Para finalizar Lengua y Literatura
1. Lee el siguiente texto sobre el uso de la genética en el estudio de la evolución y realiza las siguientes actividades. Carl Woese y las nuevas perspectivas en la evolución Los científicos, cuando descubren especies o géneros nuevos, se sienten orgullosos, pero no llegan a superar al orgullo que siente Carl Woese, biólogo molecular, por descubrir un dominio entero de vida, las archeas. Fue en 1977 cuando sacó a la luz una publicación junto con su colega Ralph Wolff, en la que se mostraba que un grupo de microbios poco conocidos, llamados arqueobacterias, estaban de hecho mucho más cercanos evolutivamente con el género eucaria que con el resto de las bacterias. Este descubrimiento, y las herramientas de biología molecular que lo hicieron posible, han revolucionado nuestra visión de la historia evolutiva.
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Una de las herramientas más utilizadas en biología molecular es la comparación de los ácidos nucleicos entre diferentes especies. Todas las formas de vida utilizan el mismo código genético: el ADN y el ARN. Estas cadenas difieren entre especies. Los científicos utilizan el grado de similitud entre cadenas de ácidos nucleicos para establecer la clasificación de los seres vivos, es decir, quieren establecer una taxonomía molecular.
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Tras una gran labor experimental, Woese se centró en un tipo de ARN, el «ARN mitocondrial 16s». Esta secuencia de código genético se encuentra en el genoma de todos los seres vivos. Es una secuencia perfectamente conservada, es decir, ha evolucionado muy lentamente, por lo que puede ser utilizada para rastrear los cambios evolutivos sucedidos a lo largo de períodos muy largos.
Las diferencias entre los ARN mitocondrial 16s de las diferentes especies se puede visualizar gráficamente en el llamado árbol universal de la vida o árbol filogenético molecular de la vida. En este dibujo, la distancia entre dos especies cualquiera, trazada a lo largo de las líneas que las conectan, es proporcional a las diferencias entre su ARN mitocondrial. Las especies con secuencias prácticamente idénticas están presumiblemente relacionadas y son representadas en el gráfico unas cerca de las otras. Cuando se emplea este método con plantas y animales, estos trazos en el «árbol de la vida» son muy similares a los de los árboles evolutivos deducidos de la anatomía estructural. Pero, la gran sorpresa llegó cuando se aplicó esta técnica al mundo microbiológico. Se vio que las arqueobacterias ocupan un espacio muy grande, diferente del que ocupan las eucariotas y las bacterias. Basándose en estos descubrimientos, Woese propuso en 1990 la división, aceptada hoy, de las formas de vida en un trabajo titulado Hacia un sistema natural de organismos: Propuesta de los dominios Archaea, Bacteria y Eucaria. A pesar de su nombre, el dominio archaea no es más antiguo que el de la bacteria. La mayoría de las especies de este dominio evitan el oxígeno (son anaeróbicos) y buscan las altas temperaturas (son termófilos). Texto adaptado de http://astrobiologia.astroseti. org/articulo.php?num=197