experiencias que compartieron un colecvo de mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos. Ber-
“Las asociaciones juegan un papel muy importante para el bienestar de los colombianos”
mudez añade “utilizando su amplia experiencia y sus consejos, nos agrupamos en una federación y así nació la FEDESCAT”. Hoy la federación cuenta con diez asociaciones colombianas en Cataluña y forma parte de una red de 40 en toda España. Faber vive tranquilo en Barcelona y nunca tuvo problemas para la integración. Considera que por ser latinoamericano y compartir historia e idioma con España no se puede decir que es un inmigrante “como lo es un chino, un africano o un árabe”. Confía en que en el futuro la ecuación se invertirá y será Colombia la que le proporcione más medios de subsistencia y calidad de vida. Pero una cosa es segura, de España no se va.
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“Siempre habrá guetos” Por J. Nelson, D. Caruso y J. Sauras
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éctor Claudio Silveira Gorski, doctor en Derecho por la Universitat de Barcelona es especialista en extranjería y multiculturalidad. A finales de los años 70 y 80 Cataluña era un país de emigrantes. Es a partir del 2000, cuando se experimenta el boom: una década con inmigración masiva tanto europea como gente que viene de Asia, África y América Latina. ¿Cuántos inmigrantes hay en Cataluña? A principios de enero de 2001 había más de 5 millones de inmigrantes. De los cuales, más del 50% procedían de países europeos, mientras que el resto venían de Marruecos, Rumania y Latinoamérica.
los sij, aunque son minoritarios, respetan mucho las costumbres de aquí a pesar de tener que prescindir de muchas de las suyas. Y los políticos, ¿tienen alguna responsabilidad? Sí, y de manera muy importante puesto que en muchas ocasiones utilizan a estos colectivos para obtener votos. En ocasiones los tienen en cuenta para reivindicar al nacionalismo, en este caso es peor ya que los perjudica. Existe una quiebra entre políticos y sociedad. Esto afecta a la comunidad y a la convivencia, creando a la vez desinterés y apatía. ¿Hay que limitar la formación de colectivos no católicos? Que los colectivos se cierren en ellos mismos es negativo, deben tener su espacio y abrirse a la comunicación. La formación de guetos es inevi-
Los sij en Barcelona Cada día la comunidad sij rinde homenaje a su actual Gurú Por Daniela Caruso
Héctor Claudio Silveira Gorski. Foto:Jordan Nelson ¿Dónde se manifiestan los problemas a la hora de integrarse? El principal problema viene dado por la cultura y la religión. A nivel educativo y de asistencia social los mecanismos y las leyes son correctos. ¿En la religión, por qué? El dilema radica en las religiones diferentes a la católica. En los colectivos musulmanes, donde la mezquita es el lugar de oratoria se necesitan permisos especiales para su construcción. Esto crea intolerancia y rechazo por ambas partes. ¿Pero existen ejemplos de colectivos bien integrados? En Cataluña el colectivo de
table, socialmente es normal que la gente se junte con otra que comparta tradiciones y forma de vida. Debemos buscar el bien común, el interés general. La sociedad occidental debe abrirse a eso. ¿Hasta qué punto debe tolerar el gobierno ciertas prácticas culturales en contra de sus principios, como el velo o el turbante? Lo fundamental es la persona, todo aquello que suponga un acto obligado y afecte a su integridad psíquica o física debe evitarse, se la debe ayudar y proteger. En las escuelas, mientras ese hábito sea compatible con la actividad del estudio y no rompa con la convivencia, se permite.
