Nuestro primer número

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Edición N° 1

noviembre 2021

POLÍTICAS BIBLIOTECARIAS Y EL ACCESO A LA LITERATURA ENTREVISTA A MILAGROS SALDARRIAGA Desde la Casa de la Literatura, la directora nos cuenta sobre la situación del museo durante la pandemia y las medidas tomadas. Pag. 9

Para una lectura política de “El Fardo” de Rubén Darío Confrontando la reducción del modernismo al mero esteticismo y la recreación de cisnes y azules. Pag. 20

La llamaron María Candelaria Álvarez porque el padre era un fiel muy conocido de la Virgen

11 DE SEPTIEMBRE Entrevista para conocer a pobladores ayacuchanos sobre la muerte de Abimael Guzmán. Pag. 43

María Candelaria Una historia cautivadora sobre la pequeña María Candelaria Pag. 24

EL MANANGEMENT Y SUS DESAFÍOS EN EL BICENTENARIO

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EDITORIAL

Del siglo XIX al XXI

La tierra es la patria de todos, y el teatro de sus tristezas y efímeras alegrías. Formado por sus gobernadores y separadas por regiones cada vez más separadas. Divididas en láminas escolares por costa, sierra y selva; divididas desde el día de sus nacimientos. Naciendo y muriendo en silenciosa autonomía. Es razonable creer que no es grande, sino de somera ilusión, el individuo que vive a sus anchas, sin preocuparse por la prosperidad y dignidad de su país; el que no trabaja por destruir las preocupaciones que degradan al género humano. A pesar de la retórica inicial, es innegable reconocer que el individuo vive en sus anchas, el individuo vive de las preocupaciones que degradan el género humano; el pueblo peruano en su mayor parte desconoce la tierra, en una silenciosa autonomía que acabará en la desaparición de sus semejantes, de sus comunidades en el más democrático sentido de la palabra. Si como se ha hecho ver, el individuo niega la justicia de la igualdad, el país necesita de colectivos que iluminen el panorama, que quemen esas láminas escolares, que no apelen a la búsqueda de una superioridad en contra de una paria, en palabras de Flora Tristán. En un proceso de silencio y de oscuridad surge la revista LUMINERÍA, y un primer número que no pretende acabar con nada de lo cual no se haya hablado ya, es decir, en palabras de González Prada: Afanarse porque el hombre de hoi hable como el de ayer, vale tanto como trabajar por que el bronce de una corneta vibre como el parche de un tambor. Comisión editorial de Luminería.


INDICE TÚPAC AMARU EN EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA EN 1959

ENTREVISTA SOBRE LAS POLÍTICAS BIBLIOTECARIAS Y EL ACCESO A LA LITERATURA

MARIA CANDELARIA

LA MADRE DE LOS ANDES Y UN AMOR

EL ESPINAZO

CRÓNICA DE UN VIAJE A HUARAZ

11 DE SEPTIEMBRE

ENTREVISTA AL GREMIO DE COMENSALES

PARA UNA TEORÍA GENERAL DEL DERECHO DEL TRABAJO

EL MANAGEMENT Y SUS DESAFÍOS EN EL BICENTENARIO

¿POR QUÉ ESTÁ SUBIENDO EL DÓLAR?

EDITORIAL

PARA UNA LECTURA POLÍTICA DE “EL FARDO” DE RUBÉN DARÍO

AIDITA

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TÚPAC AMARU EN E REPÚBLIC Túpac Amaru o José Gabriel Condorcanqui, es uno de los personajes históricos más controversiales. Por un lado, se encuentran aquellos que lo denigran y niegan su liderazgo primigenio en la lucha por nuestra independencia; por otro lado, están quienes reconocen su Revolución del 4 de noviembre de 1780 como el inicio de nuestra lucha por la liberación nacional. En 1947, Luis E. Valcárcel sostuvo: “La mentalidad de Túpac Amaru corresponde a su época: es un hombre de la ilustración, aunque no esté imbuido en forma cabal del movimiento ideológico europeo. Como ocurre con todos los americanos, la cultura occidental no es captada en su integridad sino muy parcialmente y en muchísimos casos no muy bien entendida” (1947: 251). El 18 de septiembre de 1959, en la Cámara de Senadores del Congreso de la República del Perú, se realizó el debate sobre el pedido realizado por los señores Senadores de la República: Antonio Astete Abrill (Cuzco); Alejandro Barco López (Lima); Sixto Coello Jara (Cusco); Celestino Manchego Muñoz (Huancavelica); Alfonso Montesinos y Montesinos (Arequipa) y Víctor Ernesto Vivar Espinoza (Huánuco), para colocar un retrato de Túpac Amaru en la Sala de Sesiones de la

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Cámara de Senadores del Congreso de la República del Perú como un homenaje y tributo al padre de la patria y la nación peruana. Entre los senadores que tomaron la palabra, se encontró José Varallanos (Huánuco) quien indicó que: “La tierra y el hombre, la geografía y el espíritu humano, conforman, en plenitud, la Patria y el amor a ella, Patria que es única e indivisible, pese a los tiempos históricos que se suceden y pese también a que se renuevan las sociedades que habitan en un territorio. Es que, cuando el suelo que moramos se une nuestro esfuerzo de supervivir, nuestra lucha y nuestra sangre; o, mejor, cuando nos identificamos con el medio físico, con la tierra dignificada y exaltada por los muertos y sus hechos gloriosos, el sentimiento patriótico se tonifica, la Patria se afirma; y, entonces, también es vigorosa la personalidad de un pueblo” (2021:69-70). El senador por Huánuco, Doctor José Varallanos, identifica la relación que existe entre sociedad, territorio, historia e idea de pertenencia. El individuo que logra desarrollar una idea de pertenencia lo realiza en forma concreta y objetiva; jamás de manera abstracta y subjetiva. Para ello, debe formar parte de una sociedad que tiene un

pasado histórico en común dentro de un territorio que comparte y lo siente suyo. Edward Hallet Carr ha indicado que: “El hombre moderno tiene una “conciencia histórica” sin precedentes. La historia ha llegado a ser en nuestros días lo que la Filosofía era para la Grecia y la Roma clásicas, lo que la Teología fue para la Edad Media y la Ciencia para el siglo XVIII” (1969:9). Así es. La Historia es la ciencia más importante del hombre moderno. Recurre a ella cada vez que se presenta una encrucijada que pone en manifiesto su debilidad frente a la naturaleza y a la propia sociedad por él creada y desarrollada. Entonces, la Historia nutre la conciencia de una sociedad o de un pueblo en los momentos que más necesita de ese tónico vigorizante que es el saber sobre su propio devenir, generando un sentido de pertenencia. Entonces, para construir una sociedad digna y altiva se necesita de una Historia Oficial que destaque los hechos realizados por esa misma sociedad; de lo contrario, se está formando una sociedad sometida a la explotación y el desprecio de propios y extraños. Por ello, la figura revolucionaria y libertadora de Túpac Amaru es necesaria para que la sociedad se identifi-


EL CONGRESO DE LA CA EN 1959 Por Augusto

que con una Historia real, verdadera o cierta. Los historiadores de la oligarquía, durante todo el siglo XIX y parte del siglo XX, trastocaron de manera consciente y perversa los acontecimientos del 1780. Los redujeron a simples reclamos personales y hechos luctuosos de desorden y destrucción. El objetivo era claro: “demostrar” que los indios son sólo rebeldes más jamás lucharon o lucharán por su libertad. Construyeron un personaje de ficción para impedir que se conozca la verdad histórica. El siglo XVIII será la centuria de los grandes cambios políticos a nivel mundial. La Independencia de los Estados Unidos y La Revolución Francesa tienen ese carácter. José Varallanos agregó que: “Desde mediados de aquel siglo, se hace presente el esfuerzo de los peruanos en la Rebelión de Llata de 1777; en la Revolución de Cusco de 1780, cuyo jefe Túpac Amaru II levantó la bandera de la liberación en un movimiento sin precedentes por su vastedad y que conmovió el Virreinato de Lima desde sus raíces, y por eso mismo, de la más sangrienta y feroz represión” (2021:71). Resulta muy interesante observar que José Varallanos incorporó a las grandes revoluciones sociales que transformaron el mundo del siglo XVIII, a la

Lostaunau

Revolución del 1780 dirigida por Túpac Amaru y Micaela Bastidas. Como ya lo hemos anotado en varias oportunidades, la figura histórica de Túpac Amaru es muy incómoda para los historiadores oligarcas y burgueses del Perú, quienes, junto a sus pares extranjeros, buscan denigrar la imagen revolucionaria del Cacique de Pampamarca, Tungasuca y Surimana. Para ello se utiliza como Caballo de Troya las denominadas Reformas Borbónicas que elevaron los impuestos en las colonias junto a otros cambios administrativos y territoriales. Entonces, argumentan sin menor vergüenza que Túpac Amaru “se rebeló contra los impuestos, no contra la corona española”. Con ello, buscan ocultar de manera intencional y consciente que: por un lado, fue un conjunto de nuevos impuestos lo que generó la Independencia de los Estados Unidos (1776) y la Revolución Francesa (1789); por otro lado, el hecho de no aceptar las leyes de España y del rey, determina un rompimiento político con la política y la administración peninsular para iniciar una forma autónoma y libre de administrar el Perú. Con ello, la Revolución de 1780 es el primer gran grito de libertad en toda América Latina, siendo el mundo andino el iniciador del cam-

bio. Pero, historiadores con miradas racistas no pueden ni deben aceptar la verdad histórica porque afecta a sus interés y privilegios de clase dominante. Son los seguidores de la conclusión de José de la Riva-Agüero quien sostiene que:“Las sediciones ocurridas durante el gobierno de Guirior en Urubamba, Huaraz, Huánuco y otros puntos de la sierra, fueron tumultos de indios; pero las de Arequipa y Lambayeque tuvieron otro carácter, más peligroso aun, porque las promovían y dirigían blancos, mestizos y mulatos, y aparecían complicadas en ellas personas de alguna significación social” (1957:20). Frente a estas posiciones racistas de intelectuales que fungen y fingen ser blancos occidentales descendientes de inmigrantes europeos, el doctor Varallanos exige: “Revisemos la historia con justicia. Reconozcamos y exaltemos primero lo nuestro como elemental deber patriótico. Es hora de fortalecer nuestro espíritu nacionalista, de estructurar lo auténticamente peruano, alimentando ello con nuestra tradición telúrica, de pueblo milenario, original y rector, y como dueño absoluto de su destino” (2021:74). Son muchos los políticos, profesionales e intelectuales de la clase dominante

