Los mitos de 6to

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Los mitos de 6to


Título original: Los mitos de 6to Copyright de esta edición © 2016 Colegio Ramos Mejía Ediciones ISBN: 633-137-215-6 Todos los derechos reservados Se ha hecho el depósito que marca la Ley 11.327 Prohibida la reproducción total o parcial.

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Directora: Sandra Scalese Edición: Romina Torti Diseño de interior: ConPocoHacemosMucho Diseño de exterior: ActitudPositiva Corrección: ElCambioEmpiezaHoy Textos: Priscila Camaño, Santiago Comisarenco, Lautaro Daneri, Abril Díaz, Luciana Echevarría, Candela Fernández, Rocío Ferraras Barreto, Lara Marchionatto, Ignacio Padín, Julia San Marco, Martina Seip

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en alguna manera ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o fotocopia, sin previo permiso del editor. Todas las imágenes y textos reproducidos son copyright de sus respectivos autores o compañías y se incluyen con motivos meramente ilustrativos.

LIBRO DE EDICIÓN ARGENTINA Impreso en ConBuenaVoluntadTodoSePuede ValoresHumanos 1000, Ramos Mejía, Buenos Aires, Argentina En el mes de octubre de 2016 Impreso en Argentina – Printed in Argentina


INDICE (Por orden alfabético del apellido)

El origen del león .............................................................................. 2 por Priscila Camaño

Las estrellas ...................................................................................... 5 por Santiago Comisarenco

El origen de Egipto y las pirámides .................................................. 7 por Lautaro Daneri

El origen del color ............................................................................. 10 por Abril Díaz

Henos y Atos, dioses distintos pero iguales ...................................... 12 por Luciana Echevarría

El origen de la Diosa de la Verdad ................................................... 14 por Candela Fernández

El origen de la flor nomeolvides ........................................................ 17 por Rocío Ferraras Barreto

Jimin, la diosa de la lluvia.................................................................. 21 por Lara Marchionatto

Kacho y las estrellas.......................................................................... 23 por Ignacio Padín

El color de la tristeza......................................................................... 25 por Julia San Marco

El origen del héroe............................................................................. 27 por Martina Seip


EL ORIGEN DEL LEÓN por PRISCILA CAMAÑO

Hace mucho tiempo había un héroe llamado Elías. Él estaba buscando aventuras, pero algo se interponía en su camino: su padre. Ya que era el rey, si algún día moría y su hijo estaba en una aventura, el pueblo quedaría sin alguien que lo gobernara. Pero Elías quería salir. Un día, muy sigilosamente, abrió la puerta y se fue. Primero, con los materiales que tenía, armó un bote. Navegó y navegó por meses, y al fin llegó a una isla. Estuvo allí dos semanas, pero no encontró nada. Así que decidió volver. Cuando entró al castillo, se encontró con su madre que lo abrazó con fuerza. ­Elías, ¿dónde estuviste? Te estuvimos buscando, ­ dijo la madre. ­Hola mamá. Fui en busca de aventuras. ¿Dónde está papá? ­Tu padre está gravemente enfermo y no sabemos si va curarse. Elías fue corriendo a la habitación. ­Papá. 2


