Aplicación clínica de las ténicas neuromusculares. Tomo I. Parte superior del cuerpo

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4. Aplic. clínica

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APLICACIÓN CLÍNICA DE LAS TÉCNICAS NEUROMUSCULARES I

Función: Eleva el hueso hioides y lo tira hacia atrás, lo que indirectamente puede ejercer influencia sobre la apertura de la boca cuando el hueso hioides es estabilizado por los músculos infrahioideos. Sinergistas: Músculos suprahioideos, en particular el digástrico. Antagonistas: Para la elevación del hueso hioides: Músculos infrahioideos. Para el posicionamiento posterior: Genihioideo. Para la abertura de la boca: Elevadores de la mandíbula.

El paciente con este síndrome se queja de dolor en el ángulo mandibular del lado implicado y puede presentar mareos y visión borrosa, con visión «disminuida» del mismo lado... Los PG activos de estos músculos pueden producir una elevación sostenida del hioides. El dolor a la palpación de la apófisis estiloides y la calcificación del ligamento estiloideo pueden representar entesitis y consecutiva calcificación debido a tensión sostenida causada por bandas tensionales de PG. Los mareos y la visión borrosa pueden causarlos los PG asociados en el músculo esternocleidomastoideo adyacente.

Indicaciones terapéuticas

El examen del hueso hioides estaría justificado asimismo debido a la tensión simultánea que se produciría en él a través de la fijación del tendón central del digástrico por una asa fascial.

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Dolor a la palpación en la apófisis estiloides. Dificultades de deglución. Posicionamiento posterior del hueso hioides. Diagnóstico de síndrome de Eagle (véase más adelante).

Notas especiales El músculo estilohioideo proviene, por vía de un tendón, de la superficie posterior de la apófisis estiloides y se fija en el hueso hioides, habiendo sido perforado por el tendón que une los dos vientres del músculo digástrico. Su acción consiste en elevar el hueso hioides, llevándolo hacia atrás y elongando el suelo de la boca, con lo que ejerce influencia sobre el habla, la masticación y la deglución. Las fibras del músculo estilohioideo están en estrecha relación con el digástrico, que en ocasiones también se fija (parcialmente o en su totalidad) a la apófisis estiloides (Gray´s anatomy, 1999). Las fibras del estilohioideo y las fibras posteriores del digástrico son difíciles de distinguir por la sola palpación (Simons et al. 1998). La zona destinataria de puntos gatillo en el digástrico comprende el área del músculo estilohioideo, cuyo patrón doloroso aún no ha sido claramente establecido, si bien se presume similar (Simons et al. 1998). Por otra parte, este patrón de referencia incluye la porción superior de los músculos esternocleidomastoideos y contribuye a la expresión «dolor pseudoesternocleidomastoideo» utilizado por algunos profesionales. La tensión miofascial y ligamentaria sobre la apófisis estiloides puede producir la prolongación de la apófisis debido a deposición de calcio, lo que a su vez puede causar presión o irritación a las estructuras circundantes, incluida la arteria carótida. Sin relación con cuál sea la etiología, la prolongación anormal de la apófisis estiloides productora de dolor facial se denomina síndrome de Eagle (Stedman´s medical dictionary, 1998). Las radiografías panorámicas y frontales pueden confirmar la calcificación del ligamento estiloideo; la palpación intraoral de la apófisis cerca de la foseta tonsilar puede revelar la prolongación de la apófisis misma (Grossmann y Paiano, 1998). Grossmann y Paiano (1998) escriben: «El dolor bucal difuso, la sensación de cuerpo extraño en la faringe, la disfagia, la disfonía y el malestar son todos síntomas que se han asociado al síndrome de Eagle». Concluyen más adelante: «Cuando los pacientes presentan síntomas leves, a menudo es posible controlarlos mediante un tratamiento conservador. En cambio, los casos graves deben tratarse con cirugía». Simons et al. (1998) citan los puntos gatillo del digástrico posterior y el estilohioideo como factor de importancia en el síndrome de Eagle.

Palpación externa y tratamiento de las apófisis estiloides y mastoides La cabeza es rotada ligeramente en sentido contralateral, aplicándose una leve lubricación a la apófisis estiloides. El dedo índice se sitúa inmediatamente por debajo del lóbulo de la oreja y posteriormente a la mandíbula, con el pulpejo colocado directamente sobre la apófisis estiloides (Figura 12.43 A). Con una presión de muy leve a leve, el dedo se desliza caudalmente a lo largo de la superficie anterior de la apófisis estiloides para tratar los músculos estilogloso, estilofaríngeo y estilohioideo y los ligamentos estilohioideo y estilomandibular. La apófisis estiloides puede ser muy frágil, por lo que sólo se usará sobre esta estructura una presión muy leve. El dedo índice se traslada posteriormente sobre la apófisis mastoides. Con una leve lubricación se aplican deslizamientos en los 5 cm superiores del músculo ECM, a razón de 8 a 10 veces. La cabeza es rotada luego en sentido contralateral y pasivamente doblada hacia el hombro ipsolateral para relajar aún más el ECM. Éste es desplazado hacia atrás (si fuese ne-

Figura 12.43 Tres músculos y dos ligamentos se fijan a la frágil apófisis estiloides. El digástrico se fija a la superficie anterior de la apófisis mastoides, inmediatamente por detrás de la apófisis estiloides.


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