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que han desarrollado la idea de la existencia de peruanos según su color de piel o ascendencia. Así tenemos la existencia de “Andino-peruanos”; “Amazónico-peruanos”; “Afroperuanos”; “Ítalo-peruanos”; “Franco-peruanos”; “Anglo-peruanos”; “Germano-peruanos”; “Eslavo-peruanos”; etc. Es decir, crean guetos mentales que buscan plasmarse en el color de la piel, los apellidos y la posición social. De esa forma justifican la existencia de una pirámide social exclusiva y excluyente. Los historiadores de la patria, frente al Bicentenario, tenemos la obligación moral de acabar con esas formas lúdicas de dividir y enfrentar a los peruanos entre sí.Pero, el proyecto revolucionario de Túpac Amaru fue netamente inclusivo. No sólo fue un movimiento de las grandes masas de campesinos andinos explotados por el régimen colonial. revoluciones sociales que transformaron el mundo También se incorporó a los sectores criollos pobres provincianos; mestizos y esclavos. Mujeres y varones. El desarrollo de la Revolución del 1780 es mucho más complejo y dinámico de la forma como lo han presentado los intelectuales de la clase dominante. Por ello, Varallanos propone: “Empero, señores, de todos los precursores y forjadores de nuestra libertad e inde-

pendencia política, ninguno en el Perú y América de la talla inmortal de José Gabriel Condorcanqui o Túpac Amaru II, que con fiera valentía y gran sentido patriótico, luchó y se inmoló en pro de un nuevo régimen político-social; restaurar el antiguo Estado Inca bajo las bases culturales españolas; es decir, un nuevo Perú a tono con el ambiente social mestizo. Brillante y porvenirista, sin opresión y concepción; porque la Patria nuestra es mestiza por excelencia y antonomasia” (2021:74-75). En medio de las celebraciones del Bicentenario y teniendo la necesidad de construir un país donde se alcance la verdadera justicia social y las mismas oportunidades para todos quienes vivimos en el Perú, la figura de Túpac Amaru sigue siendo el faro que alumbra el camino.

Mg. Augusto Lostaunau Moscol Licenciado en Historia, UNFV, con la Tesis: Anarcosindicalismo y Movimiento Obrero en Lima y Callao. Catedrático Universitario en la UNMSM. Ha publicado diversos artículos de investigación sobre el movimiento obrero en el Perú.

Carr, Edward Hallet. La Nueva Sociedad. Fondo de Cultura Económica. México DF-México. 1969. Riva-Agüero, José. Don José Baquíjano y Carrillo. En: Precursores de la emancipación. Selección y prólogo de Manuel Mujica Gallo. Patronato del Libro peruano. Lima-Perú. 1957. Varallanos, José, Túpac Amaru, los Peruanos y la Independencia. Discurso. En: La Independencia del Perú. Eliseo Talancha Crespo compilador. Asociación de Historiadores de Huánuco José Varallanos. Huánuco-Perú. 2021.

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ENTREVISTA A MILAGROS SALDARRIAGA

LA CASA DE LA LITERATURA: POLÍTICAS BIBLIOTECARIAS Y EL ACCESO A LA LITERATURA EN NUESTRO PAÍS DURANTE LA PANDEMIA 7


· Entrevista realizada por Victor Rodríguez · Fotografía realizada por Valeria Silvia Medina. · Colaboradores de Estiven Matias Vilchez Anastacio, Stefani Noemí Huamán Castillo, Sherlyn Heydi Villanueva Pascasio, Daniela Arcila y José Artemio Macedo Vela.

introducirnos de plano en los objetivos de esta entrevista, es de suma importancia conocer su opinión sobre la importancia de la difusión artística y, sobre todo, de la Literatura, en un país tan diverso y rico en autores. Tanto para, en primer lugar, la educación, como para el entretenimiento Agradecimientos especiales del público. a la Casa de la Literatura por el acceso a sus instalaciones. Desde el ámbito de las políticas públicas, el acceso de la literatura como El primer lunes de seppráctica lectora y una de tiembre, luego de pasar las formas de leer, tiene por un riguroso proceso una historia marcada por de admisión propio de las la desigualdad en nuestro nuevas condiciones que país, en tanto está muy generaba el aislamiento vinculada en el imaginario, en pandemia, el equipo de pero también en la escrientrevistas de Luminería tura misma y sus formas accedió a las instalaciones de circular, además está de la reconocida Casa de muy arraigada en el libro la Literatura. El objetivo y este no ha sido un objeera claro: la realización de to cultural tan difundido la entrevista a Milagros en nuestra sociedad. No Saldarriaga, directora de la hemos tenido en este, ni el Casa de la Literatura. siglo anterior, una política El escenario elegido para bibliotecaria que permita la entrevista fue el Área de que mucha gente pueda estudio en el Café Literario, leer, siento que gran parte bello salón con vista a los de nuestra literatura existe rieles en donde se hallaba y ha nacido en el contexto la Estación de Desampade la cultura escrita (imrados, antes de volverse presa), nuestro canon está un nostálgico atractivo del formado principalmente Café. Instalados en uno de por escritores urbanos, los asientos, se dio inicio, pero la literatura peruana no sin antes observar con está atravesada por la oratristeza la escasa presencia lidad, existen varios corpus humana. literarios evidentemente orales, los cuales tienen 1. Directora, creemos que una vitalidad distinta, adeesta presentación nos más, existen cruces entre permite comprender su los diversos ámbitos como vocación hacia la difusión en lo digital, escrito y oral. de la Literatura y de la promoción cultural en el Ha sido un espacio donde país. En ese sentido, para ha existido una marcada

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exclusión, quizá el momento en el que la mayoría de las personas hemos accedido a la literatura ha sido en la escuela, el momento para formarnos desde muy pequeños, junto al hogar; con las canciones, trabalenguas, adivinanzas y cuentos; los cuales son objetos literarios y textos literarios que transitan a través de la palabra oral, por ello en el ámbito familiar, debemos de reconocer que existe un espacio para la circulación, para la vida con la literatura, el cual es el seno comunitario pasando a la escuela. Desde el nivel inicial uno lee una diversidad de textos, complejizando su experiencia lectora a lo largo de la educación básica, ahí termina su encuentro con la literatura y algunos por distintas razones se siguen conectando con ella en su vida regular, como por ejemplo, los maestros que educan y forman lectores, los lectores de a pie, ya que buscarán formas de leer. No se lee solo literatura, hay una idea del lector literario como lector por excelencia, pero los lectores leen muchísimas cosas distintas, el lector literario es difícil de atisbar, de manera general es difícil saberlo, pero se puede realizar mediante encuestas o fuentes de información sobre qué se lee. 2. De la pregunta anterior, antes de pasar a otras preguntas, ¿Qué rol cumple la Casa de la Literatura en la difusión y conservación


de, valga la redundancia, la Literatura de nuestro país? ¿Cómo podría definir a la Casa de la Literatura?

literarios que todos podemos y seguramente necesitamos atender.

(...) La casa de la literatura va a cumplir 12 años, es una institución joven, y hemos constatado que hay muchas preguntas respecto a la literatura y a la lectura, muchos deseos, muchas necesidades y muy diversas como lectores, por ejemplo, la necesidad de los docentes de especializarse para formar a sus lectores escolares, la necesidad de los investigadores sea en formación o estudiantes, los investigadores consolidados, la necesidad de los padres que quieren que sus hijos tengan experiencias lectoras o que disfruten de un momento agradable leyenda o la necesidad del lector de a pie; cuando se evidencian las condiciones, las formas en que la literatura se plasma en nuestra experiencia subjetiva y colectiva, cuando eso se evidencia, será más fácil de vernos en esa perspectiva, ver la literatura como un contexto en el que podemos conversar, así es como piensa la gestión cultural, y especialmente la puesta en valor de la literatura en sociedad en esta institución, la literatura es un contexto en el que todos podemos participar de una u otra manera, que hay necesidades literarias o derechos culturales, específicamente derechos

3. ¿Qué consecuencias trajo la pandemia en los planes que tenían preparados para el año 2020? ¿Hubo exposiciones, jornadas de lectura, conferencias entre otras actividades o cómo intentan solucionar estos inconvenientes?