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on las 5 de la mañana y Davinder Singh se dirige desde su casa en L’ Hospitalet hacía la Gurdwara (templo sij) en la calle Hospital, en el barrio del Raval en Barcelona. Davinder pertenece a la comunidad religiosa de los sij, una religión fundada en el Punjab (una región del norte de la India), por el Gurú Nanak en el siglo XV. El sijismo nació en el contexto de los conflictos entre el hinduísmo y el islam y se basa en la devoción a un único Dios. Actualmente tiene más de 23 millones de fieles en todo el mundo. En Barcelona viven aproximadamente 20.000 sij que acuden a las cuatro Gurdwaras que se encuentran en diferentes lugares de la ciudad para rezar, comer y pasar un buen rato con los miembros de su comunidad. Con su turbante en la cabeza, muchos barceloneses les confunden con musulmanes e incluso terroristas. Todo lo contrario: Los sij son
pacíficos. Un buen sij es aquel que ayuda a los pobres.“, explica Gurdeal Singh Randhawa, que abandonó la Comunidad sij de Nueva York hace 12 años para irse a vivir a Austria. “Me fui porque me perseguían todo el tiempo. El sijismo es una de las religiones más jóvenes y fuimos discriminados
El Mul Mantar es el libro sagrado de los sij. muchas veces. Como llevamos turbante y barba larga, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, muchos nos confundieron con los talibanes y fuimos víctimas
de ataques. Nosotros somos personas pacíficas“, explica Gurdeal en perfecto dialecto vienés. Gurdeal tiene muchos amigos austríacos que echa de menos desde que vive en Barcelona.“Aquí el día a día es difícil para mí porque no hablo español. Vine porque mi novia quiso mudarse a Barcelona pero no me gusta y no encuentro trabajo“.Tarsem Singh vive en España desde hace 13 años y se siente bien integrado en la sociedad. Vive en la Vall D’Hebrón y por las noches trabaja en un restaurante en Gràcia. “Me molestó mucho que me obligaran a cortarme el pelo” cuenta, porque una de las leyes del sijismo dice que nunca en la vida hay que cortarse el pelo. “Yo y muchos sij que trabajamos en restaurantes nos cortamos el pelo y llevamos ropa occidental. Al principio me costó muchos esfuerzos y me sentía mal. Con el tiempo me adapté, en nuestra religión es importante ganarse el dinero de manera honrada. Así que me dije a mi mismo, “When you are in Rome, do as the Romans do” (Cuando estás en Roma, haz lo que los roma-
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Captando fieles Los mormones convierten cada vez a más inmigrantes
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Disfrutar la comida juntos es importante para los sij. Fotos: Daniela Caruso
nos hacen), confiesa Tarsem entre risas. En el sijismo los hombres y las mujeres tienen los mismos derechos. Arvindeh Kaur es una mujer casada que tiene una hija de 6 años. Vive en Barcelona desde hace tres años con su marido Hardev Singh. “El Punjab es la región más avanzada de la India. El mayor problema allí es la corrupción y es díficil encontrar trabajo. Por eso vinimos a España. Yo aquí estoy muy a gusto, Barcelona se parece mucho al Punjab, también es una ciudad muy abierta desde el punto de vista cultural y hay más trabajo aquí que en otras partes de España”, afirma. En la calle se viste como cualquier mujer occidental, lleva vaqueros y el pelo suelto sin velo. Para ella lo más importante es que su hija se integre en la sociedad catalana. De momento parece que sí. La pequeña Divjod Kaur frecuenta la escuela primaria en la Calle Fluvià y ya tiene varias amigas catalanas. “Al principio fue díficil para ella porque era la única extranjera de la clase pero poco a poco se
va integrando. Ella puede hacer todo lo que quiera, lo único que los sij tenemos prohíbido es el alcohol, el tabaco y tener relaciones sexuales antes del matrimonio”, cuenta la mujer. A la Gurdwara del Raval acuden 200 personas, y es un punto de encuentro de diferentes culturas. Jean Pierre es un francés que vive en Barcelona. En la comunidad sij ya se siente como en casa. “Descubrí esta religión por casualidad hace 3 meses y ahora estoy dando clases sobre el Mul Mantar, el credo de los sij, a los españoles dos veces por semana y también estoy aprendiendo la lengua punjabí“, cuenta de manera entusiasta. En el templo, junto a los indios, se sientan en el suelo personas de todas las nacionalidades.Solo hay tres requisitos para entrar: Cubrirse el pelo, quitarse los zapatos y calcetines y dejar fuera alcohol, tabaco y carne, elementos prohibídos por la religión.“Muchos extranjeros mochileros vienen al templo porque comemos juntos y la comida es gratis para todo el mundo”, explica Jean Pierre.
