REVISTA FESTES ASJ - 1952

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Portada

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Oleo por Rigobarto Soler

S. E. Jefe del Estado. Alcaldía de Alcoy. Crónica de Fiestas

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La Diana y su público

Franeiico Borona» Picó

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El Alcoyano y su «otro»

E. García Albor,

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El Viaducto de Alcoy

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L a VOZ d e l retrato

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Bodas d e Plata

Adrián Miró ......

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Becqueriana

Salvador Rueda

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. Alfonso Cortón»!!

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. Aguítín Colomer Balda

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Pinceladas de Historia

A. V. E.

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Rooelio Sanchij

Nuestros f este ros, en Portilles. Añoranza

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Antonio Cordela

Cincuenta años de Marrakesch, en cuatro gotas de tinta . Las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy Presencia de la Tradición

.

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Toma» García Figueras

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El hallazgo de las pinturas rupestres

. Jo** Cuanto Mora ........

El deporte de montaña en nuestra ciudad

Fernando

.......

Romance de Moros y Cristianos

R. j. Moya

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La mujer alcoyana a través de nuestras fiestas La obra mágica

. juan Antonio García

joti 5. ......

Ana María

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Carmen Llorca Vilaplana

Alcoy en el alma y el verso de Ganzalo Cantó. Los Rectores de cultura, hijos de Alcoy, en la nostalgia de las fiestas. Aspectos del Alcoy antiguo

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Nostalgia del moro

A. M. García

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Fiestas de Moros y Cristianos en Italia

Franciíeo Caerolj, S. D. B.

........

María LUÍ» Bonelli

Dice nuestro Presidente Honorario. A nuestro Socio de Honor

Octav¡o

Al Niño Jorge

R.goberto A|bor$ vicenj

Proyección y latido de nuestras Fiestas

E p<l,cuol y C1audío Moro

Casa Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados

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Teatros y Cines de Alcoy . Alcoy y S a n Jorge.

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Carbonail

Enr1que Q A|borj

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Cartoi

Lámina imagen San Jorge. Página gráfica. Programa Oficial de las Fiestas. Actos benéficos. Itinerario de los actos. R E P O R T A J ES Fotografías

Foto Studio, Palacio, Solbei, Viuda de Llorín!, A. Sanchíi Palomera y Blanet.

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Ca (tañer, Guarino>, V i c e n i , L. M. T., Monitor y Mora.

PROYECTO

E IMPRESIÓN:

Talleres Gráficos de PAPELERAS REUNIDAS, S. A., sobre papeles de propia fabricación.


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A Francisco Franco, artífice de la Paz.


OLVERÁ en esta nueva Primavera a engalanar sus calles nuestra Ciudad y con ello, los pechos alcoyanos a henchirse de alegría ante la llegada de las Fiestas que dedicamos cada año a nuestro Santo Patrono. Todos esperamos esos días con ilusión: unos para recordar nuestra juventud, otros para gozar de ella con sus expansiones; todos para alegrarnos con la rememoración de los hechos gloriosos que fueron expresión de la vida pletórica de energías y el espíritu cristiano y español de nuestros antepasados. Tenemos el deber de sostener la vibración emotiva de aquellas gestas y transmitirla intacta a nuestros hijos, que, a su vez, la inñltrarán en los suyos desde la cuna, para ser fieles a la misión que nos encomendó el Cielo. Por ello os requiero, paisanos todos, para que con el alma os incorporéis a los festejos que vamos a celebrar y deis, como de costumbre, el espectáculo hermoso de un pueblo alegre y afectivo, que sabe divertirse sin desmanes y sabe ser acogedor y cordial. Y, sobre todo, sabe honrar a San Jorge Mártir, su Protector constante, con las palabras de sus labios y los sentimientos de su corazón. Y así, labora por la Patria, a la que engrandece con su trabajo y realza con su religiosidad, siguiendo las huellas luminosas de su Caudillo, incansable luchador, caballero y católico, cifra de las virtudes de España. Alcoy, abril, 1952. ENRIQUE ALBORS V1CENS Alcalde de Alcoy


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O quiero comenzar este trabajo, sin antes, dedicar un sentimental recuerdo al que, hasta hace poco, era Cronista de Fiestas y uno de los festeros más entusiastas y sensibles que hemos conocido. Este recuerdo que como una oración ofrezco por la memoria de don José Moya Moya, no lo inspira un deber de cortesía y el reconocimiento de sus extraordinarias facultades, sino más bien, son un imperativo del afecto de mi corazón hacia el amigo Moya, son el mandato de nuestra antigua amistad y camaradería, forjada en momentos de profunda solidaridad y de tan intenso dramatismo que únicamente la muerte es capaz de borrar, Al escribir esta Crónica, siento alivio en el corazón porque la empiezo rindiendo merecido homenaje al que fue gran festero, insuperable cronista, amigo dilecto y, sobre todas las cosas, entrañable compañero de cautiverio. Descanse en paz. * ** En el presente año, el Jurado calificador del Concurso de Pasodobles dianeros y Marchas moras, integrado por don Gonzalo Blanes, don Julio Laporta, don José Salvador y don José Facundo, ha adjudicado el primer premio al pasodoble di añero titulado SEÑORÍO, original del Profesor de la Banda Municipal de Alicante, don José Alfosea, y el accésit, a la Marcha mora titulada MAHAYUVA, original de nuestro querido paisano y pianista don Rafael Casasempere. En la fiesta denominad,- CONCURSO DEL PASODOBLE, obtuvo el primer premio la banda de música de Beníarrés; y el segundo la de Muro La obra obligada era «Nostalgia Mora» de don Gonzalo Blanes. * ** Las fiestas, como siempre, se han desarrollado dentro de la mayor corrección y con el esplendor acostumbrado. Magnífica la primer Diana. La Entrada de Cristianos espléndida, sobresaliendo la Comparsa de Montañeses por su magnífica ordenación en el desfile y riqueza y propiedad en el vestuario y atuendo, y, la Comparsa de Labradores por la gracia encantadora de su grey infantil que, a la grupa, o aposentada sobre sus lindas casitas, o sobre pollinos soberbiamente enjaezados y adornados con detalles de delicado gusto y acierto, pusieron en la Entrada la nota de emotividad y simpatía de siempre, superada este año por la perfecta ordenación en el desfile. . La Entrada de Moros, con la fastuosidad y emoción de todos los años. Acaso debamos señalar una mayor coordinación en el desfile, y en las últimas comparsas, una continuidad tan perfecta y magnífica en

Capitán Cristiano 1951 D. Vicente Guillen) Lloréns

todas ellas que se ganaron la simpatía y admiración del público, más numeroso que nunca, sin duda alguna por ser domingo, circunstancia ésta a la que hay que atribuir tan excepcional concurrencia de forasteros, El segundo día. Festividad del Patrono San Jorge Mártir, amaneció lloviendo de fuerte temporal de levante, lo que impidió la celebración de la segunda Diana, como asimismo la procesión de la mañana en su itinerario acostumbrado, trasladándose la Reliquia del Santo con toda solemnidad, pero directamente desde la puerta lateral de la Iglesia de San Jorge a la puerta principal de la puerta de Santa María con la que enfrenta. La Procesión general de la tarde para devolver la imagen y la Reliquia del Santo, tampoco pudo celebrarse por la pertinaz lluvia, por lo que al atardecer, reuniéronse las autoridades y la Junta Directiva de la Asociación de San Jorge, acordando prolongar las fiestas un día más, y señalando para el siguiente, la segunda Diana a las nueve de la mañana, y por la tarde la Procesión General, celebrándose ambos actos con todo lucimiento, pues el tiempo, inesperadamente, aclaró por completo, sobre todo por la tarde, en la que lució el sol magníficamente, y durante la Procesión, la placidez del tiempo, contribuyó notablemente a la brillantez del acto, debiendo hacer especial mención de que nuestro Santo Patrono fue" constantemente vitoreado al paso de su imagen por todo el recorrido y de que por primera vez, innumerables luces de fuego multicolores alumbraron fantásticamente la imagen de San Jorge, en su entrada en la Iglesia, resultando un espectáculo de gran emoción, acentuada, a! dar a besar la Reliquia del Santo. Por la noche, celebróse la Retreta, en la que tomaron parte únicamente las Comparsas que a este fin se inscribieron, otorgándose el primer premio a la Comparsa de Cordón y el accésit a la de Judíos. Sería de estimar que poco a poco, el acto de la Retreta, tan sugestivo y vistoso en tiempos pasados, recobrase su antiguo esplendor. El Alardo se celebró, por prórroga, como se ha


dicho antes, el día 15, que amaneció densamente nublado y con llovizna a intervalos que arreció a la hora de la Embajada, lo que impidió su celebración. No obstante, e pesar de la persistente llovizna se verificó la Batalla y correspondiente «Encaro» con toda propiedad, siendo presenciada por numeroso público que aguantó a pie firme, la ininterrumpida lluvia, dando público y festeros fehaciente testimonio de sus arraigados sentimientos. Por la tarde, aclaró un poco, lo que permitió la celebración de la Estafeta, aunque con prudencia por parte del jinete, y ia Embajada del Cristiano, verificándose a correo seguido El Alardo con toda normalidad, aunque acompañado siempre de la lluvia. La Comparsa de VASCOS, ha secundado en este Alardo, la iniciativa de la de MARRAKETS, al vestir a sus cartucheros de uniforme vasco. Se daría un paso decisivo que embellecería el Alardo, al darle más propiedad,y carácter, si todas las comparsas imitasen el ejemplo. El pasado año, como ya se dijo, se introdujo la novedad, en la fiesta del Alardo, del disparo de los Alféreces que pasaron de figuras contemplativas al eficaz campo de batalla. Inauguraron esta nueva modalidad, con dos arcabuces solamente, y en el presente año, lo han hecho con cuatro, lo que da más vistosidad y eficacia al señorío y dignidad de los Alféreces La Aparición de San Jorge sobre las almenas del Castillo, resultó este año verdaderamente emocionante y apoteósica. Dieron propiedad al conmovedor acto una profusión bien concertada de polícromas luces de fuego, el caballo que se revolvía con agilidad sorprendente y sobre todo el jinete San Jorge, simbolizado en el niño Lorenzo Ferrándiz Carbonell, que, con serenidad impropia de sus cortos años, lanzaba certero sus flechas rodeado y envuelto por densas nubes de variado color, que caprichosa y alternativamente, pero como obedeciendo a un preconcebido plan, lo ocultaban y mostraban a los ojos de la ingente muchedumbre que presenciaba el acto prendida de sus encantadoras incidencias. Una gigantesca salva de aplausos, subrayó la emoción producida en la multitud por !a propiedad y justeza con que se representó la Aparición El novenario en honor de San Jorge, fue predicado con facilidad y piadosa sencillez por el Rvdo. Dr don José Zubíela, Director del Reformatorio del Buen Pastor, de Zaragoza. El templo, rebosante de fieles que seguían con creciente interés la persuasiva palabra del Sr. Zuhiela. El panegírico del día del Santo Patrono, estuvo a cargo del Vicario General de Zaragoza, e! lítmo. doctor D. Hernán Cortés, tan conocido y admirado de ios alcoyanos, tanto por sus virtudes como por su elocuencia. Evocó magistral mente su predicación de aquel 23 de abril en que el fermento del desorden apuntaba ya con graves caracteres, y en la que profetizó los trastornos a que estuvo sometida nuestra Patria desgraciadamente, haciendo un certero parengón con la actual situación del mundo donde la zozobra e inquietud invaden todas las esferas. La maravillosa oración de! liustrísimo Sr. Hernán Cortés, tan actual y enjundiosa, fue oída con deleite y recogimiento extremos por las dignísimas autoridades, festeros y numerosísimos fieles que llenaban totalmente el templo. Celebró el solemnísimo Pontifical nuestro insigne paisano, el Excmo. y Rvdmo. D. Manuel Llopis, Obispo de Coria, quien después de dicha la Misa, dirigió a sus paisanos unas cariñosas palabras de afecto y ternura, que agradecieron en el alma todos los fieles. Los Capitanes y Alféreces de este año han sido: Capitán Moro: Antonio Armiñana Abad, de la Comparsa Magenta. Capitán Cristiano: Vicente GuiÜem Lloréns, de la Comparsa Tomasinas Viejas. Alférez Moro: Camilo Espí Monllor, de la Comparsa Cordón. Alférez Cristiano: Octavio Fenollar Matarredona, de la Comparsa de Montañeses, Embajadores: Embajador Moro: Rafael Insa, en su primer actuación. Embajador Cristiano: Fernando Mira Mondéjar. La actuación del Capitán de Cristianos Sr. Guillem, de la Comparsa de Tomasinas merece una espe-

cial mención. De todos es conocido el accidente que sufrió el simpático y popular festero don Enrique Soler Oltra, al apearse del caballo en la «entra» oficial, desgracia que le dejó incapacitado para la actuación de Capitán. Este grave contratiempo, como es natural, causó viva inquietud en la Comparsa de Tomasinas, pues dada la inminente proximidad de las fiestas, no acertaban a resolver la apurada situación creada por la baja del Sr. Soler, en cargo de tanta monta como el de Capitán. Así las cosas, surgió afortunadamente la figura de don Vicente Guillem, que con gesto digno de gran festero, aceptó con todas las consecuencias el cargo de Capitán, normalizando con ello la situación y restableciendo la alegría en la Comparsa. El Sr, Guillem ha tenido una actuación merecedora de todo elogio, y ha lucido el cargo de Capitán con dignidad y prestancia, acudiendo a todo con mano abierta y generosa. Muy bien por el Capitán de las Tomasinas Viejas Sr. Guillem. La Bandera de la Sociedad de San Jorge, que fue inaugurada en el año 1901, ha sido restaurada en este año de 1951, habiendo prestado servicio por lo tanto cincuenta años justos. Poco a poco, van reponiéndose las faltas y deficiencias de que adolece la Iglesia titular del Santo. Hogaño, se han instalado las tres vidrieras correspondientes a la fachada principal, la del Centro, expresa la efemérides de la aparición de San Jorge, y la de ambos lados, el escudo de Alcoy, una y el de Valencia la otra. Se tenía ia costumbre, en el acto de la Aparición, de que las Bandas de música que se encontraban presenciándolo, entonasen el Himno Nacional, pero se notaba el defecto de falta de sintonización entre ellas. Para obviar este inconveniente, se dispuso que las Bandas locales se concentrasen al pie del castillo, bajo una sola batuta, lo que ha dado un exceleate resultado. La edición del programa de Fiestas de este año, ha sido recibida bien por la opinión pública, mereciendo unánimes elogios las ilustraciones del novel artista alcoyano don Ramón Castañer, insertas en el mismo. Y hasta el año que viene si Dios quiere. FRANCISCO BOROWAT Picó Cronista de Fje&tas

Capitán Moro 1951 D. Antonio Armiñana Abad


La Diana 1u M !númco

IMPOSIBLE situarse ante esta fotografía sin evo1 car el momento, preciso y ritual, a un tiempo promesa y granazón de todas nuestras Fiestas, de la primera Diana, con sus alegres prolegómenos; los abrazos y palmoteos de !os conocidos; los rostros risueños; la chiquillería curiosa que pugna por el honor de sospesar una espingarda; el amigo oficioso que pretende corregir tal cual pliegue de la capa o facilita candela al primer puro de la jornada; la admiración desplegada en tomo a los festeros —sirva de ejemplo ese chícuelo que trata de descifrar, inclinada ta cabeza, la leyenda arábiga grabada en el alfanje del Cabo—; el sol primerizo y temblón de Abril, que alarga las sombras de los curiosos. Es —debe de ser para los madrugadores: ¡son las seis de la mañana, amigos!— un instante único, con el que se ha soñado largamente y que al fin se concreta en un real y tangible hecho. Para el festero —forzoso es imaginarnos su pensamiento—, el momento debe de compendiar, no solamente un año de espera, sino el reverdecer anual de siglos de tradición, con indudable aliento universal, aunque en el espacio esté circunscrito a una plaza, unas campanas, unas banderolas y enramadas y una fingida fortaleza, de cuyos muros un toque artístico ha hecho surgir tentáculos de hiedra; espolvoreado de notas de color; salpimentado de donaires y sumergido todo en una extraña amalgama de explosiva alegría y dulzona

«saudade». Pero, también, insuflado de una mística, de una formalidad ajustada a inmutables cánones, que implícitamente se acatan y respetan en cuanto suena el primer golpe de bombo, se alinean los hombres de la escuadra y su Cabo, con aire jacarandoso y marcial apostura, inicia los primeros pasos en el ejercicio de su importante e imprescindible cargo. Momento solemne. Ya los alegres compases de un pasodoble inducen a adoptar un aire de marcha, un paso o pasito que solamente los iniciados conocen. Se aprietan las filas y el tacto de codos lo es de todo el cuerpo. Pasa un minuto, y dos y más. «Aquello» no arranca, no rompe a marchar. Es preciso aguardar todavía. Nadie da muestras de impaciencia. Ni actores ni espectadores, pues todos saben que «lo mandado», según Reglamento no escrito en parte alguna, es que la lentitud y el aparatoso andar presidan los actos festeros. Al fin, un gesto de cabeza del Cabo, que no ha cesado, mientras, en sus revoloteos y contradanzas, pone en marcha la formación, rígida como una tabla, seguida de su imprescindible cohorte de incondicionales y del pegote formado por el enjambre de anónimos admiradores. Otros festeros, otra comparsa, ocupa el lugar de la «arranca». Y el juego recomienza. Pero... nadie podría describir acertadamente lo que es en Alcoy una primera Diana. Eso... señores, ¡hay que verlo! E G. A.

