Manual de psicopatologia v1

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Manual de psicopatología

centrado en su pesadumbre (postura encorvada, parpadeo infrecuente, hipomimia) (Widlöcher, 1983). B. ESTUPOR

Es un síndrome de inhibición o retardo psicomotor. Se caracteriza por un estado de conciencia en el que predomina una ausencia (acinesia) o reducción (hipocinesia) de las respuestas. En otras palabras, el individuo permanece indiferente, ajeno o distante del medio que le rodea. La manifestación más relevante es la ausencia de las funciones de relación, con una paralización absoluta del cuerpo y con un mutismo que puede durar desde unos instantes hasta semanas. El individuo, para salir de ese estado, requiere una estimulación intensa y repetida. Los síntomas asociados son: 1) trastornos vegetativos; 2) trastornos de la micción, defecación y alimentación; 3) respuestas extrañas al frío y calor, y 4) otras alteraciones psicomotoras como estereotipias, manierismos, catalepsia, negativismo, ecofenómenos, etc. En clínica se han observado cuadros de estupor en diversos síndromes. Así, se han descrito formas de estupor: reactivo, depresivo, catatónico y neurológico. 1. Estupor reactivo

Surge como reacción a un shock grave, al pánico, al terror. Se manifiesta con una respuesta de paralización por el miedo, bien ante situaciones catastróficas, bien ante la sensación de incapacidad para hacer frente a situaciones estresantes o amenazantes. 2. Estupor depresivo

Aparece en las depresiones, particularmente en las psicóticas. El individuo se siente perplejo y abrumado por un sentimiento de angustia, abatimiento, culpa y una sensación de total incapacidad para la decisión. 3. Estupor catatónico

En la evaluación de los pacientes con estupor psiquiátrico, a diferencia del neurológico, se observa una menor alteración en las respuestas del EEG, una ausencia de síntomas neurológicos y una presencia de nistagmus en la estimulación oculovestibular. C. TEMBLORES

Son movimientos musculares oscilatorios, en torno a un punto fijo del cuerpo, en forma de sacudidas involuntarias, rítmicas y rápidas. Las sacudidas se producen por contracciones alternantes de grupos de músculos agonistas y antagonistas. Los temblores se manifiestan, principalmente, en la cabeza, cara, lengua y extremidades (sobre todo las superiores). Por el contrario, no son frecuentes en el tronco. Atendiendo a la frecuencia y modo de aparición, los temblores se agrupan en las tres categorías siguientes: de reposo, posturales e intencionales. 1. Temblores de reposo

Consisten en movimientos de corto recorrido con oscilaciones finas y rápidas de las extremidades distales de los dedos. Generalmente se acompañan de rigidez muscular y ausencia (acinesia) o disminución (hipocinesia) de movimientos. Suelen desaparecer o atenuarse con control voluntario o cuando el sujeto inicia alguna actividad intencional (por ejemplo, coger un objeto con las manos). Por su frecuente asociación con la enfermedad de Parkinson, a los temblores de reposo se los denominan también temblores parkinsonianos. Poseen una frecuencia de 4 ó 5 oscilaciones por segundo y se presentan más frecuentemente: 1) en los estados de ansiedad (por lo que es el tipo de temblor más frecuente en la clínica; en las crisis agudas el temblor es más rápido, fino y regular, mientras que en la ansiedad crónica los movimientos son similares a los del hipertiroidismo: algo más lentos y amplios); 2) en la encefalopatía de Wernicke-Korsakoff; 3) como consecuencia de intoxicaciones etílicas o anfetamínicas, y 4) en los tratamientos prolongados con ciertos psicofármacos.

Aparece en la esquizofrenia catatónica. Se manifiesta con una respuesta de sobrecogimiento y rigidez por terror, angustia y perplejidad, cuyo origen, difícilmente demostrable, ha sido interpretado como «debido a alguna amenaza grave a la conciencia acerca de sí mismo, obvia para él» (Gallup y Maser, 1983).

2. Temblores posturales

4. Estupor neurológico

a) Temblores de acción rápida (de 8 a 12 movimientos por segundo). Se asocian con estados de ansiedad (por ejemplo, en individuos con fobia social), así como en estados derivados de intoxicaciones etílicas o farmacológicas (como con anfetaminas). El temblor alcohólico es fino, regular y predominantemente intencional. En general, es un síntoma

Aparece en la encefalitis, la epilepsia y en intoxicaciones por sustancias tóxicas. Se manifiesta con una disminución (e incluso ausencia) de respuestas verbales y motoras a los estímulos.

Consisten en sacudidas que aparecen al iniciar o efectuar algún movimiento. Se aprecian con más claridad cuando se mantiene una postura forzada (por ejemplo, la extensión de las piernas y los brazos). Existen dos tipos de temblores posturales: los de acción rápida y los de acción lenta.


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