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Te contamos de tres recintos culturales que guardan mitos de seres paranormales
¡AY, NANITA! CONOCE ESTOS TEATROS EMBRUJADOS EN LA CDMX
EXISTEN DIVERSOS MITOS ACERCA DE LOS SERES PARANORMALES QUE DEAMBULAN 1 POR ESTOS RECINTOS CULTURALES 3
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TEATRO FRU FRU

Este excéntrico edificio, forrado de terciopelo y repleto de estatuas extrañas, es el más famoso de los teatros embrujados de la CDMX; está ubicado en la calle de Donceles, en el Centro Histórico. Fue inaugurado en 1899 y se cuenta que durante el evento estuvo el presidente Porfirio Díaz. El recinto tuvo una época dorada en la que llegó a cambiar su nombre por el de Teatro Mexicano. Sin embargo, por cuestiones desconocidas se mantuvo cerrado durante varios años hasta que en 1973 fue adquirido, remodelado y renombrado por la actriz mexicana Irma Serrano. Pese a ello, ha cerrado de forma intermitente por supuestos eventos paranormales. Uno de los mitos más populares es que por sus rincones deambula el “Catrín del Fru Fru”, un ser fantasmal con bastón y bombín.
TEATRO ENRIQUE LIZALDE TEATRO ESPERANZA IRIS
Este teatro de Coyoacán fue hogar del poeta mexicano Juan José Tablada y locación de algunas de las cintas más icónicas de El Santo. Fue inaugurado en 1963 y se ubica en la cerrada de Eleuterio Méndez, como parte del Centro Cultural José María Fernández Unsaín; este cuenta con un diseño denominado “a la Italiana”. Su aspecto antiguo y ambiente misterioso han dado pie a leyendas sobre espíritus y seres del más allá que habitan este lugar. Algunos juran que sobre el escenario, en los camerinos y en el segundo piso de las butacas suele aparecer de vez en cuando una mujer completamente vestida de blanco. Otros han señalado que el fantasma de un peculiar y selectivo anciano se puede percibir entre el público, pero únicamente se deja ver si la obra ha sido de su agrado. Este emblemático teatro, ubicado también en la calle de Donceles, fue inaugurado en 1918 sobre las bases del antiguo Teatro Xicoténcatl; su construcción y diseño estuvo a cargo de los arquitectos mexicanos Federico Mariscal e Ignacio Capetillo y Servín. Aquí se han presentado grandes personalidades como la bailarina rusa, Anna Pavlova, y el icónico mimo francés, Marcel Marceau. Se dice que en este lugar habita “El niño de la diadema”, un ser fantasmal que ha aterrado por años a los trabajadores de este recinto cultural; es por ello que muchos técnicos dejaron de utilizar las diademas para comunicarse. Y es que, según mencionan, a través de estos dispositivos se escucha una pelota rebotar y la voz de un pequeño niño que los invita a jugar. ¡Sin duda, demasiado aterrador!