Tomo 11 - Tratado De Monte & Vetegacion

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menudo. El “Padre Nganga” le da al iniciado, siete granos de pimienta, con un sorbo de agua bendita, y un pedazo de corazón de gallo, para que su cuerpo se mantenga sano y resguardado cuando lo ataque las “uembas” y todos los “ntúfi” que mandan los brujos, como el yamao, la pimienta llama y atrae. Así, para lograr que una persona distanciada de otra, un marido que abandono el hogar, un novio que se obstina, rechazando una reconciliación, el brujo o el hechicero recurre a la pimienta. A estos efectos, sobre las ngangas se preparan los granos que juzgue necesarios para que el sujeto que aún desea el amor o la amistad de quien lo tiene abandonado, vaya a buscarle resueltamente. El sujeto, al salir de su casa, tomará un primer grado la pimienta que le ha entregado el brujo, luego de trabajada en la ganga respectiva y dirá. Llama a Fulano de Tal, que responda a mi llamada, que se alegre de verme, a mi lado, en cada esquina, y en todo el trayecto que debe recorrer, irá arrojando los granitos de pimienta y encomendándoles lo mismo. El último a quien ya la pimienta ha predispuesto, lo lanzará en la puerta de la casa de aquella persona, pues repetimos, que ya la ha predispuesto a su favor, y por lo cual, seguramente lo estará esperando, y al oír su voz le dirá seguramente como si tal cosa, mira que te has tardado en venir, y volverá a ser lo que era antes del disgusto o del desvío, etc. Llevará además en la boca un palillo de canela de monte y otro de “cualibri” o “guachinango”. Cada vez que pronuncie el nombre de la persona amada y distante escupirá y con el pie izquierdo, izará la saliva (simbólicamente pisa sobre la misma persona, pues el nombre de la persona), y la vence, y la tendrá a sus pies. Este trabajo por medio de la pimienta dará tan buen resultado que los que vuelvan a quererse, no se darán cuenta del cambio. Para tener éxito en un negocio que se le vaya a proponer a alguien, o para hacer una repetición de dinero, etc. Se conservará en la boca mientras se trata el asunto, un grano de pimienta que el mayombero ha preparado y endulzado en la ganga, pues la pimienta facilita la palabra y produce el resultado de lo que se deseaba. Tres, cuatro, siete, cinco o nueve granos de pimienta con pedacitos de coco, mastica el devoto que le ofrece al orisha el sacrificio de un carnero, un chivo, un cochino o un venado. En este caso, sólo el oferente, o sea, el


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