­Hijo, ¿dónde estabas? Te buscamos durante meses. ­Fui en busca de aventuras. ­Pensé que te había dicho que no podías ir, ya que si yo muero nadie estará a cargo de este pueblo. Pero por suerte llegaste justo a tiempo,­ le dijo el padre mientras le daba su corona. ­No. Yo te buscaré una cura, no importa si tengo que recorrer todo el mundo, encontraré la cura, ­ le dijo Elías y se fue corriendo. ­¡Elías! Elías fue a recorrer todas las casas en busca de la cura para su padre. Pero no encontró nada excepto una casa con objetos raros que nadie tenía. El joven le preguntó al adivino que habitaba ahí, si sabía cómo curar una enfermedad que no podía curarse. El hombre le respondió que no, pero que el agua sagrada sí. Elías le preguntó dónde se encontraba ese agua. El señor no sabía exactamente, pero que se encontraba en la isla de Almos. Elías tomó su bote y fue a la isla de Almos. Recorrió toda la isla, pero nadie sabía nada. Al atardecer, Elías se sentó en una piedra y se puso a ver el paisaje. Se dio cuenta que había una cueva, que estaba apartada de las demás. ­Ahí debe estar el agua, ­pensó Elías. Subió a su bote y se fue a la cueva. Era difícil ver todo, estaba oscuro. Elías caminó hasta llegar a un lugar donde había un poco de luz. Al darse cuenta de lo que estaba en la cueva, se quedó petrificado. Era un dragón gigantesco, de ocho cabezas y con cola de fuego. El joven vio un papel, pero cuando quiso agarrarlo el monstruo despertó. Elías sacó la espada que su madre le había dado. Las ocho cabezas del monstruo rugieron y escupieron fuego. El héroe esquivó el fuego gracias a su velocidad. Preparó su espada y le cortó una cabeza. ­Solo faltan siete,– pensó. Las demás cabezas del monstruo rugieron furiosas y le lanzaron su cola en llamas. Elías intentó esquivarlo pero los pisotones de la criatura hacían temblar el piso y lo hicieron perder el equilibrio. Tenía la mitad del cuerpo quemado. Elías con mucho dolor y enojo le cortó la cola, el dragón escupió fuego pero su oponente era demasiado veloz en comparación a la criatura, y ya estaba arriba de ella. Le cortó las siete cabezas. La criatura estaba en el suelo. Elías tomó el papel y huyó. Ya en su bote, Elías abrió el papel. Era un mapa, que lo llevaba hacia el agua. Elías fue hasta allí y en el viaje se quedó dormido. Cuando despertó estaba en una cueva, esta vez más iluminada ya que tenía pedazos de diamantes en las rocas. Era demasiado lujosa para ser una cueva común. 3


De repente se escuchó un canto bellísimo. Elías buscó su origen y salió de la laguna una hermosa muchacha de ojos celestes y pelo oscuro, lacio y sedoso. Al verla, Elías se enamoró por completo. La sirena seguía cantando mientras se acercaba cada vez más. Cuando estuvo lo suficientemente cerca y Elías ya estaba completamente hipnotizado, el bote empezó a hundirse. Por suerte, Elías reaccionó rápido y saltó. ­Eres una sirena, –dijo Elías con desagrado. La sirena furiosa se preguntó por qué su plan no había funcionado. Pero ya no era hermosa. Tenía dientes grandes y filosos. Sus ojos ya no eran celestes y tiernos, sino, saltones y totalmente blancos. Y su cabello estaba despeinado, áspero y alborotado. La sirena se sumergió y al volver había nueve sirenas más. Elías estaba acorralado, así que se lanzó al agua. Las sirenas no pudieron alcanzarlo, la velocidad de Elías era magnifica. Las dejó atrás. Cuando salió del agua encontró una botella pequeña y la guardó en su bolsillo. Tuvo que volver al castillo por otra ruta. No podía ir en su bote porque ahí estaban las sirenas. Fue por una selva y por la espalda se le apareció una serpiente de tres metros de largo que lo agarró y lo apretó con todas sus fuerzas. Elías buscaba su espada, pero recordó que la había dejado en la cueva de las sirenas. La agarró del cuello pero la serpiente le inyectó el veneno y se fue. Elías cayó el suelo y estaba a punto de morir, pero algo se le apareció ante sus ojos. Era Atenea, la diosa de la guerra y la sabiduría. ­Querido Elías, fuiste muy valiente al enfrentarte a todas esas criaturas para salvar a tu padre. Por eso, te convertiré en el rey de la manada, el animal más valiente de la selva: el león. Y así fue como Elías se convirtió en un león. Cuando volvió al castillo estaba Isis, su madre. Ella se asustó mucho al ver al león, pero cuando se sentó delante de ella y escupió una pequeña botella, lo miró a los ojos y se dio cuenta de que era su hijo. ­Hijo,­dijo la madre contenta. Elías rugió. Al escuchar el rugido, Adonis, el rey, fue a ver qué estaba pasando. ­Toma, te lo consiguió tu hijo,­le dijo Isis a Adonis. Adonis bebió el agua y se sintió mucho mejor. Entonces se dio cuenta de que era su hijo. Elías fue a vivir a la selva y todos los días iba a visitar a sus padres al castillo, igual que ellos a él.