olores González es colombiana y hace 12 años dejó su país y familia para crear una nueva vida en España. Al llegar, encontró trabajo en una empresa de telecomunicaciones. Conoció a Carlos, otro colombiano que como ella, dejó a su familia en Colombia. Tiene cinco hijos con tres mujeres diferentes. Mientras Dolores trabajaba, Carlos solía pasar el día al borde de la piscina municipal. En mayo Dolores González perdió su trabajo. Para llegar a fin de mes, tenía que alquilar una de sus dos habitaciones. Por la hipoteca, el banco no le dejaba de llamar. Un día dos misioneros estadounidenses tocaron a la puerta. Elder Allphin y Elder Hadley hablaron a Dolores de su Padre Celeste y del propósito que tiene su vida en la Tierra. Le dijeron que si se comportaba bien un día se reuniría con su familia en la presencia de Dios. Dejaron una copia del Libro de Mormón y le pidieron que la leyera. Tres semanas más tarde Dolores se bautizó. Elder Allphin y Elder Hadley tienen 20 años. Cuando tenían 19, dejaron a sus familias y vinieron a España para difundir la biblia. Se levantan seis días a la semana a las 7:30 y hacen proselitismo hasta las 23:00. No pueden ir a la playa porque siempre tienen que llevar su traje negro con chapa que indica su título (Elder) y apellido. No leen los periódicos porque las noticias les distraen del trabajo. Al cabo de dos años (la duración de una misión mormona) estarán de nuevo en los EE.UU, terminando sus estudios universitarios y en la
Los misioneros Elder Allphin y Elder Hadley descansando tras una larga mañana. Foto: Jordan Nelson búsqueda de una mujer. Son casi las cuatro de la tarde y Dolores acaba de preparar la comida para Hadley y Allphin. Hoy han venido a su casa para leerle un versículo del Libro de Mormón y hacerle compañía. Dolores sigue sin trabajo y suele pasar una gran parte del día en su cama. “Dios lo sabe todo” le dice Elder Hadley, sonríendo. “Tiene un plan para cada uno” asegura Elder Allphin. “A veces parece que se olvida de unos” murmura Dolores, cogiendo la manga de su albornoz para secar sus ojos. “Dios ha cortado mis alas.” “Pero Ud. es una luchadora!” insiste Hadley, levantado su puño en el aire. “No”, dice, “si estuviera en Colombia, quizá”. Antes de irse, los misioneros recuerdan a Dolores que como miembro de la Iglesia, tiene una red de apoyo en la
Las jóvenes sij aprenden la religión de su maestro.
que siempre puede contar. Dolores mira a sus ojos azules y asienta. “Sólo quiero regresar a mi país. Ver a mi mamá antes de que se muera.” Dinamarca Calderon es brasileña pero lleva cinco años “difíciles” en España. Dice que su fallo son los hombres. Ha quedado con Elder Allphin y Elder Hadley en la Plaça de Santa para hablar de su fe en Dios. Dinamarca tiene un hijo de la misma edad de los misioneros, pero él vive en Brazil y no le ha visto en dos años. “Estamos aquí porque tenemos un mensaje para Ud.” empieza Elder Allphin,con sus dientes nacarados brillando bajo el sol del atardecer. Pese a su edad, Dinamarca está absorta en cada palabra suya. Como Dolores, hace falta algo en la vida de Dinamarca. Espera que estos guerreros de Dios la puedan ayudar. Por Jordan Nelson
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Una generación perdida
La crisis provoca la “fuga” de jóvenes talentos que buscan mejores expectativas laborales.
En los últimos tres años España ha vuelto a ser un país de emigración; la mayoría de jóvenes titulados y con formación profesional se embarcan hacia otros paises en busca de un futuro laboral. Foto: Alfredo Casas
Por Clara Berdié
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riol Peus (34 años) nació y creció en un pequeño pueblo del Pirineo Catalán, y desde que acabó su carrera de arquitectura en Barcelona ha vivido en varios países: primero Holanda, luego Paris y ahora China. Cansado de enlazar diferentes contratos temporales y ante la dificultad de crecer profesionalmente, hace un año decidió emprender una nueva aventura y marcharse a Pekín. Como Oriol, miles de españoles se han visto obligados a abandonar España y buscar nuevas oportunidades en el extranjero.
