Es qué para sor juana el amor se concibe forzosamente con lo divino

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2011 Université de Saint-Quentin en Yvelines Mariela JIMENEZ

[SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ Y LO DIVINO] Commentaire de Littérature Latino-américaine Master 1


Sor Juana y Lo divino. Después de haber leído la antología en curso sobre Sor Juana Inés de la Cruz su elección por el tema del amor la llevó a desarrollar conceptos avanzados para su época lo que provocó el enojo de las autoridades eclesiásticas. Así se puso en tela de juicio la moral de la religiosa. De ahí mi pregunta, es qué para Sor Juana el amor se concibe forzosamente con vínculos hacia lo divino. Para responder a la problemática pondremos de relieve dos tipos de amor el concepto del amor divino o platónico y para terminar el amor conjugado con lo humano o pneumofantasmológico y por fin su visión del amor que alcanza un punto de vista humanista. Nos apoyaremos de sus poemas: “El arco triunfal” y “Puro amor, que ausente y sin deseo de indecencias, puede sentir lo que el más profano”.

En primer lugar estableceremos un vinculo del amor divino con lo platónico porque es la tradición filosófica a la que pertenece Sor Juana. Dicha tradición filosófica que comenzó desde Platón y están expuestas en sus obras como el Banquete y el Fedro. Para él la idea del Uno correspondía a lo Bueno y lo Bello porque es lo que el Hombre aspira. El Uno va a unir las cosas y lo que amamos en una cosa es la causa del amor es decir el deseo. El deseo busca esa unidad y lo que desea el Hombre es formar uno con el otro, ese deseo no se alcanza en las ideas si no en los cuerpos. Platón hace una alegoría para explicar cuando uno ama eróticamente, de tal forma que hace un juego de palabras con eros y pteros (pluma) y afirma que cuando alguien desea algo le comienzan a salir alas. Y es ahí donde el alma se eleva al uno, a la belleza y al bien de tal manera que el mito de Ícaro que va a aparecer en, “la explicación del Arco triunfal”: “Dédalo (padre de Ícaro) de dibujos que impune usurpa los rayos que surca vientos seguros”, es la concepción del deseo por el Uno. Entre el platonicismo y el cristianismo existe un calco ya que en la época que se desarrollaba el cristianismo se extendió el platonicismo a la muerte de Platón y se llamó neoplatonicismo. Lo que Platón concebía por unión, el cristianismo lo va a remplazar por Dios, es así como el uno designe Dios. Un neoplatónico llamado Dionisio el Areopagita decía que el Hombre amaba la idea del Uno pero no se podía hablar de él porque no se lo puede conocer es por eso que se van a emplear las figuras, eso lo detallaremos en el argumento siguiente y en la segunda parte explicaremos como las figuras pueden decir lo que no se puede decir con palabras.

La Reflexión teológica y política de Sor Juana en cuanto a Dios el virrey y la virreina se destacan en el poema del “Arco Triunfal” y “Puro amor, que ausente y sin deseo de indecencias, puede sentir lo que el más profano. En estos poemas se puede hablar de una filosofía teológica ya que el amor se relaciona con lo religioso y lo político. El marqués de la Laguna, en su “Explicación del arco triunfal”, ocupa


el puesto de dios: “el que mejor que el Admeto, siendo deidad y hombre justo”. Y María Luisa, la virreina, el de una diosa en su romance: “Puro amor […] el más profano”: “Yo pues, mi adorada Filis, que tu deidad reverencio,”

