Serpiente De Luz Depues Del 2012

Page 60

CAPÍTULO SIETE LA PUESTA EN EQUILIBRIO DE LA RED FEMENINA QUE RODEA LA TIERRA EL YUCATÁN Y LOS OCHO TEMPLOS (SEGUNDA PARTE) Los últimos cuatro templos El tiempo se fue ralentizando, más y más, hasta que perdí la noción del día en que estábamos. Ya ni siquiera se trataba de pensar. Era un segundo tras otro segundo y el eterno ahora. Todos mis sentidos estaban abiertos de par en par a medida que cada templo disolvía cada vez más mis formas de ser urbanas, y mi espíritu iba lentamente haciéndose consciente del mundo tridimensional con una nueva luz. Allí estábamos sobre la tierra firme de cada día, profundamente inmersos en cada nanosegundo. La vida se abría constantemente a otra nueva apertura. Me sentía de maravilla. Casi no podía esperar a llegar a Tulum. Aquél era el chakra garganta, conectado con el mundo de las corrientes de sonido, una de las primeras energías de la creación. A medida que pasábamos por cada uno de los templos, íbamos ascendiendo cada vez más niveles de consciencia de la parte femenina de la Red de Conciencia de Unidad. Podía sentirla, a pesar incluso de mis problemas para sintonizar con ella. Tulum está a orillas del Caribe, de cata al mar. Había sido fácil conectarse con Chichén Itzá, pues resultaba enormemente familiar, pero Tulum vibraba en lo que me parecía un nivel mucho más elevado. Y era precioso: hierba, piedras vivas, cielo azul claro y agua azul oscuro por todas partes. Pude comprobar con mis propios ojos por qué los mayas habían elegido aquel lugar, pero supe que pronto iba a tener que ver con mi tercer ojo, mi «ojo único», la razón energética de por qué habían ido allí. Antes de que saliéramos de Estados Unidos, Thoth nos había dicho que nos indicaría dónde debían ir los primeros cuatro cristales, pero que para los cuatro últimos Ken y yo estaríamos solos a la hora de encontrar el emplazamiento exacto que devolvería cada templo a la vida o a otro nivel de vibración. En Tulum me sentía confiado cuando comencé a buscar el lugar, pero a medida que pasaba el tiempo comencé a pensar que aquel trabajo estaba por encima de mi comprensión o de mi capacidad. Había estado utilizando un péndulo para sentir las energías antiguas, al igual que había hecho Ken; pero en Tulum cada punto parecía tan increíblemente fuerte que la tarea de elegir uno u otro resultaba en principio insuperable. Le confié a Ken que era como distinguir la melodía de un violín en una orquesta de cien instrumentos. Todos producían la misma sensación: ¡poder! Buscamos durante cinco horas sin encontrar ni una sola posibilidad. En un punto concreto, paramos a comer. Ken me decía que se sentía completamente desconcertado, y que si no éramos capaces de encontrar el lugar especial bien podíamos volver a casa. Eso no hacía más que provocarme una tensión mayor, pues yo sentía lo mismo. Le dije: —De acuerdo; vamos a meditar y ver si hay algo dentro de nosotros que sienta de forma nueva. Es evidente que lo que estamos haciendo no funciona.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.