ña; el sector de la construcción está muerto”, afirmó Peus. “En Barcelona tenía un sueldo de becario y cero expectativas de crecimiento. Ahora tengo mayores responsabilidades, estoy muy bien considerado profesionalmente y cobro el triple de lo que cobraba en España” dijo. Según un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el primer trimestre de este año, de las 70.000 personas que abandonaron el país, más de la mitad eran nativos. Estos nuevos emigrantes responden a perfiles similares: tienen entre 25 y 35 años; un nivel alto de estudios; y no tienen cargas familiares. Aunque España ya fue un
La expertos hablan de una inversión de millones de euros en educación, de la que, en definitiva, acabarán beneficiándose otros países Por primera vez, España está sufriendo un cambio en su corriente migratoria: de un país importador de mano de obra está pasando a ser uno exportador. El imparable crecimiento de la tasa de paro, la precariedad laboral y la incompetencia de los gobiernos para afrontar la crisis económica en el país, son las principales causas de que los jóvenes se vayan. “No tengo posibilidades en Espa-
país de emigrantes durante los años del franquismo, hoy en día, las circunstancias y el grupo humano que emigra corresponde a un contexto diferente. Este fenómeno se conoce como “fuga de cerebros”. En los años 50, los españoles que abandonaban el país no contaban con la misma formación académica que los de ahora. Viajaban ligeros de equipaje, sólo con la fuerza de sus manos, y lo poco que te-
nían lo guardaban en una maleta de cartón cuero; llegaban a otros países a realizar actividades que sólo el inmigrante está dispuesto a hacer, en su mayoría trabajos duros y poco cualificados. En cambio, actualmente, la imagen en los aeropuertos y estaciones es diferente. Los jóvenes viajan en vuelos low cost, escuchan música en sus Ipods y se despiden de sus amigos a través de la Blackberry. Llegan a otros países en busca de un mayor reconocimiento profesional, un mejor salario y expectativas de futuro. En ambos escenarios existe un punto en común: la ilusión y esperanza con la que emprenden su viaje a lo desconocido. Yago Lorente (32 años) después de trabajar cuatro años en una multinacional donde no tenía posibilidades de ascender profesionalmente, decidió renunciar y montar su propio negocio en Buenos Aires. “En España los emprendedores no tenemos facilidades para desarrollar nuestras ideas; ningún banco nos presta dinero”, aseguró. La prosperidad socioeconómica y las oportunidades laborales que ofrecen países como Alemania, Francia e Inglaterra, los convierte en los destinos más populares entre los jóvenes españoles. Y, para otros más osados que prefieren atravesar el Atlántico, Argentina y Brasil son los lugares más atractivos. “Actualmente Argentina es una gran opción. Las oportunidades que ofrece son infinitas,
y hay mucha calidad de vida”, afirmó Lorente. En cuanto a las regiones que sufren mayor emigración de jóvenes en el país, un estudio del Banco de España sitúa a Galicia como la comunidad autónoma que pierde más habitantes, seguida de Madrid, Canarias y Cataluña. Mientras que Extremadura y Castilla la Mancha sufren en menor medida este fenómeno. Tradicionalmente, la fuga de cerebros ha sido un fenómeno propio de países subdesarrollados, donde los jóvenes preparados deben salir al extranjero para poner en práctica
sus conocimientos. Con la crisis, este fenómeno ha llegado de nuevo a España y recuerda tiempos pasados que se creían olvidados. Según un reputado politólogo de la Universitat Pompeu Fabra, que prefiere no revelar su identidad, “toda la cantidad de dinero público que se ha invertido en la educación de nuestros jóvenes la estamos tirando por la borda”, y habla de lo que ya es una generación pérdida, una inversión de millones de euros, de la que, en definitiva, acabarán beneficiándose otros países.
