medievales solían trabajar con manuscritos que se hallaban a una distancia notable del arquetipo. Por lo que atañe a las maravillas artísticas de la antigüedad, en el período medieval se conocían sólo ruinas agrietadas y voces vagas sobre lugares desconocidos. Los juicios corrientes en la primera Edad Media sobre la cuestión de si un documento producido como prueba en un proceso era genuino o no se limitaban, en el mejor de Jos casos, a investigar la autenticidad del sello. Durante el Renacimiento, cuando llegó a Florencia el primer manuscrito del Corpus Hermeticum y se atribuyó a un autor remoto, aquellos mismos doctos que empezaban a estudiar el griego y el hebreo tampoco se preocuparon porque la única prueba física que tenían —el manuscrito— se remontase sólo al siglo XIV. Hoy en día hay técnicas físicas o químicas reconocidas para determinar la edad y la naturaleza de un soporte (pergamino, papel, tela, madera y demás), y tales medios se consideran bastante «objetivos». En estos casos el soporte material —que es un ejemplo de substancia de la expresión— debe examinarse en su estructura física, es decir, como una forma (cf Eco 1975: 3.7.4 sobre la «hipercodificación de la expresión»). De hecho, debe profundizarse la noción genérica de soporte material analizándola en subsistemas y en subsistemas de subsistemas. Por ejemplo, en un manuscrito, la escritura representa la substancia lingüística, la tinta es el soporte de la manifestación grafémica (vista como forma), el pergamino es el soporte de la disposición de la tinta (visto como una forma), los rasgos físico-químicos del pergamino son el soporte de sus cualidades formales, etcétera. En una pintura, las pinceladas son el soporte de la manifestación icónica, pero se convierten a su vez en la manifestación formal de un soporte pigmentario.
3.4.6.2. Pruebas a través de la manifestación lineal del texto La manifestación lineal del texto de un documento debe ser conforme a las reglas normativas de la escritura, de la pintura, de la escultura, etcétera, válidas en el momento de su presunta producción. Así pues, la manifestación lineal del texto de un documento determinado debe cotejarse con todo lo que se conoce sobre el sistema de la forma de la expresión de un período determinado, así como con lo que se sabe del estilo personal del presunto autor. Agustín, Abelardo y Tomás se encontraron ante el problema 206