La trama urbana establecida, se genera desde el propio crecimiento espontáneo que se ha presentado sin previa regulación espacial, debido al déficit de políticas de planificación en términos de ordenación espacial sustentada en saberes ancestrales. Los comuneros y agentes externos, según sus necesidades, definen la morfología de la trama urbana con sus manzanas y calles, se aprovechan de las condiciones geográficas, en relación al borde costero y bordes fluviales de los esteros Chicharrón y Manglaralto con orientación norte –sur y este–oeste. En la década de 1940 el asentamiento comunal tuvo un tejido lineal, mientras a inicios del siglo XXI está caracterizado por una trama irregular. Las manzanas y calles mantienen su morfología donde predomina la forma rectangular con la novedad que sus dimensiones varían según la constante de las actividades de usos de suelos como el residencial, institucional y de servicios. En el sector de servicios las manzanas son más grandes en relación al sector residencial, las razones son las necesidades de los agentes externos por el tema de inversión para satisfacer la demanda generada por el turismo. Lo relevante de la trama viaría, son sus calles como eje articulador entre manzanas y conexión al borde costero, bordes fluviales y área silvestre, el uso exclusivo de la vías es peatonal y centro de encuentro entre comuneros, turistas, agentes externos, para comunicarse o para el intercambio comercial. En aportaciones de la investigación a la disciplina de la arquitectura y urbanismo, se encuentran situaciones interesantes desde el ámbito de los saberes ancestrales en la sociedad indígena dispersa en el contexto latinoamericano costa del Pacífico, que pueden aportar en el mejor desempeño de las herramientas de planificación y gestión urbana hacia el propio Gobierno central y la cultura occidental. Los errores que ha cometido el ordenamiento territorial, nacen desde el Gobierno central y la cultura occidental, cuando señalan que las leyes estatales homogenizan, permitiendo: la violación del territorio por parte de las empresas productivas, extractivas, propiciando invasiones, explotaciones alejadas de las realidades socioculturales de estos pueblos. La normativa expuesta carece de orientación para la planificación urbana de sus centros urbanos y genera una disputa por el territorio entre actores.
239