VIII. Me clavo en el instante mudo de tu día sostengo religiosamente cada una de las manías en el impulso antes de ser así conservo la cordura, la moral y las buenas costumbres -aunque la rutina me devore los impulsos-.
IX. Se juegan una apuesta la abstinencia y el orgullo, quien demora más en caer. Deseos ramificados gemido de ave resucitado alas manoseadas por la voluminosa vociferación volátil senescal de imágenes de un periscopio.