CONSECUENCIAS DE LA PANDEMIA

Nosotros cerramos el 15 de marzo del 2020 y todo fue un exabrupto. Por supuesto que quedaron muchas cosas por hacer. Por ejemplo, compromisos pactados que se cancelaron. Sin embargo, cerrar es exactamente lo inverso a lo que ha venido ocurriendo este año, lo cual ha sido una implementación paulatina. Tales eventos ya se pueden hacer, no solo para los centros culturales, sino para la vida en general. Más allá de que nos alineemos o no, se van tomando decisiones progresivamente, observando la evolución de la enfermedad y tomando decisiones en la misma medida. En cambio, el cierre a inicios de la pandemia sí representó un abrupto total. Muchas cosas se quedaron pasmadas, desde el acuerdo con artistas, por ejemplo, para nuestra programación habitual de cada fin de semana, el cual era con un alto componente de artes escénicas. Pues eso se tuvo

que cancelar por un buen tiempo, hasta que tuviéramos las plataformas y nosotros mismos hubiéramos testeado cómo trabajar, por ejemplo, las artes escénicas en el digital. Ese fue el segundo momento: ir viendo cómo pasar de una programación heterogénea al digital. 4. ¿De qué manera considera que la virtualidad afectó las actividades culturales y el impacto en la sociedad? A partir de la experiencia de la Casa de Literatura. Nosotros teníamos las exposiciones, en el espacio físico, en donde habían recorridos autónomos, pero también recorridos mediados para distintos grupos de edad. Teníamos los servicios bibliotecarios, el programa formativo, una gama de cursos, desde niños hasta adultos, desde un lector especializado hasta un lector en gesta, o cursos que buscaban atender necesidades expresivas, una diversidad grande para ese programa formativo, el programa cultural, entonces habían varias líneas de trabajo. ¿Podrían todas estas verterse rápidamente al digital? Yo creo que no, ni rápida ni lentamente, por ejemplo las exposiciones aún no encuentran vida en el digital, por distintas razones, porque no tenemos la infraestructura digital necesaria, por otro lado porque es difícil pensar esa relación con el objeto cultural o el objeto

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artístico mediado por la pantalla, todavía ahí vamos haciendo cambios, por ahí estamos nosotros buscando referencias y buscando resolver esto también, pero esta línea de investigación aplicada a la curaduría, concretamente en las exposiciones es un pendiente, eso no se ha volcado al digital; a diferencia de ello, las salas de lectura, es decir toda el área de biblioteca de la Casa de la Literatura encontró muchas formas para relacionarse con los lectores en el ámbito digital, quizás además, la bibliotecología ya tenía anticipadamente una serie de herramientas diseñadas exclusivamente para el digital, entonces pienso en unas cosas nuevas que hemos hecho, desde la atención bibliotecaria, por ejemplo recorrer fondos bibliográficos liberados, gratuitos, recorrer con los lectores, ir formándonos todos juntos como lectores del digital, dónde encontrar lo que queremos, cómo buscarlo, cómo utilizarlo, eso ha sido una línea de desarrollo nueva en el digital, pero también la mediación de lectura, lo que ocurría por ejemplo en la Sala Cota Carvallo, a donde venían los niños con sus familias y ahí habían momentos únicos de reunión con las mediadoras de la sala, del mismo modo sesiones de mediación con los escolares. Incluso el programa Bebetecas, que es para bebés con sus mamás, papás o abuelos, también

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está teniendo una vida digital. Es decir, parece que la mediación de lectura ha encontrado efectivamente posibilidades bien interesantes en el digital y algo rico que surge ahí es cómo nos hemos encontrado con lectores individuales y colectivos más organizados como, estoy pensando, por ejemplo, en el trabajo con docentes organizados, a través de las UGEL en Arequipa y en La Libertad, en donde hay un trabajo más frecuente. Cercanos con estos grupos o personas, lectores y lectoras de otras partes del país e incluso de Hispanoamérica. Se ha abierto esa riqueza que tiene el digital de no contar con las fronteras políticas ni las fronteras físicas, eso es muy interesante. Por supuesto, es un entorno muy complejo por la proliferación de información y de contenido como se dice ahora que hay allí. Entonces el reto, después de cerrar abruptamente y poder comunicarnos con todas las personas con las que teníamos compromisos pactados, con nuestros usuarios que estaban habituados de venir acá, es comunicar todo eso dentro de la incertidumbre. Pues eso en un primer momento. En segundo lugar, hay que seguir avanzando en nuestro desarrollo de programación digital. Incluso ahora estamos en un tercer momento, el cual se desenvuelve en la recuperación del uso de este espacio con todas las normas de

seguridad sanitaria necesarias y además recuperar o intentar promover nuevamente en las personas de esta ciudad esa circulación, ese uso de espacios. Actualmente hemos implementado algunos servicios, cinco de ellos, pero en realidad hay un uso tímido, escaso. Creo que es necesario volver a situar, junto con las personas, esas necesidades de estudio, de conocimiento, esas búsquedas a partir del arte. Hay que volver a situarlas en la vida, que se ha vuelto tan reducida. DESAFÍOS 5. ¿Cómo se ha adaptado el público a estos nuevos retos? ¿Cómo se ha dado este proceso en el público infantil o en el de tercera edad, teniendo en cuenta que también se realizan programas para este sector de la población? Los sitúas muy bien, ya que son dos grupos etáreos que tienen relaciones muy distintas entre sí con lo digital. Empezaré por comentar el caso de los adultos mayores. Nosotros llevamos nueve años o más con el programa Abuelos y Abuela Cuenta Cuentos, un programa de voluntariado en donde hay formación artística, literaria, y de narración oral. Indudablemente, las personas mayores son una población vulnerable, y hemos perdido a muchísimas de las personas de esa edad durante este proceso. Ha sido doloroso


para todos observar este fenómeno, ha sido muy rudo para todos. En un inicio tuvimos que detener estas actividades, aunque notamos que ellos se mantenían comunicados por lo digital. Sabían relacionarse por este medio con el uso de plataformas como Facebook o Whatsapp. Entonces volvimos más pronto de lo esperado, pues ellos mismos forzaban a que volviéramos a trabajar. Evidentemente con los mismos de siempre, ya que no pudimos traer a nuevos integrantes en las actuales condiciones. Muy pronto surgieron los protocolos para que los equipos de grabación pudieran dirigirse de un lugar a otro, de ello se constata su funcionalidad a partir de las experiencias de la sociedad argentina. Así mismo, con el programa Bicentenario se realizaron las gestiones para que las abuelas y los abuelos graben diferentes relatos, los cuales se compartirán en el Proyecto Bicentenario. Entre nosotros mismos, utilizamos los equipos de casa para poder seguir con los diálogos, en compañía de los coordinadores, el equipo de voluntarios, y las formadoras de este grupo de la Casa de la Literatura. Surgieron procesos de investigación más profundos, el tiempo era cada vez mayor. Se trabajaron textos complejos como Dioses y hombres de Huarochirí, un texto que se viene estudiando largamente. Se

empezó a mejorar la experiencia para grabar mejor, los audios, los videos, (...) incluso ahora los abuelos tienen clases sincrónicas con las escuelas. Entonces, creo que todos nos adaptamos, instituciones, los jóvenes, no tan jóvenes. Las condiciones con ellos se han dado en un proceso diferente al de los más jóvenes. Con los niños hay que pensar de una forma diferente. Trabajamos con ellos desde la más tierna infancia. Hay estudios, investigación teórica de hace cinco años aproximadamente, que señalan que mientras más se retrase la interacción de los niños con lo digital, será mejor para su desarrollo como lector. Puntualmente hago énfasis en este tipo de desarrollo. Sin embargo, qué difícil resulta, tengamos en cuenta que estos estudios no contemplaron la situación actual. No sé qué lugar tenga esta premisa teórica a día de hoy, se necesita discu-

tirlo.Sin embargo, para que esta premisa pueda llevarse a cabo, se necesita a un familiar que se dedique exclusivamente al pequeño, lo cual en términos socioeconómicos resulta un lujo que poca gente puede darse. Para educarse, por ejemplo, para trabajar, para socializar con la familia, se requiere de la tecnología digital. En ese sentido, la Casa de la Literatura buscaba cómo trabajar las bebetecas y el programa de mediación de lectura en el salón Cota Carvallo. Recordemos que la condición esencial era que un familiar siempre asista a las clases, en compañía del infante, lo cual se remonta desde tiempos de presencialidad. Así siempre ha sido, y en el contexto digital también. Situarnos y seleccionar los programas en los que vamos a

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participar de acuerdo a la edad de los niños, y tener a un adulto responsable y participativo en estos espacios, eran las condiciones de base en los tiempos de presencialidad, y son condiciones en estos momentos, en los programas de mediación. Tardes en familia y Bebeteca. Se llevan a cabo en los espacios de virtualidad. Es muy interesante ver la asiduidad de estos proyectos, lo que no quita que debamos quitar el trabajo al espacio físico en el que nos encontramos. Las voces se oyen, los cuerpos se encuentran … 6. La Casa de la Literatura ha trabajado, en esta pandemia, en ofrecer programas dirigidos a diferentes sectores de la población ¿Qué retos ha supuesto trabajar en que este alcance también incluya a personas que no tienen como lengua materna el castellano? Bilingües y monolingües, ¿en pandemia o en otra época? Es más un deseo. Por supuesto que somos un país multilingüe, pero ese reconocimiento se ha traducido en cómo nos educamos, y si ello no excluye a los hablantes de otras lenguas, generando puentes mínimos de comprensión y valoración. Esto no ocurre, ¿por qué sucede esto? En un inicio te comentaba sobre las diferentes personas que trabajaban en la Casa de la Literatura, acá tenemos una colega que habla el

