La Aldea Feliz

Page 55

malo y bribón», anfitriona disoluta que recibía al «amo» cuando a éste se le «antojaba», era un ámbito propicio para «el relajo». La peor emergencia de un país que, temeroso y conservador, mandaba «la policia para que cuiden al que llegó», en explicita referencia al Che Guevara, en ese entonces ministro de Industria y representante del gobierno de Cuba en la reunión. En estos años, los arquitectos vinculados a la enseñanza en la Facultad de Arquitectura miraban cada vez con mayor desconfianza el modo en que crecía el núcleo urbano, dejado en manos del libre juego del dinero, con escasos controles públicos. Pero la atención no era nueva, la singularidad del paisaje y la situación geográfica de la región era considerada por los profesionales al menos desde la década del treinta. Era un territorio virgen y disponible para nuevas implantaciones urbanas, una suerte de espacio libre para ensayar configuraciones modernas y controlar las intervenciones individuales que debían ajustarse, por tanto, a la idea rectora del arquitecto de turno.

108

En 1935 Carlos Gómez Gavazzo presentó a la recientemente creada Comisión Nacional de Turismo una propuesta de plan regulador. En la memoria advertía que la incorporación no planificada de importantes obras edilicias afectaría intensamente la zona, alejando, por falta de un pensamiento integral, la posibilidad de resultados positivos. Para Gómez la ciudad necesitaba regular y orientar las iniciativas privadas atendiendo las condiciones naturales del sitio. Estas debían potenciarse incorporando «hechos de excitación vital»; esto es, edificios simbólicos y una urbanización articulada con el paisaje.

El Che Guevara en Punta del Este con Eduardo Víctor Haedo, presidente de la República, en 1961

Presentó una serie de gráficos en las que se observan dos edificios deudores del Plan Obús, a su vez originados en la topografía de Río de Janeiro y Montevideo vistas por Le Corbusier en 1929. Las onduladas masas elevadas sobre pilotis se localizaban en la península vinculando materialmente los dos bordes costeros y se insertaban en puntos notables de la geografía. Los edificios se unían por dos pasajes cubiertos. Uno de ellos se recostaba sobre la playa Brava hacia el océano con vistas a la Isla de Lobos. El otro era una circulación elevada sobre la playa Mansa, una terraza al río que ofrecía «la inmensa atracción del horizonte oeste, con la puesta de sol» y las visuales extensas hacia Punta Ballena con la Isla de Gorriti como figura primaria en el fondo del paisaje. El otro núcleo residencial previsto, la ciudad de invierno,

109


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.