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Las Estrellas Por SANTIAGO COMISARENCO

El dios de la luna, Osrak, era muy malvado. Se había peleado con todos los humanos y cada mes mataba a diez de ellos. Como era muy poderoso, las personas no podían hacer nada, pero había alguien que sí. Era el dios del sol. Él adoraba a los mortales y siempre los defendía. El que los mataba, no era Osrak, sino un monstruo mitad felino y mitad humano. Era muy grande y tenía mucha fuerza, era capaz de matar con sus manos a todo un planeta y se llamaba Perfel. Fueron pasando meses y meses hasta que transcurrió un año. Ya eran más de cien víctimas de la bestia, y la población no sabía cómo salvarse. Hasta que llegó el dios del sol, Ilios, que había ido a defender a los humanos. Cuando Perfel fue al pueblo 5


para buscar a sus víctimas, Ilios apareció y lo asesinó. Mientras todos aplaudían, llegó Osrak. -Ya vete de aquí,- le dijo Ilios. -Yo no me iré, porque vos mataste a Perfel - gritó Osrak. -Entonces te daré una maldición,- advirtió Ilios. Y el dios Ilios le lanzó una maldición que decía que si él seguía matando personas ya no iba a salir más la luna llena. Osrak no le importó la maldición y siguió asesinando humanos. Desde entonces, cada vez que mataba a un humano, salía en el cielo algo que nadie conocía y su luz iluminaba el planeta junto a la luna. Mató tantos humanos que todo el cielo estaba lleno de esas cosas brillantes, entonces eso tapaba una parte de Osrak, que ya nunca podría volver a aparecer entero. Esta historia explica el origen de las estrellas, que hoy junto a la luna, iluminan todas las noches al planeta.

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El origen de Egipto y las pirámides por LAUTARO DANERI

Heracles, el hijo de Zeus, recibió una nueva misión. Zeus dijo: -Heracles, cumplirás una nueva tarea. -Dímela y partiré en viaje,-dijo Heracles. -Tienes que ir al desierto a decapitar a Brahok: una serpiente de dos cabezas, cuyo color es rojizo. Heracles, emprendió viaje hacia aquel lugar. Cuando llegó vio tres víboras 7


yendo hacia algún lugar. Cuando frenaron su movimiento llegó a ver una cueva. Heracles caminó con cuidado. El héroe escuchó ruidos de lenguas y se escondió, en un extremo de ese lugar oscuro. Luego de un rato los ruidos de serpientes desaparecieron. El hijo de Zeus empezó a investigar la cueva y encontró una serpiente de dos cabezas. Saltó, atacó y de un golpe le cortó las dos cabezas, pero… la serpiente era de color verde. La serpiente verde le decía a Heracles que Brahok era su hermano, pero estaban en diferentes lugares. Después de eso Heracles le puso de nuevo las cabezas a la serpiente y se fue a buscar a Brahok. Al no encontrar nada, el héroe volvió a donde estaba la criatura verde, pero cuando llegó no había nadie. La serpiente era bastante inteligente para saber que Heracles volvería. El hijo de Zeus, siguió buscando a Brahok. Vio un grupo de cobras. Las siguió, hasta que puso una trampa y la activó. Cuando despertó estaba junto a las dos serpientes bicéfalas. A Heracles lo encerraron en un calabozo hasta que entre ellas decidieran qué hacer con él. Heracles sentía preocupación por el resultado de la misión. Hasta que se dio cuenta que el calabozo tenía un punto débil, el extremo izquierdo. Lo destruyó, salió del calabozo y se escondió. Los hermanos serpiente habían decidido encerrarlo de por vida en un calabozo más seguro. Como era inmortal, sabían que no podrían matarlo. Los hermanos miraron la jaula pero no había nadie, tampoco estaba el extremo izquierdo, significaba que él había escapado. Cuando se quedaron paralizadas porque el héroe no estaba en la jaula el hijo de Zeus, saltó y les cortó con su espada una cabeza a cada una. Los líderes serpiente llamaron a todo su ejército. Heracles estaba rodeado ante más de mil cobras, víboras y serpientes. No podía escapar. Heracles agarró su espada y su escudo. Mientras avanzaba, iba reduciendo el número del ejército. 8


Brahok le dijo: -¿De veras piensas que puedes vencerme? -¡Nunca me rendiré!-exclamó Heracles. -¡No te resistas!- respondió furioso Brahok. -No me derrotarás,- respondió Heracles. Al tiempo a los hermanos les crecieron nuevas cabezas, ya que ellos tenían poderes regenerativos. Heracles hizo el ataque final saltando y cortando ambas cabezas de los dos bicéfalos. Todo el ejército de reptiles desapareció. Cuando eso sucedió un orbe de luz salió de la nada, como si fuera por arte de magia. Heracles lo vio y el orbe explotó… Comenzaron a surgir triángulos cuadriláteros. Heracles fue a explorar la más grande de las pirámides. Dentro de ella había sarcófagos. Dentro de esos sarcófagos había dioses, pero no griegos, sino egipcios. Los dioses griegos compartieron funciones con ellos. Por ejemplo, Helio compartió con Rá el Sol. Anubis con Hades y el Cancerbero, el inframundo. Luego de esto, los dioses egipcios agradecieron a Heracles por liberarlos y entre ellos fundaron Egipto. Un lugar escondido entre las arenas del desierto, lugar donde gobernaban los dioses egipcios. Y así comienza la época de los dioses egipcios.