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quechua y el aymara, y otros dos que hablan el quechua, no son bilingües completos o perfectos. Ninguno de nosotros habla una lengua amazónica. Considero que hay una complejidad inmensa para implementar esta diversidad de propuestas de la Caslit en otras lenguas. Hemos trabajado, es decir, todavía no hemos colocado en sala la traducción al quechua, al inglés y al francés, de toda la Curaduría de la Exposición Permanente. Tenemos, además, un programa llamado Rimay Kusunchis que es de conversación en quechua, que surge primero, pensando en los hablantes de quechua pasivo, sobre todo, en aquellos que saben la lengua pero ya no la hablan. Es un lugar, podría decirse, dedicado a la memoria. Fue un programa que se fue complejizando, ellos empezaron a traducir textos, sobre todo literarios. Trabajaron en la traducción, por ejemplo, de la revista Amauta. Dialogando, conversando, editando incluso un número de revista. Este programa era un espacio de conversación que encontraba en la traducción, la narración, en la conversación misma, una forma de revitalizarse como quechuahablantes. Rimay Kusunchis ha pasado a la digitalización, pero estas acciones y algunos más son de las pocas cosas que hemos podido implementar en el quechua. Si bien hay una sección al inicio de la Exposición Per-

manente (Voces tejidas) es una sección dedicada a reflexionar sobre el multilingüismo y la multiculturalidad como las bases de la literatura peruana. La reflexión está, el paso para la implementación de mejores servicios para hablantes de otras lenguas del país es un pendiente. BIBLIOTECA MARIO VARGAS LLOSA 7. A la revista, conformada por estudiantes universitarios, le genera mucho interés uno de los espacios más representativos de la Caslit, es decir, la Biblioteca Mario Vargas Llosa. ¿Cuál ha sido el proceso de digitalización de los catálogos de libros durante estos meses, y cómo se ha facilitado el préstamo de los mismos? Me parece muy interesante que sitúes las necesidades de los estudiantes universitarios, en la medida en que son investigadores en formación. Ellos tienen necesidades bien específicas que son de difícil atención. Por ejemplo, yo no sé cuán útiles están siendo las bibliotecas universitarias y el cómo responden. Yo comprendo la urgencia que ustedes sienten (...) Nosotros tenemos la biblioteca Mario Vargas Llosa, que posee distintas colecciones. Voy a citar algunas: la colección José María Arguedas, que está dedicada a los docentes formadores de lectores, la colección sobre Lima, que


sale de la literatura y entra en la fotografía y otras disciplinas contenidas en libros para hablar de esta ciudad. Por supuesto la colección de literatura peruana e hispanoamericana, que es la más voluminosa, y la colección de crítica. No necesariamente nosotros tenemos las posibilidades de digitalizar una parte ni grande ni pequeña de todo eso. Son derechos que deberíamos adquirir, pero no hemos podido hacerlo, son negociaciones muy costosas las cuales dependen de la antigüedad del texto y en general de toda la problemática de los derechos de autor. De todas maneras hay que adquirir los derechos de uso con las editoriales, porque estas son parte del ecosistema del libro. Además, son empresas que invierten para difundir el libro, para ponerlo en circulación, pero son empresas, tienen que subsistir también, no pueden abrirse a la gratuidad y por eso se entiende que no puedan abrirse a la gratuidad. En todo caso, sería una biblioteca como la nuestra la que tenga posibilidades de comprar todos esos fondos bibliográficos para que estudiantes como ustedes puedan utilizar esos libros. Me parece que todavía hay una incipiencia en adquisición de fondos bibliográficos digitales en nuestro país, en general la adquisición de libros para bibliotecas públicas recién se ha puesto en marcha,

después de décadas, creo que después de que Basadre fuera director de la Biblioteca Nacional, o sea, mitad del siglo XX más o menos. Hay compra de libros en el estado para las bibliotecas públicas, pero no estoy hablando de textos escolares, estos tienen otra naturaleza, son textos hechos exclusivamente para el año escolar, con las condiciones que requiere la currícula. Estamos hablando de los libros que circulan en el mercado, que existen y que los lectores, por distintas razones, quieren leer, desde el best seller hasta la última investigación de algún intelectual de interés, pasando no solo por libros, también revistas, sea en digital, impreso o ambos simultáneamente. En la pandemia, a mi modo de ver, ha habido muy poca solución para la adquisición de fondos bibliográficos disponibles libremente para las personas. Sean estudiantes universitarios, escolares o lectores. Justo en la pandemia se dieron pasos realmente revolucionarios para mi punto de vista. La Biblioteca Nacional ha estado muy a la altura de la situación con distintos programas y servicios para la gente. Nosotros hemos trabajado con distintas herramientas. Por un lado, nuestras propias publicaciones, las cuales casi todas están en el medio digital y en el medio impreso para quien guste. No es un fondo extenso, nuestro fondo

editorial aún es pequeño, pero está disponible de todas maneras. La Biblioteca estuvo trabajando en visibilizar fondos bibliográficos digitales de libre acceso, en donde los lectores pueden transitar, utilizar y descargar libremente según sus necesidades y preferencias. Además, se agenció dentro de la web enlaces para acceder a dichos fondos o a las propias publicaciones que les parecían pertinentes para las necesidades de nuestros lectores, las cuales se difundieron. En paralelo, hemos abierto el préstamo de libros, pues, como te decía, por ley solo podemos digitalizar un fragmento. Si un lector nos pedía un fragmento, se lo podíamos digitalizar, cumpliendo la ley de los derechos de autor. La normativa no especifica un rango de páginas, por lo que hemos operado según el volumen del libro. Yo creo que vamos creciendo en estos aspectos. Un ejemplo es que adquirimos un fondo digital específico llamado Make Make para la sala Cota Carvallo. Fue una experiencia muy interesante porque los libros de la sala Cota Carvallo muchas veces no podían ser digitalizados ni usados para videos, pues las leyes de derechos de autor son cada vez más restrictivas. Pudimos hacerlo para esta sala y creo que debemos hacer lo mismo con la Biblioteca Mario Vargas Llosa, además, hemos adquirido diversos fondos

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hemerográficos digitales. Definitivamente debemos continuar en esa línea. Recuerdo que en una reunión en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, un representante de los estudiantes pidió a la Escuela de Literatura que digitalizara toda la colección hemerográfica del centro de estudios literarios Antonio Cornejo Polar. Ello debería ser una obligación hoy en día, porque en la hemerografía hay una posibilidad impresionante para estudiar literatura. Diversas tipologías editoriales que cuentan con un tipo de lector muy específico carecen de sentido a la hora de comercializarse sin el acceso liberado a estos fondos. Lo mismo pasaría con toda la bibliografía crítica sobre la literatura peruana, al menos la del siglo XX. Ahí se tendrían herramientas fundamentales para su uso, lo cual queda pendiente. 8. A propósito del gran catálogo de libros antiguos y valiosos en la Biblioteca ¿Cómo se realiza este proceso de recuperación de libros? ¿Cómo se adquiere este importante material bibliográfico? Por otro lado, ¿cómo se está efectuando la reapertura de este importante espacio de lectura para el público actualmente? Hace pocos días hicimos una evaluación de junio, pues a finales de este mes se empezó a prestar libros, el cual fue el primer servi-

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cio que ofrecimos. Consistía en reservar el libro que uno quería leer de las colecciones disponibles. Debía recogerlo, y luego de 15 días devolverlo. Asimismo, hemos implementado algunos recorridos por diferentes exposiciones, las cuales fueron el Boulevard el cual estaba dedicado a un relato de tradición oral titulado “El viaje al cielo” y la exposición permanente Intensidad de altura. Además de la zona de estudio, el cual admite estancias de hasta 3 horas aproximadamente. Por supuesto, hemos evaluado estos avances y nos dimos cuenta de que aún hay pocos usuarios. Creemos que el interés está germinando conforme la nueva normalidad se va asentando. Imagino que no hay motivos para que espacios como este se revitalicen, aunque sea de manera progresiva. Al revisar los datos recolectados sobre las visitas, notamos que tanto el préstamo de libros como la lectura en la Biblioteca Mario Vargas Llosa eran de los servicios más utilizados, a pesar de ser grupos reducidos. Específicamente en el caso de venir a leer, se trataba de un público especialista en la materia, el cual venía a investigar obras, las cuales no pudieron ser digitalizadas u obras las que no pueden ser retiradas de la sala debido a su única edición disponible. Es así que implementando este servicio pudimos suplir esa necesidad.