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¿u (Un poco de existencialismo sobre las Fiestas)

. r¿. por ADRIÁN MIRÓ

A María Luisa Bonelli

en la nostalgia de nuestros días de Madrid.

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INGÚN hombre se logra a sí mismo en el sentido de sus ambiciones. El oscuro contorno de nuestra vida hace que no podamos ver la oportunidad de cada momento, la adecuación exacta y fecunda de cada momento a nuestra capacidad humana, a nuestro rendimiento temperamental. Frente al ser ideal del hombre —lo que pudo ser— se levanta inapelable su ser real: lo que es, lo que ha sido irremediablemente. Todo hombre, por más luminoso que nos parezca su destino, se hace —viviendo— una suma de posibilidades fracasadas. Nuestros deseos se quedan siempre en moneda pobre. Los hechos nos viven, más que vivirlos nosotros propiamente. Nos poseen con una fuerza brutal y definitiva. Por ello, el plano real de nuestra vida sería de una atormentada tesitura si no tuviese su proyección en un espacio de ensueño, sin sombras ni contornos, donde se yerga la felicidad nutrida por ingrávidas ilusiones. Todo hombre lleva en sí mismo —según expresión de Baudelaire— su «dosis de opio natural». Es un opio maravilloso que deja incierta toda frontera entre realidad y ensueño. Procurárselo significa volver a la simplicidad de espíritu y a la alegría elemental. El nombre afcoyano v i v e trabajosamente todo un año de vida real, con sus fatigas, sus esperanzas y sus fracasos, consagrado a edificar un porvenir que le decepciona porque no llena cumplidamente su avidez de existencia. Pero llega su tensión de alma a un momento en que rompe con lo cotidiano y se asoma, estremecido, a un mundo maravilloso: su mundo de «moros» y «cristianos». Es entonces cuando se manifiesta en el hombre alcoyano la más germina tendencia del niño: disfrazarse, dejar de ser él mismo, evitarse. A pesar del refrán, «el hábito hace el monje» indiscutiblemente, crea una nueva psicología. Vestirse de «fester» no sólo supone un fantástico

traje nuevo. Otro hombre está vibrando debajo de él: un hombre feliz, animoso, liberado de oficios y quehaceres, lleno de generosidad, ilusionado y soñador, casi un niño. Este hombre tiene muy poco que ver con el hombre cotidiano, el de los fracasos y las esperanzas. Es un hombre nuevo, surgido de una paradoja: la que resulta de contraponer el Alcoy festero al Alcoy industrial, la fantasía a la realidad, la generosidad al utilitarismo, la religión a la vida. Y cabe preguntar ante esta oposición fundamental cual de los dos alcoyanos sea el más auténtico. La significación de los «festers» viene dada por una perfecta unítendencia de sentimientos, Los une un gozo único, se mueven según un mismo afán popular, viven una idéntica emoción. Hay como una especie de denominador que los identifica en un fondo común humano. Una singular despersonalización los ha humanizado profundamente en una misma vibración emotiva. Cada uno de ellos podría afirman «Alcoy soy yo», como si el agregado material de calles y edificios pudiese convertirse en carne y alma de los alcoyanos. Son las grandes conmociones del espíritu las que nos llevan a un vínculo verdadero. Un único sentir une a todos los hombres ante la pérdida de un ser querido, en los momentos apasionados del amor, en la nostalgia, en la exaltación de la alegría popular. Lo diferencial, lo «inauténtico» está precisamente en el múltiple desgranar de los hechos cotidianos. Es entonces cuando el hombre es menos en sí mismo —y cada vez menos en sí mismo— porque la plenitud del ser traspasa los límites del individuo, que es sólo un pobre jirón de existencia. Las Fiestas de Moros y Cristianos nos imponen esa identificación que no conoce siglos ni personas. Y el ser humano —no lo olvidemos— está más en esos ideales que suponen un fondo de común humanidad que en sus realidades estrictamente personales, en sus ambiciones y sus fracasos. Lo perenne y significativo en el alcoyano es su representación en las Fiestas, su plenitud de vida en un mundo de ilusión frente a la impotencia de sus posibilidades individuales, pues ese ser feliz y emotivo, el «fester», al romper con la mezquina cotidianidad, nos acerca más al Hombre, en su acepción universal, verdadera y eterna.


El cancel ib rihwu ditasos de Salvador Rueda que, en apasionada geografía poética, hizo el elogio de la peineta y el mantón, del alma de Astnriai, de la mocina gallega, de la paz idílica de Tabarca, de la tierra virgen americana, de los frisos de Grecia se detiene también ante nuestro gigante de hierro y lo canta en versos robustos y pin dañe os, como un Walt Whitman español que viese la antorcha del Progreso iluminando las aguas de turbina y dínamo de nuestro Serpií.

Ríe de dos laderas gigantes suspendida la rumorosa Alcoy, ciudad al Sol dorada, cual si de inmenso golpe su forma dividida abriérase en dos gajos igual que una granada, Y desde punta a punta de la abertura extensa, para enmendar, valiente, del rudo golpe el yerro, prendiendo los dos bordes de la granada inmensa da un salto el gran viaducto, da un brinco audaz de hierro. Y allá en la hondura queda burlada la corriente, burlada por la calle de hierro firme y larga, que en arriesgada línea tendió por el ambiente el domador de abismos, el genio de Laíarga, ¡Qué hermosos se remontan los sólidos pilares lanzándose del fondo firmísimo del suelo, lo mismo que columnas grandiosas de palmares que suben con la audacia de sostener el cielo! Son como largos troncos de intrépido granito, son como tres pirámides de ansiosa arquitectura, que suben pretendiendo rasgar el infinito en un impulso heroico de gloria y de locura. Y así que arriba llegan con brío poderoso, reciben como manos sublimes y triunfales, la caja luenga y bronca del puente prodigioso cercada en sus dos bordes por férreos barandales. Corre en la altura enorme la larga celosía donde dormita el vértigo tirando de sí mismo, cual un férreo turbante de inmensa valentía que tiene por corona la frente del abismo.

En seis forzudas rótulas la vía se distiende con tanta gentileza y espléndido donaire, que encima de seis flores semeja que se tiende, encima de seis flores abiertas en el aire. La vista fascinada recorre el monumento basado en sus tres pilas igual que en tres Giraldas como un Sísifo enorme que lleva el movimiento del mundo y de la vida subido en sus espaldas. El hombre, genio, o frente de semidiós divino que audaz tendió tus cuerdas en las que el viento gira, alzó al cielo el cordaje tremendo y diamantino de un arpa inmensurable, de una grandiosa lira. Ahora te pulsa el viento, sonoro susurrando, corriendo por tus fibras sus risas y sus quejas, igual que si tu forma temblara retumbando como un panal de hierro que hiciesen las abejas. Como un panal gigante de hierro melodioso hecho con la armonía de insectos musicales; y al dar entre sus trabas el viento rumoroso resuena sacudiendo sus cuerdas verticales. ¿Te mete en las entrañas el céfiro una orquesta? ¿Tiene tu hierro flautas con las que al sol suspiras? ¿Tocas a eterna gloría? ¿Tocas a santa fiesta? ¿Hay en tus hierros pájaros? ¿Hay en tus hierros liras? ¡Eres la lengua grande, repleta de portentos, la lengua con que vibran los trágicos torrentes, eí verbo con que cantan los altos monumentos, torres y las cúpulas, los templos y los puentes! Zapato fabuloso que un pueblo al pie se lía, sandalia prodigiosa de mil baran di Majes: una ciudad te calza cuando florece el día y te ata a sus tobillos con férreos correajes. Pise tus altos cruces de barras y tornillos el pueblo que a tus plantas echó vida y raigambre moviendo ruecas, lienzos, motores y martillos y zumbe laborioso lo mismo que otro enjambre, Y finja el puente inmenso colgado al infinito al escuchar la activa ciudad que hierve abajo, el arpa de estupendo cordaje de granito que toca Dios cantando la vida y ei trabajo.

L

SALVADOS RUEDA


TAMBIÉN yo he sentido deseos de descubrir la auténtica personalidad de este majestuoso capitán. Vosotros, tal vez, creáis conocerle. Afirmaréis haberle visto otro año, montado en su enjaezado alazán, bajo el dosel movible de un polícromo quitasol, luciendo con parsimonia y dignidad los atributos de su jerarquía, al frente de abigarradas tropas muslines, bizarro y señorial como un adalid. Pero.,,, i quién sabe! He estado observando esta bella fotografía —miniado detalle de nuestras fiestas— y he creído desvelar su secreto, Este rostro venerable, pensativo; esa mirada plena de nostalgia y melancolía; esos labios entreabiertos, como musitando una oración; esa actitud gallarda y serena, no pueden menos que inspirar mi confianza, y movido por el cosquilleo de la curiosidad, he osado dirigirle unas preguntas...

* ** —Í....7 —Ptrmítemt (fue silencie mi nombre. Sólo puedo decirte <fue soy uno dt tos guerrilleros cjut apoyaron la insurrección dt Al-AzraQ, y <)uc, por divina concisión, st mt ba permitido volver a esta tierra levantina, para <jut pudiera conocrr a fondo al ¡nublo cfut un día Itjano abatió tt pedería de mi señor... —i...} — 'Amparado tn impenetrable incógnito, confundido con oíros /esteros importantts, be realizado agudas observaciones. ¡Qué cambios tan profundos se ban operado desdt aquellos tiempos basta boy! En vez de una villa agrícola y patriarcal, donde ya st tejían tas blancas telas para nuestros aljuicelts, encuentro abara una dinámica ciudad, emporio de mil variadas industrias, <jue — superando su vitjo recinto amurallado—, busca con desesperado afán más tspacio vital para sus ansias de progreso. —¿....7

—Sí, mucho sí ha desfigurado su fisonomía tn siett siglos. Pero hay cosas Que apenas batí cambiado: tsos riachuelos tan prodigiosamente fecundos, esas sierras y barrancos, mudos testigos dt nuestras refriegas y correrías, tse carácter atcodiano, <fut sonrit a todo y, también —¿por qué no reconocerlo?— ti inmtnso corazón de estas gentes. Nosotros, los árabes, en nuestro miope orgullo, desconocíamos por completo, a pesar dt tantos años dt convivencia, el corazón y el temple dt ios alcodianos, y pudimos creer debilidad lo qur no era sino misericordia. Jbora descubro <f«e est recio temple, qtit sabía perdonar al vencido, concederle derechos y aun mezclar con honra su sangre, era el mismo de aifutlla indomable raza de Pelayos y de Alfonsos, de Fernandos y Ramiros, a ¡a <}ut pretendimos dominar con nuestras alfanges y seducir con nuestro progreso material y, al fin, se nos escurrió de las manos como una bola de mercurio... y era tfut frente ata fe, la Mística y el espíritu de sacrificio dt aquellos cris-

tianos auténticos, habían dt quebrarse como cañas secas los embates det Islam. —i....? —La Historia podría repetirse abara. Antaño fuimos nosotros el terror y la pesadilla del mundo cristiano. Pero boy son otras fuerzas, mucbo más peligrosas, tas qut can su diabólica astucia entenebrecen el ansiado iris de la paz. Cristianos y moros —perennes antagonistas— st sienten igualmente amenazados por tst ciclón de odio y materialismo cfue se cierne sobre el mundo alegre y desconcertante de boy. —Í....7 —Conozco Jas intenciones del moderno enemigo dt la civilización, portfut —tn el fondo— son las mismas í}ue impulsaron al islam a su frustrada conquista del mundo. Pero estoy seguro de la firmeza det baluarte hispano — más sólida aún, por obra del dolor y la experiencia—, Que en aquellos azarosos tiempos, f-n el alto y señero torreón dt esa fortaleza, representada por vuestro pueblo laborioso, veo a vuestra enseña y a la mía flameando juntas al vienta, como un signo de paz y de concordia. Por eso ddmiro aun más a vuestras fiestas: porque no están inspiradas por odio ni rencilla bacía nttístra raza, sino por ti amor y la gratitud al celeste ltótlí a tfuirn un día invocasteis con esa misma fe que el mundo necesita para su salvación. t

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—^Magnifica lección de fraternidad universal la Que da Jtlcoy en estos días, ¿Quién lo duda? Sois tenaces en la batalla, basta arrojar al enemigo de vuestro castillo. Pero después marcháis del brazo con él. porque también es bermano uutsfro e bijo, por tanto, de un mismo Creador. Jit abí todo un símbolo de amor y de justicia, que señala con fúlgidos destellos el único y seguro cantina para instaurar la ansiada paz entre todos los pueblos. + »t

Quiero preguntarle algo más, pero la sombra del viejo guerrero se desvanece como un eco misterioso, y en su lugar contemplo otra vez la gallarda y serena figura de este caballero musulmán. ¿Realidad o fantasía? ¡Quién sabe! Pero aquellas palabras han calado ya en mi espíritu, como una profecía .• como una oración. ALFONSO CARBONELL

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1927

L amor, entusiasmo y caridad cristiana de un insigne alcoyano, sacerdote ejemplar, se debe el que este año, celebremos las Bodas de Plata de la llegada a nuestra Ciudad de los Salesianos. MOSÉN CHUSEP, junto a la fuente del antiguo Patronato, reza el Oficio Divino en un claro atardecer La sombra de un ciprés se alarga y funde en penumbra con el ocaso del día, y, a lo lejos, muy quedamente, se apercibe el recitar monótono y rítmico de las voces infantiles que aprenden en su escuela. De esta humilde escuela, han salido pequeños gigantes de la Fe que en sus puestos de trabajo han señalado con rasgos firmes y vigorosos como deben ser los obreros católicos, y eso le mueve a pensar que es preciso educar más para salvar a su pueblo. Cierra el Breviario y medita. Toda su oración mental se cifra en esos chiquillos que, con bulliciosa algazara, le piden en la cantina golpeando el plato con sus cucharas, un poco más de ración. No acuden a su memoria los sinsabores pasados, ni ias largas caminatas del estío pidiendo por las masías una limosna para sus hijos, ni los desprecios altivos, ni las negativas francas, ni las deserciones dolorosas de aquellos hijos queridos que educados en su casa le abandonan. Toda su plegaria va para esos rapazuelos de hoy y para los que vengan mañana. Es la Juventud Obrera lo que a él le preocupa y le interesa y pide luces divinas para resolver su quimera. Y el milagro se produce, tras numerosos tanteos, en los Hijos de Don Bosco, y la mano pródiga de un alcoyano se vuelca hacía este santo varón y surge espléndido el Colegio que hoy contemplamos. Sé que en algunos existen viejas añoranzas por aquella primitiva organización tan íntima, tan admirablemente llevada por Mosén Chusep, y olvidan que todo el amor de este preclaro alcoyano, tenía su expresión en la elevación moral y material del obrero porque su obra era genuinamente social cristiana. Para estos y para todo Alcoy, está la indiscutible realidad que hoy nos ofrece al cabo de veinticinco años el precioso legado que Mosén Chusep nos dejó, a la Ciudad entera, en las Escuelas Salesianas del Patronato. La capacidad de la primitiva escuela, se quintuplicó con el nuevo colegio y el próximo curso serán unos ochocientos los alumnos que allí podrán cursar sus estudios.

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La enseñanza que en un principio era ekmental, llega en su nueva fase hasta los estudios completos de Bachiller y de Comercio. En el aspecto religioso, son más de mil los muchachos que los domingos se reúnen en sus patios y reciben enseñanzas de Catecismo y Moral, y no contentos con ello, una legión de catequistas entusiastas atienden centros y patronatos rurales donde siguen el mismo método pedagógico empleado por Mosén Chusep. En el aspecto físico, es clamor unánime de los Salesianos la falta de espacio en los patios para poder atender los juegos de los niños y sus campeonatos escolares organizados por categorías y edades, ha dado origen a la «FEFUSA» —Federación Futbolística Salesiana— con su reglamento, su revisión de fichas, sus premios y sanciones, para imprimir en el ánimo de los muchachos un perfecto espíritu de equipo que es llevado admirablemente hasta las salas de estudio en donde toda superación tiene su galardón. En el aspecto moral, surge esplendoroso y eficaz el Sistema Preventivo de Don Bosco: No existe la reprensión brutal para el alumno, ni el castigo humillante para el niño, lo que hace que se reafirme y defina la personalidad de los muchachos con toda su integridad inclinada al bien; pues la corrección del mal está, en la mirada aguda del salesiano, en la nota justa aplicada al trabajo escolar, en avivar en cada chico un alto concepto de responsabilidad y dignidad. Y esta labor admirable de educar a las generaciones de muchachos alcoyanos, es la que calladamente vienen realizando desde hace veinticinco años los Salesianos. Por eso al coincidir este año con sus Bodas de Plata, hemos querido traer hasta el programa de nuestras queridas fiestas de San Jorge, la figura señera de un insigne alcoyano: MOSÉN CHUSEP y tras él la estela luminosa de su obra viva, en manos de los Salesianos. No es una fiesta más lo que vamos a celebrar; es la demostración del afecto y gratitud hacia una institución alcoyana que nació con la primavera de 1.884, precisamente el día de María Auxiliadora, 24 de mayo, entre las paredes del antiguo Círculo Católico de Obreros y continuada admirablemente desde 1927, por los Hijos de Don Bosco. Más alcoyana y más salesiana, creo que no puede ser. AGUSTÍN COLOMER BELDA A, A. Salesiano y del Patronato.


