de profesionales que no entiendan las dimensiones de lo q ue est á pas ando en estos tiempos”, advierte. Aunque tardó en concienciarse, la industria pretendió avanzar en dos años lo que no a nduvo en diez. L a contemporaneidad le aga rró co n el p ie ca mbiado, pero co nfió en subirse al tr en, a ún en marcha, e ideó multitud de fórmulas para obtener rentabilidad y recuperar audiencia. Entonces comenzó a moverse como pollo sin ca beza: integración y desin tegración de redacciones, eres, prejubilaciones, des capitalización p rofesional, precariedad, espectáculo, ideologización rayante, gratis total y muros de pago. Y el des encanto asomó la ca ra. La de periodista es la tercera profesión peor valorada p or la s ociedad espa ñola, de acuerdo a un est udio del CIS de 2006, aunque en el último Informe Anual de la Asociación de la P rensa de Madrid mejora diez puntos respecto a 2009. Lo decía Walter Matthau en Primera Plana (Billy Wilder, 1974): “Cásese con un enterrador o con un verdugo; con quien sea, menos con un periodista”.
Descapitalización
En pleno estallido de la b urbuja mediática, el sector bajó la persiana de numerosos medios nacidos a r ebufo de la construcción y que convirtieron España en un territorio con más de 120 cabeceras en 2009; 12 solo en Galicia, donde residen tres millones de habitantes. Dispuestos a recuperar cuota de mercado en co ntra de las t esis s obre su ocaso, los supervivientes se codean con sus a udiencias en las r edes s ociales, crean las su yas propias como Eskup de El P aís, in genian o pciones de pag o como Orbyt de El Mundo, integran redacciones como hace Abc o las desintegran como 20 Minutos. Entre tanto, las c úpulas se ceban con el empleo. El cierre de CNN+ a f inales de 2010 puso el broche a un año nefasto en lo la boral. S u gr upo edi tor, P risa, procuró también la peor noticia del año entrante al p resentar un ERE q ue afectará a 2.514 de sus 12.000 em pleados, 2.000 s olo en Espa ña. J uan L uis C ebrián, consejero delegado y primer ejecutivo de la compañía, justificó el ajuste
en la necesidad de transformar Prisa en “una empresa del siglo XXI”. La FAPE insiste en que adelgazar redacciones no va a mejorar las cuentas de resultados de los gr upos edi tores p orque recortar empleo rebaja la calidad y aleja a la ciudadanía, “cada vez más exig ente en cuanto a los estándares periodísticos por la sobreabundancia de oferta en el mercado”. Despedidos y emprendedores están poniendo en marcha nuevos proyectos. Gumersindo Lafuente, director adjunto de Elpais.com, les da el s obrenombre de ardillas, frente al de dinosaurios que otorga a los grandes medios con más dificultades para moverse en el n uevo ecosistema de la información. En ese entramado caben fórmulas de todo tipo: medios como FronteraD o Periodismo Humano que se sostienen mediante do naciones de sus lec tores, el primero, y sus cripciones voluntarias, el segundo; publicaciones de pago como la francesa M ediapart; co nglomerados de blogs como Cuarto Poder; semiagregadores de noticias como Lainformacion.com que combina la producción propia con la
Periodistas
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ILUSTRACIÓNES: DIEGO BLANCO
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