Además de los investigadores, también vienen los lectores habituales de la biblioteca, la cual ya es una comunidad. En cuanto al catálogo en línea, a pesar de haber estado disponible desde hace unos años, esta ha cobrado mayor importancia dada la coyuntura. Incluso los lectores nos solicitaban pedir prestado o venir a la biblioteca en busca de ciertos libros que aún no catalogamos. EXPECTATIVAS DE CARA A LA NUEVA PRESENCIALIDAD Y LA REAPERTURA GRADUAL DE LOS ESPACIOS DE LECTURA 9. Sobre la reciente reapertura gradual de los espacios de lectura de la Caslit y el préstamo de libros a domicilio ¿Cómo se ha estado desarrollando? ¿Ha tenido aceptación en el público?, ¿Qué otras actividades se están dando? ¿Podría contarnos un poco al respecto? Hemos tenido el congreso de literatura infantil, ha funcionado. El año pasado también tuvimos este congreso adaptado al contexto digital, el congreso es el encuentro de distintas voces, un espacio de debate y la exposición de nuevas investigaciones y discusión de las mismas. El contexto digital tiene sus propias fórmulas para dialogar y debatir, pero ha ocurrido que ya tenemos dos ediciones del congreso de literatura infantil y juvenil, hemos tenido un


encuentro sobre cine en la escuela ya que la casa de la literatura tiene un componente pedagógico, parte de su reflexión sale de lo literario y cultural y se cruza con lo pedagógico, y es desde allí es que el área de educación tuvo un encuentro para pensar en el cine en la escuela que también fue muy interesante. Vamos a tener también el encuentro de narradores gráficos que tiene ya también varias ediciones antes de la pandemia y ahora también en digital, mantenemos varias de las propuestas anteriores justamente para no perder el diálogo entre esas comunidades específicas, los narradores gráficos por ejemplo entre lectores, editores de la comunidad es casi un club. Todo eso sigue existiendo a la par de los proyectos que mencionamos la pregunta ahora es qué va a continuar porque el mismo equipo que atiende, formula, implementa y acompaña toda esa existencia digital es el que hacía ese mismo trabajo en el espacio de la sede y fuera de la sede, son los mismos que iban a los hospitales, escuelas, nidos y bibliotecas públicas con el voluntariado de abuelos y abuelas cuentacuentos entonces ellos son los que están trabajando también en el entorno digital los mediadores de las salas de lectura y los mediadores de las salas de exposición son quienes también están trabajando en el entorno digital entonces

toca establecer como reorganizarse, estoy hablando de los sistemas internos de la Casa de la Literatura, organizarnos y pensar en cómo vamos a coexistir en dos contextos: El digital, que es pertinente, pero sobre todo ir abriendo el espacio físico y, eventualmente, fuera de esta locación. La población está moviéndose fuera de espacios como este, el espacio público está precarizado, abandonado. Entonces, los servicios de biblioteca tienen que vigorizarse en el entorno virtual, y en el espacio físico hay que incrementar los días de atención, las posibilidades de préstamo. Yo creo que va a ser muy difícil adquirir libros el año que viene. Este año no hemos podido adquirir libros debido a que esta es una institución pública y los presupuestos del estado están atendiendo emergencias. Para ti y para mí el libro está en emergencia, pero no necesariamente para la política pública, no necesariamente. 10. ¿Cuáles son los nuevos proyectos que prepara la casa de la literatura para este año? ¿Cuáles son las nuevas actividades presenciales que se irán acoplando? ¿Podremos presenciar nuevas exposiciones en un futuro? Vamos a ver cómo mejora esto, de todas maneras hay posibilidades de establecer alianzas que permitan mejorar estos

servicios, digo alianzas para obtener fondos bibliográficos digitales que podrían ser pertinentes para ustedes o para otros lectores. Seguir creciendo, que la colección siga creciendo para mejorar los servicios y pensar en más servicios para lectoras y lectores. Las exposiciones están abiertas, hay dos. El año pasado hubo una investigación con fines curatoriales dedicada a la relación entre Emilio Adolfo Westphalen y César Moro, esa iba a ser la exposición y no se pudo llevar a cabo no solo porque no se podrían abrir las salas sino porque los seguros de documento cultural y de obra de arte no tenían cobertura. Estos servicios, que forman parte de toda esta dinámica que se permitirían para el caso de una exposición ya deberían estar activos. Ya hay algunas exposiciones activas en el país, pero hay que ver cómo es posible recuperar la investigación. Incluso se avanzó el diseño museográfico, que era hermoso debo decirlo, según yo. Bueno, según nosotros. No pudo ser sometido al escrutinio público, no se pudo saber cómo iba a responder la gente a esta exposición ¿que preguntas abría? ahí se ha quedado. Vamos a ver cómo retomamos todo nuestro programa que estaba pensado para varios años en adelante ¿cómo lo vamos ajustando, no? Hubo dos exposiciones que se truncaron antes de tiempo. Una fue la de

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Vida sin plazos, dedicada a las escritoras de los 90 ‘s. Esa es una exposición que truncó su entrada abierta al público. A pesar de ello, ahora estamos trabajando para que sea parte de la exposición peruana en la feria de Guadalajara. Va a ser interesante si pensamos en las intelectuales, las escritoras, las activistas, las artistas tan interesantes que hay y las discusiones feministas tan importantes que hay en México. La idea nuestra, nuestro objetivo es que se establezcan allí puentes, relaciones y que se visibilicen escritoras tan importantes como Rossella Di Paolo, por ejemplo, Premio Casa de la Literatura del año pasado. En aquel entonces se quedó trunca esa exposición, es difícil pensar en retomar una exposición y volver a montarla. Los documentos tuvieron que ser devueltos a sus dueños, una escalera de tela que hizo Trudy Macha sufrió su estancia en un espacio cerrado. Entonces tuvo que cerrarse una exposición que probablemente ya no podamos retomar en una sala como esta, pero vamos a ver si así como va a Guadalajara podrá ir a otros lugares. También pensar si se puede derivar a, por ejemplo, un seminario como uno que tuvimos sobre pensadoras peruanas a cargo de Nicole Fadellin lo dictó. Entonces buscamos cómo seguir discutiendo eso, ya no podemos tener a veinticinco o treinta personas juntas en una sala.

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Ahora estamos trabajando en una investigación sobre César Vallejo. Nosotros pensamos que Vallejo es el escritor del Bicentenario, no es el único pero lo hemos tomado como obra a tratar en el Bicentenario por esta mirada tan crítica que da sobre el dolor, la injusticia. Entonces hay una investigación dedicada a Vallejo, crónicas, poesía, pero también vida. Justo va a salir un libro, titulado Del siglo al minuto: crónicas sobre ciencia y maquinas que es una selección que hace un equipo de la casa, será un primer paso hacia Vallejo y bueno, esperamos tener esa exposición este año. Asimismo, vemos cómo los trabajos de curadores y museografía pueden adaptarse a estas nuevas condiciones, los retos tienen esa característica preciosa que te obliga a pensar de nuevo. Seguir abriendo todo esto, participar de la restauración del espacio público es un reto para nosotros. Se demorará seguramente toda la cuestión escénica, pero ya queremos abrir en los próximos meses algunos talleres in-situ en el tercer piso de la Casa de la literatura. No sé si alguna vez has subido, ¿sí?, esta es una arquitectura muy propicia para circunstancias como la pandemia, que requieren mucha ventilación. Hay salas grandes y llenas de ventanas, arriba hay algunos espacios que ya podrían ser utilizados para seminarios y talleres, como para ir retomando

porque hay aprendizajes que no se pueden llevar a cabo en el digital, o sí, pero de otra forma. 11. ¿Existen proyectos o alianzas importantes en las cuales está trabajando la Caslit actualmente? ¿Podría contarnos un poco al respecto? Bueno, pensaría en una línea de trabajo que no he comentado hasta ahora, el cual es el trabajo que hacemos con los archivos culturales. Las exposiciones surgen del estudio que hace la Casa de la Literatura con los archivos del autor. Por ejemplo, la exposición de Blanca Varela es el resultado de una relación de una aproximación rica esmerada y además muy abierta porque la familia que facilitó el archivo así lo permitió, con los documentos que dejó Blanca Varela, fotografías, manuscritos, sus propios libros. Dejó un pequeño universo para comprender su obra todavía pendiente de mucho estudio. Lo mismo pasó antes con Sebastián Salazar Bondy o con el archivo de José Carlos Mariategui para la exposición dedicada a la revista Amauta.En el caso de la Vida sin plazos, allí se trabajó con varios archivos personales de, por ejemplo, Doris Moromisato, y varias escritoras más. Entonces ese trabajo ha continuado en pandemia ese trabajo es muy amplio hay un primer reconocimiento de un archivo estuvimos trabajando con


el que dejó Emilio Adolfo Westphalen, el cual está en su casa de Barranco. Entonces, hay una cantidad de cosas que se hacen en torno a un archivo. Investigarlo requiere que previamente ese archivo se haya inventariado, catalogado y se les dé una conservación, ya que elementos como el papel sufren mucho y es muy caro que las familias puedan hacerse cargo. Por tanto, deberían haber políticas de conservación de esos archivos y en ello hemos seguido trabajando con el archivo de Alejandro Romualdo, por ejemplo. Estamos estudiando los archivos que hemos podido digitalizar y que eventualmente queremos presentar en exposiciones también, con la finalidad de crear el repositorio Casa de la Literatura Peruana en donde hayan archivos de autor, el archivo de las exposiciones. Actualmente estamos trabajando en lo que te he mencionado y en la versión digital de Intensidad de altura, la exposición permanente. Hemos avanzado mucho para que esa exposición digital se lance en agosto, pero debido a algunos contratiempos creemos que para el decimosegundo aniversario de la casa de la literatura es probable que ya sea publicado Le agradecemos mucho por la oportunidad que representa esta entrevista, directora Milagros. Agradezco profundamente el interés de ustedes como estudiantes en la Casa de la Literatura. Es muy necesario para nosotros vincularnos con la universidad, con la academia. Allá hay mucho que hacer, más allá de un servicio bibliotecario o de un proyecto de investigación con la universidad. Son ustedes los investigadores y los educadores de la literatura, los gestores en los próximos años y estoy muy agradecida de que ustedes estén interesados en la Casa de la Literatura y qué alegría que haya una revista nueva, los felicito.