Volverá en esta nueva Primavera a engalanar sus calles la ciudad y al ritmo de sus músicas alegres sus ecos temblarán; pero aquellas «Dianas» que en la infancia henchían de ilusión, al despertar, nuestro pecho, y de asombro nuestros ojos, esas no volverán! Volverán las comparsas, desbordantes de colores, con garbo, a desfilar, y, luciendo sus telas de oro y seda, pasará el Capitán; pero aquel 'entusiasmo que, de niño, nos hacía, en las Fiestas, suspirar por vestir el primer traje de moro, ese..... no volverá! Volverán otros años, y otros siglos la cadena del tiempo forjarán; pero Fiestas de Moros y Cristianos en abril siempre habrá, porque el Santo Patrono de Alcoy, tiene en cada corazón, ñjo un altar y la fiel devoción del alcoyano, esa perdurará! A. V. E.

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N el año 1244 los dos reyes más importantes de la reconquista: D. Jaime I de Aragón y D. Fernando 111 de Castilla, firmaron el Tratado de Almizra, colocando a Biar como frontera entre sus dos reinos. Sometidos los moros, procedió el Rey Conquistador a repartir tierras entre sus hombres, y de este modo pobló de cristianos las comarcas incorporadas al Reino Aragonés. Entre las tierras que se repartieron figuran las de Alcoy, y en el Repartimiento del Reino de Valencia consta, que en 1248 se concedieron casas y alquerías de Alcoy a diversos caballeros. Entre los nombres de alquerías que se citan están Barcheta, Turch, Benehadal, Cota y Uxol. La entrega de las tierras a los cristianos sembró el descontento entre los moros, y un astuto jefe, Alazrach, aprovechó estas circunstancias para conspirar Alazrach era un moro que había prestado vasallaje al Rey D. Jaime, y éste, atraído por su simpatía y talento, le había conservado en sus tierras y hasta le había distinguido con su amistad. Al tener noticias D. Jaime de lo que se tramaba y de algunos desmanes habidos en Pego y Gallinera, en contra de la opinión interesada de sus ricoshombres, publicó en febrero de 1249 un decreto en que se expulsaba a todos los moros desleales. Esta decisión del Rey precipitó los acontecimientos, y unos 60.000 musulmanes se declararon en rebeldía. Los sublevados trataron de dominar los puntos neurálgicos de la región montuosa de la provincia de Alicante, Alazrach ordenó a su capitán Abenbazel la ocupación inmediata del castillo de Peñacadell, antiguo baluarte del Cid. Sabedor D. Jaime de la toma de aquella fortaleza que dominaba el paso a Cocentaina, Alcoy, Xexona y Alicante, según dice Zurita: .determinó socorrer Peñacadell t ir en persona*. La expedición era tan arriesgada, que la nobleza le hizo desistir de su intento, y la expedición fue dirigida por el propio hijo del monarca, el infante D. Pedro, y e! prestigioso caballero Eximen Pérez de Árenos,

El combate de Peñacadell o Benicadell fue duro y en él perdió la vida Abenbaze!, y los rebeldes se refugiaron en Alcalá, guarida de Alazrach. El cabecilla musulmán escarmentado por este descalabro solicitó una tregua que D. Jaime concedió viéndose escaso de tropas y que el rebelde aun era señor de los valles de Alcalá y Gallinera y de 16 formidables castillos de aquella áspera comarca. En 1253, cuando Alazrach esperaba pactar una nueva tregua, D. Jaime convoca en Valencia a sus hombres, y a su frente inicia la campana, contando con capitanes tan insignes como D, Ramón de Cardona y D. Guillem de Anglesola. El domingo de Pascua Florida el ejército estaba reunido en Valencia; el martes acampaba en Xátiva y el viernes el monarca entraba en Cocentaina, donde permaneció hasta el jueves, en que llegó a un acuerdo con el alcaide de Planes, de Castell y de Pego, dando comienzo at día siguiente el ataque a las posiciones musulmanas de Valí de Alcalá. Alazrach, sorprendido, no acertó a defenderse con éxito y, tras una guerra rápida, tuvo que negociar una paz en la que, según la Crónica del Rey don Jaime; «trizo promesa el moro át ífuesaldría de nuestra tierra para siembre y no volvería a ella nunca jamás*. La primera sublevación había fracasado. Alazrach cabalgaba hacia Granada con la vergüenza en el rostro y la ira en el corazón. ¡Volveré!, exclamaría para sus adentros, pero allá en las azuladas lejanías San Jorge recogería el guante de desafío, En 1276 volvió el moro acompañado de numerosas tropas granadinas. Sembró el terror a su paso y se dispuso a conquistar la pequeña villa de Alcoy. Los alcoyanos lucharon desesperadamente; abrumados por el número iban a perecer, cuando e¡ Celestial Caballero, San Jorge, derribó la altivez diabólica de Alazrach, que quedó moribundo, mientras sus bárbaras huestes huían aterrorizadas. Los planes de Dios tuvieron cumplimiento y la bandera del Conquistador, coronada con la Cruz de Cristo, quedó para siempre clavada en nuestro suelo. ROGELIO SANCHIS


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LA F I E S T A , C O M P A R T I D A

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Un grupo de festeros alcoyanos tuvo ia conmovedora ocurrencia de trasladarse a FontUles, Fueron con el designio de poner una nota de alegría en aquellos paisajes y una jornada de HUIO en el corazón de los leprosos Forren con el nobilfettno empeño de obsequiarles, de festejarles, de fundirle con ellos, aventando los escrúpulos y barreras que separan de ordinario a visitantes y visitados. Partieron de aquí con el alma Uena de ilusiones y con sus equipajes rebosantes de los elementos precisos —amén de las golosinas para el paseo— pan montar con toda propiedad una breve síntesis de nuestras incomparables Restas de Moros y Cristianos. Del mensaje que Alcoy testero envió allí en ese día memorable, de la alegría, de la emoción y gozo reinante entre los enfermos por esta entrega incondicional de amor y candad de nuestros festeros, de lo que allí ocurrió, habla inagistralmente una crónica aparecida en la revista Fontilles y que nos honramos en trascribir a continuación. Dice así:

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LOS pueblos se les puede conocer muy bien por sus fiestas. Ellas nos dan con frecuencia una síntesis, un esbozo directo del carácter de la comarca o ciudad y exponen, bajo el muestrario del color y la alegría, un resumen certero de las virtudes de sus habitantes. Aicoy está a la cabeza de los pueblos españoles que mejor saben montar sus fiestas grandes de cada año. La industriosa ciudad del Serpis ^—por tantos conceptos ilustre— merece también serio por ese concepto que a ta hora de perfilar la fisonomía espiritual de un pueblo es elemento de fuerte importancia: las fiestas. No puede dejarse en el olvido —al pretender abarcar una ciudad— algo tan propio y tan vital como es la forma de sonreír. Los pueblos señeros de la humanidad —Grecia, Roma— tuvieron abierta en la cima mejor de su serenidad clásica una sonrisa de fiestas, que sólo dejó de ser ejemplar, amable y hasta genial cuando la Hélade y el Imperio resquebrajaron por el vicio o la decadencia su fortaleza cívica y armónica. El esplendor más amplio de una fiesta popular corre parejas con la prosperidad material más correcta y feliz del pueblo que la ceiebra. Y ni que decir tiene, que está vinculado —por esencial principio del gozo auténtico— a la salud moral de la población entera, La ciudad alcoyana vive cada año en el mes de abril unas jomadas de fiesta —Moros y Cristianos— que pueden salir con toda gallardía a la primera nía de los mas famosos festejos populares que se celebren hoy en el mundo. Lejos de nuestra pluma cualquier intento de adulación, hemos de reconocer fría e imparcialmente que e! to-

rrente de color, el derroche de espléndidos desfiles, la auténtica explosión de sucesivos y espectaculares alardee, todo cuanto en Alcoy se ve al llegar el día de San Jorge forma un Conjunto de fiestas de una dudad que sólo puede obtenerse contando con una base fuerte y ancha de virtudes cívicas, ciudadanas, o si queréis, populares. Porque yerran quienes suponen que la fastuosidad y la gracia multicolor de las Restas de Moros y Cristianos en Alcoy es únicamente producto fácil de la latitud geográfica o del clima levantino. Para crear y mantener el espectáculo de la celebración akoyana de San Jorge no bastan la geografía ni el temperamento: hace falta ese fondo de virtudes a que aludimos; es necesario que haya en la ciudad, además de! clima levantino, el clima fraternal de un trabajo bien amado; y que los hombres se entiendan en la tarea sin descanso de cada día> y que se entreguen, con esfuerzo y con sueño de ilusiones al engrandecimiento material de su dudad; y que pongan en el que hacer de cada jornada, hora tras hora, loe pilares de esa concordia cívica del trabajo que luego puede dar la consecuencia de una con cordia ejemplar en la fiesta, sentida y protagonizada por todos.,.. Diríamos, en suma, que si Alcoy nos asombra con sus Moros y Cris ti ano 5, es porque antes y después de la fiesta nos admira también con la voluntad tesonera de sus hijos y con la fraternidad cristiana de sus hombres al pie de las chimeneas fabriles y humeantes. Y si todo lo que decimos es aplicado a la fiesta que se desarrolla —lógica y naturalmente— en las calles de su ciudad, ¿qué podríamos decir cuando vemos que esa fiesta magnífica la trasladan tos al coy anos a un Sanatorio de leprosos para ofrecer alegría y felicidad a los enfermos lazarinos? Todas las premisas anteriores Fe han superado y todas las consideraciones hechas están desbordadas porque ya se nos ofrecen calidades quintaesenciadas de una pureza cristiana maravillosa y rutilante en aquel fondo de buenas virtudes de la ciudad. Ya no son nobles y preciados valores de comunidad laboriosa y fraternal los que sustentan la fiesta propia: hay algo más, hay mucho más. Hay un cristianismo rotundo, lleno de alientos verdaderos de caridad, que se vuelca generosa, ejemplarmente, con esfuerzo, sacrificio y dispendio, cuando una voz dice en las esquinas akoyanas que la fiesta honrada de sus hijos y vecinos podría partirse también con los hijos y vecinos de otra, ciudad llena de cruces do] o rosas. Y eso, lectores, realizado como nosotros lo hemos visto, es sencillamente honra viva de un pueblo que posee el señorío de lo espiritual, de lo definitivo, de lo que no muere.


Qimam —Madre, ¡cómo está la calle, oliendo a fruta y a tierra, a tomillo de la sierra y a flor silvestre del valle! Salga pronto a la ventana que en el balcón ya no cabe. ¡Qué bien huele y qué bien sabe el aire de la mañana! —Mire, madre, aquella moza sentada sobre el rocín que a lomos lleva un jardín y ella es la más linda rosa. ¡Qué infantil es su sonrisa y qué amor hay en sus ojos! Entre los claveles rojos y briznas de hierbaluisa guarda miel bajo sus cejas, y si los mozos la acechan su cerco de gula estrechan envidiosas las abejas. (Sigue tí dcsfih de fiorts por ia callt en plena fiesta: (ii)iii un ramo, allá una ctsta, música, faces, colores, una carreta colgada del fleco de un limonero y el trote altare y chispero de noble jaca domada.)

—Fíjese, madre, qué maja la parejita de a pie. Al dlico, no sé por qué, le oprime un poco la faja y camina con receto, ¿es acaso la emoción por el otro corazón que tiembla bajo el pañuelo?

—iDios santo! ¿Por qué la gente cual agua del mar se agita? ¿Por qué aplaude, por qué grita? ¿Qué es lo que ve o que presiente? ¡Ay Virgen del Carrascal!, pero si es una gitana menuda, cañí, serrana, y tirando del ronzal de un tozudo borriquillo que de la carga se queja: una sartén, ropa vieja, voladores, un soplillo, un cesto y una caldera. ¡Será sinvergüenza el burro! Que dé gracias a que Curro se quedó en la carretera.

f y iít las altas montañas, de los irísales y viñas, dr las lejanas campiñas y de las huertas cercanas, llegan los mozos y mozas faciendo típicos trajes sobre bestias y carruajes y originales carrozas. La calle es un tapiz verde, el sol las ojos l( guiña a la gracia de una niña ijut uita almendra tierna muerde. ¡Campesina cabalgata: riqueza en frutos y en flores, pájaros, sedas, colores, encajes, rasos y plata!...)

—Madre, madre, ¿usted se acuerda de cuando salí' a la Entrada con mi fal dita bordada como aquella de la izquierda? «¡Qué hermosa estás —me decían— vestida de valenciana! Pareces una manzana.» Y todos me sonreían. Y agradeciendo el cumplido, ser más mujer pretendía y alzaba con picardía los vuelos de mi vestido, ¡Qué feliz soy recordando!... Mi delantal, mi pañuelo..., esta claridad del cielo..., pero, madre, ¿estás llorando?... ANTONIO CANDELA


cuatto agottib de tñta E

RA a fines de abril del primer año de nuestro Siglo. Moros y Cristianos habúin vuelto a guardar religiosamente sus atuendos'-festeros con el viejo rito de antigua tradición y se disponían a reemprender sus cotidianas tareas. Las Fiestas transcurrieron, un año más, monótonas y grises. Desde aquellos primeros conatos de festeros del «centenar de la ploma», nuestros festejos, que ya se habían dividido en dos bandos perfectamente definidos, sufrían tan poco apreciables modificaciones, que su estancamiento era constante preocupación para actores y espectadores. La única novedad que era esperada en los días abrileños la constituía el traje del Alférez, (quien al pasar a Capitán el siguiente año, lo repetía), y que, invariablemente, con mayor o menor riqueza de telas y bordados, era «na reproducción fiel del de su Comparsa, tanto en colorido como en dibujo. ¡Las Fiestas decaen!, ¡Hay que renovar las Fiestas!, eran los comentarios más frecuentes entre todos los amantes de nuestras viejas tradiciones. Inquietud constante constituía el poder llevar a las mismas, algunos destellos, pinceladas de color y luz, que nuestra Ciudad fuera capaz de desarrollar con éxito por sus innatas cualidades tan destacadas en otros órdenes. Y aquí principia nuestra historia, que es la historia del nacimiento de una Comparsa que, aportando sus entusiasmos, sublimados en nuevos y creadores afanes, había de traer a los festejos a (coy anos todas sus nobles inquietudes, consiguiendo con ello, un afán de noble emulación entre todas las demás. La Comparsa se concibió en una «peña» del Círculo Industrial, donde se reunía la más extensa gama de actividades del alcoyano solar, y en la que se lamentaba el marasmo festero, no siendo los menos parcos en censuras, que nadie podría recoger ni apuntar las soluciones que cada cual, según su personal criterio, opinaba debían adoptarse. Uno de los presentes, industrial de feliz iniciativa y festero de corazón, más avisado o visionario, resumió la discursión, poco más o menos, con la siguiente peroración: «Ni ¡a Comisión de Fiestas del Ayuntamiento que se limita a votar una ridicula subvención y fía en !a Junta de la Cofradía, ni ésta que vive tan en precario, pueden reformar las Fiestas ni elevar su plano artístico. Hay que conocer la idiosincrasia del festero que es el primero en sufragar los gastos, para saber que estas reformas, no han de hacerse al dictado de-un a Autoridad, ni al amparo de un Reglamento; han de producirse precisamente en la calle, con alma y nervio popular, para que entrando por los ojos de todos, invada el seno de las Comparsas y llegue a los organismos rectores que se cuidarán de consolidarlas; y como en la «peña» hay elementos capaces de resolver los inconvenientes que trae consigo lo que voy a proponeros, soy de parecer

que debemos incorporamos a Fiestas fundando una Comparsa nueva que rompa los moldes seguidos hasta hoy; que inicie la reforma incorporando el arte a su diseño, y dentro de poco, pues no es labor de un día, consigamos que las tres fechas clave del abril alcoyano lleguen a ser lo que San Jorge merece y nuestro pueblo reclama » La arenga, salida del corazón a los labios de don Pascual Ivorra, encendió en fervor a los contertulios. Cada cual aportó su grano de arena, siendo el primero la mágica inspiración del gran pintor don Francisco Laporta Valor que con captación maravillosa de tonalidades y perfiles, plasma sobre el papel el diseño de una Comparsa que, «fuchía del mol-le»: el traje de Marrakesch Lo presenta don Pascual a la Junta de la Cofradía para su aprobación, y ésta, bajo la presidencia del Dr, D. Leonardo Blanes Terol, lo admite el 2 de junio de 1901. La «peña» que ya es Comparsa, no desmaya y cumple tal fielmente las disposiciones dictadas por el entusiasmo de su «primer tro» don Pascual Ivorra que son vencidas las dificultades y el día 8 de abril del año de gracia de 1902, Sábado de Gloria, sale a la calle el ebanista Lorenzo Mataix Gadea vistiendo el primer traje de Marrakesch. Ha sido roto el hielo. El nuevo atuendo morisco, que se sale de los cánones, consigue general aprobación. Ha nacido una Comparsa. Sus inquietudes y sus optimismos han de llevar la Fiesta nuestra por nuevos derroteros. Ha sonado un toque de atención en el alma festera de los alcoyanos, y desde éste momento una nueva inquietud,, como savia bienhechora ha de tonificar el viejo árbol de la tradición festera. ¿Lo duda amigo lector? Un poco de paciencia para seguirme en la breve exposición de unos datos para que éstos se conviertan en una más clara visión de la nueva época que se inaugura en este día. El atuendo de [os Marrakesch ha sido como un aldabonazo en el bando Moro, cuyas indumentarias son esencialmente, más que marroquíes, que al fin y al cabo era el origen de los moros que nos invadieron allá por e! año 711, otomanas, (chaquetones y chalecos afiligranados, turbantes sin abolladuras, perfectamente