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El origen del color por ABRIL DÍAZ

Hace miles de siglos atrás había un pueblo donde todo era blanco y negro, el color no existía. Por eso, las personas querían felicidad y alegría. Un día el rey Pigno se fue de viaje a otro país. Allí todos amaban y había mucho color. El rey se sorprendió bastante porque le encantó. Decidió poner felicidad en su pueblo. Para saber cómo poner color, fue a hablarle a Sairo, el rey de Merlín. 10


-¡Me encanta tu pueblo!¡Me encanta el color!- dijo Pigno. -Muchas gracias rey. ¿En tu pueblo no hay color?-respondió Sairo. -No, porque no conocía el color y me doy cuenta que es muy lindo,- comentó Pigno. -Bueno, te voy a dar unos baldes mágicos. Vos te los llevás y pintás tu pueblo,- dijo Sairo. -¡Muchas gracias!- respondió alegre Pigno, llevándose los baldes a su pueblo. Cuándo llegó, después de horas de viaje, la gente dijo: -¡Estos baldes van a dar alegría y felicidad a nuestro hogar!Todos gritaron: -Sí, al fin ¡Va a quedar hermoso!Y empezaron a pintar. Los niños de verde, las niñas de amarillo y los jóvenes y adultos de blanco. Los habitantes se pusieron muy contentos y lo felicitaron al rey por su esfuerzo y valentía. De repente, de los tres colores que habían pintado salió un dios. Todos se asustaron. Pero él no hacía daño y con mucha timidez dijo: -Me llamo Dalí y soy el dios del color. El pueblo sonrió y dijo: -¡Qué bueno! -Si querés, te podes quedar a vivir acá. -¡Muchas gracias!¡Me encantaría!- dijo feliz y confiado Dalí. Entonces, los habitantes del pueblo lo aceptaron como era y lo ayudaron a hacerse una casa con muchos colores.

¡FIN! 11


Heno y Atos: dioses distintos, pero iguales Por LUCIANA

ECHEVARRÍA

Hace miles de años, nacieron dos gemelos, hijos de Zeus y Atenea. Uno era fuerte como su padre y otro sabio como su madre, pero los dos egocéntricos. Siempre peleaban por quién era más importante de los dos. 12


- Yo soy más importante porque soy el más fuerte, - decía Heno. - No, yo soy más importante porque soy más sabio, - decía Atos. Para demostrar que era más importante, Atos decidió que empezaría a gobernar el día. Al enterarse de este hecho, Heno decidió gobernar la noche. Nunca se veían porque apenas uno abría la puerta de salida el otro ya abría la puerta de entrada. Y así pasaron, años y años sin verse. Todo por egocentrismo. Sin embargo, a Zeus y Atenea no les agradaba la idea de que los hermanos no se vieran, así que pensaron un plan. Atenea iría a los tronos de los hijos en Pegaso, un caballo alado, blanco y veloz. La diosa resolvería las cosas dejándolos solos en una habitación y así discutirían hasta amigarse de nuevo. Después de un largo tiempo, Atenea consiguió reunirlos, únicamente tuvo que mentirles. Cuando los hermanos se vieron, empezaron a discutir hasta que la madre los hizo entrar en razón y se calmaron. - Decía que yo era más importante porque tenía envidia por tu sabiduría, dijo Heno. - ¿De verdad? Yo te envidiaba por tu fuerza, - dijo Atos. Y después de horas y horas de hablar dijeron a la madre: - Madre, hemos llegado a un acuerdo, antes de que yo entre o me vaya, estaré un rato con mi hermano, así les pagamos a vos y a papá todos estos años de dolor, - dijo uno. - Además en ese rato, nos pueden venir a visitar, para estar en familia, - dijo el otro. - Mejor, así pueden recuperar todos esos años sin su hermano, - dijo la diosa. Así que cada día, dependiendo del horario, antes que salga uno y entre el otro, los dos hermanos se reúnen para hablar, jugar o pasear mientras una mezcla se forma en el cielo, el atardecer. La combinación del día y de la noche.

