Mina Patxi

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Mina Patxi La mina de turba “Patxi” nº 12.141 fue una concesión para la explotación de un importante depósito de turba. Fue de hecho el único aprovechamiento de este raro y peculiar recurso en la CAPV y supuso la desaparición de un biotopo de extraordinario valor natural y patrimonial: la Turbera de Saldropo. La turba es el resultado de la acumulación, durante milenios, de restos vegetales que, escapándose de la ley natural, apenas se descomponen. La causa de esta perduración es una reducida actividad bacteriana debida a las condiciones de anoxia y extrema acidez que reinan en las turberas, un tipo de humedal cenagoso en el que el agua no forma láminas expuestas al aire sino que está embebida en el suelo y la vegetación. Estas condiciones originan un ecosistema único en el mundo, en el que en cada momento la vida se desarrolla sobre los restos de seres precedentes. Esto hace que la fauna y la flora de las turberas estén compuestas por especies muy singulares, adaptadas a esas particulares condiciones ecológicas. Pero la importancia de las turberas va más allá del aspecto meramente biológico y alcanza gran relevancia ambiental, ya que almacenan grandes volúmenes de carbono e intervienen, de manera todavía no bien comprendida, en el ciclo global del CO2. Además, precisamente por esa propiedad de conservación de la materia orgánica, las turberas son valiosísimos registros históricos de la dinámica y la evolución del clima, el paisaje y la presencia del hombre durante el Cuaternario. La turba es una sustancia de propiedades casi mágicas. Su poder calorífico, muy superior al de la madera pero inferior a carbones como la antracita, la han convertido tradicionalmente en una fuente tradicional de combustible en países como Irlanda y Escocia donde el carbón no estaba disponible y los árboles escaseaban. El whisky escocés debe su aroma a la turba quemada en el proceso de destilación. A estos usos antiguos se han añadido nuevas utilidades, como por sus propiedades aislantes o como filtros para depurar aguas contaminadas. Pero el principal uso actual de la turba es el de mejorante agrícola y como ingrediente para sustrato en jardinería. Esta última utilidad fue la razón que motivó la explotación de la turba de Saldropo. En 19721973 se iniciaron los trabajos de explotación de la turbera, pero tras unos pocos años de actividad las labores se detienen, hacia 1978-1979. Durante siete años no se realizaron extracciones, pero para entonces ya había desaparecido la mitad de la turbera. Con las obras de drenaje y las mismas excavaciones desaparecieron el sistema hídrico y la capa freática que mantenían a la turbera viva. En el verano de 1986 se reanudaron los trabajos de explotación. En apenas tres temporadas la Turbera de Saldropo desapareció definitivamente. UNA HISTORIA FASCINANTE Hace unos 6.000 años, probablemente como respuesta a un cambio climático, se inician en Saldropo los procesos de acumulación de materia orgánica que desencadenaron la formación de la turbera. No obstante, todo había empezado mucho antes. En una época no bien precisada del Tardiglaciar en el lugar de la Turbera de Saldropo existió una cubeta palustre que siglo a siglo fue rellenándose de sedimentos. Según expertos en geomorfología el origen de esta cubeta se debe a un proceso de captura fluvial, cuyas huellas son todavía muy evidentes en el entorno. Eventos irrepetibles, tanto de índole climática como ambiental, fueron sucediéndose durante miles de años para ir formando un depósito de turba que, poco a poco, iba creciendo, a medida que la propia turbera evolucionaba y se transformaba, hasta superar los dos metros (casi tres, dependiendo de la zona) de espesor. Pero como testimonio de la larga historia que la turbera atravesó, este depósito de turba no era homogéneo, pues estaba constituido por cuatro tipos diferentes de turba. El nivel inferior era turba leñosa, que incluía los troncos de abedul de un bosque pantanoso que se desarrolló en torno a unos 4.000 ó 5.000 años antes del presente. Aquél bosque pantanoso acabo por desaparecer, por causas difíciles de explicar, y dio lugar a una ciénaga herbácea durante otros dos milenios, para finalmente hace unos 2.500 años transformarse en una turbera abombada (raised bog en la literatura especializada en inglés), en la que un tipo especial de musgo, los esfagnos, se adueñaron del ambiente y acabaron por ser los protagonistas de la turbera. Este fue el aspecto final y el que algunos que conocimos la turbera en su últimos momentos tuvimos la suerte de ver.