redondos que disputaban su predominio a' fez, pantalones bombachos, con sus vueltas cayendo en amplios vuelos sobre el calzado, al que ocultaban casi por completo. Actuales pruebas son los diseños de Domingo Miques y Cordón), pero a raíz de la nueva modalidad que indudablemente influye en la estética festera, pocos años después, en 1903 se incorpora a la Fiesta una nueva Comparsa f o r m a d a por una «peña» de «Apolo» y nacen los Abencerrajes impulsados entre otros por José Miralles, José Sanz, Camilo Beneyto y Enrique Matarredona, alma y tesón todos ellos del viejo árbol festero. A continuación las viejas comparsas, sin ninguna presión oficial, siguiendo orientaciones artísticas, la mayoría de las cuales muy acertadas, sin variar su colorido, — distintivo y norma—, cambian mantas por chilabas, bonetes por turbantes, arcabuces por espingardas, acortan los pantalones reduciendo bullones, modifican y adornan sus zapatillas, y aquí un detalle, allá un retoque y todo con tal arte y tanto gusto, que lo que antaño fue un desfile anacrónico y monótono se trasforma en poco tiempo y por arte de magia, en otro de tal policromía y belleza que supera en mucho a las cabalgatas refinadas del Islam. Los Marrakesch no pierden su primer impulso y cada año en la tricología festera hay un nuevo e insaciable afán de superación: Uno son los timbales tañidos por los músicos Barrachina y Casasempere, otro una carroza, el de más allá un desfile de prisioneros o una escuadra de negros... Y la Fiesta sigue y va empapándose de un sentido artístico desconocido hasta entonces, pues van abriéndose nuevos caminos con derroteros amplios e inéditos. Así llega el primer año de Capitán en el de 1910, desempeñando él cargo don Antonio Pérez Soler. En los Marrakesch todo es entusiasmo ya que van a recibir el espaldarazo festero y como hay grandes proyectos capaces de revolucionar la Entrada de Moros, se comisiona a Enrique Casasempere y Gonzalo Barrachina para que se trasladen al Norte de África. Y allá van nuestros hombres con la mejor voluntad, a contratar la traída de camellos, burritos morunos, atuendos moriscos y caballos árabes de pura raza, y hasta como nota sensacional un auténtico beduino para la Estafeta. La Entrada de aquel año fue apoteósica. La vieja calle de San Nicolás tuvo por unas horas rancio sabor de un viejo reino de Taifas. El cortejo bajaba solemne y grave siguiendo la pauta de una escuadra de negros, rítmica y polícroma, tras el estoico Capitán rodeado de banderas de Alá. Toda la calle era alburas de Marrakesch.,. Quien recuerda aquella Entrada y quiera compararla con las de las postrimerías del Siglo XIX y principios del XX, tendrá que reconocer que la iniciación de la esperada reforma estaba hecha; digamos mejor, bien hecha, sirviendo de acicate a las demás Comparsas que con nobleza de miras y siempre buscando, no una competencia y sí el engrandecimiento y esplendor de nuestros festejos, émulos también de gloria, supieron igualar y algunas y muchas veces superar en bello pugilato estas iniciativas, llegando a los majestuosos y espectaculares desfiles de hoy, en los que el orden impera, preside el arte y forman una nueva guirnalda de gloria en las sienes de la patria alcoyana. Transcurren los años. Nuevamente los Marrakesch tienen el Capitán y sus desfiles son ricos en colorido y riqueza encabezados por la figura señera del Emir, encarnado por festeros de corazón, almas en ascuas de sentir alcoyano: D Francisco Laporta Gisbert en 1924, D Camilo Candela Moltó en 1936 y D. Jorge Armiñana Silvestre en 1943, visten con digna prestancia sus papeles, ya que ser Capitán de Moros no es cambiar de indumento, sino compenetrarse y fundirse tan estrechamente con la figura que se encarna, que deje pren-

dida en la retina del expectador todo el garbo y majestad de un auténtico descendiente de los Omeyas trasplantado al viejo sotar del Serpis. Sólo hay una nota amarga en el historial de esta Comparsa y es que después de haber prestado tan excelentes servicios, viene el año 1915, y por circunstancias que no vienen al caso, no concurre a los actos que se celebran el primer día, por lo que se le impone una multa y es castigada á perder el turno, es decir a pasar al final de las Comparsas de moros, delante de las de Realistas y Berberiscos, que reglamentariamente y por ser caballerías, cerraban la Entrada de su bando, Pese a este contratiempo no se desaniman los Marrakesch en su anhelo de superación y en el año 1911 se les concede por una carroza-farol que presentan en la Retreta un premio extraordinario consistente en Medalla de Oro, «teniendo en cuenta su sentido artístico acreedor a una distinguida recompensa...» según reza el Acta original de aquella fecha. Quedan aún otros datos pero liego a la última gota de tinta .y quiero dedicarla precisamente a recordar a los beneméritos alcoyanos que con la fundación de la Comparsa que nos ocupa iniciaron e) revoque de nuestras Fiestas. Me dolería omitir algún nombre, pero ha quedado tan lejos aquella efemérides y son tan cortas las fuentes informativas de que se dispone que lo creo inevitable, por lo que anticipadamente me disculpo. Ellos fueron, y apeo el tratamiento no por falta de respeto sino por paralelismo de afanes y aspiraciones: Pascual Ivorra Carbonel!, Francisco Paya Miralles, Adolfo Morrió Jordá, Gonzalo Barrachina Selles, Domingo Espinos, Desiderio Mataix Domcnech, Rafael Monllor Aura, Juan y Carlos Cosálbez Barceló, Rafael y Antonio Pérez Jordá, Juan Barceló Botí, Enrique Gasasempere Satorre, Francisco y Emilio Silvestre Abad, Francisco Abad, Francisco Laporta Gisbert, Rafael Valor Sarañana, Salvador García Francés, Vicente Igual Cátala, Eugenio Ivorra Carbonell, Antonio Abad Gadea, Antonio Abad Pérez, Rafael y José Pérez Martínez, José Vicedo Moltó, Rafael Botí Botella, Rafael Mataix Monllor, Antonio Gosálbez y José Julia Vilaplana. La mayoría de ellos nos dejaron ya, y piadosamente pensando deben estar en la Gloria donde entrarían de la mano de San Jorge y desde allí verán complacidos la enorme evolución de nuestros festejos a los que ellos supieron dar empaque y señorío a la par y sentido artístico en cuyo empeño consiguieron el eco deseado al prender en las distintas Comparsas, con el fuego de su entusiasmo, un mayor afán de superación, que habría de redundar necesariamente en un más cuidado detalle a la par que el gran esplendor que hoy han alcanzado. Para todos los que fueron Marrakesch de antaño os pide un recuerdo uno de los más jóvenes de hogaño. JUAN ANTONIO GARCÍA CARBONELL Alcoy, abril, 1952.


Las fiestas de Moros Y Cristianos de AlcoY por TOMAS GARCÍA FIGUERAS Delegado de Cultura de la Alta Comisaria de España en Marruecos.

/CORRESPONDE a Alcoy el honor de figurar a la ca\_, beza de los pueblos de España que cuidan amorosamente, sus fiestas populares. Unas fiestas que si mejoran cada día no lo hacen nunca a costa de la tradición más pura, ni de los auténticos sentimientos populares, ni de la más exquisita manifestación artística. La historia, llena de unción religiosa, de la ayuda Divina a la reconquista, una historia que al lindar con la leyenda en torno a la figura de San Jorge se enraizaría con clásicos relatos y se cargaría, hasta saturarse, de brisa salada del Mediterráneo. Después, todo lo que se enlaza también, en procesión de siglos, con el gusto árabe por la música, por las detonaciones, por las llamaradas, por los trajes sobrios y vistosos... Hay algo tan hondamente popular en estas fiestas que nos releva de la compleja y grave preocupación histórica por su nacimiento, su desarrollo, su evolución (estas fiestas de Moros y Cristianos de Benamahoma en la sierra de Cádiz, tan lejos de levante,esas mismas manifestaciones adentradas en Aragón,,.) y es, justamente, la continuidad de una tradición. Salvo el tema religioso que constituye, lógicamente, su esencia, todo lo que tiene la fiesta de sentimiento y de gusto popular, sería auténtico para musulmanes marroquíes y para españoles levantinos y andaluces; ello es la expresión más patente de cómo estas fiestas conservan como esencia y en toda su pureza una auténtica tradición. Cuanto se elabore sobre ella, cuanto se haga porque estas fiestas ganen en esplendor y en belleza, dentro de ese cuadro, constituye un positivo acierto. Por haberlo comprendido y practicado así, Alcoy consigue cada año elevar a mayor altura unas fiestas por tantos motivos tan auténticamente españolas.

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Presencia de la tradición La tradición es, en realidad, la transmisión del «estilo» nacional de una generación a otra, ^fíinufl Cyrtru'rt ^forrrrfr. -«ldt',1 de la Hispanidad»

Galopando el favor sobre la aurora arroja el dardo de su azul venida. Jinete volador, deja encendida la divina razón reveladora. España gira proclamando el hecho del hidalgo sentir extrahumano. Afán de independencia soberano creador de las fuentes de Derecho. Se elevan de triunfo las arcadas a la marcial presencia del guerrero. La patria se recobra, y brilla el fuero por el fino perfil de las espadas. Transmitido el valor de altiva raza, vibra el clarín en la alcoyana esencia como un bello ideal de la existencia que una generación en otra enlaza. Levántense trofeos a la suerte, y el florilegio musical desborde la riqueza expansiva del acorde y el desprecio sereno de la muerte. Que encadenada esté la primavera al ritmo, a la comparsa y a la fiar, Y que tenga la cruz vuelos de amor con repliegue sagrado de bandera. Sea San Jorge el pabellón divino —estilo emocional de nuestra entraña— que exalte por Alcoy y por España la tradición augusta del destino.

por JOSÉ CUENCA MOKA


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ECÍA persona tan autorizada en materia Arqueológica, corno es el Dr. Pericot, ante las representaciones nacionales y extranjeras, en el Primer Congreso Nacional y V del Sudeste, que si la capitalidad española de la Prehistoria había que buscarla en alguna parte, esa parte era Alcoy. En el reciente hallazgo de las pinturas rupestres de La Sarga, se han visto plenamente confirmadas sus palabras. I n d u d a b l e m e n t e , la gran variedad de culturas que invadieron esta maravillosa c o m a r c a , y que un reducidísimo grupo, a los que podríamos llamar héroes anónimos, van arrancando silenciosamente y día a día, los secretos de aquellas generaciones milenarias, cuyas huellas quedaron impresas en las entrañas de la tierra c o m o archivo magnífico para la reconstrucción de la Historia de la patria chica y de España. Gracias a los trabajos incesantes que se iniciaron en 1884 en la famosa Caverna Sepulcral, bajo la dirección del ilustre alcoyano e ingeniero D. Enrique Vilaplana Julia, situada aquélla en LES LLOMETES, y cuyo material podemos clasificar en dos épocas, la Neolítica (edad de la piedra) y la Eneolítica (edad del metal) puede decirse que con

dicho descubrimiento se inicia la reconstrucción de nuestra Historia, aun cuando transcurrieron 43 años antes de que Alcoy entrara en la corriente general de la Investigación Prehistórica, quizás porque entonces, dichos estudios eran patrimonio exclusivo de un reducido grupo de estudiosos. En 1921, entra de nuevo Alcoy en la ruta trazada por el ingeniero Vilaplana, aportando a la Cronología que se inicia en Les Llometes, La Serreta, Mas de Menente, / / Mola alta de Serelles, El Pui'g, Els Dubots, masías El Roma y Vilaplana, Els Baradellos, La Canal, Ull del Moro, Els Pohuets, Aigüeta Amarga, El Sargento, Cova de la Sarga, La Pastora, El BaUe, Mas del Fondo y otros innumerables yacimientos que, por la índole de este trabajo no enumeramos. Sin embargo están representadas todas las culturas que pisaron nuestra comarca, desde el Paleolítico a la época árabe, sin que notemos la falta de una sola Cultura en la Cronología, lo que hace que Alcoy figure por derecho propio y de manera preeminente en el bagaje científico nacional e internacional. Al compás del avance general Prehistórico, se suceden los descubrimientos, haciendo su en-

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trada en el ámbito local el arte Rupestre con el del MAS DE LA COVA (Sarga), que viene a plantear un nuevo problema al ya tan complejo de la Prehistoria. De los estudios que venimos realizando de dichas pinturas, deducimos el gran interés que encierran, interés que favorecerá la visita a nuestra ciudad, en fecha no lejana, de eminentes personalidades, tales como el abate Breuil y los señores Almagro, Martínez de Santa Olalla y Pericot, entre otros. i '-

La categoría histórica de lo que pudiéramos llamar el Santuario del Arte Prehistórico alcoyano, es digno de cuidado y respeto no sólo de los alcoyanos, sino de cuantos lo visitan, porque muchas veces el deseo« nocímiento de lo que representan y significan estas pinturas dan lugar a que se destruyan documentos que se pierden para la Historia sin posible reparación. Sobre un acantilado de 180 metros de longitud aproximadamente, se hallan ocho abrigos repletos de pinturas de incalculable valor histórico y arqueológico. La mayoría de ellas perjudicadas por la acción del tiempo, otras no visibles por estar recubiertas de una capa negruzca producida por la lumbre encendida por pastores o cazadores, y otro grupo, herido de muerte por la ignorancia de algunos visitantes. La topografía del Barranco de la Cova, indica, por su magnífica posición, de qué manera organizaban los ojeos, sus •.- , moradores de entonces, para procurarse el sustento con tas menores fatigas posibles. Acosaban a venados y jabalís con dirección al Sur, donde e! acantilado les impedía totalmente el paso, lo que les permitiría rematar las piezas con relativa facilidad, aunque siempre en lucha titánica, pues el arco y la

flecha y arma de pedernal de que disponían, forzosamente hace suponer un terrible esfuerzo para cobrar las piezas. Esta interpretación, está basada en las escenas que dichas pinturas representan, en las que hay una en que dos mujeres disparan sus flechas sobre dos jabalíes, lo que nos da idea clara de la participación de la mujer en las tareas de la caza y su fortaleza y heroísmo ante el evidente peligro. ¿Cronología de las pinturas? Es innegable que encontramos tres épocas distintas, con cuatro técnicas diferentes que se apartan por completo de la técnica del arte rupestre del Levante español. Quizás nos acerquemos un poco al arte Cantábrico y, posiblemente, nos encontramos con una influencia, aunque reducida, del tipo africano. Claro está que su interpretación, ha de suscitar enconadas polémicas entre las tendencias o p u e s t a s . Sin embargo, sobre el acantilado Este, del Barranco de la Cova, se hallan firmes y seguras las siluetas que con sus mágicos pinceles trazaron los primeros artistas españoles, para que hoy, al cabo de algunos milenios podamos extasiamos ante sus magníficas obras. ¿Desde qué tiempo datan las pinturas? Fechar sería imposible, al menos de momento. Para llegar a un certero juicio, han de avanzar aún mucho los estudios antes de llegar a la completa reconstrucción de la Historia, no solamente nacional, sino universal. FERNANDO PONTSELL CORTÉS Del servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación Provincial de Valencia.

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El deporte de montaña en nuestra ciudad El Centro Excursionista de Alcoy, adherido a la Federación Española de Montaña «Bendecid Montes y Collado! al Señor. Heladas y Nieves, Hielo y Frío, Rocío y Escarcha, loadle y tnlalzidle por los siglos.» (DANIEL).

