perdido consitlcmdo e-11 sus gmncles articulaciones. Es cYidente que un nnálisis en ese nivel no puede tener en cuenta los tktnllcs qm· corresponden a otra escala y. procede. pm· tanto, dL· una simplil"icación de las mús groseras: aquí pr~s;:~ mos de la microestn1ctura a la rnacroestn1ctura. El primer segmento temporal de En husca del tiempo perdido, al que están dedicadas !ns ~cis primeras pé'íginas del libro, evoca un momento que no se puede fechar con precisión, pero que se sitúa bnstantc tarde en la vida del héroc, 11 en In época en qw.', por ncost;:~rsc temprnno y pndet:et· insomnio. pnsnbn _gran partl' de l<:ls noches remcmo.: rnndo su pnsndo. Ese primer tiempo en el orden narrativo dista,· ptll'S, de ser el primero en L'l orden dieg:ético. Anticipándonos n la continunción del am\lisis, asignémosle ahorc:\ mismo ln posición S en la historia. Asf, pues: AS. El segundo segmento (págs. 9 a 43) es el relato hecho po1· el nnrrador, pero m;:~niriestnmentc inspirado por los recuerdos del protagonisla insomne (que L\quí desempeñ'-' la función de lo que Maree! Mullcr 12 JlarnL\ el sujeto iHterrnedio), de un episodio muy circunscrito, pero muy importante, de su infanciLl en Combmy: In famm;;:¡ escena de lo que llama ((el c.Lt·;:~ma a la horu de í:ICOstnrmen, durante ln cuul su madre. n quien la visitn de Swann hnbíu impedido concederle su beso ritual de la noche, acabaría -ccprimera abdicación)} decisiva- cediendo a su insistencia y pasando !a noche a su lado: B2. El tercer segmento (págs. 43-44) nos devuelve muy brevemente a la posición 5, la de los insomnios: CS. El cuarto probablemente se sitúe en nlgün punto dentro de ese periodo, ya que determina una modificL\ción en el contenido de los insomnios:!., es el episodio de la mngdalcna (págs. 44 a 48), durante el cual el hé1·oe T"L'cupera toda una vertiente de su infancii:l {«de Combray, todo lo que no era el teatt-o y el cit·ama n la hora ele ncostarn1c1;} que hasta entonces hi:lbía permanecido enterrada (y consei-vada) en un aparente olvi. do: DS'. Le sucede, pues, un quinto segmento, segundo regresa··a Combra~·. pero mucho más vasto que el primero en su amplitud temporal. ya que r:tbnrca estil vez (no sin elipsis) la totalidad de la infancia en Combrav. -. · Comhrav . fi
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