1. Los seres vivos Si algo caracteriza a la vida es la gran diversidad de formas en que se presenta. Los distintos tipos de organización celular y la especialización en tejidos, órganos y aparatos o sistemas dan como resultado la existencia de individuos con características diversas entre sí. De esta enorme diversidad surgen dos necesidades: en primer lugar, utilizar un sistema de nomenclatura de uso internacional que permita identificar con claridad a los seres vivos. En segundo lugar, clasificar a estos seres vivos para facilitar su estudio; es decir, agruparlos según características similares.
podemos utilizar sin el nombre genérico. De hecho, existen especies que tienen el mismo epíteto específico y no tienen ningún parentesco como Drosophila melanogaster, la mosca del vinagre; y Thamnophis melanogaster, una culebra semiacuática. Al epíteto específico lo solemos utilizar para indicar alguna característica de la especie; en este caso, melanogaster significa ‘vientre negro’. En el caso del romero (Rosmarinus officinalis) y el toronjil (Melissa officinalis), el epíteto específico officinalis indica que lo usábamos en medicina y lo encontrábamos en herbolarios.
1.1. Nomenclatura de los seres vivos
https://goo.gl/PHII7l
En el siglo XVIII, el naturalista sueco Carlos Linneo creó un sistema de nomenclatura que ayuda a identificar a todas las especies y, más tarde, a agruparlas y clasificarlas. A este sistema lo conocemos como sistema binomial, ya que, en principio, requiere de la utilización de dos nombres, y es el sistema que seguimos utilizando en la actualidad.
122
http://goo.gl/Zse2om
Al nombre genérico lo podemos utilizar por sí solo cuando hacemos referencia al conjunto total de especies que pertenecen al mismo género. Por ejemplo, tanto el caballo como la cebra pertenecen al género Equus. Sin embargo, el epíteto específico no sirve como identificador por sí solo y no lo
Vultur gryphus
Panthera onca
1.
Investiga y escribe el nombre científico de diez animales y plantas diferentes; usa las normas fijadas por Linneo.
Actividades
Prohibida su reproducción
Tal y como propuso Linneo, el nombre que recibe cada especie lo conocemos como nombre científico y consta, por tanto, de dos partes: el nombre genérico y el nombre epíteto específico. A los nombres científicos debemos escribirlos siempre en cursiva (solo cuando no sea posible usar la cursiva escribiremos con subrayado). A la inicial del nombre genérico la escribimos siempre con mayúscula, mientras que al epíteto específico lo escribimos con minúscula. Por ejemplo, el nombre científico del jaguar es Panthera onca y el del cóndor es Vultur gryphus.