AGE algo más de un año, uno de los numerosos grupos de excursionistas que cada domingo recorren los a b r u p t o s contornos de nuestra ciudad, halló en la cumbre del Montcabrer, en el propio monolito indicador del vértice geodésico, un escrito allí dejado por montañeros de otras regiones, síntesis y compendio de las virtudes y del significado que en sí encierra el viril deporte de montaña e invitación, a un tiempo, a la dispersa afición aleoyana. Quienes, guiados por su entusiasmo, recorrían con frecuencia los riscos de nuestra comarca, intuyeron lo que de noble alentaba en su, hasta entonces, desorientada afición. Y pensaron en la multitud de alcoyanos que sienten la voz de la montaña, grupos aislados e ignorados entre sí. Y quisieron que Alcoy tuviera su Centro Montañero por medio del cual los añcionados alcoyanos se sintieran hermanados y aprendieran eficazmente a conocer y estudiar nuestra comarca, a descubrir, a amar y admirar a la región y a la Patria, haciéndoles sentir, desde las serenas soledades de nuestras cumbres, la grandeza incomparable de la obra del Creador, elevando, con el espectáculo sublime de los dilatados horizontes, sus espíritus hacia Dios, autor y soberano de la Naturaleza. Fue el primer afán atender las múltiples facetas que el deporte montañero ofrece creando, en el propio seno de la incipiente organización, junto con la Secretaría de Excursiones, las de Escalada y Espeleología, encuadrando los equipos de estas especialidades que ya cuentan en su haber con numerosas y arriesgadas ascensiones y descensos a los picachos y simas más notables de la región. Han quedado, por otra parte, organizadas las secciones de Topografía y Cartografía, junto con las de Arqueología, Biblioteca, Pintura y Arte y, de un modo especial, la de Esquí que tiene en vías de ejecución el ambicioso proyecto consistente en la construcción de un Refugio de Montaña en las proximidades del Montcabrer, lugar idóneo, por las características de sus pistas y bien situado para recoger la corriente de deportistas de invierno tanto de nuestra ciudad como de la capital de la región. Puede el Centro Excursionista de Alcoy ostentar, en su corto historial, la organización de varias Acampadas, de dos Marchas de Regularidad

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por Montaña, e! primer Concurso de Cumbres con la colocación de buzones de altura en la totalidad de las cumbres del Reino, la organización de varios cursillos de escalada, de esquí y de cartografía, así como, en otro orden de actividades, la asistencia al III Congreso Nacional de Montañismo celebrado en Barcelona, acariciándose, entre otros, proyectos tales como la publicación periódica de un Boletín Circular del Centro, la organización de exposiciones y ciclos de conferencias y la constitución en nuestra Ciudad de un Cine-Club para la proyección, en sesiones matinales, de películas de divulgación montañera y de carácter científico y artístico. Ha venido, igualmente, este Centro organizando emisiones radiofónicas y numerosos programas tendentes a fomentar entre los diversos núcleos de la provincia la práctica del deporte montañero, con la ilusión ferviente de ver florecer, con la ayuda y patrocinio de la Federación Española de Montaña, nuevos clubs de entusiastas montañeros que lleven al ámbito de la nación la voz de nuestra provincia y de nuestra ciudad. No se puede amar una cosa sin conocerla, decía Unamuno. Y añadía: La montaña, pues, despierta y acrecienta en nosotros el sentimiento patrio en mayor escala que la llanura. Conocer y admirar a España, amar a España: este es el ideal que mueve a la juventud montañera alcoyana. Esto buscan, siempre firmes y atentos, desde la atalaya de las cumbres y picachos de nuestra Patria, a la voz del espíritu, los montañeros del Centro Excursionista de Alcoy, prestos a lograr, fraterna y placenteramente, un objetivo que, por deportivo y por alcoyano, lleva dos veces el sello de la mejor nobleza. R. J. MOYA


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(CARTEL DE FIESTAS)

Al coy celebra sus fiestas de MOROS y de CRISTIANOS; sus calles huelen a pólvora, y a flores huelen sus campos. Suena alegre la DIANA, los festejos anunciando, de todos los corazones, nacen plegarías al Santo, y el nombre de JORGE MÁRTIR, brota de todos los labios, impetrando del PATRONO, la protección y el amparo. Alcoy celebra sus fiestas de MOROS y de CRISTIANOS,se escuchan tas marchas moras que van las bandas tocando; los fuegos artificiales, atruenan todo el espacio, y mil voces juveniles, enronquecen con sus cantos; y se encienden luminarias, los balcones adornando, con banderas y estandartes que llevan la Cruz del Santo. ¡Ya han empezado las fiestas de MOROS y de CRISTIANOS! ¡Ya llegaron a la Plaza, al frente de sus soldados, los bizarros Capitanes, con su atuendo legendario! ;Ya, con gran algarabía de vítores y de aplausos, hacen los nuestros, alegres, La ENTRADA de los CRISTIANOS! ¡Ya se adueñan del castillo que en la Plaza han levantado! Ahora llega la ESTAFETA, que es un moro aceitunado, portador de una EMBAJADA, para el Capitán Cristiano. Viene haciendo morisquetas, jinete en caballo bayo,ha llegado hasta el castillo.

y a sus puertas ha llamado. El Capitán, su mensaje, . hace miles de pedazos, y, en un gesto de arrogancia, ¡al moro los ha arrojado! La ESTAFETA vuelve grupas, hacia el enemigo campo, a dar cuenta a sus secuaces, del mensaje, el resultado. La morisma, enfurecida, viene por la calle abajo, que el Capitán de los moros, guerra a muerte ha declarado a los nobles defensores de los muros alcoyanos, ¡Y se traba la batalla! ¡Es EL DÍA DEL ALARDO! Los moros son numerosos; los nuestros son un puñado! Pero valientes y tercos, en el triunfo confiando, porque Mosén Torregrosa, a JORGE se ha encomendado, y, al frente de su mesnada, lucha lleno de entusiasmo! ¡Los infieles no se rinden! ¡Siguen, siguen avanzando! ¡Los cristianos, retroceden! ¡La morisma ha dominado! ¡Ya flamean en las torres, estandartes mahometanos! ¡Los de Alcoy, no se acobardan! ¡Contraatacan, como bravos! Poco dura la victoria del infiel obsesionado, que los nuestros, en su ataque, el terror van despertando... ¿Qué sucede entre los moros,

que abandonan así el campo? ¿Qué sucede que sus filas poco a poco van diezmando? ¡Que SAN JORGE, en las almenas del castillo del cristiano, arrojando flechas de oro, a los moros va matando! ¡Huye, al fin, el sarraceno, por la vega v el barranco, porque ve que no están solos los valientes alcoyanos! ¡Que SAN JORGE los protege, desde su caballo blanco! íY sus flechas, son certeras, y es atlético, su brazo! ¡Ya tremola en la alta torre del castillo soberano, la bandera victoriosa de los bravos alcoyanos! ¡Y tos fuegos de artificio, retumban en el espacio...! ¡Y, entre luces de bengalas, y entre nubes de incensarios, JORGE MÁRTIR nos bendice, sonriendo iluminado, y radiante de belleza, desde su caballo blanco! ¡Alcoy celebra sus fiestas de MOROS y de CRISTIANOS! ¡Sus calles huelen a pólvora, y a flores huelen sus campos! ¡De todos los corazones, nacen plegarias al Santo, y el nombre de JORGE, MÁRTIR brota de todos los labios! José S, SANTONJA Madrid, abril, de 1952.


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N los confines de Atcoy, más allá de las referencias que se tienen de las fiestas de MOROS Y CRISTIANOS, el forastero encuentra que la mujer alcoyana tiene también su papel representativo en ellas. Son castellanas y son moras. Moras que evocan la estancia en esta Ciudad de las razas que habitaron algunos siglos este suelo. Y, son castellanas que nacieron al nacer Castilla en la España cristiana del siglo X. Vivo exponente de la corte de Alfonso VI, Cid Campeador, arrancando a los almorávides de nuestro Reino. Toda mujer alcoyana, tomando parte en sus fiestas, o sin participar en el ¡as, convierten su hogar al llegar esta fecha, en esa especie de campamento árabe en que no falta el moro y el cristiano, y hasta el Capitán... Y por entender propicia su colaboración, rasga al par de las tinieblas de su alma, el oscuro velo de las incomprensiones; dejando libre eí camino al aire y a la luz del festero, que se traduce maravillosamente en la ENTRADA DE MOROS; mirando con los más exquisitos refinamientos la marcha de la tradición como la mujer de Lot¡ con la vista atrás. Consiguiendo asi vivir pasados siglos. ¿En qué consiste la intervención de la mujer alcoyana en sus Fiestas? Veremos que no es otra cosa que el estar poseída y penetrada de amor a su tradición. Su dominio es principalmente, el de su fina elegancia. Y aprovecha esta circunstancia, como un reflejo de la bella elegancia de su espíritu festero. Sus esplendorosos trajes, de línea correcta de castellana, tiemblan un poco bajo e! tímido sol de mediodía; cuando nuestra plaza se abre como un abanico pulsado por febriles manos para dar entrada al Capitán de los cristianos; mientras todas ellas, bien a la grupa de un caballo o en su sillón de reina, dan la sensa-

ción de presentarse a un concurso de elegancia. Y se les ve lucir y triunfar en el buen gusto como esa flor de jardines románticos, que aun en trance de marchitarse, aspira a la vanagloria del triunfo. Es decir; la belleza manifestada en su forma total y con un conjunto de colores y armonía interior, que se revela en e! acuerdo secreto de su alegría, que se descubre al exterior sin que los ojos se paren a considerar la relación de sus vestiduras con lo histórico. Y como todo punto de vista de lo bello, es de pura contemplación. Incluso cuando li mujer tiene menos fulgor en las mil fantasías de las COMPARSAS, la manera de representar el personaje, conserva ésta su carácter esencial y positivo. Es cierto que son imágenes de la fantasía, pero de tipo fijo e invariable como las Musas. Esta inminencia de la mujer alcoyana, bien castellana o mora, y también gitana acompañando al contrabandista, vuelve a brotar un año más del contacto con su historia y de sus voces cantando el Himno a San Jorge, en que se oye el rumor de esas aguas del espíritu resonando en las paredes románticas de la iglesia. Lo cuerdo no es sino recordar... Y así se recuerdan mientras quedará aliento en la memoria, lo que significan, fueron y y son en Alcoy sus fiestas y la participación que la mujer tiene en ellas. Al mencionar recuerdos, no se crea que sea ésta una Ciudad muerta, que sólo vive de su pasado y de sus recuerdos festivos. Es una Ciudad que crece sin ruido y sin fantasía al son de su laboriosidad... Tiene viejas tradiciones, doradas por los soles de los siglos, en que puede una ir soñando en un ALCOY celestial, colgado para siempre de las estrellas anunciadoras de su INVICTO PATRÓN SAN JORCE MÁRTIR. ANA MARÍA


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aquí en Madrid, tuve noticia de la empresa del lo repito, hay santos pero no tos vemos, porque el santo es huP. Cirilo Tormo, pensé en la novela de Tomás Mann. Ya milde, se escurre a h publicidad, escapa a la divulgación de su sé, no hay similitud entre una y otra obra. Si las asocié en obra, silencia sus actos, sus actos dispersos aquí y allá, prodimi imaginación fue por la identidad del asunto, por la preocu- gados al azar, nacidos sobre el lugar de una solicitud. Tenemos pación ante la misma enfermedad. La tuberculosis no era solo un concepto de lo religioso que nos impide comprender la evoun motivo de investigación médica, ni de análisis literario, lino lución y diferenciación de los santos a través de la Historia. también un asunto para los santos, Los de hoy no pueden ni deben parecerse a los del siglo XV o Yo siempre la había mirado con los ojos del literato. Me XVI. Ellos deben tener una orientación histórica, una vocación, preocupaba la relación entre la enfermedad y la Literatura, entre y al decir ésto me refiero al hecho de que son hombres de su el enfermo y su obra; el cómo de ese clima único que permitía tiempo que intervienen en él, pero apartándose de las primeras i Chopfn escribir su música divina; el por qué de esa otra ca- filas para quedar entre todos aquellos abandonados, todos racterística originada por la enfermedad y que provoca esa aquellos desgraciados que al seguir el camino de la vida se quevalentía audaz, temeraria despreciativa de la vida, tai como se dan en el último camino de la historia. Son como el pelotón de encuentra en Alfonso XII; y qué cosa era esa fuerza sublime, los torpes de la humanidad, ese pelotón de desgraciados, donde esa lucha entre la vida y la muerte que le había permitido a la se arremolinan los enfermos, los débiles, los desventurados, la actriz Sarah Berhnardt alcanzar los tonos patéticos de su arte más heterogénea multitud humana unida temporalmente por el y una casi longevidad. El misterio era pare mí inexplicable y pen- sentimiento común de su desventura para formar un gremio sin saba que la fuerza del espíritu era muchas veces superior a la sindicación posible, acogidos sólo al mecenazgo espiritual de fuerza de la enfermedad y que hasta podía vencerla. Y, de esta los religiosos Y allí, entre ellos están los santos. manera, me obsesionaban y no podía olvidar _a los enfermos Recuerdo de Spengler uno de sus mejores pensamientos protagonistas de Tomás Mann. cuando dice que el héroe desprecia la muerte y el santo desPero sí para unos ha sido una lucha contra la enfermedad precia la vida. En efecto, desprecia la vida, pero Ea suya, mienen busca de victorias y para otros un motivo para estudiar los tras sufre por la ajena. La santidad no es un impulso, ni una caracteres psicológicos del enfermo, para los religiosos era otra vocación; es una gracia. Tal vez, de un defecto de interpretacosa: aportar al enfermo un consuelo en función de su profe- ción pueden surgir desesperados, malogrados intentos de sansión misional. Así admiré desde un principio la obra del P. Ci- tidad como el del héroe Salavín, el malhadado santo de Georrilo y me sorprendió de ella que no se trataba sólo de unos ges Duhamel, consuelos espirituales, sino de una lucha ordenada y científica La obra del P. Cirilo es suya y de todos los alcoyanos, unicontra la enfermedad. Por esto no llamo a su obra, obra santa, dos en estrechísima colaboración. Cada uno contribuye con lo sino —recordando a Tomás Mann— obra mágica. que tiene, *:on lo que puede, con to que sabe Hasta un día el Y no es que yo rehuya la aplicación de la palabra santidad. dandy Brummel pagó las cuentas de su sastre con un saludo No creo, como muchos, que los santos estén sólo en e) calen- que le dirigió desde las ventanas del ciub White, cuando estaba dario, ni que pertenezcan al pasado. En nuestro mundo,, ahora, reunido con sus amigos. a nuestro alrededor, los hay. Sucede que no los vemos porque Si Tomás Mann ha hecho por la tuberculosis todo lo que nos parecen igual que nosotros y, demasiado exigentes para puede hacer un novelista, el P. Cirilo está haciendo todo aquenuestra propia bondad, somos injustos; al juzgar tas ajenas. Y, llo que les está reservado a los elegidos: una obra mágica.

CARMEN LLORCA VILAFLANA


«Vivir lejos deAlcoy, casi no es vida»—, exclamaba en unos versos desgarradores Gonzalo Cantó. La imagen de su pueblo querido era un símbolo espléndido que le llenaba de nostalgias. Alcoy surgía en Gonzalo Cantó diluido en una luz de infancia y un calor de amigos. Por eso ilevó siempre en su alma el alma de Alcoy: el efluvio de su historia, e! estremecimiento de sus fábricas, la silueta del Campanar, la fragosidad de sus montañas y unas magníficas Fiestas de arte, de júbilo y de fe.

ALCOY

MI T R A J E MORO Cuantos más años pasan, más te añoro porque crece mí amor más cada día; ¡qué inocente ilusión cuando vestía en las fiestas de abril mi traje moro! Recordando ese ayer de ensueños de oro, porque todo a esa edad me sonreía, me rebosa en el alma la alegría y, al mismo tiempo que sonrío, lloro. El que es hijo de Alcoy con Alcoy sueña, aunque luego el destino le destíerre de esa ciudad que a trabajar enseña. Yo prometo a mí Alcoy y a mis paisanos recordar, cuando Dios mis ojos cierre, los festejos de moros y cristianos.

S O Y Que procedo mal no ignoro, mas como buen alcoyano todo el año soy cristiano, pero en las fiestas soy moro. Y no lo toméis a broma, ni a chirigota, ni a risa; yo, aunque moro, voy a misa, con permiso de Mahoma. Mereceré mil protestas por mí proceder extraño; soy cristiano todo el año y dejo de serlo en fiestas. ...No me da pena ninguna comer cerdo y alcuzcuz:

Cada día parece que estoy más lejos de ese pueblo querido que tanto añoro: cada vez más me acuerdo de sus festejos, de las luchas habidas en tiempos viejos entre el bando cristiano y el bando moro. ¡Qué alegres de esos días son las mañanas! ¡qué alegres están todos los alcoyanos! ¡qué alegre es el sonido de las campanas! ¡qué alegres y vistosas son las dianas, las dianas de los moros y los cristianos! ¡Dichosos los que gozan de esa alegría que a tener yo no he vuelto desde la infancia y no sé si gozarla podré algún día!... ¡El amor a la patria nunca se enfría pues éste se acrecienta con la distancia!

M O R O al cuello llevo la cruz y al pecho la media luna. Y aun cuando digan a coro que soy un pobre chiflado, con estar yo bautizado, el vino que bebo, es moro. Y de moro en abril visto aunque pierda la chaveta, porque por algo es Profeta Mahoma, de Jesucristo. De Dios el perdón imploro, mas como buen alcoyano todo el año soy cristiano pero en las fiestas soy moro.


