Orar con los salmos

Page 1


“Examíname, Señor, y pruébame, sondea hasta lo más íntimo de mi ser; porque tu amor está siempre ante mis ojos, y yo camino en tu verdad” Sal 26, 2-3.


Salmos 8 Nuestro Dios y nuestro rey, ¡qué grande eres en toda la tierra! ¡Tu grandeza está por encima de los cielos más altos! 2 Con las primeras palabras de los niños más pequeños, y con los cantos de los niños mayores has construido una fortaleza por causa de tus enemigos. ¡Así has hecho callar a tus enemigos que buscan venganza! 3 Cuando contemplo el cielo, la luna y las estrellas que tú mismo hiciste, 4 no puedo menos que pensar: «¿Qué somos los mortales para que pienses en nosotros y nos tomes en cuenta?» 5 ¡Nos creaste casi igual a ti! Nos trataste como a reyes;6 nos diste plena autoridad sobre todo lo que hiciste; nos diste dominio sobre toda tu creación: 7 sobre ovejas y vacas, sobre animales salvajes, 8 sobre aves y peces, ¡sobre todo lo que se mueve en lo profundo del mar! 9 Nuestro Dios y nuestro rey, ¡qué grande eres en toda la tierra!


“Los preceptos del Señor son rectos;: traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos”. (Sal. 19,8)



El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿ante quién temblaré? Sal 27, 1


SALMO 19 (18) El cielo azul nos habla de la grandeza de Dios y de todo lo que ha hecho. 2 Los días y las noches lo comentan entre sí. 3 Aunque no hablan ni dicen nada, ni se oye un solo sonido, 4 sus palabras recorren toda la tierra y llegan hasta el fin del mundo. En el cielo Dios ha puesto una casa para el sol. 5 Y sale el sol de su casa feliz como un novio; alegre como un atleta, se dispone a recorrer su camino. 6 Sale por un lado y se oculta por el otro, sin que nada ni nadie se libre de su calor. 7 La ley de Dios es perfecta, y nos da nueva vida. Sus mandatos son dignos de confianza, pues dan sabiduría a los jóvenes. 8 Las normas de Dios son rectas y alegran el corazón. Sus mandamientos son puros y nos dan sabiduría. 9 La palabra de Dios es limpia y siempre se mantiene firme. Sus decisiones son al mismo tiempo verdaderas y justas. 10 Yo prefiero sus decisiones más que montones de oro, me endulzan la vida más que la miel del panal. 11 Me sirven de advertencia; el premio es grande si uno cumple con ellas. 12 Nadie parece darse cuenta de los errores que comete. ¡Perdóname, Dios mío, los pecados que cometo sin darme cuenta! 13 ¡Líbrame del orgullo! ¡No dejes que me domine! ¡Líbrame de la desobediencia para no pecar contra ti! 14 ¡Tú eres mi Dios y mi protector! ¡Tú eres quien me defiende! ¡Recibe, pues, con agrado lo que digo y lo que pienso!



“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré?” Sal 27, 1


“Una sola cosa pido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la Casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su Templo”. Sal 27, 4


SALMO 121 (120)

Dirijo la mirada a las montañas; ¿de dónde vendrá mi ayuda? 2 Mi ayuda viene de Dios, creador del cielo y de la tierra. 3 Dios jamás permitirá que sufras daño alguno. Dios te cuida y nunca duerme. 4 ¡Dios cuida de Israel, y nunca duerme! 5 Dios te cuida y te protege; Dios está siempre a tu lado. 6 Durante el día, el sol no te quemará; durante la noche, no te dañará la luna. 7 Dios te protegerá y te pondrá a salvo de todos los peligros. 8 Dios te cuidará ahora y siempre por dondequiera que vayas.