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El origen de la Diosa de la Verdad Por Candela Fernández

Hace mucho tiempo, en un pueblo lejano vivía una mujer llamada Yazmin. Ella decía que podía predecir el futuro. 14


La gente del pueblo no le creía porque todo lo que decía nunca sucedía. Un día cerca del pueblo se encontró con su amigo Yael y comenzaron a hablar. -Hola, cómo estás, tanto tiempo, - dijo ella. -Hola, yo estoy bien, me dijeron que vivías cerca del bosque y que predecís el futuro, ¿es así? - Sí, algo así, – dijo ella con vergüenza. - En realidad son pocas las veces que veo lo que puede suceder, pero otras le hago creer a la gente lo que no es. - Eso no está bien, las mentiras con el tiempo traen problemas, –dijo Yael asombrado, - tené cuidado porque un día va a ser verdad lo que digas y nadie te va a creer. -Tenés razón, mañana le contaré la verdad al pueblo, –dijo ella. Cuando le contó la verdad al pueblo, ellos no reaccionaron mal 15


porque ya sabían que mentía. Luego de algunas semanas, ella predijo que el mundo se iba a desvanecer. Después se lo fue a contar al pueblo pero nadie le creyó. Unos segundos después el mundo se empezó a desvanecer. Inmediatamente todos le pidieron disculpas y ella, como se sintió culpable por mentirles todo este tiempo, le pidió a los dioses que si salvaban al mundo ella dejaría de mentir. Entonces se lo cumplieron, pero también la obligaron a decir siempre la verdad. En el pueblo a partir de ese momento le dijeron la diosa de la verdad, ya que tenía el poder de decir la verdad y no mentir.

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El origen de la flor nomeolvides Por R OCÍO F ERRARAS B ARRETO

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¿Es acaá el lugar?- preguntóá la ninñ a. Síá, exactamente aquíá, – le respóndióá la madre. ¡Queá buenó! Quieró óler tambieá n el perfume, – dijó la ninñ a. Nó, primeró debeá s escuchar la história para óler la fragancia,- dijó la madre. Buenó, estaá bien ló vóy a escuchar- dijó la ninñ a. 17


Hace miles de anñ ós existióá un puebló en ló altó del Olimpó dónde vivíáa Sheuquia la diósa de las flóres, hija de Perseá fóne. Fue a visitar a su padre el rey del inframundó, Hades.

 ¡Ay, entónces es un diabló! ¡Queá miedó! Póbre Sheuquia,- dijó la ninñ a.  Nó hija míáa, nó es un diabló, es un diós, peró es muy mentirósó,- dijó la madre.  Entónces eá l es mentirósó, y cuandó le dijó a su espósa que le llevóá flóres, nó es verdad ¡queá maló!- dijó la ninñ a.  Buenó hija, ¿quieres que siga cóntandó?- dijó la madre. Y de próntó se caen dós, cuatró nómeólvides.

 Mamaá se caen muchas flóres,- dijó la ninñ a.  Es que tódó el universó ló estaá óyendó, se caen y tódó se marchita,- dijó la madre.  Buenó estaá bien seguíá cóntandó, - dijó la ninñ a.

Cuandó Sheuquia fue a ver a su padre, le dijó que iba a salir. Cuandó Sheuquia fue al Puebló del Olimpó vió a un chicó. Hablarón, se hicierón amigós y despueá s… nóviós. Ella llevóá al chicó al inframundó. Hades vió al chicó y se enójóá muchó.

 ¿Queá haces acaá cón este chicó? – dijó Hades.  Este chicó es mi nóvió. Se llama Cuantuncó, hijó de Tifóá n del hórrór y es amable, cónfiable y bóndadósó, - dijó Sheuquia.  Nó ló aceptó, eá l es el hijó de mi enemigó,- dijó Hades.  ¿Queá estaá pasandó acaá ?¿Queá tantó griteríáó? – dijó Perseá fóne.  Esta chica malcriada estaá de nóvia cón el hijó de mi enemigó,- dijó Hades.  Nó me impórta, al fin encuentra un amigó, que tantó decíáas que nó hacíáa unó. Mejór vaá yanse, tóá rtólós, que vóy a hablar cón Hades, – dijó Peseá fóne. Cuandó lós enamóradós se fuerón Cuantuncó le própusó casamientó, Sheuquia aceptóá . Fue al inframundó, feliz. Hades la vió entrar y dijó…  ¡Ay queá lindó!¡ Se van a casar! Me imaginó su vestidó su córóna. ¡ Ay que rómaá nticó! dijó la ninñ a.  Nó, me parece que va a usar un vestidó,- dijó la madre.  Pórque nó tienen dineró,- dijó la ninñ a. 18


