CIEN AÑOS DE PRESENCIA MARISTA EN ALICANTE (1907-2007)
CURSO 1956-57. Comunidad: Director y Superior, H. Lorenzo Vergara Hermanos: Andrés Santiago, Sebastián Adelino, Teodorico, Crisóstomo Luis, Ramón Eusebio, Quintín José, Benedicto Andrés, Emilio Tomás, Juan Apolinar, Guillermo, Crisógono, Carlos Amancio, Agustín Enrique, José Javier, Ángel Manuel, José Eduardo, Abilio Víctor, Valentín. 15 n aquél verano de 1956, en el mes de agosto, el entonces Superior General, H. Leónidas, visitó la Comunidad y el Colegio.
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El H. Director acompañando al Superior Gral.
La capilla del Colegio será de estilo neorrománico pero de gran sencillez y elegancia. En ella van a trabajar, aportando lo mejor de su saber y arte, el arquitecto D. Miguel López y el artista alicantino Gastón Castelló, que decora el ábside semiesférico. 16 El 23 de diciembre de 1956 se bendice e inaugura la iglesia. Con tal motivo D. Francisco Armengol, en el artículo «LA NUEVA CAPILLA DE LOS HERMANOS MARISTAS, MODELO DE SENCILLEZ» (Diario Información del 13-11957) describe esta nueva obra colegial con las siguientes palabras: “Nos encontramos, pues, con una iglesia rectangular, limpia, alegre, sencilla y extraordinariamente luminosa. Los muros laterales, uno recayente al patio y el otro a la calle, han sido casi vaciados por una serie de ventanales amplios, de dintel en arco de medio punto, que dejan pasar la luz a través de vidrieras policromadas. 15
Lev-123 p. 30.
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Maristas, nº 10, p. 3 y ss.
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En ellas se representan ordenadamente los episodios más destacados de la vida del fundador de la Institución Marista, Marcelino Champagnat. Estas vidrieras son un verdadero acierto de colorido. Las bovedillas arqueadas se han decorado con rosetones románicos de color siena claro y blanco, tan entonados que, a pesar de la poca altura del techo y del aparente abuso del motivo, esta cubierta ondulada pierde todo su peso, se eleva y queda convertida en un levísimo encaje. Destaca sobremanera la figura de Jesús, pintada en el centro, sobre fondo dorado en elegante almendra románica, con túnica blanca y manto de airoso pliegue, en discretísimo rojo velado. Es de casi tres metros de altura, y está hecha, con grande acierto y excelente técnica por el pintor alicantino Gastón Castelló.