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Para una lectura po de Rub Confrontando la reducción del modernismo al mero esteticismo y la recreación de cisnes y azules, muchos investigadores han señalado lo problemático de interpretar la metáfora del artista en la torre de marfil y el lugar de enunciación del artista-literato que surge hacia fines del siglo XIX (Ramos, 1989), como síntoma de la despolitización y desconexión del hombre de letras respecto a las problemáticas del contexto. De hecho, los imaginarios sobre el artista desencontrado en el marco de una modernidad que impone otras dinámicas de sobrevivencia y generación de valor, planteados con elocuencia en textos como el “Prólogo” de José Martí al Poema del Niágara de Juan Antonio Pérez Bonalde (1882), han sido tomados por estudiosos como Julio Ramos como punto de partida para explicar el proceso de repolitización del artista (Ramos, 2009 [1989] 146), quien, a raíz del triunfo de un proyecto de modernidad capitalista, habla ahora desde un lugar y un saber especializado y profesionalizado que, si bien le altera sus dinámicas vitales tradicionales, le permite asimismo deslindarse de una escritura con funciones ideologizantes que lo alejan de la preocupación intelectual y estética (Rama, 1984).

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En este trabajo, me propongo ahondar en dos problemáticas centrales con respecto a la figura del hombre de letras y los presupuestos estéticos e ideológicos del modernismo. Por un lado, el posicionamiento crítico del artista desencontrado en un nuevo mapa social donde ya no desempeña labores centrales o fundacionales, como lo habría hecho el letrado tradicional decimonónico del que habla Rama (1984), es decir, su lugar enunciativo político y confrontacional con respecto a unos imaginarios de modernidad capitalista-burguesa a la que rechazan radicalmente y, en línea con ello, la apelación a estrategias evasivas donde la recreación de universos marcados por la belleza, el lujo, el exotismo y, sobre todo, la singularidad, devengan las principales estrategias de contención y resistencia frente a la medianía positivista-burguesa (Morales Pino y Grau-Lleveria, 2020). Como lo señalará Paz (1974) en su lectura del modernismo como movimiento ideológico (y no solo estético), el modernismo es también una contestación al positivismo y esa consideración (aunque extensible a las demás corrientes estéticas e ideológicas del periodo, Morales Pino 2017) es clave para comenzar a

analizar otras producciones cuya problematicidad o aparente discordancia ha marcado su silenciamiento por el ruido que generan a una crítica enfocada en estrategias efectivas y asertivas de sistematización taxonómica. El cuento “El fardo”, de Rubén Darío, se publica inicialmente en 1887 en Santiago de Chile en la Revista de Artes y Letras (Llopesa, 1994, p. 47) y, posteriormente, es incluido en la colección de cuentos en Azul, publicada en 1888, la cual constituye una de las más emblemáticas y canonizadas propuestas del modernismo latinoamericano. No obstante, como bien lo explicó Hugo Achugar en su momento (1986), el texto fue visto con reticencia al considerarse una rara avis poco armónica con el conjunto de relatos rítmicos y preciosistas de Azul… (p. 858). La rareza del texto radica en la temática en apariencia prosaica con marcas naturalistas de un cuento que narra la historia de un pescador empobrecido y enfermo cuyo hijo mayor murió arrollado por un fardo de mercancía. Este fardo era descargado en el puerto en el que el joven trabajaba para llevar alimento a su familia, cada vez más enfermiza a causa de la pobreza. Sin detenerme en el diálogo tensional


olítica de “El fardo”, bén Darío Por Luz Ainaí Morales Pino

que entabla el texto con la matriz ideológica naturalista con la que ha sido vinculado por cierta parte de la crítica, el relato revela esos puntos ciegos de la modernidad-capitalismo que triunfa en nuestros países hacia fines del siglo XIX. La mercancía informe acaba con las vidas de estos individuos otros, olvidados con los cuales, el artista, en su sentido desencuentro respecto al contexto, entabla un vínculo de comunidad desde la marginalidad de la que son víctimas o que detentan. Según Achugar, “el fardo simboliza el ser de prosa mercantil, el rostro amorfo de la vulgaridad comercial, la concreción material.” (1986, p. 863). la concreción material.” (1986, p. 863). Ahora bien, como lo indica el mismo Achugar, la descripción de esa escena que, en diálogo con el naturalismo, muestra lo barbárico y distópico del proyecto triunfador de modernidad (Salazar, 2018), va de la mano con una compleja percepción de la realidad desde un lente estético, pues la descripción de esa línea que, no en balde, es azul y “separa las aguas y los cielos”, línea que “se iba hundiendo en el sol con sus polvos de oro y sus torbellinos de chispas purpurados, como un gran disco de hie-

rro candente” (Darío, 1888: 19) revela un “notorio predominio cromático [que] concuerda con el entusiasmo pictórico que el modernismo propuso en las miniaturas descriptivas de mucha de su producción y en particular de Azul” (Achugar, 1986, p. 859). En ese sentido, la postura política de este sujeto narrador-poeta radica en su gesto deliberado de visibilizar esos otros lados de la modernidad-capitalismo que muestran su cariz más oscuro y, de esa forma, desarticulan las narrativas celebratorias de la linealidad del progreso. Ahora bien, considero que esta lectura política podría llevarse aún más lejos desde una perspectiva que, además, da luces para comprender la compleja relación que se establece entre los sujetos artistas y creadores, con sus posturas de marginalidad intelectual, y la marginalidad real que es recreada para vehiculizar o incluso, legitimar sus propias batallas intelectuales e ideológicas. Si el texto de Darío critica un capitalismo destructivo que produce estas formas de miseria a las que, con gran eficiencia, invisibiliza; este narrador-poeta que hace causa común con el pescador reumático parece no haber logrado escaparse con demasiado éxito

de la comodificación denunciada en el relato. Desde el inicio de la narración, se evidencia el relacionamiento del narrador-poeta con la realidad desde una perspectiva estética y esteticista que revela una distancia intelectual respecto al objeto descrito. Tal vez en esa búsqueda incesante de impresiones propia del artista modernista, el narrador-poeta se ve impelido a conversar con el Tío Lucas cuyo relato vital, empero, pareciera estar presenciando desde una mediación libresca y una problemática distancia intelectual que lo lleva a ver el mundo desde modelos idealizados e irreales, en lugar de realidades materiales. Al ver y escuchar al Tío Lucas, la voz narrativa describe su percepción del personaje como uno de “los bravos hombres toscos que viven la vida del trabajo fortificante, la que da la buena salud y la fuerza del músculo, y se nutre con el grano del poroto y la sangre hirviente de la viña” (Darío, 1888, p. 20). Es decir, el narrador-poeta parte de la singularidad de Lucas para convertirlo inmediatamente en un modelo genérico preconcebido de masculinidad distante y exotizada que muy poco tendrá que ver con este anciano tan aquejado por el reuma y la miseria. Se trata de la este-

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tización de la pobreza y la ruralidad como una manera de proponer un ideal alternativo que confronte los prototipos de masculinidades modernas, positivista-burguesas encarnadas en los comerciantes y los self-made men urbanos tan en boga en el momento. Del mismo modo, el narrador-poeta escucha el relato vital de Lucas como una historia de aventuras exotizantes que, pese al cambio de ambientes y protagonistas, no distan mucho de los intereses ético-estéticos del artista modernista y sus ansias de exotismos, impresiones, experiencias límite y escenarios coloridos (Gutiérrez Girardot, 1988 [1983], p. 35). De hecho, si bien por momentos pareciera que la voz narrativa le cederá espacio al tío Lucas para el relato de su tragedia, son frecuentes las intervenciones del narrador rastreables en la presencia de una visualidad otra que, distanciándose de las matrices ideológicas y estéticas realistas y naturalistas, insiste en devolver al plano estético la crudeza del contexto: Era un bello día de luz clara, de sol de oro. En el muelle rodaban los carros sobre sus rieles, crujían las poleas, chocaban las cadenas. Era la gran confusión del trabajo que da vértigo, el sol del hierro, traqueteos por doquiera, y el viento pasando por el bosque de árboles y jarcias de los navíos en grupo. (Darío, 1888, p. 25). Incluso cuando se describe el fardo letal para el hijo del tío Lucas, se entrometen las tonalidades modernistas

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que retratan formas y olores con una musicalidad a la que no se renuncia, pese a la disonancia que plantea frente a la temática recreada: “Había uno [un fardo] muy pesado, muy pesado. Era el más grande de todos, ancho, gordo y oloroso a brea. Venía en el fondo de la lancha. Un hombre de pie sobre él era pequeña figura para el grueso zócalo.” (ibid., p. 26) Esta descripción cargada de imágenes y contrastes sensoriales se intensifica mediante la alusión a las letras “en diamante” que iban sobre los sacos y “miraban como ojos” (ibídem). El contexto más crudo es visto y contado desde una perspectiva que privilegia la ficcionalización, la mirada de la realidad desde un lente intelectual que anuncia tanto la distancia como el problemático posicionamiento ético-ideológico de este narrador-poeta. El punto climático de este deslinde tiene lugar cuando se relata la cruda muerte del muchacho arrollado por el fardo, tendido en el suelo “con los riñones rotos, el espinazo desencajado y echando sangre negra por la boca” (ibid, p. 27), mientras la familia se quedó sin desayuno y llorando al hijo destrozado en medio de la insalvable pobreza. Frente a la inminente desgracia, el mismo narrador-poeta que no ha escatimado en brindarnos descripciones estetizantes o estruendosas, llenas de efectos visuales y sensoriales, no elige sino proceder con el relato de su traslado de vuelta a casa, sin referir, como en otros