 Nó, nó es pór esó, es pórque pasa algó, teneá s que escuchar para entenderló,- dijó la madre.  Buenó, estaá bien , ló vóy a escuchar, - dijó la ninñ a. Hades la vió entrar y le hablóá :    

¿ Queá es esó que resplandece carinñ ó? – dijó Hades. Es algó que me cómpreá , padre,- dijó Sheuquia. Vóy a verló,- dijó Hades. Nó te ló vóy a permitir,- dijó Sheuquia.

Y córrióá hacia su habitacióá n, peró el padre sóspechaba. Fue a ver a Tifóá n.     

¡Oye Tifóá n! Tu hijó estaá de nóvió cón mi hija,- dijó Hades. Nó, nó estaá de nóvió…- dijó Tifóá n. ¡Queá buenó! Ahóra , me sientó mejór,- dijó Hades. Espera, nó estaá n de nóviós… estaá n…cómprómetidós,- dijó Tifóá n. ¿Queá ?¿queá ?¡ NO PUEDE SER, ME DIJO QUE NO IBA A ESTAR MAÁ S CON EÁ L!- dijó Hades.  Nó seá , peró hablaá cón ella y seguró se van a arreglar,- dijó Tifóá n.  Nó vóy a hacer esó, díále a tu hijó que ló criareá cómó un rey, te va a respetar y si vuelve, seraá míáó,- dijó Hades. Y Cuatuncó fue, Hades ló esperaba sentadó en la mesa de cuatró metrós.    

Sieá ntate, te invitó una cópa de vinó,- dijó Hades. Nó, gracias, nó tómó,- dijó Cuatuncó. Buenó, estaá bien, ven acaá , síágueme,- dijó Hades. Buenó, vóy detraá s de tuyó,-dijó Cuatuncó.

Cuatuncó se paróá y Hades le inyectóá un venenó que ló hizó dórmir. Le sacóá lós ójós para que se quede ciegó, ló educóá y cuandó nó hacíáa ló que eá l queríáa, ló gólpeaba.  ¿Quereá s rómper cón mi hija, ó nó? – dijó Hades.  Nó, mejór vóy a córrer el riesgó,- dijó Cuatuncó.  ¿Queá es ese ruidó? Ahh, nó nó nó pór favór.¿Queá hiciste padre? ¡Eres un mónstruó! – dijó Sheuquia.  Córríá el riesgó de quedarme cón vós antes que perder al amór de mi vida, – dijó Cuatuncó.

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Sheuquia llóraba muchó y nó se recuperóá maá s. Tódós lós díáas Cuatuncó la escuchaba y llóraba. La ninñ a iba al Olimpó y decíáa: “Cuatuncó nó me ólvides, nó me ólvides”. Y crecióá la flór nómeólvides y ella es la flór.  ¡Buaa, buaa!¡Queá triste! EÁ l se muere y ella cón su póder nó pudó estar cón eá l,- dijó Afródita.  Cuatuncó nó murióá , el sigue prisióneró en el inframundó- dijó Gea.  Ahh queá buenó, peró Sheuquia nó ló va a ver maá s,- dijó Afródita.  Buenó¿quereá s que te cuente ótra história? – dijó Gea.  Buenó, mami, me tuvistes atrapada cón estó,- dijó Afródita.  Buenó, esta vez es del “Enojo de Aquiles”- dijó Gea.

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Jimin, la diosa de la Lluvia Por LARA MARCHIONATTO

Danea era la diosa del mar. Hace miles de años se enamoró de Gemen, el dios de las nubes. Se casaron y tuvieron una hermosa hija: tenía cabellos marrones y ojos azules algo transparentes. La nombraron Jimin. 21


Caminando por los prados del Olimpo, mirando el cielo con deseos de subir con su padre, Jimin se dijo a sí misma: -¿Alguna vez lo veré? La madre apareció detrás y le dijo: - Claro que sí, pero por ahora debes esperar. Pasaron los días y Jimin desapareció. La madre preocupada, llamó al padre que estaba en el Olimpo y le dijo. -

Jimin ha desaparecido. ¡Ha desaparecido! – le respondió el padre gritando. Pero estoy segura de que la encontraremos.