El polen enterrado en la Turbera de Saldropo nos contó la historia de cómo iban y venían los bosques. Por ejemplo, nos dijo cómo aparecieron los hayedos hace unos dos mil años. También nos informó de cómo los antiguos habitantes de la región usaron y explotaron el territorio. En la turba de Saldropo abundan pequeños fragmentos de carbón, testimonio del uso ancestral del fuego para fines pastoriles. Unos restos de esfagno, Sphagnum austinii, especie que desde la Edad Media ha experimentado en Europa un dramático declive, evidencian la presencia en la Península Ibérica de este musgo que hoy en día sólo vive en Bretaña (Francia), Escocia y Escandinavia. ¿QUE HACER CON LO QUE QUEDABA?. DE LA TURBERA AL HUMEDAL Al finalizar en 1988 las actividades de extracción de turba, el espacio donde se encontraba la Turbera de Saldropo presentaba un aspecto desolador, con montículos de estériles y depresiones rellenas de agua. Puesto que las turberas precisan de siglos para su formación y son consecuencia de una serie de acontecimientos históricos (ligados sobre todo a cambios climáticos) irrepetibles, la recuperación de la turbera original era imposible. Ante esta situación, la única medida posible era la renaturalización del paraje y en 1991, gracias al apoyo del Departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia, se emprendió una actuación encaminada a la restauración paisajística y biológica del lugar, convirtiéndolo en un humedal que de alguna manera recordara a la desaparecida turbera. Se rebajaron y allanaron los montículos permitiendo que la vegetación los colonizara de forma espontánea. Se respetaron las balsas de agua y se cerraron los drenajes para aumentar la lámina de agua. El recinto fue vallado para protegerlo del ganado y se plantó un seto que lo aislara del entorno. Se construyeron además en las inmediaciones dos espacios interpretativos de la turbera y el humedal, para cumplir una función de educación ambiental. Tras más de 20 años, Saldropo ha cambiado mucho. Aunque persisten balsas con vegetación flotante y cañaverales que acogen aves acuáticas, la mayoría del humedal es una sauceda, un bosque sobre suelos más o menos encharcados. El lugar se ha convertido en un refugio para la fauna, en especial para aves y mamíferos que buscan tranquilidad y evitan tropezarse con personas. La diversidad biológica se ha incrementado de forma espectacular, insectos en especial, desde vistosas mariposas, libélulas y caballitos del diablo hasta escarabajos acuáticos. Más de 120 especies vegetales han sido registradas en el Humedal de Saldropo, a donde han retornado viejos protagonistas de la desaparecida turbera, como algunos esfagnos. FUENTES Barraqueta, P., Heras, P. & Infante, M. 1997. La restauración de la antigua turbera de Saldropo. II Congreso de Ingeniería del Paisaje: 131-135. La Coruña. Barraqueta, P., Heras, P. & Infante, M. 1999. Saldropo: Vom Moor zum Feuchtgebiet. Bodenëkologie interdisziplinär, H. Koehler, K. Mathes & B. Breckling (Hrsg.), Springer - Verlag: 189-198. EKOS 1991. El humedal de Saldropo. Informe inédito. EKOS, Asesoría e Investigación Medioambiental. Departamento de Agricultura. Diputación Foral de Vizcaya. García Antón, M., Ruiz Zapata, B. & Ugarte, F.M. 1987. Primeros resultados del análisis geomorfológico - palinológico de la turbera de Saldropo (Alto de Barazar. Bizkaia). Acta VII Reunión sobre Cuaternario, Santander: 27-31. García Antón, M., Ruiz Zapata, B. & Ugarte, F.M. 1989. Análisis geomorfológico y palinológico de la turbera de Saldropo (Barazar. Zeanuri/Bizkaia). Lurralde, 12: 25-44. Heras, P. 1992. Caracterización y niveles del depósito orgánico de la turbera de Saldropo (Ceánuri, Vizcaya). In: Cearreta, A. & Ugarte, F.M. (eds.) The Late Quaternary in the Western Pyrenean Region, International Conference, 343–351. Universidad del País Vasco, Vitoria. Infante, M. & Heras, P. 1987a. Estudio briológico de la turbera de Saldropo - Barazar (Ceanuri, Vizcaya). Estudios del Museo de Ciencias Naturales de Alava, 2, 179–199. Infante, M. & Heras, P. 1987b. Sphagnum imbricatum Hornsch. ex Russ., semifósil, en la turbera de Saldropo - Barazar (Ceanuri, Vizcaya). Estudios del Museo de Ciencias Naturales de Alava, 2, 201–203. Peñalba, C. (1992). Vegetation and climate in the Basque Mountains during the Upper Pleistocene and the Holocene from pollen analyses. The Late Quaternary in the Western Pyrenean Region (Proceedings of the International Conference on the Environment and the Human Society in the Western Pyrenees and the Basque Mountains during the Upper Pleistocene and the Holocene, Vitoria 1990, Cearreta, A. & Ugarte, F.M., eds.): 171-182. Ugarte, F., García Antón, M., Ruiz Zapata, B., Aseginolaza, C. & Heras, P. 1986. Valores del patrimonio. La turbera de Saldropo. Estudio de Ordenación del Macizo del Gorbea. Informe inédito. Gobierno Vasco - Sociedad de Ciencias Aranzadi.


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