developNetwork Diciembre 2015

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Alondra DeMaría Flores

n el 2009, apareció por primera vez el concepto “criptomoneda” en Internet, y desde ese momento funcionó como un medio de pago que se formaba entre los usuarios y las empresas, provocando mucho revuelo por su esquema de financiamiento descentralizado. A partir de ese momento se propiciaron escándalos por parte de los banqueros que se oponían tajantemente a su uso extendido, así como un par de fraudes e incluso una muerte relacionada a su uso, sin embargo, a pesar de llevar ya muchos años como forma de pago aún no queda muy claro cuál será el destino del Bitcoin. En fechas recientes (septiembre de este año) se han dado ciertas noticias que son relevantes para la existencia de los Bitcoins a partir de lo que se puede “deducir” del futuro de éstos, luego de que Gavin Andersen y Michael Hearn liberaran el Bitcoin XT como una variante. De inmediato hubo quien, igual que en enero de 2015, declarara muerta a la criptomoneda. No obstante la realidad es otra. Su uso sigue y se expande al grado de que la Iniciativa para las Monedas Digitales del MIT ya se ha integrado al proceso y busca “hacerlo más común y formar una red global de centros educativos”, esto es: la mayoría de los esfuerzos de desarrollo siguen centrados en Estados Unidos, pero se busca que los incorporen otras universidades internacionales. Fuera del contexto de la visión integradora, por el momento el futuro de los mineros a pequeña escala no parece afectarse por el cambio en el límite de transacciones por segundo (que es lo que propone Bitcoin XT) y, aquí es donde se produce el primer gran rompimiento entre el equipo de los cinco Core Dev actuales. Andersen y Hearn, temiendo que muy pronto (2017) la infraestructura actual sea insuficiente para procesar los bloques y esto retrase el proceso, hicieron la mejora para que se pase de 7 a 8 Mb por segundo. Siendo esta una medida que quedará sujeta a voto cuando llegue la fecha de enero 11 de 2016. Esta votación se determinará

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siguiendo una mecánica sencilla: llegada la fecha, si y sólo si el 75% de las mil transacciones más recientes están firmadas por BXT, se tomará como aceptado y se convertirá en la herramienta primaria de minería. Así se determinará y quedará asentada su adopción como el nuevo estándar por encima del Bitcoin Core y aquí es donde podríamos enfrentarnos a una divergencia y dos “polos” de operación; al tener dos ledgers separados, es posible que esto genere problemas con los mismos Bitcoins y exista la posibilidad de que se gasten de doble forma, derrotando la intención inicial con la que se crearon, ya que es una unidad consolidada e incuestionable. Lo que no queda muy claro en principio, es que ésta es una respuesta a la aparición de otros dos Devs que quieren trabajar con el modelo de las “sidechains” (operaciones menores que se integran a las blockchains principales, para agilizar el cómputo) y, por supuesto, también están los DDoS al sitio web donde se enlistan los nodos que están empleando el “estándar” Bitcoin XT. Así pues, cuando vemos que se está llevando a cabo una guerra de bloqueo de procesos contra el conflicto de intereses, así como la expansión de las granjas de minería que compiten con ventaja en contra de los pequeños mineros (lo que, de facto, nos muestra la aparición de los primeros ciber-burgueses: entidades que concentran todos los medios electrónicos de producción y fiscalización), no me parece que el Bitcoin esté muriendo… vamos, ni siquiera está en desuso y es que en esta industria, hasta el momento, circulan un total de 14,874,150 BTCs y su valor es de 4,808,857,813.50 millones de dólares (al día 23 de noviembre de 2015). Como conclusión, el futuro del Bitcoin no es claro por las fluctuaciones que presenta ante las monedas y divisas de los bancos internacionales, pero les puedo asegurar que aún no va en declive y ni siquiera se puede asegurar que se vaya a crear la tan temida divergencia asociada a la muy probable (según Andersen) aceptación del estándar Bitcoin XT. Ustedes sigan con su minería porque esto apenas está comenzando.


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