La juventud española tiene dos opciones: quedarse o despedirse. Foto: Alfredo Casas
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España los prepara, el mundo los recibe
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Por Juan I. Irigoyen
oan Hernández sale de Information Planet (agencia de promoción de viajes, trabajos y estudios en Australia) y camina hacia su lugar de siempre, la casa de sus padres, estirando un eterno “hasta luego” a su querido barrio, L´Hospitalet. Hernández tiene 29 años y dice tener un “excelente” currículum. Estudió Ingeniería Civil en la Universitat Politècnica de Catalunya y trabajó durante cinco años en una empresa de construcción. Hoy prepara sus maletas y el pasaporte que recibirá el sello de inmigración a un nuevo país. “Veo que la gente que trabaja fuera de España tiene una perspectiva de trabajo, de crecimiento y de internalización que aquí no hay. Necesito un cambio para desarrollar mi carrera profesional y Australia es un país con buenas perspectivas”, dijo Hernández sobre su viaje a Sidney en febrero del próximo año. “Estoy aprendiendo alemán porque cuando termine la carrera si la situación no cambia me voy de Barcelona”, afirmó Didac, quien estudia en la Escola d´Idiomes Moderns de la Universitat de Barcelona. “Me da mucha pena, pero no veo mi futuro en España”, agregó Meritxell, otra estudiante que cursa inglés avanzado en la misma escuela. “Mi puesto de trabajo Los universitarios españoles dan prioridad a los idiomas durante su forpende de un hilo y sé que la mación; la mayoría apuestan por el inglés y el alemán. Foto: Alfredo Casas única alternativa es emigrar”, aseguró Concha Martin, in- diantes. Venían de las empre- Hernández. los padres de familia que emigeniera civil. Por su parte, el sas a buscarnos en las univerBlanca Alegre, responsable gran de España. Muchos ya se presidente de Tecniberia, José sidades y nosotros poníamos comercial de Information Pla- han ido para luego movilizar Luis González Vallvé, afirmó las condiciones”, agregó Joan net, afirmó “son cada vez más a su familia. La crisis supera con decepción que “formar cualquier miedo, incluso el de a un ingeniero cuesta 60.000 volver a empezar”. euros, por lo que por cada La emigración ya no tiene uno que emigre el país pierde edad. Según el Instituto Na60.000”. cional de Estadística (INE), La emigración de españode los 40.000 nativos que les aumentó un 8,2 por ciento abandonaron España este año, durante 2010. Actualmente, 19.000 tienen entre 18 y 45 1.700.000 personas residen años. en el extranjero. “Espero poder volver y traSe estima que se va a supebajar en alguna agencia eurorar esta cifra durante el 2011, pea de recursos hídricos…me según los datos del Padrón de encantaría ayudar desde BarEspañoles en el Extranjero celona a alguna comunidad en (PERE). África”, aseguró Hernández. “Veníamos de una época Pero sus sueños están pade vacas gordas en la consradójicamente hipotecados trucción. Durante la carrera en un incierto “hasta luego”, el ambiente era de optimismo, La mayoría de los nuevos emigrantes disponen mientras él sigue buscando su éramos la elite de los estu- de una amplia formación. Foto: Alfredo Casas destino.
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“Salarios de risa” Por Alba Fernández
R. V., 42 años profesor de la Universitat Pompeu Fabra que malvive con un salario de 700 euros. Politólogo y cerebro fugado, ahora en España, nos ofrece su particular lectura del fenómeno de la nueva emigración del siglo XXI. Doctorado y con trabajo precario. ¿Quiénes son los responsables? Son muchos y nunca asumirán sus responsabilidades. Somos la cara fea de su éxito personal. A nadie le gusta reflejarse en un espejo que de una imagen de fracaso como la mía. ¿Por qué cree que se produce este fenómeno? Por la ausencia de un modelo productivo adecuado al que llaman sociedad de la información. No se ha aprovechado la riqueza generada por el turismo y la construcción para cambiar de modelo: hemos caído en nuestra propia trampa. Aquí los gobiernos han preferido convertirnos en albañiles y camareros. ¿Existe alguna solución para salir del bucle? Una no, muchísimas. Pero requieren actuar de manera diferente. A nivel económico, la situación requiere endeudamiento, no regalos fiscales a millonarios que no invierten, mayor inversión en I+D y no esperar a la enésima recuperación del turismo más construcción, etc, etc: el larguísimo etcétera de la política económica que no hemos conocido jamás. A nivel universitario, urge el cambio en la carrera académica, favorecer el pensamiento divergente en lugar de reprimirlo, valorizar la docencia en lugar de precarizarla... Para el Gobierno es contraproducente dejarlos ir, pero a la vez, resulta más fácil seguir controlando a la población. ¿Qué opina? Para el Gobierno lo fácil es llevar a la gente al umbral de la pobreza: esperan reducir toda disidencia y en buena medida lo consiguen. Pero no nos engañemos. No tienen el menor interés en evitar la fuga de cerebros. Al contrario, el suyo es un servicio que están prestando a las economías desarrolladas: gente muy cualificada con salarios de risa y niveles de obediencia cuasi esclavistas.