La comparación con la deidad y lo político pone de relieve una relación de amo y esclavo y por otro lado tenemos una visión intransigente de la religión: Amaras a Dios sobre todas las cosas.” Entonces el virrey y la virreina tanto como Dios ocupan el sitio de soberano “con su sagrado pastor a cuyos silbos y a cuyo cayado, humilde rebaño obedece al Nuevo Mundo.” (Arco triunfal). Es preciso recordar que el Cristo es considerado como el pastor y en este caso el rey como figura de Dios sobre la tierra es el que mantiene el orden y la unidad en el rebaño o pueblo. El virrey, representante del rey, es la figura del amado “con tan divinos ardores” (v3) y ocupa el lugar del sol y el amor que es un ardor también. Es decir que aparece como “imperceptible” (v32), lo que no se puede capturar: “no rompe lo que concibo/ las cláusulas que pronuncio. Según San Pablo, a Dios no se lo puede encerrar bajo un solo adjetivo porque ninguno de ellos es satisfactorio para ocupar el puesto del sujeto, es lo que hace referencia a la mística negativa donde no se puede saber nada sobre Dios. En cuanto al virrey que ocupa un lugar parecido al de Dios, representa el conjunto mayor del Estado, lo que supone que los súbditos pertenecen al virrey y de esta forma no se puede decir nada sobre el virrey, es lo que San Paulo llamaba “Dios es el misterium magnum”, es decir el misterio mas grande, que no se puede encerrar, y esta tradición bíblica la poeta la relata apoyándose en el mito de Ícaro que se cayó al volar cerca del sol; ella trata de hablar de algo importante pero no puede. En este poema Sor Juana venera al virrey es decir que ocupa el puesto de la amante cautivada, subyugada o prendada al sujeto, aquí el amor para Sor Juana es estar cautivo de un evadido. Sor Juana erotiza lo divino y lo político, el enamorado aparece como esclavo de su deseo es como una idea de sumisión ante dios y al soberano: “príncipe excelso” (v4) que está en el mismo lugar de Dios que la derrite de amor: “con tan divinos ardores yo misma no me confundo” (4-5) ( “Arco triunfal), “ firma de mi captiverio”(v180) “ viven de tu yugo exentos!, (v144), grande, soberano, excelso, (174)” (puro amor[…] profano). La belleza es entonces la causa del deseo.

A través de la correspondencia platonista sobre el Uno calcada en la teología y la política, Sor Juana erotiza estos temas y esto corresponde a una tradición occidental donde el amado ocupa el lugar de lo divino y con lo teológico sucede igual porque también se lo ama a Dios. Y el origen del amor no se lo puede explicar es lo que los trovadores van a llamar “un no say wi”, “el no sé qué” que alumbra el deseo. La


relación en el siervo que tiene que servir al señor va a evolucionar con Guillaume de Aquitaine bajo la figura de la señora, que es la dueña, la patrona que ocupa el puesto del señor. En todo caso el amor se encuentra erotizado pero no sexualizado a diferencia de la mística carmelita de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz donde el amado es Dios pero éste provoca la eyaculación mística y el orgasmo sexual esto es la beatitud es decir la Gloria. Se puede decir que lo religioso, lo político y lo erótico se encuentran en el mismo nivel según Sor Juana. A partir de ese momento surge la segunda visión del amor de Sor Juana donde el amor se conjuga con lo humano y lo pneumofantasmológico. Antes de explicar los poemas desde esta perspectiva vamos a describir la relación entre Sor Juana y esta tradición. La concepción pneumofantasmológica remonta a Lucrecio y la diferencia con lo divino, es que el amado no es creado por Dios sino por la fantasía. Según este poeta latino del siglo I antes de Cristo, en este tipo de amor el deseo produce fantasmas sexuales y el amante queda capturado, subyugado como lo vimos con Dios, el virrey y la virreina. Habrá toda una poesía que se desarrolla con los trovadores que expusieron la imagen de la persona amada en poesía. Esta concepción también se desarrolla en la mitología griego- latina que cuenta la historia de Pigmalión que se enamora de la estatua que creó, es decir de su fantasía. No la ama porque es bella, es bella porque la ama. Aquí el amor regido por el deseo causa la Belleza. Entonces el Hombre se enamora de un fantasma es decir de una ilusión. Ahora propongo un estudio del amor humano o pneumofantasmológica en "Puro amor […]". El poema plantea el problema de la Belleza que es irrepresentable, ni a través de un cuadro o figura. La obra va dirigida a María Luisa, la virreina a la que llama Filis, que en poesía amorosa corresponde a un seudónimo para no decir el verdadero nombre del amado. El poema se abre diciendo: “lo atrevido de un pincel, / dio a mi pluma alientos” (v2-3). El pincel es la metonimia del pintor y el cuadro de María Luisa inspira la poesía de Sor Juana. Es lo que se puede decir la idolatría, el amante confunde la imagen con la cosa representada, al contrario de la religión, que sólo aceptó las imágenes a cambio que no hubiese riesgo de confusión. Este poema respeta la tradición del “ut pictura poesis”, es decir que el poema se debe ver como una pintura. En resumen el objeto del amor es creado por el amante como Pigmalión que se enamora de la imagen que creó, Sor Juana está cautivada por


