El milagro del perdon kimball spencer

Page 136

natural-la mortalidad levantada en inmortalidad, la corrupción en incorrupción-resucitada a una felicidad sin fin para heredar el reino de Dios, o a una miseria interminable para heredar el reino del diablo; una cosa por un lado y otra por el otro (Alma 41:4).

Tal vez el mejor resumen de la multitud de pasajes de las Escrituras que advierten de los castigos que se imponen al impenitente es la comparación que el Señor hace entre estos castigos y su propio padecimiento relacionado con su sacrificio: Así que, te mando arrepentir; arrepiéntete, no sea que te hiera con la vara de mi boca, y con mi enojo, y con mi ira, y sean tus padecimientos dolorosos: cuán dolorosos no lo sabes; sí, cuan dificiles de aguantar no lo sabes. Porque he aquí, yo, Dios, he padecido estas cosas pór todos, para que no padezcan, si se arrepienten; Mas si no se arrepienten, tendrán que padecer así como yo; padecimiento que hizo que yo, Dios, el mayor de todos, temblara a causa del dolor y sangrara por cada poro y padeciera, tanto en el cuerpo como en el espíritu (D. y C. 19:15-18. Cursiva del autor).

Civilizaciones destruidas a causa del pecado Uno pensaría que todas las súplicas y amonestaciones que el Señor ha impartido por medio de sus profetas en el transcurso de los siglos provocarían un alto nivel general de rectitud. Lamentablemente no es tal el caso. Según parece, le es más fácil al hombre pecar que llevar una vida de rectitud; por tanto, es necesario hacer mayores esfuerzos para evitar el mal y conformar nuestras vidas a los principios elevadores del evangelio. Esto es comprensible, dado que el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Espíritu Santo, se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente imponer sobre él, tal como un niño se sujeta a su padre (Mosíah 3:19).

Esta ascendencia del hombre natural, este menosprecio del llamado de Dios al arrepentimiento, ha causado la destrucción de civilizaciones


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.