El Mundet
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Un ecuatoriano que quiere regresar a su país, un mileurista que mantiene a toda su familia de Guinea, una colombiana golpeada por la crisis y un joven costarricense con alma catalana. Son los perfiles de los participantes del debate organizado por El Mundet en el restaurante etíope Abissínia. El objetivo: compartir historias de vida y discutir temas claves sobre la inmigración.
Por Jessica Bigio y Camila Pinzón M.
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eikou Keita es un claro ejemplo de la lucha por integrarse.“Ni borracho me sacan de Barcelona”, lanza mientras toma un poco de su Coca Cola light. “El único problema que tengo a veces es ser negro, ser africano”. Seikou dice ser discriminado constantemente por su color de piel: “me niegan la entrada a discotecas con la excusa de que se trata de fiestas privadas y cuando voy al
Edison: “Me ha multado sin argumentos mientras que a mis colegas catalanes les han pasado por alto varias infracciones”
médico, siento que la gente me mira mal, como si por ser inmigrante no mereciera ese derecho”. El ecuatoriano Edison Pa-
ladines, quien se muestra sorprendido ante la variedad de platos expuestos en la mesa de paja tejida, también dice verse afectado, aunque en menor grado, por la xenofobia en España. “En mi profesión de conductor, he sido tratado de manera diferente por la Guarda Civil”, comenta. “En varias ocasiones me han multado sin argumentos mientras que a mis colegas catalanes les han pasado por alto varias infracciones” subraya. Seikou asiente con la cabeza mientras escucha el testimonio de Edison. “La policía en este país es racista”, dice mientras toma con las manos el injera (pan tradicional etíope). Cuenta que en varias oportunidades lo han multado injustamente, no sin antes decirle que “regrese a su país, ya que sobra en este”, o que “aunque hable catalán fluidamente no lo van a tratar de forma diferente”. Por su parte, José Pablo Herrscher, en su condición de estudiante de 17 años, cree que “las nuevas generaciones tienen una visión más abierta, están acostumbrados a convivir con gente de otras culturas. La xenofobia sí está presente en España, pero sobre todo en la gente mayor”. Aunque na-
Debate, risas y com
Discusión, vivencias y comida africana fueron los ingredientes principales del en cido en Costa Rica, su acento catalán revela los 13 años que ha vivido en Barcelona. El tiempo avanza y cambia el tema de discusión: el nivel educativo de los inmigrantes. “Entre los catalanes se habla mucho de la diferencia del
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ació en la provincia de El Oro, Ecuador. Por problemas económicos viajó en 1996 a Tel Aviv, Israel. Trabajó en un supermercado y conoció a Edith, su esposa, con quien tuvo su primer hijo. Pasaron dos años hasta que una noche irrumpieron en su residencia tres policías que lo detuvieron por no tener papeles. Pasó 12 días en prisión y fue deportado. Llegó a Quito con su familia y soñó por semanas que lo perseguían. Un par de años más tarde, a raíz de una crisis económica volvió a emigrar. En el año 2000 llegó a Barcelona. En un año ya tenía los papeles de residencia y un segundo hijo. Su esposa sufrió una depresión hace unos meses y decidió volver a Ecuador, con sus hijos. Edison abandonará España este verano.