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Las fiestas de Moros y Cristianos son expresión de un pueMo orayent*. tr.b.l.dor y arti ta. «o ^s hay majores. Son r8Stuos83. i emotivas s inolvídatlss. Firmado: MANUEL BATLLB


ANCÍGUO CASA DE LES CORTS Fue la primitiva Casa de la Villa, núcleo de la vida urbana y centro que la enlazaba al acontecer nacional. En 1774 —reinando Carlos 111 y siendo Corregidor don Gaspar de Aranda— se llevaron a cabo las obras de reedificación La nueva «Casa de Corts» contó, desde entonces, con una amplia sala capitular, oratorio, archivo de papeles, sala para reos distinguidos, cárcel de mujeres, depósito de trigo y otras dependencias importantes. El Concejo de la Villa utilizó el viejo

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en el que se veneraba a la Virgen —recuerdo de la más primitiva devoción mariana de Alcoy—. Una tradición afirma que en aquel altar se celebraba el Sacrificio de la Misa, De todo ello, sólo queda el airoso «tou», gallardamente arqueado como un puente veneciano. 9jS5^!f!, í

caserón hasta el año 1835 en que se trasladó al Convento de San Agustín, donde ocupó —se había efectuado la exclaustración— la celda del Prior y sus inmediatas. PORTAL DE SAN ROQUE Daba acceso al «arrabal nuevo» —ampliación que de la vieja Villa hizo su señor Roger de Launa— y estaba franqueado por las torres de Riquer, derruidas en 1626. Toda esta parte, en épocas remotas, fue un barranco, pues hasta aquí llegaba —según los escritores antiguos— el llamado «de la Loba» («Na Loba»), De este portal arrancaba una pendiente en forma de gracioso arco junto a la muralla. Nuestros ascendientes la llamaban «calle del Aro» y era una de las más importantes. TOU DE L1 ANDANA Forma un cobertizo del más rancio sabor histórico. Junto a él se abría la entrada del «Postic», la más occidental de la Villa. Al lado derecho de este portillo hubo hasta 1921 un altar público

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A mi querido tío Eduardo óptimo «fester» y mejor ale oy ano.

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En mi breve estancia en Alejandría de Egipto, contemplé un moro postrado ante una grácil mezquita orando a Alá. ¿Qué vi en sus ojos? ¿Qué respondió a mi muda pregunta?

—¿Qué tienes, musulmán de tez morena, que miras con nostalgia el horizonte? ¿No tienes en tu Egipto mar y monte? Entonces ¿qué te apena? ¿No tienes en el Nilo tus vergeles, —un tapiz de jazmines y claveles—? ¿No tienes un desierto de quien eres señor, y todo abierto al bravio correr de tus corceles? He visto tus mezquitas, creación caprichosa de tu mente, y he visto que besabas reverente sentencias del coran en oro escritas. Dime qué nube tu mirada empaña. Dime en qué piensas Musulmán, responde. ¿Adonde tu suspiro alcanza, adonde? —¿Por qué me lo preguntas? ¡Oh mi España! Otra patria mejor allá tenía Cuanto hay del Turia al Betís era mío; henchido de mi altivo poderío en sus ricos vergeles yo vivía, Las huertas y jardines de mí dulce Valencia, azahar de naranjos de la más pura esencia. La mezquita de Córdoba, mi alcázar de Sevilla, la Alhambra de Granada —mi octava maravilla.—

Mis trigos extremeños, romero de Alpujarras, aceite en mis olivos licores de mis parras. Altura de las cumbres de mi sierra Nevada, y verdor en los valles de Murcia, la encantada. Sonrisas infantiles mis costas de Levante Termas nunca vistas mis baños de Alicante. Elche, palmar inmenso; Toledo, cuna de arte; Alcoy, nido de cóndores con rocas por baluarte «Mas ¡ay! se desató el alud guerrero Frente la Cruz contra la media Luna, Adversa se mostró nuestra fortuna cayendo al filo del cristiano acero. De entonces en mi pecho arder yo siento nostalgia por sus montes y sus mares ¡Cuando su nombre me susurra al viento bebo a sorbos la hiél de mis pesares! ¡España! para mí patria adorada si jamás he de verte fuera mejor la muerte soñando en los jardines de Granada.» Tal dijo el moro, y por cubrir su pena embozó en el capuz su faz morena. FRANCISCO CAEROLS 5- D, B, Yercaud-lndia


FIESTAS DE MOROS/ ¥ CRISTIANOS EN ITALIA por MARÍA LUISA BoMtt.i.i

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IENTRAS el mundo greco-latino veía tambalearse su preponderancia, los secuaces de Mahoma partieron a la conquista del mundo desde oriente a occidente. En el occidente, aparte de España y Francia, desembarcaron también en I t a l i a y nuestras costas no estuvieron tranquilas, asediadas por las continuas irrupciones, bandolerismos y rapiñas. En Sicilia, los sarracenos fueron llamados durante una insurrección militar capitaneada por Eufemio en el 817. Y sólo se vieron expulsados en 1089 por Roger de Normandía, incitado a la conquista por un propio sarraceno, Ibn at Tumnah. Este último, que dominaba en Siracusa y Catania, y que se había casado con Maymanah, hermana de Ibn al Hawas, señor de Enna y Cirgenti, en un momento de borrachera, había hecho abrir las venas a su esposa. La herida restañó y Maymanah, recobrada su salud, se fue a Castrogíovanni donde estaba su hermano que juró vengarla. Tomadas las armas contra su cuñado, lo venció y despojó de su poder. Ibn at Tumnah pensó entonces en pedir ayuda a los cristianos y (lamo a Roger, jefe de los normandos que se hallaba en aquellos tiempos en C a l a b r i a , invitándole a combatir a su cuñado para la conquista de Sicilia. Roger no esperó un momento y en poco tiempo venció a los sarracenos y Sicilia pasó" casi totalmente a la dinastía normanda en 1039. La conquista fue completada en 1091 cuando él conde Roger libró a Mesina venciendo a 30.000 sarracenos en Cerami, donde la tradición asegura que los cristianos fueron ayudados por San Jorge que se apareció sobre un caballo blanco. * ** Es indudable que el influjo del Islam en Sicilia ha dejado una huella indiscutible porque, siempre, un pueblo conquistador que vive junto al conquistado por un período de tiempo, acaba por tener con éste una asociación de pensamientos y de acción, que es tanto mayor cuanto más larga es la dominación. Por esto, el influjo árabe en España se advierte más y es más evidente que en Italia donde todavía los usos y costumbres de la parte meridional se resienten de los dos siglos y medio de aquella dominación. La religión dividía los dos pueblos. Es pues natural que los Sicilianos tratasen de librarse de! que aparecía como conquistador y como infiel en tierra cristiana. El recuerdo de estas batallas, que pudiéramos llamar de liberación, es todavía tan vivo en el folklore de nuestra tierra, que las batallas mismas se reproducen en varias fiestas que cada año tienen lugar en diversas ciudades. Una de las más significativas es la de Scicli, pueblo que se halla a cuatro millas de las playas de Donna Lucata, llamada por los sarracenos Aya Lúe ata, donde parece que ios árabes hicieron una de las últimas tentativas de asalto contra los cristianos. Los árabes se encontraron allí con los habitantes del tugar que trataron de echarlos ayudados por el mismo Roger que acudió con algunos de los suyos. La suerte, primero contraria, fue después favorable a los cristianos, que salieron vencedores. Esto dice la historia. Pero la tradición añade que la victoria de los cristianos fue debida a la aparición de la Virgen que vino a ayudarles vestida de guerrera, jinete sobre un blanco alazán, diciendo: «Heme aquí; éste es mi pueblo querido a quien protegeré con mi brazo». El folklore siciliano hace revivir esta tradición en la fiesta que se celebra cada año hacia finales de marzo o primeros de abril, en el sábado que sigue a la semana de Pasión, en un gran prado que se llama del Oliveto. A Eli el pueblo con sus «bummuliddi», recipientes de creta que, como los botijos españoles, sirven para tener frescos el vino o el agua, va a merendar alegremente y a asistir a la escena que recuerda el antiguo combate. * ** Hasta hace pocos años, la fiesta se celebraba como sigue: Desde la madrugada, las calles son un redoblar de tambores y golpes de todo género. El pueblo corre aquí y allá y los marineros y aldeanos se visten ya de soldado musulmán o de normando. A las doce se forman dos bandos: uno de cristianos, capitaneados por uno de ellos que representa al normando Ro-

ger, y otro de sarracenos que visten anchos calzones, turbante lleno de cintas, chaleco rojo y faja de! mismo color, capitaneados por otro ciudadano que figuia ser el jefe sarraceno, cuyo nombre era Belcane. Las dos huestes se reúnen en procesión para enfrentarse después en el llano del Oliveto, donde, como hemos dicho, la gente espera desde buena mañana y entretanto ha celebrado un mercado de ganado. E! llano es atravesado por la calle que lleva a Donna Lucata. Allí se ponen las dos tropas en orden de batalla. A la derecha están los cristianos con la estatua de la Virgen. Los sarracenos se colocan a la izquierda. A ellos envía Roger su embajador para que trate con su jefe Belcane. El diálago, en dialecto siciliano, entre Belcane y el mensajero no lleva a ninguna conclusión y por ello el mismo Roger se dispone <t ir a! campo sarraceno donde el generalísimo está entre sus emires y bajas. Las palabras de Roger son eficaces, pero bajas y tal vez vulgares pues son invención del mismo ciudadano, excitado en aquel momento por la inmensa muchedumbre que le está oyendo. Las palabras suelen ser aproximadamente éstas: —«¿Querrás dejar, por fin, en paz a Sicilia, criado de Mahoma, o te doy de patadas hasta tu tierra?». El diálogo continúa animado, vivaz y acaba con las palabras del sarraceno: —«Has blasfemado contra Mahoma, No puedo escucharte: guerra, guerra!». Y con las palabras del cristiano: —«Sea la guerra: en el santo nombre de Mana». Así empieza la batalla, en la cual moros cristianos se confunden entre sí. Los moros acaban por tener siempre la peor suerte, pues es éste e! momento en que aparece la imagen de la Virgen, vestida de amazona sobre un fogoso destrero. Los infieles se dan a uní fuga precipitada, perseguidos por los cristianos (vencedores ahora) hasta el límite del prado, donde los esperan dos grupos de ángeles colgados de unos palos de madera y dispuestos de modo que, cuando Üegue la Virgen, puedan bajar y hacer una reverencia Acabados los saludos, unos niños, adornados con flores de seda y oropel, suben sobre una especie de altar y cantan dando gracias a la Virgen y pidiendo protección en lo porvenir, prometiendo fidelidad y ánimo en nombre de todos los ciudadanos. En este punto, se puede afirmar que la fiesta ha concluido, pero muchos de los sciclitanos tienen la costumbre de seguir a la Virgen, que se lleva de nuevo al lugar donde la tradición relata que acaeció la batalla. Dos años después del hecho, parece que allí edificaron una ermita, dedicada a la Virgen. El lugar y la ermita se llaman hoy «delle Milizie». Y, gracias a un breve especial del Papa, se celebra una misa, por muy avanzado que esté el día. Después, se distribuye pan, sopa y vino a los menesterosos. Antes que todo acabe, no hay quien no vaya a ver la huella que se dice dejó el pie del caballo de la Virgen sobre la peña cuando acudió en defensa dé los sciclitanos. La huella se halla en un rincón de la iglesia, en una especie de oquedad rodeada por una reja. Ante ella arde una lámpara votiva. * ** Esta era la fiesta hasta hace poco. Hoy no se deja a ¡a vena popular y espontánea la tarea del diálogo entre cristianos y moros sino que se ha escrito una verdadera representación dramática que se recita sobre un escenario, erigido para tal menester. A tal representación se ha añadido un nuevo personaje: un ermitaño que hice de mediador entre los dos contendientes, De todos modos, aun hoy, el fin de la representación sigue siendo la batalla entre sarracenos y cristianos con la aparición de la Virgen de las Milicias saliendo de la iglesia mayor y llegando hasta el punto donde se celebra la lucha. Concluye la representación con un canto en que los sciditanos rinden gracias a la Virgen coq estas palabras: «Bella Amazzone invitta, alta Eroina, Gloria del ParaUisü. onor del mondo, Sopra biánco destrier Scicli t'inchina...»


XISTEN acontecimientos históricos que a medida que el tiempo transcurre, se desprenden de lo circunstancial que en ellos concurría, y dejan bien sentado lo auténtico de su ser, su verdadera realidad. Hablar de Alcoy y de sus Fiestas no es cosa muy fácil que digamos; de las ciudades mediterráneas casi asomadas a este mar tranquilo y sonoro, será acaso esta ciudad la que ofrezca mayores encantos. Alcoy tiene una desbordante

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alegría natural que dispara desde su suelo donde duermen tas huellas de las más nobles civilizaciones. Quisiera como un arpa rica en matices, cantar el mejor piropo a Alcoy y a sus hijos. Sólo me resta el ofrecerme a todos, como siempre, desde la «Silla del Moro» o del «Generalife» en esta «Granada la Bella». £/Mílítrtwí> Pritto ffladassú Granada, abril, 1952. Hijo adoptivo de Alcoy

Cotí tstas breves Untas, (futrónos fíítímtmtíjr una vez titas nuestra simpatía, nuestro cariño y admiración ai (jtneraí át Urigadtt £xcmo. Sr. D. §uillermo Prieto fttadassú, Jíijo adopti"o de Akoy y Presidente honorario de ttwfsfra .Asociación de San Jorge, 3/lártir. Wi 1a distancia, ni el tiempo, ni circunstancia alguna, podrán borrar la perenne gratitud de' los alcoyanos bada D. Quillermo Prieto, militar cabal y bombrt digno, átit durante su mando en tsta Plaza, supo coordinar admirablemente eí c«mf>f¡fM¡(nto más riguroso de sus obligaciones castrenses y las normas de convivencia con la población civil de la manera más prudente y ejemplar. Jamás olvidáronos cjue por su acertada y patriótica actuación, no ¡legábamos a distinguir la divisoria entre lo civil y h militar, y t\ut todos los akoyanos fuimos un solo y apretado haz alrededor de su mando, todo celo y dignidad Por el bien ¿fue nos bízo, al reiterarle una vez más nuestra gratitud de akoyanoí, y sobre lodc át festeros, ahora más ¡fue nunca, dt lo más íntimo de nuestro corazón, ít gritamos: ¡i A sus órdenes Qcntral''


¡ ALGOYANOS! o estrangeíro na vossa cídade nao se senté estranho L muy ¡lustre Ingeniero portugués D. Augusto Jaime TeHes d'Abreu Nunes, con ocasión del Congreso Arqueológico del Sudeste de España, celebrado en nuestra ciudad, tuvo ocasión de conocer las fiestas y hospitalidad de este pueblo quedando su alma sujeta por estos lazos de simpatía, como bien dicen sus expresivas frases que con esa esquisita delicadez, brotan espontáneamente de su fácil pluma, en el magnífico folleto dedicado a Alcoy y sus fiestas que ha tenido la gentileza de publicar en su tierra natal. Transcribo algunas de ellas... «A «Muy Leal» «Muy Linda» e «Muy acogedora» Cidade de Alcoy, alcandorada a 545 m. entre «Mariola» e o «Carrascal» tendo a seus pés o «Serpis e o «Molínar».., «A «Virgen de los Lirios» no seu Santuario da «Fuente Roja» vela, qual sentinela vigilante, por Alcoy e seu Povo»,.. —Su espíritu quedó saturado de nuestros paisajes y de sus tradiciones... «ALCOYANAS» A tua ctdade tem á entrada das suas pontes esta legenda «Están prohibidas las feas»,,.

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—De la belleza de nuestras mujeres... «As festas de «Moros y Cristianos» em Alcoy nao se podem descrever.' É necessário vé-las, admirá-las e principalmente senti-las». —Y del sentido de nuestras fiestas. Y los alcoyanos con esa gratitud que nos caracteriza, no hemos podido menos que sentir gran satisfacción del juicio que tan relevante personalidad de las Ciencias del país hermano hace de Alcoy y sus hijos. Los que le conocemos personalmente, podemos afirmar que cuantos elogios puede dedicarnos por nuestra hospitalidad y simpatía, están superados en su persona, con esa modestia, cortesía y delicadeza, dones que no se pueden adquirir, sino que brotan espontáneamente en los hombres de bien. La Junta Directiva de la Asociación de San Jorge Mártir, ha querido premiar tan relevantes virtudes, nombrándole Vocal de Honor, en artístico pergamino que reproducimos en esta página. E non queremos terminar ista ligeira descricáo, seja-nos permitido por ista nova legenda. «O estrangeiro, portugués, nao se senté um estranho na nossa cídade, é um HERMANO». OCTAVIO CANDELA


Montado en tu corcel de blanco armiño camino de la luz, te sientes dueño, sobre el alto castillo del ensueño, de tu bella ilusión de alma de niño. Tu candida inocencia es el aliño ie unas fiestas que marcan el empeño de engrandecer tu gracia de pequeño al darte la saeta del cariño. Y al renovar el rito de la hazaña con que el amor ablanda dura peña y la herida del mal con Pe restaña, dada al viento tu capa, que es tu enseña, te muestras, con el brillo que te baña, como el bello San Jorge que Alcoy sueña. RIGOBEKTO ALBORS VICENS


DESDE SABADELL

wueccwn CTLAS Fiestas de San Jorge se hallan tan íntimamente grabadas en el espíritu de todos los alcoyanos, que su honda huella no llega a borrarse jamás, aunque los azares de la vida les' obligue a desplazarse de su tierra natal. El bullicio de las comparsas, la hermandad característica entre los festeros, la devoción al Santo Libertador, no son como débil llama, que el tiempo y la distancia puedan extinguir, sino brasa intensa que se aviva aun más con 1a nostalgia del recuerdo. Ved, sino —entre muchos otros que podríamos presentar— el testimonio elocuente, expresado en estas emocionadas cuartillas, que nos envían don Enrique Pascual y don Claudio Mora, Presidente y S e c r e t a r i o , respectrivamente, de la AGRUPACIÓN ALCOYANA, de Sabadell, y que nos honramos en publicar a continuación, seguros de que nuestros lectores se sentirán también impresionados por el gesto filial y honroso de aquel puñado de alcoyanos ausentes, fervorosos amantes de su tierra y de sus tradiciones.

f UANDO la primavera apunta y su colorido v—' va engalanando el risueño ambiente de la industriosa ciudad de AI coy, un eco lejano vibra potente en el alma de sus hijos, que ansiosos esperan cada año la fausta fecha dedicada a honrar a su excelso Patrón. Ya las comparsas de moros y cristianos reorganizan sus filas. Alcoy se prepara a revivir sus viejas glorias, mientras sus hijos canalizan esfuerzos con-Ia intención de enaltecer los valores típicos de la Fiesta. Pues bien, alcoyanos, un puñado de hijos de nuestra tierra y de las altas montañas que la cir-

cundan, impulsados por imperio del destino y satisfechos de nuestra suerte, nos encontramos en la acogedora y grata ciudad de Sabadell. En nuestro hogar nacieron hijos catalanes que, orgullosos de serlo, aprecian en lo que vale su ascendencia. Cuando les explicamos nuestras costumbres y tradiciones, vemos que con infantil alborozo se les despiertan ansias de conocer lo que no podemos olvidar los mayores. Los miembros de nuestra Agrupación, también afectados por la añoranza, encauzan sus actividades en pos de la ilusión suspirada, que han culminado, desde hace algunos años, en la celebración de festejos en honor de San Jorge. No obstante ser muy limitados los medios económicos de que disponemos, procuramos enriquecer todos los actos con sus peculiares características. Se celebra la Misa al Santo, se monta el castillo, se adquieren trajes paralas comparsas, cohetes, fuegos de artificio, juguetes, caramelos, confetti, programas, banda de música, sin faltar la correspondiente y típica «olla de músic». Pese a los cuantiosos gastos y trabajos que todo ello supone, mantenemos nuestra ilusión de añadir cada año un acto más en nuestro programa de fiestas. En el presente año, y habiendo adquirido nuestra Agrupación una imagen de San Jorge, se organizan actos muy solemnes para su bendición. Todo ello patentiza que también en el corazón de los alcoyanos residentes en la industriosa ciudad de Sabadell, palpitan innatos sentimientos de amor a Alcoy y a sus tradiciones, arraigados hondamente en las entrañas de nuestra existencia. ¡Viva la Fiesta de San Jorge Mártir, Patrón de los alcoyanos! Sabadell, 1952.


