Leyendas urbanas y nativas de Zamora Chinchipe

Leyendas Urbanas y Nativas De

zAMORA cHINCHIPE

Créditos Director de la editorial Legado Brayan Jiménez

Creador de artes Brayan Jiménez

La luterana

Cuenta la leyenda que en la antigüedad cuando los religiosos de otros países venían al nuestro, a cristianizar y curar el alma de los indios que creían todos lo rumores que estos decían sobre la muerte y que ellos se podían salvar gracias a las limosnas que estos dejaran, así fue como el tiempo iba avanzado y las iglesias cambiaban de frailes y monjas ya que muchos escuchaban que los indios por el temor de arder en las llamas eternas entregaban grandes sumas de oro como limosnas.

Una religiosa muy hermosa que entraba como monja fue enviada a nuestro país aún pequeño pueblo, donde un joven del pueblo se enamoró perdidamente de la religiosa, este la llegaba a visitar todos los días la joven religiosa esta no resistió mucho tiempo y se termino enamorando del joven, su amor era prohibido ante los ojos de la comunidad religiosa ellos se veían a escondidas cuando la noche caía, en uno de estos tantos encuentros fueron descubiertos por él fraile muy enojado decidido castigar a la religiosa abandonándola de la iglesia sin alimento y sin refugio fue en busca de su amado el cual la desprecio y se

marchó del pueblo ya que tenía miedo del fraile quien se decía era un iluminado que estaba cerca del señor, la joven enloquecida y triste desapareció del pueblo.

La joven comenzó a vagar por ríos, montañas, llanuras buscando a su amado, muchos pobladores cuentan que la ven con su traje de monja muy hermosa que cuando se acercan a pretenderla y la ven detenidamente de cerca ven un esqueleto que sin dudar les arrebata la vida, otros pobladores aseguran haberla visto con un vestido blanco que va en busca de parejas enamoradas, escondiéndose tras cercos muy celosa del amor de los jóvenes esperando el momento perfecto para lanzarse y matarlos, mientras que otros pobladores la ven como una mujer gigante de 3 metros que lleva un traje negro con una banda roja que vaga por la selva buscando gente para comer para salvarse de este temido fantasma se debe hacer una cruz y esperar en el lado derecho de la misma esperando que la luterana se vaya por el lado izquierdo en paz.

La Niña que se fue a vivir en la Laguna

Cierto día salieron al cerro para amarrar el ganado, el papá y su hija pequeña, caminaba el papá adelante y su hija lo seguía jugando y juntando piedritas; así caminaban.

El papá se había descuidado de su hija por un buen rato, cuando regresa a ver hacia atrás, ésta no estaba; pensó que su hija se había regresado a la casa.

Al volver por la tarde, le preguntó a su mujer: -Qué es de mi hija, llegó o no?, la mujer le contestó: -Si contigo se fue, contigo tiene que venir, entonces sale a buscarla para ver a dónde se ha quedado.

Al siguiente día salió de nuevo con el ganado en busca de su hija; la buscó todo el día sin poder encontrarla y regresó de nuevo a su casa lamentando lo sucedido a su hija, a quien finalmente la dio por perdida.

Luego de algún tiempo, el papá realizaba una fiesta en su casa, cuando se presentó la hija ya señorita y él le preguntó: - ¿En dónde estabas, tanto que buscamos?

-Yo vivo arriba en la loma.

La mamá le dice: -Ya que has venido tienes que ayudarnos, asienta el canasto que has traído; la hija le contestó: -Mami, yo te ayudo, pero no me topen el canasto, ni me lo vayas a destapar, si lo destapan y ven lo que tengo adentro, yo me voy enseguida.

La mamá le mandó a traer agua de una poza que se encontraba lejos y entre ella se preguntó, ¿porque diría mi hija que no le destape el canasto? Yo lo voy a destapar para ver que ha traído y su sorpresa fue grande al ver una culebra enrollada en el canasto, se asustó y lo volvió a tapar.

Al regresar la hija trayendo el agua, le dijo: -Con que has destapado el canasto y has visto a mi hija, me voy en este mismo rato.

Entonces el papá la siguió para ver a dónde vivía, la siguió y la siguió y al llegar a la loma, la hija empujó al padre a laguna y se metieron adentro, donde le dijo: Papi no me venga a ver más, porque yo estoy viviendo bien en esta laguna.

El Tigre que se casó con una Mujer Shuar

Una vez un grupo de cazadores, atraparon un hermoso tigre y lo domesticaron, fue tanto el cuidado que cuando creció, comenzó a cazar animales como: sajinos, dantas, yamalas, osos y aves silvestres. Cierto día el cazador lo llevó a la montaña y lograron capturar dos puercos silvestres; pero el amo esta vez no le participó de su presa y enfadándose el tigre devoró al cazador; la preocupación de la familia era alarmante ya que el animal regreso sin el amo, sospecharon que algo malo había sucedido, por lo que revisaron los dientes del tigre y encontraron pelos y ropa insertados en ellos, entonces, decidieron matarlo, pero el tigre logró escapar y se convirtió en enemigo del hombre.

