Manual para no morir de amor walter riso pdf

Page 75

lar de sentir y degustar la vida. Ése es el vínculo secreto e irreemplazable de cada enamorado. ¿Quién dijo que se necesita ser joven para generar emociones fuertes? «Quiero saber si todavía cotizo» Esta motivación se desprende de un problema más complicado. Podríamos llamarlo el síndrome del actor o la actriz en decadencia. Por ejemplo, muchas personas que fueron famosas convierten la edad de oro en una tragedia porque se apegan aloque fueron y ya no son. He conocido actores y actrices maduros que sin ser ancianos se avergonzaban de sus arrugas y pasaban gran parte de su tiempo encerrados mirando vídeos y fotos del pasado (recordemos a Greta Garbo). Entregar el poder personal a los demás y dejar que la aprobación social, los aplausos, la fama o los piropos le den sentido a nuestra vida es depositar nuestra felicidad en los demás. En otros casos, negarse a envejecer y a pasar de moda hace que algunas personas pierdan el sentido de la proporción, sobre todo de la estética, y desarrollen actitudes ajenas a su edad tratando de recuperar la juventud perdida. Te los encuentras en cualquier parte y es como si llevaran un anuncio: «Yo me mantengo joven, ¿y tú?». A lo cual yo respondería: «¡Yo no, afortunadamente!». ¿Cuál es el indicador que toman para escamotearle años o meses a la madurez y el envejecimiento natural?: la conquista, el acto de generar deseo en los demás. Es verdad que social y médicamente hablando los cincuenta de hoy se parecen a los treinta de antes, sin embargo, también es cierto, como ya dije, que cada edad tiene su encanto, si la aceptamos con naturalidad. Un paciente de sesenta y cuatro años, que había sido toda su vida un donjuán, nunca había aceptado su verdadera edad y trataba de suplir sus aventuras de antaño con prostitutas. Prácticamente todos los días pagaba los servicios de una mujer e incluso llegaba a enamorarse «locamente» de alguna de ellas, lo cual complicaba enormemente su vida: gastaba más dinero del que podía y vivía deprimido. Lo que lo motivaba no era el sexo o una adicción a las prostitutas, sino el intento de revivir el viejo papel de conquistador empedernido: parodiaba la conducta del seductor y se perdía en el juego creyendo que era real. El día que tocó fondo y fue consciente de lo que hacía me dijo: «Soy un iluso, lo único que he logrado es ser una caricatura de lo que fui». Relaciones imberbes ¿Qué podemos decir de aquellas relaciones de pareja en las que los enamorados son casi unos niños y se han ido a vivir juntos? Me refiero a los matrimonios imberbes, patrocinados o no por los padres. Hemos dicho que el amor no tiene edad, pero a veces hay que ponerle pañales. Si apenas puedo con mi vida, ¿cómo voy a congeniar con otra? He atendido a muchos jóvenes, casi adolescentes, que intentaban llevar una vida de pareja adulta imposible. Mi conclusión no es optimista: la mayoría de estas relaciones no funcionan o requieren de mucha ayuda profesional para salir adelante. Hay un tiempo cronológico y mental para sentar cabeza y otro para volar sin freno, y por eso crear «madurez» o «juventud» en el consultorio es imposible. Hay épocas influidas por determinados mandatos sociales, ciclos vitales y variaciones hormonales que nos empujan a actuar de tal o cual manera. No quiero decir con esto que no existan matrimonios entre gente muy joven que vivan bien, pero su porcentaje de éxito es bas-


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.