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EJOR las conocemos como Hermanitas de los Pobres, pero estimamos mucho mejor llamarlas Angeles del Señor, ya que no otro calificativo merecen esas vidas tocadas, llenas de ingenuo candor y santa alegría, que consumen desde la juventud todas sus energías en holocausto de la sublime misión de atender a la ancianidad desamparada. Por lo que a los Institutos benéficos establecidos en nuestra Ciudad se refiere, seguros estamos de que la Casa-Asilo de los Pobres es el más querido y profundamente admirado de todos. Y su utilidad social importantísima, pues que no bien atendida la previsión hasta hace algunos años, y aun con ella, resulta imperioso el que alguien atienda y cuide, e, incluso, mime a esos «viejos-niños» a quienes la vida deparó, junto a la escasez o total ausencia de medios de Fortuna, una soledad familiar que solamente la caridad cristiana puede suplir eficientemente. Dios debió tocar el corazón de la Sierya de Dios Madre Teresa de Jesús Jornet Ivars, y, de rechazo, nuestra Ciudad se benefició cuando el 11 de mayo de 1878 la Congregación fundó su casa de Alcoy. Haciendo un poco de historia, resulta que la Fundación pudo darse gracias a la esplendidez del vecino don Eugenio Llopis que cedió su propia casa, en la que quedaron instaladas la Madre Sor Joaquina del Santísimo Sacramento y cuatro Hermanitas más. Al siguiente día, 12 de mayo, ya fueron atendidos los dos primeros ancianos, Francisco Poveda y Camilo Pastor, quienes con la Comunidad asistieron a la fiesta que en honor de la Santísima Virgen celebró el entonces Cura-Ecónomo de la Parroquia de Santa María, don José Llopis Tero!. Veinticuatro días después eran ya quince los ancianos acogidos en la Santa Casa, y en vista de las nuevas peticiones de ingreso y de la infidencia del hogar fundacional, se alquiló el

ctcloi edificio denominado «La Cigarrera», enclavado en la calle de Santa Teresa, en que quedó instalado el Asilo hasta mediados del mes de septiembre de 1879. En esta fecha, por cesión del Excelentísimo Ayuntamiento, pasaron al antiguo Hospital, permaneciendo en él hasta el 8 de agosto de 1880, en cuyo día, terminadas las obras de la actual Casa-Asilo, cuyo solar cedió un año antes don José Samper, quedaron definitivamente instalados en ella. En 1893 fue inaugurada la Iglesia emplazada junto a la Casa. Se establecieron enfermerías, refectorios, lavaderos y coladeros. En 1925 se levantó una planta para ropería y se llevó a cabo la instalación de calefacción térmica. Posteriormente a la Guerra de Liberación se construyó una galería para las ancianas y una espaciosa terraza, a la par que se adquiría una casa contigua al Asilo destinando el solar para jardín de recreo de los ancianos y para el establecimiento de una pequeña granja. Por esplendidez de los industriales textiles cuenta la Casa con un campo de tres nanceadas para huerto, y por la de la Industria metalúrgica con una gran puerta de hierro para el mismo. Se han construido recientemente unas hermosas escaleras de manipostería que del patio de recreo conducen al huerto... Que las Hermanitas de los Pobres gozan de inmensa popularidad en todos los sectores de Alcoy, es indiscutible; y que este favor popular es bien merecido, también, pues basta consignar que bajo sus techos han sido atendidos más de 2.500 ancianos, con un término medio de permanencia en la Casa de unos diez años, y que hoy, y desde hace tiempo, son más de cien los que simultánea• mente alberga el Asilo, para concluir el señalado servicio que a nuestra Ciudad ha venido prestando esta valencianísima Institución. J. MOYA CARBONELL


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ARA tratar de los espectáculos en Alcoy, o hay rarse otros locales más modernos y capaces, se convirque remontarse a un pasado no muy lejano en e! tió en Almacén del Regimiento de guarnición en la Plaza tiempo, pero sí inaccesible a la juventud de hoy, hasta que, arrendado por D. Teodoro Arsís, y previas o limitarse a lo que la actual generación conoce. Dicho obras de ampliación, decoración y mejoras de servicios en otras palabras: Teatro o Cine, que son como dos y accesos, dirigidas por el arquitecto D. Vicente Valls, mundos opuestos, dos potencias frente a frente, y... si abrió de nuevo sus puertas al público el 24 de febrero se me aprieta, hasta dos modos diferentes de entender de 1930, actuando en tal acontecimiento la compañía la vida y de saborearla. Nuestra ciudad siempre fue muy aficionada a los espectáculos. Puede decirse que éstos y tas excursiones al campo, cada cosa en su época favorable, han constituido sus dos diversiones favoritas. ¡Qué lejanas deben de parecer a los veteranos de hoy aquellas temporadas de finales de siglo o comienzos del actual, que duraban todo el invierno y en las que se daba un repaso general al repertorio clásico de la zarzuela española, entonces tan en boga, y se estrenaban las últimas novedades de Chapí, Barbierí, Valverde, Chueca, Bretón y tantos otros maestros de tan castizo género! Pero aquello pasó y es bien poco seguro que vuelva. Cambian los tiempos, los gustos, la psicología Sala de espectáculos del TEATRO CALDEROS de las gentes... ¿Qué es mejor? Dejemos que cada generación se forje su propio «ecu- lírica Badía-Peñalver-Almodóvar, que puso en escena mene» espiritual, puesto que la empuja y gobierna una selecto repertorio de zarzuela. Tras actuación de otras como fuerza incontenible y ciega, que responde a ocul- compañías fue dedicado exclusivamente a proyecciones tos resortes que sólo con la distancia, la perspectiva y cinematográficas Es dato digno de anotarse que en el decantado de la Historia es posible analizar, aunque esta sala se proyectó la primera película sonora que Alcoy conoció: «El Rey vagabundo». En el verano de no siempre pueda comprenderse. 1950 se interrumpieron tas representaciones para proceder, bajo la égida de la Empresa Ivarca a nuevas El más antiguo teatro de Alcoy, y el único, a fina- mejoras de decoración y alumbrado, reanudando sus les del pasado siglo, es el Principal, en tiempos refec- actividades el 29 de septiembre del citado año. Su aforo torio del Convento de Agustinos, AI decir de quienes es de 990 localidades. El Teatro Calderón, propiedad del Círculo Católo frecuentaron en su época de esplendor, presentaba un hermoso golpe de vista, con la roja tapicería de sus lico de Obreros, se alza en lo que fue solar de la casa butacas y su orden de plateas.'Por su escenario desfi- D'Escals. Inaugurado el 4 de diciembre de 1902 por la laron cuantas compañías visitaron nuestra ciudad en formación acaudillada por el gran cantante Simonetti, aquellas décadas en las que el teatro era la única diver- se representó la zarzuela «La Tempestad». Aunque de sión de nuestros abuelos. Posteriormente, y al inaugu- traza destartalada, este local ha sido siempre el de mayor capacidad de la población —en la actualidad afora 1.347 localidades—, y en él han tenido lugar todas las funciones y solemnidades locales: representaciones de ópera y galas organizadas por el Excmo. Ayuntamiento, beneficios de la Cruz Roja, homenajes a personalidades, Juegos Florales, etc., etc. Desde 1919, bajo la Empresa Cabot, se organizan a fondo fas proyecciones cinematográficas. En 1944, por cuenta de la Empresa Ivarca y bajo la dirección del arquitecto don José Cortés, se ejecutan importantes obras de mejora y acondicionamiento: elevación de la techumbre, con ocultación de los antiestéticos

Viita del salón de proyecdon« del CINE AVENIDA


Sala de espectáculos del CINE C O Y A

Caballetes que lo afeaban; nueva instalación eléctrica, calefacción por aire caliente, ampliación de! patio de butacas, con substitución de los asientos, mejora del vestíbulo y salón de fumar y nueva decoración del salón y dependencias, llevada a cabo por la firma valenciana «Mariano García». Por el escenario de este nuestro primer coliseo han desfilado primerísimas forma: ciones de la dramática y lírica españolas: Rosario Pino, Albors y Diego í . Montañés se inaguraba, el 16 de noEmilio Thuitlier, Margarita Xirgu, Granieri, Sagi Barba, viembre de 1949 con la película «La Mies es mucha» Carmen Cobeña, María Patou, Pablo Gorgé, María Gue- un moderno local cinematográfico con el título «Goya». rrero-Fernando Díaz de Mendoza, Emilio Vendrell, Ma- De traza clásica, en su decoración se han utilizado elementos severos y dignos. Dirigió las obras e inspiró na Espinalt, Marcos Redondo y Alejandro Ulloa. El Teatro Circo sigue en antigüedad al Calderón la decoración e! arquitecto D. Roque Monllor. Es un pues se inauguró el 4 de septiembre de 1903 con la salón capaz para 1.157 asientos, en dos plantas, con presentación de Pascual Gregori, representándose las cómodas butacas en ambas, Gon anterioridad, en el zarzuelas «Carceleras» y «El Puñao de Rosas». Este sa- mismo solar habíase instalado un cine de verano que lón ha sido donde más variadas representaciones se han funcionó durante algunas temporadas. dado, desde el señero de la ópera —Fleta cantó en él * ** «Carmen» el 23 de mayo de 1926—, hasta los popuEl crecimiento natural de Alcoy, que se expande en lares del circo y el folklore, pasando por inolvidables la orilla izquierda del río Barchel!, ha llevado consigo la campañas dramáticas y líricas, que ilustraron los nom- erección de nuevos locales de espectáculos que sirviebres de Borras, Morano, Thuillier, Ricardo Calvo, Car- ran a los núcleos de población asentados en esta zona. men Moragas, Gorgé, Leopoldo Gil, los Vetasco, MaPerteneciente a la misma Empresa del cine Aveninuel Gas y Elio Guzmán. da, álzase el «Capítol», emplazado en la confluencia de Arrendado por D. Rafael Ivorra Reig, su tradicio- la Avenida de José Antonio y Góngora. El local, muy nal empresario, a la entidad propietaria del inmueble, amplio, es, capaz para 574 butacas de patio y 333 de Sociedad Benéfico-Social «El Trabajo», durante el ve- preferencia y se halla decorado con motivos clásicos, rano de 1944 se reformó totalmente el local, moderni- con tintes de modernidad. Dirigió las obras D, Joaquín zándolo en su decoración, alumbrado, calefacción, Aracil y se inauguró el 20 de abril de 1950 con la pegraderío de general y patio de butacas, vestíbulo, et- lícula «El Tercer Hombre». cétera, etc. Dirigió estas obras el arquitecto don José Un nuevo local de espectáculos se está actualmente Cortés. Afora 1.247 localidades. edificando, por cuenta de la Empresa Ivarca, frontero * ** al Capítol, con fachadas a José Antonio, Góngora y El 15 de junio de 1944, en los solares resultantes Cid Este salón —todavía no se ha pensado en qué de derribos efectuados entre las calles del Carmen y nombre llevará—, no se parecerá a ninguno de los que Santo Tomás, se abría, con la película «Mamá a la someramente llevamos reseñados —en realidad, dudafuerza», un cine de verano capaz para t 400 asientos, mos tenga parigual en España—, ya que estará dedicado propiedad de la Empresa «Avenida, S. A,». Terminada a los espectáculos al aire libre de cualquier clase, diurla campaña estival, se erigía un local de una planta, nos y nocturnos: teatro, cinematógrafo, circo, concierdotado de todos sus servicios, con aforo de 1.000 lo- tos, atletismo,etc., con magnífica visibilidad desde todas calidades, inaugurándose el 18 de enero de 1945 con las localidades —butacas, anfiteatro y palcos—, y per«.La Ciudad de los Muchachos» Menos de dos años fecta audición. Será algo nuevo: la urbanización decodespués, el 29 de diciembre de 1947, se remataba la rosa del cine de verano, estampa sempiterna de lo proobra definitiva, dirigida, como e! anterior local provi- visional y mezquino. Su escenario, con foso, será sional, por el arquitecto D. Joaquín Aracil, dotada de amplio, con camerinos y almacenes; una sata de fiestas un anfiteatro capaz para 350 asientos y un patio de en la parte recayente a la Avenida de José Antonio, butacas de 890. La película inaugural fue «Caprichos dotada de todos los servicios y comodidades moderde Madame». Este local, de líneas modernas y decora- nos. Autor del proyecto ha sido el arquitecto valenciano ción adecuada, dispone de vestíbulos cómodos y ele- D. Juan Guardinla; dirige las obras su colega alcoyano gantes y está dedicado exclusivamente a proyecciones D José Cortés, Aunque no del todo terminado, en la próxima temporada veraniega ya se proyecta celebrar cinematográficas. * ** funciones de diverso género. Dos teatros, cuatro cines y un cine-teatro de veraEn la esquina situada entre las calles de Rigoberto no. No podrán decirlos alcoyanos que no tienen donde solazarse, SCCCIOI^ LQHSITUOtfMi.

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E. GARCÍA ALBORS

Sección longitudinal del Teatro de Verano en construcción.