la belleza de la virreina atrapada en el cuadro y destacada en esta poesía o dicho de otra manera; la fantasía del amante funciona como "uno" porqué crea el objeto amado. A lo largo del poema, la fantasía ocupa el mismo lugar que la divinidad. Es lo que se llama el amor fantasmológico: De ti, peregrina Filis, cuyo divino sujeto se dio por merced al mundo, se dio por ventaja al cielo; en cuyas devinas aras, ni sudor arde sabeo, ni sangre se efunde humana, ni bruto se corta cuello, pues del mismo corazón los combatientes deseos son holocausto poluto, son materiales afectos, y solamente del alma

El pincel es calificado como atrevido ya que se atreve a representar algo que no puede. El poeta aparece cuando no se puede hablar de algo. Según la mística religiosa no se puede hablar de Dios y para ello se utilizan figuras entonces se habla de lo divino supremo por analogía con lo terrenal. Ella es la causa del deseo: "por tu causa" (v5),en la erótica religiosa la unidad regida por " el no sé qué" alimenta el deseo, en el poema que es una paradoja, se intenta representar lo divino del Hombre en un cuadro, es lo que va a causar su caída o fracaso: "errar", "arriesgado vuelo" , lo que remite al mito de Ícaro, la pluma que hace pensar al bolígrafo y a las plumas de las alas del personaje mitológico. Sor Juana anuncia que va a fallar es lo que se llama una captatio benevolentae, que también encontramos en el poema de la explicación del arco triunfal: "acercarme no me abrasan, los mismos rayos que busco", el verbo abrasar es el fuego e Ícaro se quemó con los rayos del sol. Esto sugiere que Sor Juana no puede hablar de lo divino con facilidad, es el concepto de teología mística negativa, sin embargo el genio de Sor Juana es de lograr hacer un poema de amor en relación a ésta dificultad. Se puede decir que el amor vinculado con lo divino es utilizado con frecuencia pero aquí tiende a lo profano ya que no es Dios al que se ama o se pinta sino que se trata de pintar lo que el amado, en este caso lo que la amada tiene de divino, y es algo imposible porque la Belleza no se ve. Si lo humano tiene algo de divino y si el amado es una amada y la escritora es mujer y una religiosa esto quiere decir que la conciliación con lo divino se abre a otra interpretación que se asemeja con lo humano y feminista puesto que no ve inconveniente en dedicar su poesía a la virreina, y reconocer que el ser humano tiene algo de divino que produce el deseo.