“Yo te instruiré, te enseñaré el camino que debes seguir; con los ojos puestos en ti, seré tu consejero.” Sal 32, 8



“¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que el Señor se escogió como herencia!” Sal 33, 12


SALMO 126 (125) Cuando Dios nos hizo volver de Babilonia a Jerusalén, creíamos estar soñando. 2 De los labios nos brotaban risas y cánticos alegres. Hasta decían las demás naciones: «Realmente es maravilloso lo que Dios ha hecho por ellos». 3 ¡Lo que Dios hizo por nosotros fue realmente maravilloso, y nos llenó de alegría! 4 Dios, devuélvenos el bienestar, como le devuelves al desierto sus arroyos. 5-6 Las lágrimas que derramamos cuando sembramos la semilla se volverán cantos de alegría cuando cosechemos el trigo.


"Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Salmos 5, .10


Al ver el cielo, obra de tus manos, la luna y la estrellas que has creado: ¿qué es el hombre para que pienses en él, el ser humano para que lo cuides? Sal 8, 4-5


“Oigo en mi corazón buscad mi rostro:: tu rostro buscaré Señor,. no me escondas tu rostro.”. Sal 27, 8


SALMO 27 (26) Dios mío, tú eres mi luz y mi salvación; ¿de quién voy a tener miedo? Tú eres quien protege mi vida; ¡nadie me infunde temor! 2 Cuando mis malvados enemigos me atacan y amenazan con destruirme, son ellos los que tropiezan, son ellos los que caen. 3 Me puede atacar un ejército, pero yo no siento miedo; me pueden hacer la guerra, pero yo mantengo la calma. 4 Dios mío, sólo una cosa te pido, sólo una cosa deseo: déjame vivir en tu templo todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura y buscarte en oración. 5 Cuando vengan tiempos difíciles, tú me darás protección: me esconderás en tu templo, que es el lugar más seguro. 6 Tú me darás la victoria sobre mis enemigos; yo, por mi parte, cantaré himnos en tu honor, y ofreceré en tu templo sacrificios de gratitud. 7 Dios mío, te estoy llamando: ¡escúchame! Ten compasión de mí: ¡respóndeme! 8 Una voz interna me dice: «¡Busca a Dios!» Por eso te busco, Dios mío.9 Yo estoy a tu servicio. No te escondas de mí. No me rechaces. ¡Tú eres mi ayuda! Dios mío…


“Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador, y yo espero en ti todo el día”.. Sal 15, 5



“Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce, 3.y conforta mi alma; me guĂ­a por senderos de justicia, por amor de su nombreâ€? Sal 23, 2,3.


“Tu cambias mis lágrimas en danza; me quitas la tristeza y me rodeas de alegría“. (Sal. 30, 11)


SALMO 131 (130) Dios mío, yo no me creo más que nadie, ni miro a nadie con desprecio; no hago alardes de grandeza, ni pretendo hacer grandes maravillas, pues no podría llevarlas a cabo. 2 Más bien, me he calmado; me he tranquilizado como se tranquiliza un niño cuando su madre le da el pecho. ¡Estoy tranquilo como un niño después de haber tomado el pecho! 3 Israel, ¡pon tu esperanza en Dios ahora y siempre!


"El Señor es mi fortaleza, mi Dios es la roca en la que me refugio”. (Sal. 94, 22)


“Bendice alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre., bendice alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios” Sal 103 1-2


“… Por .la mañana hazme saber de tu amor porque en ti he puesto mi confianza Senálame el camino que he de seguir porque a ti elevo mi alma…” (Sal….)



“El Señor observa desde el cielo y contempla a todos los hombres; él mira desde su trono a todos los habitantes de la tierra; modela el corazón de cada uno y conoce a fondo todas sus acciones”. Sal 33 13-15


“SeĂąor, tĂş me sondeas y me conoces; me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares Sal 139, 1-3


“Que el Señor sea tu único deleite, y Él colmará los deseos de tu corazón” Sal 37, 4


¡Señor, nuestro Dios, qué admirable es tu Nombre en toda la tierra! Sal. 8, 2


SALMO 125 (124)

Los que confían en Dios son como el monte Sión, que nadie puede moverlo. ¡Permanecerán para siempre! 2 Las montañas protegen a Jerusalén, y Dios protege a Israel ahora y siempre. 3 No siempre los malvados reinarán sobre el pueblo de Dios, para que la gente buena no practique la maldad. 4-5 Dios mío, trata bien a la gente de buen corazón pero deja que sean destruidos, junto con los malhechores, los que prefieren hacer lo malo. ¡Que haya paz en Israel!


“Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos”. Sal 25, 4


“En ti está la fuente de agua viva, y tu luz nos hace ver la luz”. Sal 36, 10


“Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye internamente! Tengo siempre presente al Señor: él está a mi lado, nunca vacilaré” Sal 16, 7-8



“… Me has dado a conocer la senda de la vida; me l enarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha…” (Sal. 16,11)


“Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente, porque son admirables tus obras; conocías hasta el fondo de mi alma, no desconocías mis huesos”. (Sal 139, 13-15)



SALMO 127 (126) Si Dios no construye la casa, de nada sirve que se esfuercen los constructores. Si Dios no vigila la ciudad, de nada sirve que se desvelen los vigilantes. 2 De nada sirve que ustedes se levanten muy temprano, ni que se acuesten muy tarde, ni que trabajen muy duro para ganarse el pan; cuando Dios quiere a alguien, le da un sueño tranquilo. 3 Los hijos que tenemos son un regalo de Dios. Los hijos que nos nacen son nuestra recompensa. 4 Los hijos que nos nacen cuando aún somos jóvenes, hacen que nos sintamos seguros, como guerreros bien armados. 5 Quien tiene muchos hijos, bien puede decir que Dios lo ha bendecido. No tendrá de qué avergonzarse cuando se defienda en público delante de sus enemigos.


“Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye internamente! Tengo siempre presente al Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré” (Sal 16, 7)



“Te doy gracias, Señor, de todo corazón proclamando todas tus maravil as, me alegro y exulto contigo” (Sal 9)




SALMO 23 (22)

Tú, Dios mío, eres mi pastor; contigo nada me falta. 2 Me haces descansar en verdes pastos, y para calmar mi sed me llevas a tranquilas aguas. 3 Me das nuevas fuerzas y me guías por el mejor camino, porque así eres tú. 4 Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo de nada, porque tú eres mi pastor y siempre estás a mi lado; me guías por el buen camino y me llenas de confianza. 5 Aunque se enojen mis enemigos, tú me ofreces un banquete y me llenas de felicidad; ¡me das un trato especial! 6 Estoy completamente seguro de que tu bondad y tu amor me acompañarán mientras yo viva, y de que para siempre viviré donde tú vives.



“Cuando, en lo oculto, me iba formando, y entretejiendo en lo profundo de la tierra, tus ojos veían mis acciones, se escribían todas en tu libro; calculados estaban mis días antes que l egase el primero”. (Sal 139, 16)



“Señor, sondéame y conoce mi corazón, ponme a prueba y conoce mis sentimientos, mira si mi camino se desvía, guíame por el camino eterno. ( Sal 139, 23-24)


¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? (Sal 115)



“Alabad al SeĂąor todas las naciones, aclamadlo todos los pueblos: firme es su misericordia con nosotros su fidelidad dura eternamenteâ€? (Sal 116)


“Que se alegren los que se aogen a ti, con júbilo eterno; protégelos porque conocen tu nombre” (Sal 4)



“Guárdame como a la niña de tus ojos;

escóndeme bajo la sombra de tus alas” (Sal, 17, 8)


“El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por siempre” (Sal 99)



“Solo en Dios descansa mi alma, porque de Él me viene mi salvación; sólo Él es mi roca y mi salvación, mi fuerza no vacilaré” Sal 61


“ En paz me acuesto y enseguida me duermo, porque sólo Tú me haces vivir tranquilo” (Sal 4)


“Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos altaneros; no pretendo grandezas que superan mi capacidad; sino queacallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre”. (Sal 130)



“Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?” ( Sal 42, 2)


“Como busca la cierva corrientes de agua, así te busca mi alma, a Ti Dios mí” (Sal 40, 1)


“”Protégeme como a la pupila de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas” (Sal 17, 8)



“Entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío”. (Sal 43, 4)


“El cielo proclama la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos; un dĂ­a transmite al otro este mensaje y las noches se van dando la noticiaâ€?. ( Sal 19, 2)



1”La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al sencil o”. (Sal 19, 8)



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.