3 minute read

Desde la oscuridad Ángeles Bejarano

Desde la oscuridad

por Ángeles Bejarano Merino

Advertisement

Y llegó la hora de preparar el terreno para la f utura siembra. Empezamos a sembrar nuestro f uturo, con pocos amigos en clase, pero quien sabe cómo se dará. Con la mirada esperanzada, porque parece que será un buen año, al menos climatológico .

El tiempo pasa y ya me recuerda Pablo, cada día, que se nos va la fecha de plantación y nuestras lechugas no tendrán un buen tamaño en navidad.

Y continuamos con el tema, el de riego, por cierto, que será el primero y parece que a Alberto le cuesta bastante, cosa que no me esperaba, pero aún más a Jairo, que en campo es muy bueno pero el riego... madre mía el riego... Y sacamos la motoazada, el suelo del invernadero es una jodida roca, que como nuestras expectativas, parece muy dura.

¿Qué haremos sin motoazada para preparar ese suelo?. Esos corazones que parecen no tener cura de este desastre escolar que arrastramos en esta clase, la misma en la que dice la pelirroja que no cree que de momento haga muchos amigos. Esta vez Ángel se ha puesto tozudo y hará lo que haga falta para que esto funcione como es debido, al menos mejor que el pasado año: llave inglesa en mano y Jesús a su lado, hemos iniciado la reparación de nuestro expediente académico, que se lleva hoy un 10 en prácticas, por este logro. Dos años después del abandono, ha conseguido que arranque y vaya si funciona!… hasta Nere y Erika se han tirado al barro, y nunca mejor dicho, han cogido la máquina que les ha permitido facilitar su andadura por este variopinto grupo, en el que ya han hecho amigos, y lo más importante en el que se sienten bastante a gusto. Y sí, queridos lectores, aunque parece que en nuestras tinieblas no existe la luz, deciros, si aún estáis leyendo, que la nuestra es una luz al final del túnel. Una luz que se atisba no tan lejos, donde ante todo está la formación que estamos teniendo, y que ya algunos nos planteamos seguir estudiando, seguir haciendo las cosas bien, al menos mejor que hasta ahora. ¡Por favor!...olvidaba que no hemos plantado hortalizas, que es lo que a mis chicos les gusta, y tenemos muchos fallos. Cometemos fallos a diario y se reflejan en expulsiones, apercibimientos… marras… bastantes. Desde la ventana de clase las está viendo Pablo, pero mirad… no pasa nada, porque nuestro invernadero está terminado y el terreno está a punto para plantar, para poner ese riego agobiante que con tanta paciencia Antonio y Alberto han dejado al pelo. Hasta Óscar se puso manos a la obra y cavó, y enterró algunas de sus viejas costumbres en el hoyo de plantación. Así ya el riego moja las plantas, como las expectativas de un trabajo futuro, de un título en ESO o en otra cosa como dice Álvaro,.. y quien sabe si algo más.

Eso que mis alumnos, esos que tanta lata me dan no me quieren contar, pero os prometo que algo más intuyo en esa energía suya y en esa fuerza diaria que derrochan, la misma que Fran o Naiara parecen haber perdido, y que en el fondo siento que la recuperarán. Podéis estar seguros de que en nuestras tinieblas, tambien brillan ilusiones, miedos e incluso nervios antes de un examen … y por supuesto ilusión por un futuro mejor.

1. Alumnos 1º de Formación Profesional Básica preparando el invernadero.

Sergio Espino: una gran promesa del atletismo

Embrujo

Platón actual