"es solo encarecimiento. Ser mujer, ni estar ausente, no es de amarte impedimento, pues sabes tú que las almas distancia ignoran y sexo. Demás, que al natural orden sólo le guardan los fueros


El Filis que designa a la virreina y que es la amada puede darse como una interpretación lésbica pero en el poema la religiosa lo hace de forma platónica, asexuada. El hecho de que estas palabras salgan de la mano de una monja y dirigidas a una mujer casada, no causan escándalo en su época pero revela que el amor cortés es estereopatizado. La poeta lisonjea a la amada comparándola con el sol, ese sol es el símbolo de la belleza. La luminosidad de ambos es muy fuerte y el pintor quiere pintar la belleza de la amada que deslumbra, lo divino no se puede ver de frente, entonces aquí nos habla a través de figuras, tomando a Febo dios del sol como figura de la Belleza y de lo divino mitológico y no cristiano, lo que demuestra que Sor Juana es culturalista debido a la influencia de Góngora. De tal modo que emplea latinismos y acude a la mitología como marca de una poesía culta. “captiverio” (v180) viene de capere y en latín quiere decir tomar, en este caso prendido

¡Oh temeridad humana!, ¿por qué los rayos de Febo, que aun se niegan a la vista, quieres trasladar al lienzo?

El amor se vuelve una visión humanista ya que Dios no es el único al estar al centro de las cosas si no que el Hombre también puede estarlo. Por eso lo divino al estar en su forma humana se sacrifica por amor, no es sólo un pecador que tiene que pagar sino que alcanza la belleza por lo divino que lleva dentro. Así la unión con Dios es imposible, se trata más bien de una visión neurótica, por eso ella idolatra su desdén. Pero esa imposibilidad no impide hacer poesía amorosa. El amado muere por amor, tenemos el léxico del sacrificio del amor con “corazón”, “holocausto” que quiere decir todo lo que se quema y “en religiosos incendios, / arde sacrificio puro de adoración y silencio.” (50-56). Aquí los amantes muestran su amor sacrificándose, así el amor humano hacia la divinidad se hace de la misma forma es decir dando ofrendas porque es lo que exige Dios en la Biblia: "Amaras a Dios sobre todas las cosas", entonces el ser humano debe sacrificar su esencia humana por una quimera. Éste no puede deshacerse de su condición humana en cuanto a la veneración de un Dios, porque el ser humano amará a todos los seres y a todas las cosas con amor humano. La defensa de la humanidad de Sor Juana en este poema, al compararlo con la divinidad, quiere decir que en cierta forma lo divino es inferior a lo humano.

"Vuelve a ti misma los ojos, y hallarás, en ti y en ellos, no sólo el amor posible, más preciso el rendimiento, Entre tanto que el cuidado, en contemplarte suspenso, que vivo, asegura, sólo en fe de que por ti muero."

"Yo pues, mi adorada Filis, que tu deidad reverencio, que tu desdén idolatro y que tu rigor venero: bien así como la simple."


Para apoyar este pensamiento cito a Rosalba Ugalde González en La filosofía del amor de Sor Juana Inés de la Cruz: «Cuando en la época de Sor Juana se tendía a considerar todo tipo de amor como un escalón para ascender al amor a la divinidad, nuestra filosofa pone en primer plano el amor a las personas y, de este modo avanza en la concepción del ser humano como valioso por sí mismo y capaz de relaciones interpersonales independientes de una divinidad." (p254)

Podemos ver referencias de tres conceptos de amor de Sor Juana que se completan pero que se distinguen a la vez. En el momento que el Hombre ocupa el lugar de Dios va a haber un poder que constituye la realidad. Ese poder es ejercido por el Hombre lo que va a tener persecución en la política, la monarquía, la teología y del amado al amor platónico y fantasmológico. En la última parte explicamos que el amor tiende también a una visión humanista y a la vez moderna ya que no se conforma con explicar el amor exclusivamente con lo divino y con Dios sino que reconoce que el amado tiene algo de divino en él, lo que aleja un poco a Sor Juana de ésta concepción amorosa vinculada forzosamente con lo divino y político como el amante al servicio del amado. Para mí estas variaciones se deben al hecho de que Sor Juana es feminista y esto se puede confirmar con su poema “Hombres necios”.


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