momentos de la historia, algún tipo de interacción (o consuelo) hacia Lucas. Tras narrar el sufrimiento de esta familia famélica llevando el cuerpo destrozado del joven al cementerio, el narrador-poeta refiere cómo se fue “camino a casa, y haciendo filosofía con toda la cachaza de un poeta, en tanto que una brisa glacial que venía de mar afuera, pellizcaba tenazmente las narices y las orejas” (Darío, 1888, p. 28). La distancia del narrador-poeta respecto a la tragedia del tío Lucas muestra en qué medida este personaje cae también en la lógica capitalista a la que confronta cuando muestra el lado bárbaro de esta modernidad llevada por valores mercantiles y productora de una serie de miserias. El narrador-poeta también peca de ese uso mercantil, casi explotador, de los otros, al mostrar cómo hace de esta tragedia el material de una creación estética que ni lo inmuta, pues se percibe siempre desde la distancia intelectual y el proyecto productivo. La tragedia de Lucas le es útil a este narrador que asume una pose de marginalidad frente a una modernidad que lo ha hecho a un lado, sin llegar por ello a establecer algún vínculo de comunidad con el sujeto oprimido ni vehiculizar la transformación. Ahora bien, considero que es precisamente en esta instancia final del relato donde pueden encontrarse las claves para complejizar aún más la lectura política del relato de Darío. Este pa-


saje que muestra al narrador-poeta desplazándose de vuelta a casa una vez ha obtenido la materia escrituraria del día, como una pieza más en el engranaje productivo (Ramos, 1989, pp. 144-145), “con pasos elásticos”, “haciendo filosofía con toda la cachaza de un poeta”; que va tan ensimismado en lo que habría de ser el cuento a escribir que solo lo traía de vuelta a la realidad ese frío glacial “que venía de mar afuera” y le “pellizcaba tenazmente [y superficialmente] las narices y las orejas” (Darío, 1888, p. 28), puede leerse como una irónica y aguda reflexión crítica respecto al rol del artista y su ética e ideológicamente problemática relación con el contexto. Así, si el capitalismo ha sido definido como un sistema de creación -destrucción (Schumpeter, 1942), llama la atención cómo no es solo el hijo de Lucas la principal víctima del engranaje perverso. El mismo tío Lucas, con su tragedia vital, es usado para un proyecto de creación estética que, una vez consigue armar el relato/cuadro artístico del día, descarta sin mayores reticencias a este “amigo” que le dio el material para la obra literaria que, a él también, en esta nueva dinámica social, le da el sustento diario. Por último, y salvando los anacronismos y las distancias, considero que la reflexión que plantea el texto de Darío con respecto al lugar del artista-intelectual contestatario con sus posicionamientos anti-capitalismo y anti-sistema, no

deja de tener importantes justicias y miserias atroces” y dolorosas resonancias (Cornejo Polar, 1994, p. 9). con los posicionamientos de ciertos sectores de la BIBLIOGRAFÍA Aching, G. (1997). The Politics of Spanish intelectualidad actual que American Modernism: By Exquisite Deresultan seducidos, como sign. United States of America: Cambridge University Press. el poeta de “El fardo”, por Achugar, H. (1986). “El fardo”, de Rubén estas realidades sórdidas y Darío: receptor armonioso y receptor heterogéneo”. Revista Iberoamericana. 52 marginales, aunque en au- (137), 857-874. https://doi.org/10.5195/revisencia de compromiso ma- beroamer.1986.4269 Cornejo Polar, A. (2003). Escribir en el aire. yor a la emoción efímera Ensayo sobre la heterogeneidad socioo la intelectualización dis- cultural en las literaturas andinas (1994). Prólogo de Mabel Moraña. Lima: CELACP. tante. Como ya anunciaba Darío, R. (1888). “El fardo” (1887). Azul… Valcon preocupación Antonio paraíso: Imprenta y Litografía Excelsior. Disponible en http://www.memoriachileCornejo Polar en su clásico na.gob.cl/archivos2/pdfs/mc0010577.pdf trabajo Escribir en el aire Díaz Rodríguez, M. (1942). “Paréntesis modernista o ligero ensayo sobre el moder(1994), estas problemáticas nismo” [1908]. Caracas: Editorial Cecilio realidades latinoamerica- Acosta. https://ensayistas.org/antologia/ XIXA/diaz/ nas resultan atractivas para Grau-Lleveria, E. (2008). Las Olvidadas. cierta élite intelectual que Mujer y modernismo: narradoras de entre siglos. Barcelona: PPU. ve en el “tullido y deforme Gutiérrez Girardot, R. (1988). Modernismo. subcapitalismo del Tercer Supuestos históricos y culturales (1983). México: Fondo de Cutura Económica. Mundo” el mejor “modelo Llopesa, R. (1994). Las fuentes de “El fardo” histórico” de la “condición de Rubén Darío. Revista Hispánica Moderna, 47(1), 47–55. http://www.jstor.org/ postmoderna” que anuncia stable/30203372 la crisis del sistema (p. 9). Pa- Martí, J. (1882). “Prólogo al Poema del Niágara”. Instituto de Filosofía de Cuba. rece que Darío, en ese corto https: //edisciplinas.usp.br/pluginf ile. pasaje final, ya anunciaba la php/5805818/mod_resource/content/2/ mart%C3%AD%20-%20prólogo.pdf reflexión que haría más de Morales Pino, L. (2017). “Éticas y estéticas un siglo más tarde Corne- de la profanación: redes y tensiones en la literatura peruana y venezolana del enjo Polar, desde otro lugar y tre siglos (1880-1910)”. Tesis de doctorado, quehacer intelectual, cuan- University of Miami. Paz, O. (1974). «Traducción y metáfora». do afirma, en reticencia a Diálogos: artes, letras, ciencias humanas, las modas posestructuralis- 10(3), 5-13. Recuperado de http://www.jstor.org/stable/27933229. tas y del pensamiento post- Rama, A. (1984). La ciudad letrada. Monmoderno en general, que tevideo: Arca. Ramos, J. (2009). Desencuentros de la “[n]ada es tan desdichado modernidad en América Latina. Literatucomo el propósito de en- ra y política en el siglo XIX (1989). Caracas: Fundación Editorial El perro y la rana. cajar—y a veces encajarnos Salazar, E. (2018). “Azul… de Rubén Darío: a nosotros mismos—en los utopía y distopía en el cuento “El fardo”. Crítica.Cl. XXV. https://critica.cl/literatura/ parámetros post mediante azul-de-ruben-dario-utopia-y-distopiaalgo así como la estetiza- en-el-cuento-el-fardo Schumpeter, J. (2015). Capitalismo, sociación de un mundo de in- lismo y democracia (1942). España: Página Luz Ainaí Morales Pino Profesora de la Escuela de Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2019). Se especializa en la literatura latinoamericana del siglo XIX y temprano Siglo XX. Es autora de Juan Germán Roscio. La subversión de la palabra (UCAB, 2008), coeditora de Arte, artista y campo artístico: concepciones, inscripciones y poéticas en el contexto latinoamericano (Fondo Editorial UNMSM, 2020), además de diversos artículos arbitrados. Pertenece a los grupos de investigación LITARTMO y FEMEIGEN (UNMSM) y RIEL (PUCP).

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MARÍA CA Rosario Juana Ortega Estudiante de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Nací en Puno, y conozco casi todo el sur del Perú, por lo que muchas de mis historias están basadas en el altiplano, los andes y esos lugares perdidos en la sierra. Amo el género de la fantasía y las historias de héroes y villanos; el romance no es lo mío.

Mi abuela se paró frente a una esquinita, cerca al Parque Pino, allá en su natal Puno. La curiosidad pudo más que el hambre y me detuve con ella a ver el sitio. En la esquina desolada donde nadie se había preocupado de siquiera levantar un murito de calamina para proteger el terreno, se erigían los restitos de una casa, ennegrecida por el fuego. Solo tenía en pie un trozo de muro del primer piso, aún con un cristal limpio, ignorante del fuego que había asolado la propiedad. Ella sacó uno de los alfajores que habíamos comprado y lo dejó en el alféizar de esa ventana; levantó la mano como si saludara a alguien, se persignó y oró un padrenuestro. Observé el reflejo del cristal y me pareció ver a una niña, de más o menos mi edad, unos diez años, parada tras el cristal. Parpadeé y la niña desapareció sua-

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vemente, con una sonrisa. La llamaron María Candelaria Álvarez porque el padre Mi abuela volvió conmigo era un fiel muy conocido de y seguimos nuestra ruta, la Virgen, él se hizo alferado directamente hacia arriba. aquí en Puno y fue quien fundó las primeras compar- A ella le gustaban — murmu- sas de morenos, lo que tú ró después de tres cuadras. ahora llamas morenada. Verás, el padre aparte de gasLa miré interrogante. Ella tarse su plata en febrero, era pareció darse cuenta de mi un minero respetable. Seis curiosidad así que me lle- meses al año se internaba vó a un parquecito, escon- en la Rinconada y volvía cardido por alguna parte de gado de oro. Al principio, me la ciudad. Nos sentamos y comentó el mismo hombre, sonriendo tristemente mi la niña se quedaba a cargo abuela comenzó a hablar. de la madre; pero al morir ésta, el hombre decidió deLa mina es cruel ¿sabías? jar a la pequeña a cargo de La gente aquí cree que la una familia desconocida, mina es una mujer que en- antes que al hijo mayor. La vidia a otras mujeres, pero familia desconocida fuimos que recompensa fielmen- tu abuelo y yo, mucho antes te a sus amantes. Pero no de que tu madre naciera. creo que una divinidad sea tan celosa y generosa. No. Volvía entonces el homLa mina es mejor que eso, bre a finales de octubre y es un Apu que intenta dar- pasaba con su hijita hasta nos lo que puede, pero los marzo. Pero no te contaría humanos buscamos aden- esta historia si las desgratro lo que fuera tenemos. cias no hubieran ocurrido.


