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EDITORIAL

El amor es algo muy valioso, no lo esperes de personas baratas

¿Cuanto tiempo le has invertido a tu pareja? ¿Cuántos esfuerzos has hecho para llevarte bien con tu familia? ¿Cuánto dinero has dedicado a la manutención de tus hijos? ¿Cuánto te ha llevado descubrir que no te querías tanto, ni confiabas tanto en tus talentos como tú creías?

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El amor a tu pareja, tus hijos, parientes, amigos, jefe, compañeros de trabajo y —sobre todo– a ti mismo, cuesta. ¿O ha sido fácil olvidar al que muchos llaman “el amor de su vida”? ¿Y cuál ha sido tu experiencia para volver a confiar en el amor? ¿Cuanta tolerancia tienes para no responder a una agresión de una persona que amas, por temor a herirla igual?

Prudencia, paciencia, tolerancia, confianza, entrega, fe, valor, decisión y hasta dinero... esa es la moneda del amor. Con sus infinitas retribuciones, ¡claro! Con las bendiciones de sentirnos vivos y cerca de Dios. Pero sólo en la consciencia de la entrega, total y sin cortapisas, la experiencia del amor nos eleva al valor más alto.

Con el reconocimiento de que el amor cuesta —¡y cuesta caro!–, nosotros mismos le damos la estatura de su auténtico valor. Sin regateos ni descuentos. No, no hay que equivocarnos. El amor es un artículo de lujo, maravilloso y valioso... ¡no lo esperes de personas baratas! nnnnn

Prudencia, paciencia, tolerancia, confianza, entrega, fe, valor, decisión y hasta dinero... esa es la moneda del amor.

Érika Rivero Almazán DIRECTORA DE MÁS SANA

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Perfectio X

Marcelo García Almaguer, (“Chelo”, para los cuates) explica que tanto en la política como en el box, las mejores peleas se ganan antes de subir al ring: “Si hiciste el entrenamiento y estudiaste al rival, al final llegas con confianza. Yo no voy a bajar la guardia”...

¿Qué tienen en común el box y la política? Marcelo García Almaguer nos responde desde una esquina distinta: deja el escritorio del análisis y se mete de lleno a la vivencia con la gente, “y esta etapa me encanta, me llena de entusiasmo, pero también de compromisos y retos... no la cambiaría por nada”. Y es que Marcelo se transformó en Chelo, y no se trata solo de un cambio de nombre, sino de una transformación a fondo: de la política estratégica al encuentro con la gente de los barrios, del análisis de comunicación y branding, al debate abierto desde la curul en el Congreso.

Sin partido y "sin línea".

García Almaguer no oculta su interés por participar en las elecciones en puerta. ¿Su meta? La presidencia municipal de Puebla, ya sea con un partido o en una alianza. “Mientras otros se pelean, yo estoy enfocado y rebasando por la derecha... ¡ah, no, esa ya no, para nada! (risas). Más bien sería rebasando por el centro. Tomé la decisión de separarme del PAN y me siento con toda la libertad para impulsar las iniciativas y reformas que se necesitan. Esa es mi principal fortaleza: no tener partido”.

“Cuando voy a las colonias me queda claro que mi jefe es la ciudadanía. ¡Se puede hacer política fuera de la burocracia, estando del lado de la gente! Yo le llamo el chelismo. No tengo distrito, soy plurinominal, pero en lugar de estar esperando a ver qué me toca,

decidí salir a buscar. Así me entero de las necesidades que hay: no hay agua ni seguridad. Hoy la principal preocupación es la inseguridad; todos quieren apoyar a autoridades, pero no saben cómo”. Chelo comenta cómo es el equipo que ya lo respalda: “Es sangre nueva, de partidos políticos de muchos colores o ciudadanos sin filias ni fobias. Su común denominador es el talento, el amor por Puebla y la vocación de servicio”, aseveró.

El box y la política

En el barrio de Santa Anita, desde antes que salga el sol, Chelo ya se encuentra entrenando...

¿Un tip de salud que quieras compartir? “Con el paso de los años he entendido que la actividad física, sin buena alimentación y descanso, sirve de muy poco. Aunque las prisas a veces me ganan, dedico un espacio de mi día a comer frutas, verduras y comida saludable: te sale más barato y sirve para tener más energía”. ¿Cuáles son tus hábitos saludables? “Entiendo a la salud desde sus dos facetas: la física y la mental. Con esa perspectiva he generado cinco hábitos: comer sano y equilibrado, hacer ejercicio —si se puede diario, mejor–, tratar de descansar y dormir de forma razonable, leer para nutrir y despejar la mente y frecuentar permanentemente a las personas más cercanas en mi vida”. ¿Cuál ha sido el aporte del box a tu vida? “El box, como cualquier deporte, te lleva a imponerte y superar retos, y he encontrado en él particularidades que me han apasionado. Cuando practicas un deporte, te enfrentas a un reto tanto físico como mental: vencer a la voz interna que intenta convencerte de que ya diste todo y no tienes fuerzas para continuar. Además, en el box he encontrado una comunidad que se respalda mutuamente y se ayuda a mejorar, a superar límites”.

¿Cuál es el mayor desafío del box? “Desde pequeño entendí que el esfuerzo y la disciplina son la base del éxito. Hay objetivos que parecen complicados, pero la constancia los hace pan comido, después de un proceso que se acompaña de dolor y de tiempo invertido, pero que al final del camino nos hace más fuertes”.

¿En qué se parece el box a la política?

“El box es un deporte de resistencia, de contracciones súbitas y de expulsión de energía táctica, pausada, con ritmo y mucha agilidad tanto física como mental. Como la política, requiere estamina, entrenamiento y preparación. Al final de cuentas, el box se trata de cuidarte a sí mismo y a quienes te rodean. La razón es sencilla: necesitas el máximo de tu cuerpo y un entorno que te motive a dar lo mejor de ti. La política debe aspirar a parecerse a los deportes, no sólo por el respeto a las reglas y la forma limpia de ganar las contiendas, sino por la dedicación que debes tener para perseguir tus objetivos. En el deporte y la política no hay derrotas, sino aprendizajes”.

¿Cuáles son los hábitos tóxicos que has eliminado?

“Soy Libra y siempre he buscado ser una persona equilibrada. Creo que, como dice Aristóteles, la virtud está en el centro. Por eso, mi vida ha estado rodeada de aprendizajes: victorias que refuerzan convicciones, derrotas que se convierten en lecciones. Como cualquier otra persona, he buscado fortalecer aquello que me hace crecer y dejar de hacer aquello que me mantiene en una zona de confort”. nnnnn

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