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nivel de educación entre países tercermundistas y España, al ser diferente el sistema, se dice que es menos exigente. En España solo los mejores alumnos pueden ser médicos, mientras que en América Latina, se cree que es menos com-
petitivo”, dice José Pablo. Para Isabel Guerrero, colombiana, se trata de una diferencia sociocultural: “en España es posible ganarse la vida cómodamente realizando trabajos prácticos, en bares, restaurantes; en cambio, en
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Edison Paladines, 39 años “Nunca me he sentido perseguido, desde que llegué aquí me siento en la gloria”
ija de inmigrantes colombianos, nació en Gijón y se fue a los dos años a vivir a Bogotá, Colombia. Estudió Psicología en la Universidad Javeriana. Llegó a Barcelona en 2009 con la intención de adquirir la nacionalidad española y realizar un máster. La idea de estudiar se borró rápidamente de sus planes por la dificultad de conseguir un trabajo que le permitiera el dinero y el tiempo para estudiar simultáneamente. Actualmente, trabaja por las mañanas como vendedora en una tienda de artesanías africanas y por las tardes en un almacén de bolsos. Hace un año conoció a Max, su novio sueco. Isabel se irá a estudiar un Máster en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Estocolmo, donde la educación es gratis para europeos comunitarios.
Isabel Guerrero, 26 años “En España un camarero gana más que un psicólogo”
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mida africana tras familias en nuestros países”, cuenta Edison. Es el caso de Seikou, quien se une a la discusión: “sostengo a toda mi familia, tíos, primos, hermanos, padres. El trabajo es el motivo por el que estoy aquí, si no trabajo un mes, ese mes mi familia no come. Es el caso de muchos africanos”. Isabel apunta que, debido a la crisis, ha pasado de ser psicóloga a vendedora de tienda: “es un problema general, muchos españoles están pasando por una situación similar”. Para Seikou, es aún peor para los inmigrantes conseguir un trabajo acorde con su formación: “desde que empe-
José Pablo: “Muchos inmigrantes están mejor informados que los mismos españoles, al verse afectados directamente por los cambios legislativos”
zó la crisis y aumentó el desempleo, las empresas le dan prioridad a los catalanes… existe un sentimiento nacionalista”, asegura.
ncuentro en el restaurante Abissínia. Foto: Alfredo Casas. Latinoamérica las personas se ven obligadas a estudiar administración, medicina o arquitectura si buscan prosperidad económica y el sistema educativo se ajusta a las circunstancias”, dice. “No quiere decir
que el sistema no sea exigente, simplemente se dan más oportunidades”, interfiere Edison. De la educación pasan al tema de oportunidades laborales. Se comenta el estereotipo que cataloga a los inmi-
grantes de perezosos y poco trabajadores. “Muchos de los inmigrantes vinimos aquí exclusivamente a trabajar. En mi caso, trabajo horas extras con tal de juntar dinero; tenemos una responsabilidad con nues-
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u lengua materna es el susu, habla con fluidez catalán y castellano. Nació en Kindia, Guinea Conakry. Llegó a Barcelona en 2001, siguiendo a su padre. Los primeros años estudió en una escuela de idiomas. Se enamoró de una catalana y tras cinco años de convivencia contrajo matrimonio. Espera los papeles de nacionalidad en noviembre del próximo año. Pero, hace unos meses la relación se acabó. Solo esperan a que él obtenga la nacionalidad para separarse oficialmente. Desde hace siete años trabaja en el bar Antiquari, como camarero. Entretiene a los clientes haciendo malabares con botellas y llevando copas en la cabeza o montado en una bicicleta. Gana 1.180 euros con propinas al mes, de los cuales envía la mitad a Kindia para alimentar a 14 familiares
De postre: el gobierno del PP La mesa de paja se llena de manjares dulces, tartas de chocolate y yogures de fruta. José Pablo aprovecha la pausa para hablar del nuevo gobier-
no del PP y la manera en que “posiblemente realizará reformas a algunas leyes de inmigración que pueden resultar perjudiciales”. Seikou se muestra escéptico: “las medidas que se toman dependen de las circunstancias que se vivan, más que del partido en el poder. Obtuve mi permiso de residencia durante el gobierno de Aznar sin mayor dificultad, porque en la época necesitaban trabajadores extranjeros”, afirma. “De todas formas, es una lástima que no nos permitan participar en la vida política del país”, dice refiriéndose a la ley que le prohíbe como inmigrante votar en las elecciones generales. “Los españoles tienen miedo de darnos esa oportunidad, les preocupa que tengamos intereses diferentes a los suyos”, continúa. José Pablo dice estar convencido de que “muchos inmigrantes están mejor informados que los mismos españoles…al poder verse afectados directamente por los cambios legislativos, están pendientes de lo que argumentan los diferentes partidos políticos”. Los debatientes toman el té. Isabel cuenta sus planes de buscar un mejor futuro económico junto a su novio en Suecia. Edison comenta que el próximo verano espera estar reunido con su esposa y sus hijos en Ecuador. José Pablo habla de sus vacaciones en Costa Rica. Seikou espera juntar suficiente dinero para visitar a su familia después de 10 años. Compartieron platos, vivencias y la ilusión de que se cumplan sus proyectos futuros.
