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El retorno de Yrigoyen a la presidencia Para los comicios presidenciales del 1.° de abril de 1928, los principales partidos conservadores provinciales decidieron aliarse con el radicalismo antipersonalista para impedir un segundo mandato presidencial de Yrigoyen. En varias oportunidades, estas agrupaciones habían reclamado a Alvear que interviniera por decreto la provincia de Buenos Aires, para desarticular el principal bastión electoral del yrigoyenismo. Sin embargo, Alvear se negó a abandonar su política de abstención y rechazó la medida. Como resultado, conservadores y antipersonalistas, unidos en oposición al viejo caudillo radical, establecieron un Frente Único que postuló a Leopoldo Melo y Vicente Gallo, dos destacados dirigentes antipersonalistas, como candidatos a presidente y vicepresidente de la Nación, respectivamente. Luego, el frente sumó la adhesión del Partido Socialista Independiente. Como era previsible, el radicalismo personalista proclamó una fórmula presidencial encabezada por Hipólito Yrigoyen, acompañado de Francisco Beiró. Otras agrupaciones presentaron sus propios candidatos, pero las elecciones mostraron una marcada polarización entre la ucr personalista y el Frente Único, por lo cual estas elecciones fueron conocidas como “el plebiscito”. Los socialistas independientes La posibilidad del retorno de Yrigoyen al poder repercutió en toda la oposición, incluyendo al socialismo. En agosto de 1927, un grupo de jóvenes dirigentes, entre los que se destacaban Antonio de Tomaso y Federico Pinedo, decidió abandonar el partido y fundar una nueva agrupación, que llevó el nombre de Partido Socialista Independiente. El motivo de esa nueva escisión fue la negativa del Partido Socialista a apoyar la intervención federal a la provincia de Buenos Aires, reclamada por la mayoría de la oposición. La nueva agrupación tuvo una presencia importante en la Ciudad de Buenos Aires donde, en las elecciones de renovación legislativa de 1930, obtuvo la mayor cantidad de votos.
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Hipólito Yrigoyen llega a la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, en 1926. Antes de asumir su segundo mandato presidencial, la campaña electoral lo acercó a distintos lugares del país.
A diferencia de los comicios de 1916, en los cuales el radicalismo obtuvo un triunfo ajustado, en las elecciones de 1928 Yrigoyen se alzó con alrededor del 60% de los votos y logró una amplia ventaja sobre sus adversarios (FIG. 3). Sin embargo, la fórmula vencedora no pudo asumir con su conformación original por el fallecimiento de Beiró, quien fue reemplazado por Enrique Martínez como vicepresidente. La victoria electoral garantizó al nuevo gobierno la mayoría en la Cámara de Diputados y el control de casi todos los gobiernos provinciales. Al momento de su segunda asunción, Yrigoyen padecía problemas de salud propios de su avanzada edad, que llevaron a que su gestión tuviera un ritmo más lento. Su tendencia a concentrar la enorme mayoría de las decisiones públicas afectó al conjunto de la administración. En esta nueva etapa volvió a reproducir gran parte de las prácticas instrumentadas en la primera presidencia, como las tensas relaciones con la oposición, una virtual paralización del debate parlamentario y las intervenciones federales por decreto. FIG. 3. Un triunfo contundente UCR: 838.583 votos Frente Único: 414.026 votos Partido Socialista: 64.985 votos PDP: 14.173 votos Partido Comunista: 7.658 votos UCR Ferrocarril a Jáchal: 6.001 votos Partido Comunista de la República Argentina: 5.476 votos Fuente: Antonio Castello y Osvaldo Pérez D’Elías, Historia contemporánea de los argentinos: la reacción conservadora (12 de octubre de 1928 al 3 de junio de 1946), Buenos Aires, Ábaco de Rodolfo Depalma, 1987.
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