Gracias a SED y a las Hermanitas de St Francis
Integración de los refugiados en Nairobi Sarah Ballaud, voluntaria de SED Central
Á
frica es un continente donde millones de personas se desplazan cada año. Queremos presentaros, en este Boletín, un proyecto para Refugiados en Kenia, un tema desgraciadamente de actualidad. Los proyectos de ayuda a los refugiados en Kenia nacieron hace 15 años gracias al trabajo y la voluntad de las “Hermanitas de St Francis”. SED quiso comprometerse con ellas en uno de sus proyectos: la “Mejora de las condiciones de vida de los refugiados urbanos de Nairobi”. No era la primera vez que la ONGD trabajaba con esta contraparte. De hecho, la colaboración se remontaba al año 2006 y fue muy positiva.
porque dejas el sitio donde naciste y creciste, dejas tus raíces, tu cultura, tus costumbres y, sobre todo, dejas a tus familiares y amigos. Tienes que empezar tu vida de cero sin ninguna seguridad sobre tu futuro. En el caso de Nairobi, los refugiados tuvieron que enfrentarse a problemas de integración por el idioma, la cultura y los sentimientos xenófobos de algunas personas.
Se enfrentaron a problemas de integración por el idioma, la cultura y la xenofobia de algunos
¿Por qué llamó la atención de SED? SED es una ONGD cuyo objetivo fundamental es la solidaridad hacia los más desfavorecidos y, por desgracia, este es el caso de los refugiados que se encuentran en situaciones preocupantes y muy precarias. Son personas, muchas veces, consideradas inexistentes por los países de los que tuvieron que huir. Siempre por motivos políticos, económicos o bélicos. Huir de su propio país no es nada fácil
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Los objetivos El proyecto pretende proporcionar mayores oportunidades laborales para los refugiados gracias a una formación ocupacional (informática, hosteleria, corte y confección) y atender a sus necesidades básicas más urgentes: alimento, cobijo, atención sanitaria y educación. Para alcanzar estas metas, idearon una estrategia sostenible de generación de ingresos mediante la construcción de una cafetería empleando refugiados. La venta de alimentos y bebidas debía permitir la financiación mensual en el programa de refugiados. La cafetería está hoy completamente construida y equipada con una capacidad para sesenta personas. Seis meses después de su inauguración, los ingresos son suficientes para financiar los cursos de formación.
Las mujeres refugiadas de Nairobi, beneficiarias del proyecto de mejora de las condiciones de vida, junto a una de las hermanas de St Francis.