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Seikou Keita, 28 años “Yo le digo a mis hermanas y primas que no tengan más hijos, pero hacen lo contrario”.
ació en San José, Costa Rica. Su padre es argentino y su madre tica. Llegó a Cataluña en 1998, con tan solo cuatro años. Se define así mismo como “tico-catalán”: espera con alegría las vacaciones para visitar a sus primos en San José y está a favor de la independencia de Cataluña. Cuando llegó a Barcelona asistió a terapias de pronunciación para aprender a emplear los diferentes sonidos que producen las letras C, S y Z, en España. Aún no tiene la nacionalidad española, pero ha sido citado en febrero del próximo año para recibirla. Actualmente, cursa segundo de Bachillerato Social Económico en el colegio La Salle-Gracia. En el verano hará el examen de selectividad para estudiar Ciencias Económicas en la Universitat de Barcelona.
J. Pablo Herrscher, 17 años “Me siento tan catalán como tico“
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Detrás de El Mundet El Mundet es la publicación de los alumnos del Master en Periodismo BCNY. En esta ocasión, un trabajo de 23 personas detras de la inmigración en España.
Idas y vueltas con la inmigración
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uando pensamos en encargar a los alumnos una revista monográfica sobre la inmigración en Barcelona no esperábamos que tres de los cuatro grupos vinieran con la misma historia: que con la crisis económica actual, los inmigrantes en vez de venir, se van. Y no son sólo muchos de los antiguos inmigrantes los que están volviendo a sus países de origen. Los españoles –sobre todo los jóvenes bien preparados– están empaquetando sus títulos y sus ordenadores para emigrar, como aquellos de la maleta de madera en los años sesenta. Esa es la noticia de hoy, y allí estuvieron nuestros 23 alumnos.
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Roberto Herrscher, director del Master en Periodismo BCNY
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1. El grupo de Emigración con el coordinador del curso, J.P. Chuet-Missé, editando sus páginas 2. El profesor Sebastian Schoepp con Alba Fernández 3. Gonzalo Sarasqueta y Martín Rocca 4. Jéssica Mouzo y Marc Martí 5. Paula Acebo y Carmen Hierro. Detrás, el grupo de Sociedad e Inmigración
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Fotos: Diego Calderón
El Mundet Edición Especial Este trabajo fue realizado por los alumnos de la XIV Edición del Master en Periodismo BCNY Paula Acebo Clara Berdié Jessica Bigio Rosa Brescó Daniela Caruso Alfredo Casas
Alba Fernández Albert Gandía Ma. Teresa González Carmen Hierro Juan I. Irigoyen Héctor Leyva
Ariadna Marrugat Marc Martí Javier Morera Jessica Mouzo Álvaro Murillo Jordan Nelson
Judit Pedrós Camila Pinzón Martín Rocca Gonzalo Sarasqueta Jessica Sauras
Durante dos semanas, los integrantes de la 14ª Edición del Master en Periodismo BCNY, usaron todas las herramientas que aprendieron en el primer trimestre para contarnos de primera mano, en tiempo real y con las víctimas, los expertos y los tomadores de decisión qué está pasando con la inmigración en este momento de cambio de ciclo. Hay fotos reveladoras, frescas e incisivas. Hay textos de análisis, historias, voces y descripciones precisas. Después de aprender a escribir noticias, reportajes, entrevistas y perfiles con seis profesores, después de aprender a sujetar bien la cámara y mirar como fotoperiodistas y a diseñar y maquetar, entre todos se lanzaron a la caza del duro, complejo y rico tema de la inmigración. Estamos muy satisfechos con el resultado.