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E ahí dos sustantivos propios, que se compenetran y entrelazan muy admirablemente. Porque decir Alcoy, significa eF pueblo de San Jorge, así como nombrar a San Jorge es recordar la milagrosa aparición de nuestro Santo Mártir en este desde entonces venturoso pueblo, que recibió de lo Alto ía Gracia de vencer a los sarracenos capitaneados por AI-Azraq, en aquella gloriosa epopeya de abril deJ276. La significación de esta victoria, premió a la acrisolada fe de nuestros antepasados, muy bien ia estimaron los nuestros que, en el Consejo Municipal de aquella entonces Villa de Alcoy, previa declaración de la Aparición del Mártir de Capadocia montado sobre blanco corcel, tomaron el solemne acuerdo de erigir Patrón de Alcoy al Glorioso San Jorge Mártir, comprometiéndose a conmemorar y celebrar las religiosas y tradicionales fiestas abrileñas, lo que sin interrupción se ha cumplido, salvo los años de revoluciones intestinas y los aciagos tiempos de la República española. Es por ésto que todo pecho alcoyano, no tiene la integridad de esta su patria chica sino es al mismo tiemno un devoto y entusiasta de nuestro Santo Patrón, Nuestras fiestas de San Jorge tienen, por este doble adjetivo de los habitantes de Alcoy, un alto sentido religioso y tradicional, son fiestas de bullicio y regocijo porque son fiestas de amor y de hermandad. Es por esta circunstancia que, en estos díaí jesteros, se ahuyenta el odio de nuestra tierra, se reúnen dentro de las comparsas, empresarios y productores, intelectuales y peones, ricos y pobres, ai socaire de la devoción a San Jorge, y en estrecha unión de hermandad, en la más completa camaradería, beben, comen, brindan, ríen y bailan los clásicos bailes de las comparsas que constituyen la alegría de cuantos espectadores contemplan el extraordinario humor que derrochan aquellos, siempre acompañados por las respectivas bandas de música, que cautivan la admiración del gran número de los forasteros que nos visitan en estos días Pero ese alcvyattismo, amor a las tradiciones patrias, si es grande para los fcsters y para los alcoyanos de pura cepa también residentes en Alcoy, no lo es menos para quienes las circunstancias y azares de la vida o el desarrollo de su profesión los ha arrancado de la patria chica. Así se explica perfectamente que en 1918, un puñado

de alcoyanos, atacados gracias a Dios de vn encendido alcoyanismo, fundaran en Madrid la Asociación de San Jorge Mártir de Madrid que, cuenta con un hermoso altar, hoy en la Iglesia de las Comendadoras de Santiago, y una talla policromada de gran tamaño debida al notable artista catalán D. Sixto Atberti. La colon i a. al coy ana de Madrid, capitaneada por el prestigioso Clavario D. José! Juan Aracil, Ingeniero de Caminos, ha ido recabando la inscripción de los alcoyanos residentes aquí, y al socaire de los fervorosos jóvenes estudiantes que van renovándose en la Asociación, a la que todos pertenecen, va celebrando todos ios años la solemne Misa Mayor a San Jorge Mártir, con lo que nuestros corazones se satisfacen ai revivir el 23 de abril, aquellas fiestas gloriosas y tradicionales de la ti e mica. Igualmente, pocos años después, surgió en Valencia otra Asociación de San Jorge Mártir, segunda hermana nuestra y ambas, hijas amantes de la antiquísima asociación de San Jorge Mártir de Alcoy, que con tanto fervor, esmero y acierto, organiza aquella solemnísima novena, tan concurrida, espléndido marco-y clamoroso prólogo a las nombradas religiosas y tradicionales fiestas de Moros y Cristianos en honor de nuestro Insigne Patrón San Jorge Mártir. Y me van a permitir los numerosos alcoyanos residentes en algunas capitales populosas, Barcelona por ejemplo, una expansión a mi espíritu. No solamente no dudo, sino que tengo un alto concepto del alcoyanismo de cuantos se ven obligados a vivir en estas capitales, en busca de prosperidad y fama. Seguramente tienen que sentir nostalgia de la patria chica al aproximarse la memorable fecha del 23 de abril, pero pueden templar su espíritu, reviviendo la fiesta de San Jorge, si se reúnen tres alcoyanos entusiastas y recaban adhesiones e inscripciones para constituir la respectiva asociación hermana de las de Valencia y Madrid, Con ello lograríamos que el calor y fervor patrio se fuera extendiendo por todas partes y que simultáneamente en Alcoy y en varias capitales de España viviéramos en espíritu el memorable 23 de abril, cantando todos juntos el amor a nuestro Insigne Patrón San Jorge Mártir y rememorando todos aquella gloriosa epopeya que salvó a nuestro Alcoy. Madrid, marzo de 1952, CARLOS MWAIX


SAN J O R G E , MÁRTIR PATRÓN DE ALCOY


Uno de los mayores encantos de la Entrada de Cristianos lo ofrece la Comparsa de Labradores. Es tradicional en ella servir de marco protector para que la grey infantil alcoyana y'festera, montada sobre enjaezados rucios o sobre diminutas carrozas artĂ­sticamente adornadas, derroche gracia y salero, causando con su bullicio la delicia de sus papas, festeros tambiĂŠn...

No es menos sugestivo el vigoroso y espectacular desfile de las escuadras en la famosa Entrada de Moros, acto de belleza sin par, y por antonomasia, el mĂĄs profundamente contemplado y sentido por la muchedumbre alcoyana.


HOY MORDÍ Y CRIÍTIANOÍ

FlEfTAf DE SAN JORGE DEL 20 AL 30 DE ABRI

PROGRAMA OFICIAL de los tolemnet Fiestas y Cultos que/ en cumplimiento del voto popular/ dedica Alcoy a tu Intigne y Celestial Patrono San Jorge/ organizado* por tu antigua Atociaclón en unión del Excelentísimo Ayuntamiento de esta Ciudad*

A BB ii

12 S 'h

da

A las ocho de la noche, será trasladada procesionalmente la imagen de nuestro Santo Patrono,

San J o r g e / Mártir desde su Iglesia a la Parroquia de Santa María, (Iglesia del Santo Sepulcro), donde se ha de celebrar el solemne OCTAVARIO, concurriendo los festeros, cofrades, Junta Directiva de la Asociación y Autoridades.


A B R I L

13 Domingo

Como proclamación oficial de las próximas Fiestas, a las diez de la mañana se efectuará el tradicional acto llamado

LA

GLORIA

Abrirá marcha un escuadrón de clarines, seguido de los Heraldos de la Ciudad, y a continuación formarán un festero de cada comparsa luciendo sus respectivos y vistosos trajes, recorriendo las principales calles de la población con las bandas de música locales. A las siete y media de la tarde, primer día de O C T A V A R I O en honor del Santo, con exposición de S- D. M., rosario, novena, letanías, sermón, gozos y reserva, cantándose al finalizar el Himno a SAN JORGE MÁRTIR.

A B R I L

19

Tiro Nacional de España A las tres de la tarde y en el Polígono de Paya, se dará principio al CONCURSO LOCAL DE TIRO DE FUSIL

Sábado

organizado por la Sociedad de Tiro Nacional de España.

A B R I L

A las nueve de la mañana y tres de la tarde, CONCURSO DE TIRO DE PISTOLA en el mismo lugar del día anterior.

20 Domingo

A las diez de la mañana, GRAN CARRERA CICLISTA libre, en la que se disputará la 2.a Copa San Jorge. Al anochecer, inauguración oficial de la F E R I A y a continuación, en la Plaza de España, CONCIERTO MUSICAL.

A las nueve de la mañana, continuación del CONCURSO DE TIRO. A B R I L

A las cuatro y media de la tarde, FIESTA

DEL

P A S O D O B L E

por las bandas de música de comparsas que se inscriban para este concurso, terminando este desfile en la Glorieta. Se otorgarán diversos premios a las bandas mejor calificadas. A las nueve de la noche, será disparada GRAN TRACA A las diez, la clásica NIT

DE

VALENCIANA

L'OLLA

Terminada la cena, desfilarán todas las Comparsas desde sus centros respectivos a la Plaza de España.


A B R I L

22 Martes

Comienzan los actos con que Alcoy conmemora, anual y suntuosamente, una brillante gesta de la época de la Reconquista, con sus inimitables fiestas de

y/loros Al toque del Alba, seis de la mañana, a los acordes del Himno Nacional es izado el estandarte cristiano en la más alta torre de la simbólica fortaleza, y, después de rezar el Sargento cristiano el Ave María, da principio la

Primer

Diana

grandiosa manifestación de nuestras fiestas, en la que toman parte las comparsas de los bandos Moro y Cristiano, con sus veinticinco bandas de música. A las diez de la mañana, forman las fuerzas cristianas en la Plaza de la Virgen de los Desamparados, iniciándose, desde allí, la

Entrada de Cristianos que recuerda, en un brillantísimo desfile, la diligencia con que los alcoyanos acudieron a la defensa de la plaza amenazada, concentrando las fuerzas de los caseríos vecinos. A la misma hora, el representante del entonces Alcaide de la Villa se dirige desde la fortaleza, con su séquito; para esperar al Capitán de Cristianos, a quien entrégalas llaves del Castillo: apéase el Capitán delante de la Iglesia de San Jorge, donde es recibido por el representante del histórico personaje Mosén Torregrosa, y después de orar brevemente en el templo, implorando de San Jorge el triunfo de sus armas, continúa este acto de gran ostentación de los Caballeros de la Cruz. A las tres y media de la tarde, las fuerzas mahometanas efectúan con gran fastuosidad la

Entrada de Moros acto del más puro sabor árabe, que maravillosamente evoca el sitio puesto por las fuerzas del caudillo Al-Azraq, en un magnífico alarde de propiedad y riqueza. A las siete de la tarde,

Paseo General en el que toman parte las comparsas de los bandos moro y cristiano. A las once de la noche,

Serenatas y diversas actuaciones en distintos puntos de la ciudad.


A B R I L

23

JrCtieono (i n

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Miércoles A las siete de la mañana, se repite el acto llamado

Segunda Diana con la variación de recorrido, indicado en el Itinerario. A las ocho, en la Iglesia del Santo Patrono,

M i s a de C o m u n i ó n con plática y asistencia de todos los asociados. A las diez y media, las comparsas de los Capitanes y Alféreces de los dos bandos, los Gremios, comisiones, Junta Directiva de la Asociación, reverendos Cleros, Autoridades Civiles y Militares y Jerarquías del Movimiento, acompañarán, desde la Iglesia de San Jorge a la Parroquial de Santa María, la reliquia del Santo. A las once, en la Iglesia Arciprestal

S o l e m n í s i m a Misa Mayor a gran orquesta y con panegírico de San Jorge, cantándose al Ofertorio el «WUALI, WUALI», del insigne músico alcoyano maestro Espí, terminando con el Himno de San Jorge cantado por todos los fieles. A las tres y media de la tarde, las comparsas de Moros y Cristianos acompañan hasta el Círculo Católico de Obreros a todos los asilados en centros benéficos de la localidad para presenciar los actos de fiestas, siendo obsequiados al final con un espléndido chocolate. A las cinco y media, con objeto de devolver a su Iglesia la Reliquia e Imagen de San Jorge, se veri6ca la

Procesión General con asistencia de las comparsas de Moros y Cristianos, fieles, invitados, Gremios, Cleros de las tres Parroquias, Junta Directiva, Autoridades civiles y militares, Jerarquías del Movimiento y el Excelentísimo Ayuntamiento, dándose a besar la reliquia del Santo. A las once de la noche,

R E T R E T A por las comparsas que deseen tomar parte en este acto, distribuyéndose distintos premios en metálico a las que concurran con mayor vistosidad.


A B R I L

24

A las siete de la mañana tiene lugar el

.

CONTRABANDO

introducido por las comparsas de Andaluces y Labradores.

Jueves A las nueve y media, y como preludio de la batalla que ha de librarse, se despliegan en guerrilla todas las Comparsas, recorriendo la parte alta de la población el bando moro, y el cristiano la parte baja. A las diez, cesa el fuego y se posesionan del Castillo el Capitán y Alférez cristianos con sus comparsas, verificándose acto seguido la

E S T A F E T A El Capitán de las fuerzas moras ordena a uno de sus oficiales monte en brioso corcel, llegue hasta la Fortaleza y exija imperiosamente la rendición de la plaza. Despreciada la pretensión por los cristianos, retorna el emisario en velocísima carrera, y entonces el jefe musulmán destaca a su Sargento Mayor para pedir parlamento. Concedido éste sale del Castillo una escolta cristiana que acompaña al Sargento hasta el encuentro con su embajador, quién atraviesa la plaza sitiada con los ojos vendados, y llegados todos ante la Fortaleza se verifica la

E m b a j a d a del Moro Terminado el parlamento se provoca por los cristianos la

Gran Batalla o Alardo que finaliza con la victoria, asalto y toma del Castillo por el ejército moro, quién iza en sus almenas la bandera de la Media Luna. A las cuatro y media de la tarde, después de los actos preliminares análogos a los de la mañana,

Estafeta y Embajada del Cristiano seguida de la Batalla que es adversa para el bando moro, y, arrojado éste de la fortaleza, es izada de nuevo la enseña de la Cruz. Todas las Comparsas de Moros y Cristianos, ante las Iglesias de la Virgen de los Desamparados y la de nuestro Santo Patrono, desplegados en guerrilla, rendirán fervoroso homenaje con estruendosas salvas. Las Comparsas de los Capitanes y Alféreces, visitarán la Iglesia de San Jorge, ante cuya imagen orarán y darán gracias por la celestial ayuda recibida. A continuación se reunirán al pie del Castillo. Y a las nueve en punto de la noche, a los acordes del Himno Nacional, interpretado por todas las bandas de música, tiene lugar la

A p a r i c i ó n de San J o r g e sobre las almenas de la Fortaleza, entre nubes de incienso y en apotedsica visión de luces y de color.


A las tres de la tarde, se celebrará la final del CONCURSO de ABRIL

26 Sábado

TIRO

DE F U S I L Y P I S T O L A

adjudicándose a los ganadores los correspondientes premios. A las siete de la tarde, en la Plaza de España,

GLOBOS, MONTGOLFIERS Y CUCAÑAS amenizando el acto una banda de música.

A las siete de la tarde, en la Plaza de España, A B R I L

27 Dom i ngo

CONCIERTO

MUSICAL.

En el Campo del Collao

GRANDIOSO FESTIVAL

DEPORTIVO

• en la que se disputará la final de la Copa San Jorge.

A B R I L

28 Lunes

A B R I L

29 Martes

GRANDES FESTIVALES organizados por Educación y Descanso. A las siete de la tarde, en la Plaza de España,

C O N Cl E R T O

MUSICAL

A las cuatro de la tarde,

Concurso de Palomas Deportistas 1952 • en el que se disputará la Copa Excelentísimo Ayuntamiento.

A las once de la noche, A B R I L

30 Miércoles

Gran Castillo de Fuegos Artificiales Con este acto, darán fin en el presente año las tradicionales FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS que el entusiasmo popular alcoyano ha mantenido durante siglos, con el aliento de su fe religiosa y el alegre brillo de sus más queridos recuerdos.


QUE DIFERENTES COMPARSAS TIENEN ORGANIZADOS DURANTE LOS DÍAS DE FIESTAS 22 a b r i l . — J U D Í O S - - 23 abril.-MONTAÑESES. GUZMAÑES . NAVARROS.

LLANA . . . . ABENCERRAJES . . DOMINGO MIQUES VASCO S REALISTAS . VERDES . . 24 a b r i l . — V A S C O S . . TOMASINAS ANDALUCES 25 abril.—BERBERISCOS.

.

Comidas a enfermos e impedidos en visitas domiciliarias. Almuerzo a los niños del Orfelinato de San Jorge. Visita y obsequios a los enfermos en e! Hospital. Almuerzo a los acogidos en la Casa*Asilo de las Hermanita& de los Ancianos Desamparados. Almuerzo a los niños y niñas de las Escuelas del «Ave María». Comida a los necesitados del barrio del Tosal. Obsequios a los niños y niñas de la barriada Algezares. Desayuno a los acogidos en e! Asilo de los Pobres. Misa a las once en San Roque, y a continuación comida a los niños y niñas del Hogar de Nazaret. Desayuno a niños y niñas necesitados de la calle San Miguel. Almuerzo a niños y niñas del Patronato y Escuelas del Tosal. Almuerzo a los ancianos del Asilo de los Pobres. Comida a todos los asilados en los distintos centros benéficos. Almuerzo a los asilados en la Gasa Beneficencia. Almuerzo a los niños y niñas del Patronato San Vicente.

ITINERARIO

DE LOS ACTOS

SÁBADO 12 abril

PROCESIÓN. Parte de la Iglesia de San Jorge, en la calle de Santo Tomás; recorre las de la Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mosén Torregrosa, San Francisco, Plaza Ramón y Cajal, San Nicolás, Plaza de España, Pintor Casanova, San Blas, hasta la Iglesia Parroquial de Santa María. DOMINGO 13

LA GLORIA. Parte de la Plaza de España; recorre las calles Pintor Casanova, San Miguel, Plazuela de la Virgen de los Desamparados, Virgen María, San Miguel, Carmen, San Antonio, Santo Tomás, Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mosén Torregrosa, San Juan, Plaza de Emilio Sala, San Jorge, Santa Lucía, Avenida del Generalísimo, San Lorenzo, San Francisco, San Mateo, San Nicolás, terminando en la Plaza de España, frente a las Gasas Consistoriales. MARTES 22

DIANA. Parte de la Plaza de España; recorre las calles de Pintor Casanova, San Miguel, Plazuela de la Virgen de los Desamparados, Virgen María, San Miguel, Carmen, San Antonio, Santo Tomás, Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mosén Torregrosa, San Juan, Plaza Emilio Sala, San Jorge, Santa Lucía, Avenida del Generalísimo, San Lorenzo, San Francisco, San Mateo, San Nicolás, terminando en la Plaza de España, frente a las Casas Consistoriales. ENTRADA DE CRISTIANOS. Parte de la Plazuela de la Virgen de los Desamparados; recorre

las calles de Virgen María, San Miguel, Carmen, San Antonio, Santo Tomás, Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mosén Torregrosa, San Francisco, San Mateo, San Nicolás, terminando frente a la Iglesia de San Jorge. ENTRADA DE MOROS Y PASEO GENERAL. Parten de la calle San Vicente, San Nicolás, Plaza de España, terminando en la calle Santo Tomás, frente a Ja Iglesia de San Jorge, MIÉRCOLES 23

SEGUNDA DIANA, igual recorrido que la del día anterior, con la variante de seguir' desde la calle Mosén Torregrosa por la de San Francisco. PROCESIÓN DE ACOMPAÑAMIENTO RELICARIO. Parte de la Iglesia de San Jorge, en la calle de Santo Tomás; recorre las calles Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mosén Torregrosa, San Lorenzo, Plaza de España, Pintor Casanova, San Blas, hasta la Iglesia Parroquial de Santa María. PROCESIÓN GENERAL. Parte de la Iglesia Parroquial de Santa María, en la calle de San Blas; recorre las de Pintor Casanova, Plaza de España, San Nicolás, Plaza de Ramón y Caja!, San Francisco, Mosén Torregrosa, Plaza Portal Nuevo, Doña Saurina, Santo Tomás, terminando en la Iglesia de San Jorge. JUEVES 24

ESTAFETA. Parte de la calle de San Vicente; recorre la calle de San Nicolás hasta la Plaza de España y viceversa.


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