ESENCIA DE ISRAEL Tel Aviv, Masada, Mar Muerto, Jerusalén y Belén. 6 días / 5 noches.
Un recorrido imprescindible para acercarnos a un país inmensamente rico en historia y cultura. Visitaremos Jerusalén, ciudad santa para cristianos, judíos y musulmanes, una de las ciudades más fascinantes que existen por su historia y por el crisol de religiones y culturas que la han conformado a lo largo de más de 4000 años de historia. Conoceremos la impactante historia de la fortaleza de Masada y sus heroicos habitantes y nos bañaremos en las terapeúticas aguas del mar Muerto. Día 1 Ciudad de Origen - Tel Aviv (Media pensión) Vuelo de salida a la ciudad de Tel Aviv. Llegada al aeropuerto Ben Gurion. Asistencia en aeropuerto y traslado a su hotel. Cena y alojamiento. Día 2 Tel Aviv - Jerusalén (Media pensión) Desayuno. Recorreremos la costa, disfrutando del hermoso paisaje de la Baja Galilea, hasta Nazaret, ciudad de la infancia de Jesús. Visita a la Basílica de la Anunciación que se estableció en el lugar donde, según la tradición católica, ocurrió la aparición del arcángel Gabriel a María. También nos acercaremos hasta la carpintería de San José. Continuamos hacia Tiberiades, bordeando el Lago Kinereth. Visitaremos las ruinas de una antigua sinagoga en Cafarnaúm y continuaremos hasta Tabhga, tradicionalmente considerado el lugar en el que Jesús obró el milagro de la multiplicación de los panes y peces para alimentar a la multitud. Haremos una breve parada en Yardenit, lugar de bautismo en el Río Jordán, considerado por la tradición como el lugar en el que Juan el Bautista bautizó a Jesús. Cena y alojamiento. Día 3 Jerusalén (Media pensión) Desayuno. Hoy vamos a disfrutar de una fascinante ORIENTE MEDIO Y ASIA CENTRAL 2021/22
excursión a Masada y el Mar Muerto. Subiremos en teleférico hasta Masada, un importantísimo yacimiento arqueológico que comprende los restos de varios palacios y fortificaciones que se localizan en la cumbre amesetada de una montaña aislada en la región oriental del desierto de Judea. Masada tiene un enorme valor simbólico en la tradición judía. En el año 70 d.C., las legiones romanas tomaron Jerusalén. Tras masacrar a sus habitantes y saquear y arrasar el templo de Salomón, los romanos creyeron haber aplastado definitivamente la gran rebelión judía contra su dominio. Decididos a poner fin a la revuelta de una vez por todas, las legiones romanas sitiaron la fortaleza de Masada donde un grupo de aguerridos combatientes resistía con fiereza. Viendo la derrota cercana, los habitantes de Masada prefirieron suicidarse antes que aceptar la rendición. O eso es lo que cuenta la leyenda. De esta manera, Masada se convirtió en uno de los postreros episodios de afirmación y resistencia nacional antes de la definitiva diáspora. Durante esta excursión, también nos acercaremos hasta el mar Muerto para disfrutar de la oportunidad de flotar en sus terapéuticas aguas o de cubrirnos con su barro rico en minerales. Acabaremos el día con una visita panorámica de las Cuevas de Qumran, donde se hallaron
los Manuscritos del Mar Muerto. Los Manuscritos del Mar Muerto, descubiertos hace 70 años, son uno de los hallazgos de escrituras más importantes de la arqueología. Contienen las versiones más antiguas de la Biblia hebrea y otros textos judíos que datan de la época de Jesús. La mayoría de los rollos se conservan en el Santuario del Libro, que forma parte del Museo de Israel en Jerusalén. Cena y alojamiento. Día 4 Jerusalén (Media pensión) Desayuno. El día empieza con la visita a Yad Vashem, museo recordatorio del Holocausto. Continuación hacia el Monte de los Olivos para apreciar una magnifica vista panorámica de la ciudad. Visita al huerto de Getsemaní y la Basílica de la Agonía, donde se encuentra la porción de roca en la que, según la tradición, Jesús oró en el Huerto de Getsemaní antes de ser arrestado en el Monte de los Olivos. Continuamos hacia la parte antigua de Jerusalén para conocer el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado del judaísmo. Construido sobre las ruinas del templo de Salomón, de acuerdo con la historia, cuando las legiones del emperador Vespasiano destruyeron el templo, sólo una parte del muro exterior quedó en pie. El entonces general Tito dejó este muro para que los judíos