Mientras tanto, en lo profundo de las montañas se encontraba Jimin atada a un árbol. -

Suéltame. ¿Para qué me quieres?- le dijo a la sombra en las sombras. Te quiero para que tu madre venga y abandone los océanos, así se secan y todos mueren,- murmuró. Pero tú también morirías,- le dijo. No, porque yo me alimento de la almas muertas y voy a hacer lo mismo contigo y tus padres. ¡Adiós!

Mientras pasaban las horas, los padres se preocupaban más y más, pero al padre se le ocurrió ir a preguntar al oráculo y este le dijo: -

Tu hija está en lo profundo de las montañas. Vayan o morirá,- gritó. Vamos,- le dijo la madre. No, iré yo. Es arriesgado,- dijo el padre. No, irás conmigo. Quieras o no.

Los dos abandonaron el Olimpo y se dirigieron a las montañas. Cuando llegaron era tarde. La Sombra de las Almas, había arrojado al mar y había ahogado a la chica. Los padres se sintieron tan mal, que la madre la convirtió en agua y el padre la absorbió, y ahora, cada tanto, cae sobre la tierra como agua. Así se creó la lluvia.

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Kacho y las estrellas Por IGNACIO PADÍN

En el comienzo de los tiempos, Kacho reinaba la ciudad de Adnan. El juego más antiguo era el ajedrez. Kacho, al ser el más inteligente, era el mejor. Todos los días lo retaban entre seis y diez dioses, pero siempre ganaba. Un día sucedió que por la noche había una sola estrella y toda la humanidad iba a quejarse al Oráculo, porque querían más estrellas. Había una sola estrella, porque cada vez que Kacho perdía, salía una. Perdió una sola vez, y Avenon era el hombre que lo había derrotado. Santiago, un mortal, fue al Oráculo y le dijo: - Kacho, por favor pierde muchas veces para que la humanidad tenga muchas estrellas. -No. Yo fui, soy y seré el mejor en ajedrez, – dijo Kacho. 23


Kacho, al estar solo, adoptó una mascota. La llamo Filek, tenía cinco patas y un ojo. Santiago fue al Oráculo, pero para hablar con Avenon y le dijo: -Avenon, ve a enfrentar otra vez a Kacho y véncelo muchas veces. -Está bien, lo haré por la humanidad,-dijo Avenon. En el tablero de ajedrez estaban Kacho y Avenon. Finalizó el partido, ganó Avenon. Ya había dos estrellas. Los dioses querían que la humanidad tuviera más estrellas, entonces Zeus le lanzó un rayo a Kacho que lo hipnotizó. Avenon lo aprovechó y le ganó tantas veces que la humanidad tuvo por fin muchas estrellas. Al conjunto de estrellas lo nombraron constelación, y a la estrella con más luz y la más grande, la llamaron Sol.

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El Color De La Tristeza Por JULIA SAN MARCO

Esto empezó hace millones y millones de años atrás en una selva. Julieta y Juan eran muy amigos y un día se les ocurrió ir a la selva para pasar un día juntos. -¿Te parece que vayamos un día a la selva?- preguntó Julieta. - Si, estaría buenísimo, pero ¿cuándo?- preguntó Juan. - ¡Ya! No tenemos nada que hacer. - ¡Bueno! Preparemos los bolsos. - Sí. Después de que terminaron los bolsos se marcharon. Antes de llegar a la selva se instalaron en un lugar sin población. 25


- Estoy muy cansada ¿frenamos acá? - Sí, armemos la carpa y durmamos. - Bueno. Luego de un tiempo Juan escucha un ruido que llega desde afuera, se despierta de golpe y empieza a gritar. - ¡Julieta! ¡ Julieta! ¿Estás ahí ? – dijo preocupado. Juan salió y escuchó una voz que le dijo: - Juan, no te preocupes, yo te ayudaré a encontrar a Julieta. - ¿Quién sos? - Soy el dios Jaguar. - Bueno, está bien. Siguieron caminando y se encontraron con una criatura. Tenía cabeza de ave, manos de caballo, piernas y torso de humanos. Juan y Jaguar empezaron a correr. Después de un rato perdieron a la criatura. - Nos salvamos. Casi nos come, – dijo Juan cansado de correr. - ¡Sí! - respondió Jaguar. Luego, siguieron caminando unos minutos más y encontraron a Julieta muerta en la orilla del mar. - ¡No me puede estar pasando esto! - dijo Juan llorando. - El destino lo quiso así, ahora me tengo que ir. Sé fuerte, Juan. - Si, trataré. Adiós. Juan se quedó al lado de Julieta y no paraba de llorar. - Yo también hasta acá llegué. Agarró la espina de una rosa y cuando se la clavó le salió una lágrima azul, pero tan azul que lo llamaron EL COLOR DE LA TRISTEZA.

