La mano que piensa. El 23 de enero se celebra el día internacional de la escritura a mano. Los expertos alertan su extinción ante el avance tecnológico, despersonalizando la magia de escribir y perdiendo desarrollo cognitivo. Las cartas a mano son una reliquia que se mira con nostalgia. Sin embargo, cuando parecían que estaban destinadas a desaparecer, las palabras escritas de nuestro puño y letra parecen reinventarse frente a la mecanización. La tradición artesana busca imponerse ante un mundo cada vez más des-material que aleja el tacto de la mano de nuestros entornos. Si prestamos atención, encontraremos en las calles a quienes se resisten a dejarlas ir. ¿Quiénes son? Expresiones de vanguardia y retaguardia de la escritura con la mano, que resiste y se desplaza, como expresión subjetiva .
Cartas postales, el clásico de la escritura a mano con pluma, que se enviaba por correo. «Cuando te voy a escribir se emocionan los tinteros», escribió Miguel Hernández.
La oficina de Correos en Barcelona, vacía, donde décadas atrás miles de cartas semanales salían en busca de destinatarios en otros puntos del mundo. El comienzo de su fin ocurrió en los años 60 con la difusión del teléfono en las clases populares.
Antonia, utiliza los ratos libres para tomar anotaciones. “Me gusta el boli, me concentra mejor y apunto cosas que no quiero olvidarâ€?. Los cientĂficos sostienen que el desarrollo cognitivo al escribir a mano es ampliamente mayor que el mecanizado.
Un hombre escribe a mano en una servilleta en una cafetería del barrio Raval en Barcelona. “Todo movimiento de la mano conduce al pensamiento. Toda acción de la mano está arraigada al pensamiento” decía el filósofo alemán M. Heidegger.
Un muchacho pega su posit con una frase escrita a mano en un bar del Barrio Gótico. “Decidimos empapelar las paredes con las expresiones en boli de nuestros clientes, tenemos escritos en más de 30 idiomas” cuenta el camarero.
La caligrafĂa es el arte de escribir con letra bella, artĂstica y correctamente formada, siguiendo diferentes estilos; pero tambiĂŠn puede entenderse como el conjunto de rasgos que caracterizan la escritura de una persona o de un documento.
En el curioso restaurante “La Pepita”, en Barcelona, los clientes usan las paredes y los vidrios del local para dejar su huella escrita. “Poesía, manifestaciones políticas, simples nombres, es que hay de todo”, dice el camarero. “A la gente le encanta porque por lo general hace tiempo no escribe a mano y la propuesta de dejar su huella lo seduce. Ya casi no queda espacio”.
De la pluma, al spray. El grafiti (del italiano graffire o pintada) es según a Real Academia una pintada a mano “particular”. Señalado a menudo como acto vandálico, produce una experiencia visual cada vez más arraigada a las grandes ciudades.
Uriol Miró, uno de los calígrafos catalanes del momento, posando con una de sus caligrafías. “Me parece una locura que la caligrafía haya desaparecido de los colegios, pero nuestra profesión está resignificándose en otros espacios”.
Alumnos asisten a clase de caligrafía de la escuela Visions en el barrio de Gracia. “Venimos 3 veces por semana, para nosotros ésto es un estado zen, volver a la práctica de escribir nos conecta con nosotros mismos”.
El graffiti, como vanguardia de la caligrafía, ha calado hondo en las nuevas generaciones. De la pluma, al spray, la escritura manuscrita tiene quien la defienda en el futuro. “Hoy las paredes son el papel donde escribir bonito”, dicen.
La escritura ha mano es llevada al lĂmite con los tatuajes. Si en los grafitis lo efĂmero es parte de su esencia, en los tatuajes la esencia es lo perdurableâ€?.
“Está comprobado, el cerebro se ejercita diferente cuando escribimos a mano” dice el calígrafo Uriol Miró.
Cada uno de nosotros tenemos una letra que nos caracteriza. La grafología es la técnica que estudia las características psicológicas de las personas a través de la escritura. La lupa digital es una novedad, ya que le permite al grafólogo tomar fotografías de los detalles del trazo.
La pintura es una de las herramientas caligráficas más utilizadas actualmente, sustituyendo a la antigua pluma. “Escribir es dibujar letras, y en ese dibujo hay un arte y una subjetividad, cada letra dibujada es diferente porque cada ser humano lo es” dice un alumno.
Xantal Laplana es grafóloga y propone un planteamiento moderno: “Ya no es sólo analizar la letra sino dar herramientas como reeducación de escritura, que permita la organización de estructuras a nivel cerebral. Lo que plasmamos en nuestra letra puede extrapolarse a la vida”
“No es solo escribir bonito, es poner toda nuestra personalidad en el acto de escribir”, dice una alumna de un curso de caligrafía.
Las paredes en la ciudad de Barcelona dan cuenta de los nuevos usos de la escritura a mano.
Los tatuajes de lettering van más allá de decorar el cuerpo. 1 de cada 3 tatuajes son de palabras escritas y el arte del tatuador es plasmar las letras en el cuerpo con una caligrafía que represente al cliente.
Gabo Caruso gabo@gabocaruso.com (0034) 600 254 748