rígidamente idamente sobre el eje, aislados de este entre sí,, sobre los cuales se apoyan unas escobillas de grafito, o metalográficas, y mediante ellas podemos conectar es serie con cada fase una resistencia adicional regulable, como es práctica usual en el arranque d de estas máquinas cuando funcionan como motores, para incrementar el par y limitar la corriente de conexión, según se verá más adelante. Al final del proceso de arranque, estas resistencias se reducen a cero y para suprimir el roce de las escobillas sobre los l aros conectores, evitando el consiguiente desgaste de estas piezas y las pérdidas por efecto Joule debidas a la caída de tensión que ofrece el contacto escobilla escobilla-anillo colector, es normal disponer en el motor un dispositivo mecánico que mediante el simple sim accionamiento de una pequeña palanca o un volante, pone directamente en cortocircuito los aros colectores y levanta ta seguidamente las escobillas. El rotor de jaula de ardilla, en los motores de pequeña y media potencia, se obtiene inyectando a presión directamente el aluminio fundido sobre la corona rotórica. El número de ranuras del estator y rotor debe ser distinto, al objeto que la variación de la reluctancia del circuito magnético al girar la máquina por causa de los dientes, sea lo mas reducida posible. ible. La coincidencia del número de ranuras podría incluso impedir el arranque de la máquina funcionando como motor, si los dientes se encontrasen enfrentados, la reluctancia sería mínima, fenómeno llamado cosido magnético. La máquina de inducción es asim asimilable ilable a un transformador con el primario como estator y como secundario el rotor, aunque también puede ser al revés, transformador en el cual la energía eléctrica absorbida de la red de alimentación por el primario es cedida eléctricamente al rotor, y gran gran parte de esta energía es convertida en energía mecánica. Si bien la utilización más amplia de inducción es la de motor y como tal el de mayor empleo y el más simple y robusto de todos los motores conocidos, puede también funcionar como generador or y convertidor conver de frecuencia. El número de fases del devanado rotórico no es preciso que sea igual al del estator, pero si es condición indispensable el que ambos devanados tengan el mismo número de polos, para que la interacción de sus f.m.m. sea correcta. El rotor rot de jaula de ardilla presenta la particularidad de que el número de polos rotóricos se iguala espontáneamente al del devanado estatórico, cualquiera que sea el número de polos de este, y consiguientemente si el número total de barras, igual al de ranuras es N2’, puede ser asimilado a un devanado de N2’/2p fases.
Figura 14. Ejemplo de diferentes secciones de ranuras en los rotores de la jaula de ardilla Instructor: Ricardo Mariscal Chuscano
mariscalchuscano@hotmail.com
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