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EL ORIGEN DEL HÉROE por MARTINA SEIP

EL HÉROE QUIZ ERA MUY MALO, MUSCULOSO Y FLACO. TENÍA OJOS MARRONES Y PELO RUBIO. ÉL ERA EL QUE PELEABA CON MARCK, OTRO HÉROE. SU PODER ERA SU VELOCIDAD. TENÍA PELO CASTAÑO Y OJOS VERDES. ELLOS PELEABAN POR LA PRINCESA QUE HABÍA SECUESTRADO MARCK EN SU PALACIO. COMPETÍAN PORQUE LA PRINCESA TENÍA PODERES QUE TODO HÉROE QUERÍA TENER. QUIZ, CAMINANDO POR LA CALLE, SE ENCONTRÓ A MARCK SU ENEMIGO Y EMPEZARON A DISCUTIR A LOS GRITOS. - HOLA MARCK. ¡VEN A PELEAR CON UN HÉROE DE VERDAD! -BUENO, PELEAREMOS POR ELLA. PERO EL PRIMERO QUE MUERA SE QUEDARÁ CON LA PRINCESA. GANÓ QUIZ Y SE QUEDÓ CON LA PRINCESA. LA MATARÍA PARA TENER SUS PODERES QUE LO HARÍAN MÁS PODEROSO. LA PRINCESA TENÍA UN MONTÓN DE PODERES: POSEÍA UNA ESPADA QUE LA HACÍA DESAPARECER, UNA PIEDRA MÁGICA QUE LOGRABA QUE TODOS CAMBIARAN DE OPINIÓN Y UN CORDÓN ROSA Y AMARILLO PARA ATRAER A LOS HÉROES. QUIZ LLEGÓ AL PALACIO Y ENCONTRÓ A LA PRINCESA MELODY ATADA EN UNA SILLA CON SU CORDÓN ROSA Y AMARILLO. QUIZ LA DESATÓ LO MÁS RÁPIDO POSIBLE. DESDE ATRÁS SE LES APARECIÓ UN MONSTRUO AL QUE LLAMABAN “LA BESTIA”. ERA DE COLOR GRIS CON MANCHAS FUCSIAS, TENÍA CUATRO PATAS, SEIS OJOS, UNA NARIZ REDONDA Y TRES BOCAS. ESTABA ENCORVADO Y LLEVABA UNA ESPADA EN SU CINTURA. LUCHÓ CON QUIZ. EL MONSTRUO MURIÓ Y QUEDÓ TIRADO EN EL PISO. LA PRINCESA HABÍA SALIDO CORRIENDO DEL PALACIO. QUIZ IBA DETRÁS DE ELLA. SE FUERON CORRIENDO A UNA PEQUEÑA CABAÑA Y ALLÍ VIVIERON FELICES POR SIEMPRE.

FIN 27


AGRADECIMIENTOS

A la conducción de la escuela, por permitir que la idea de una familia pudiera plasmarse en este libro.

A la profesora Romina Torti, por incentivar en nuestros hijos la creatividad, la libertad de expresión, la idea de superarse, la ayuda constante que les brinda, el tiempo y las ganas de corregir innumerables veces cada borrador, su calidez, su dedicación, su compromiso, su vocación.

A los chicos de 6to A, por animarse a escribir estos mitos, pero más que nada por animarse a publicarlos e ilustrarlos, invirtiendo parte de su tiempo para que este libro compaginado sea la realidad en la que se convirtió hoy.

A las familias de los autores, por dar el permiso para que sus hijos participen de esta experiencia.

¡GRACIAS TOTALES!


Este libro se terminó de imprimir en el mes de octubre de 2016 en ConBuenaVoluntadTodoSePuede,ValoresHumanos 1000, Ramos Mejía (1704),Buenos Aires, República Argentina.


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