Los habitantes de aquella región se organizaron para abandonar el lugar, señalaron el día y la hora de salida, pero inexplicablemente se olvidaron de una niña que padecía una enfermedad. El astuto animal observó la partida de los shuar y se introdujo en las casas abandonadas, encontrando así a la niña que lloraba en una forma desesperada, el tigre compadeciéndose del abandono de la niña, la consoló y ofreció sanarle la enfermedad. Le brindaba alimentación con frutos silvestres, carnes de animales y vestuarios que conseguía cuando devoraba algún mestizo.

sin el amor deseado de la mujer, la mismaque ansiaba separarse del tigre. Por casualidad en la selva encontró a su tío, quien le propuso llevarla con él, ella se negó pues tenía a su esposo, por lo que los familiares planearon matar al tigre, para lo cual, la mujer convenció a su esposo que respetara a sus parientes y hermanos, la condición fue bien recibida y los shuar construyeron una casa muy hermosa y dentro de ella trampas muy certeras.

Hicieron una fogata y el animal se acostó en la cama y se durmió profundamente con el hocico abierto, llegó el momento de la venganza para los shuar, tomaron piedras candentes y le introdujeron en la boca del tigre, éste desesperado pretendió atraparles, muriendo instantáneamente. La mujer haciendo sonar el tambor llamó a sus familiares, hicieron una fiesta alegre y pomposa celebrando la muerte del tigre; la shuar quedó embarazada y dio a luz ocho tigrillos, pero la madre exterminó a los pequeños.

El Hombre que venció al Diablo

Este cuento shuar, se lo ha venido narrando de generación en generación, para que sepan todos, que la valentía de este pueblo puede más que la maldad del diablo.

Cuentan que hace muchos años, cuando los hombres y mujeres salían a realizar sus labores diarias, el diablo entraba en sus casas y metía sus manos en las ollas de barro se llevaba la comida y la carne que contenían éstas, también se robaban los granos que tenían almacenados, destruía las chacras y obligaba a los niños a bailar extraños bailes.

Esto sucedía una y otra vez, hasta que un día, un niño cuyo nombre se ha olvidado, porque desde

ese día se lo conoció como el "Poderoso hombre que venció al diablo", éste prometió a sus padres que cuando creciera iba a pelear con el diablo.

Un día, ya hombre, pidió a sus padres que lo un día, ya hombre, pidió a sus padres que lo dejaran solo en la casa. Se acostó en la cama cubriéndose todo el cuerpo a excepción de los pies, los que quedaron expuestos al calor de la fogata, a la espera del diablo, éste entró confiado en la casa, creyendo que no había nadie, cuando se percató de la presencia del joven, trató de llevárselo, halándolo de los pies, pero el joven no se dejó y luchó hasta matar al diablo (iwianchi), quién nunca más volvió a molestar al pueblo shuar.

Valladolid "Ciudad Perdida"

Cuentan que hace mucho tiempo atrás, cuando el cantón Chinchipe aún no contaba con una carretera que le una a la ciudad de Loja; existía largo camino de herradura por el cual las personas obligadamente debían transitar.

Llegó a un momento en que el pajarito desapareció misteriosamente, encontrándose el joven frente a una gran cuidad en todo su esplendor, llena de luces, sonidos de automóviles y edificios muy modernos.

Cierto día llegó un joven a Valladolid y solicitó hospedaje en la finca del señor Seferino Ramón, donde fue atendido esa noche; al día siguiente sin poder viajar debido a las inclemencias del tiempo, decidió quedarse y prepararles el almuerzo a los dueños del rancho.

Luego de disfrutar por unos momentos de esa maravillosa visión decidió avisar inmediatamentea los señores de la finca, los que acudieron rápidamente al lugar. Grande fue su sorpresa cuando llegar sólo encontraron las huellas que habían dejado peregrinos al perseguir su presa.

Luego de cumplir su tarea, tomó una escopeta y salió en busca de cacería; fue entonces cuando vio un hermoso pajarito que saltaba alegremente gozando de su libertad. El joven, al verlo tan manso, quiso cogerlo vivo; pero al acercarse, el pajarito se alejó un poco, por lo que el joven insistió en atraparlo; esta escena se repitió varias veces, mientras el joven abría camino con el machete para seguirlo.

Esta y muchas historias conjuntamente con los muros de piedra que aún existen en este lugar, hacen pensar a muchas personas que en Valladolid existe una ciudad perdida o una ciudad encantada.