ANDELARIA

CUENTO casa de Arequipa, vendió

El hombre se perdió en la mina. Es todo lo que llegué a saber. Pero lo tomaban por muerto ya en febrero, cuando uno de sus compadres hizo un discursito sobre él antes de iniciar la parada.

todo, el oro, las joyas y los bonitos vestidos de María; casi, casi la casa de Puno, si no fuera porque no tendría donde caer muerto, la plata la gastó en sus caprichos. Pasó de las chingaComo ya no había quien me nas de la Costanera a los pague, tu abuelo se deshizo bares de la Plaza de Armas; de María. La custodia pasó al se compró un carro alehermano, que por un poco mán y se vistió como virrey. de oro del padre y debido a los berrinches de la niña, lo- Como puede notarse de un gró que yo le cocinara a Ma- hombre de tal calibre, se ría y la cuidara una vez por endeudó con los bares, se semana. Desde la muerte endeudó con el vendedor de su padre ya no fue la mis- de carros, se endeudó con ma, se agripaba por la brisa el sastre, se endeudó con del lago y siempre andaba los locales de prostitutas y llorosa, ya sea porque su hasta se endeudó con las hermano le había pegado chinganas de la Costanera. o porque estaba tosiendo. Solo entonces, y sin pla¡Cómo lloraba esa pobre ta, Álvarez decidió probar criaturita!, sus ojos jamás suerte a ver si la mina lo recobraron alegría algu- elegía y le daba frondona mientras estaba en esa sos regalos, tal y como hacasa de la esquina. Ella se bía pasado con su padre. abrió más conmigo y me contó todo esto que te digo. Tu abuelo también se fue a probar suerte en la mina, El padre era exitoso, pero así que María y yo nos queel hijo mayor no tanto. Era damos en la casa de la esun cuarentón viudo y me- quina, la niña aferrándose diocre, que vivía en esa es- a mi falda todas las noches, quina. Obviamente era casa temblando de miedo por la del padre, nadie como el posibilidad de ver a su herhijo podía siquiera soñar mano una vez más. Durancon tan buena propiedad, te el día era casi una niña solo podía fantasear con normal, una niña de brillanel oro de la mina mientras te sonrisa que me recordase caía de borracho en las ba un poco a la escultura de chinganas de la costanera. a quien le debía el nombre.

zos y un amigo en las espaldas. Volvió a su vida de rico, por algún tiempo. Él y su amigo bebieron, dormían en los prostíbulos y pasaban el resto del tiempo entre señoritas y el sastre. María, solita en casa, como una madre que espera a su hijo. Ya no se me permitió cuidarla, excepto para darle de comer. A veces venía el amigo, un hombre alto, blanco y con barba larga; para recoger a María de mi casa. Ella temblaba aún más al verlo, pero no lloraba esa niña valiente. Se iba con él silenciosamente, aunque sus piernitas se movían como gelatinas. Pero el hombre volvió a quedarse sin oro, endeudado una vez más con los bares, los sastres y los locales de caballeros, esta vez al doble. Y de vuelta a la mina. Luego, más deudas. Más gente golpeando la puerta de la esquina. Y la mina, otra vez.

El amigo fue una constante en esta sucesión de acontecimientos. Iba con él por toda la ciudad de aprovechado y luego desaparecía cuando Álvarez iba a la mina a probar suerte. Hasta que no quedó ni un duro, Álvarez llevaba religiosamente botellas de buen vino, pisco y licores caros, tabaco fino y dulces limeños, tamTomó a su hermana y tomó Cuando Álvarez volvió a bién compraba una llamita con más gusto la heren- Puno, llegó con un mon- o una alpaquita, siempre cia que descubrió en la tón de oro entre los bra- crías, las que se llevaba jun-

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to a sus otros lujos a la mina. Pero se arruinó. Volvió miserable, con los ojos rojos y los pies descalzos. - No le ha cumplido al Muqui — decía la gente al verlo — pobre hombre, no le ha cumplido al Tío y ahora se la ha cobrado. La noticia de que Álvarez tenía una deuda con el diablo de la mina pasó de rumor a hecho incuestionable. La casa se estaba cayendo a pedazos y el hombre se veía cada día más demacrado. - Sí, no le cumplió al Muqui — dijo tu abuelo una noche durante la cena — unos compadres dijeron lo mismo, Álvarez bajó la calidad del vino y llevó una oveja en lugar de la alpaca ¿Cómo piensa que él le iba a dejar así nomás? Está loco. Yo con unos caramelos y una cerveza lo tengo contento. No creo que el hombre se atreva a acercarse otra vez, tendría que llevar a un hombre para contentar al Muqui. - Abuela, ¿Qué es el Muqui? — pregunté con curiosidad. Ella se levantó del banco de cemento y me tomó de la mano, con la boca cerrada. Caminamos cuesta abajo hasta llegar a Plaza de Armas, entramos al templo de la Virgen de la Candelaria y sentados en el banquillo de más al fondo, ella por fin continuó el relato. - Es el diablo, hijito. Habita en las minas, donde la luz del sol no toca y donde Dios no puede meter la mano. De él depende si encuentras oro o piedra sin valor. — contestó por fin — a cambio de algo, claro. Si no le pagas, mal te va, muy mal.

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Tuve escalofríos, y pronto ella me abrazó. Cambiamos de sitio, más cerca a la imagen de la Virgen. Solo así ambos dejamos de temblar. - Por eso te traje aquí, hablar de eso me da miedo y solo me siento segura con ella — asintió señalando a la Candelaria, cuyos ojos parecían observarnos con una mezcla de ternura y severidad. — la Virgencita protege a todos en la mina, por eso siempre vas a ver una cruz o su imagen en las bocas de las minas. En Bolivia incluso la llaman la Virgen del Socavón — mi abuela suspiró — Supongo que por eso el padre la llamó así, para que la gente con la que trataba el padre no afectase a la pequeña. Repentinamente, entre mayo y octubre, dejé de ver a María. La busqué por todos sitios, pero no la vi. Me dijeron que Álvarez tomó a la pequeña y se la llevó a algún sitio. No pude estarme quieta con la noticia, incluso tu abuelo se vio incómodo al saberlo. Y una noche, mientras tu abuelo y yo cuidábamos a tu madre recién nacida, olimos el humo proveniente de la esquina. Él salió primero, pensando que era una casa de más allá de la manzana, pero no. Volvió gritando para que saliéramos y apenas pudimos agarrar a tu madre y algunas cosas de valor. Salimos como pudimos, pues el fuego se había expandido a las vigas de nuestra casa y amenazaba con comerse las paredes. A nuestro alrededor, otras familias también habían

salido. Yo me desesperé, nerviosa por si María había vuelto y dejé a la bebé en brazos de mi marido, y aporreé la puerta de la esquina. Usé una piedra para chancar esa maldita puerta, hasta que alguien abrió. Era el amigo del hermano, sonriendo de manera cómoda, indiferente de las llamas que asolaban la estancia a sus espaldas. Tu abuelo se acercó y también lo vio. - ¡Tú! — dijo mi marido — te ves… El hombre acentuó su sonrisa y caminó hacia dentro de la casa, sacando un bolso de tela lleno y echándosela al hombro. - Te veo en la mina, Ricardo.— decía el hombre palmeando la espalda de mi esposo — espero que me traigas mejores dulces la próxima vez, no seas como el dueño de esta casa ni me traigas niñas ¿puedes? — rió fuertemente y me saludó con la cabeza, caminando como si nada en dirección al lago. Quiero creer lo contrario, pero tengo la imagen tan vívida en mi cabeza que sé en mi interior que no fue una alucinación. El hombre caminó hasta hundirse en el lago, y mientras andaba lentamente, con la luz del incendio que se comía ambas casas, el contenido del saco que llevaba al hombro se me pareció a una cabeza humana, decapitada y sangrienta. Y a la sombra de la luna, vi dos cuernos en la cabeza del hombre que caminaba y una cola de león balanceándose entre sus patas de macho cabrío.


CUENTO LA MADRE DE LOS ANDES Y UN AMOR Renzo Aldair Juipa Peña nació en la ciudad de Huánuco el 11 de febrero de 1999, vivió en la ciudad de Huánuco hasta los 7 años. Llegó a la capital limeña con motivo de estudios, cursó la secundaria y primaria y ahora cursa estudios de Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

I Clareaba radiante la ciudad de Huánuco con la dulce voz de sus pichones y aves serranas de vuelo corto, que habían venido de muy lejos a sentir el afamado clima templado casi perfecto que sus gentes citadinas, henchidas de orgullo pregonaban por las sierras tristes y heladas de nuestro ande majestuoso. La mañana relucía cual oro en las montañas, que abrigaban la prolija ciudad; imponentes brazos custodiaban los límites verdóceos, rodeándola amorosamente en toda su plenitud con un amor de sabor a pueblo y sangre. Los mercados se tornaban coloridos por los hermanos indios que bajaban de sus tierras a ofrecer frutas, verduras o algún producto au-

tóctono que se vendía con su regateo respectivo. ¡Que nobles los campesinos de mi tierra! Esas miradas dubitativas tendiendo tímidamente hacia abajo, quién sabe por temor o respeto… ¡El heredero idóneo de mi tierra bajando la mirada! Siendo expoliado con dureza en las ciudades, como si fueran seres de otro tiempo atrapados entre la tierra y el sol de sus campos ásperos, incapaces de salir a avizorar un cambio, una esperanza. Entonces, bajan los campesinos a los grandes mercados, en las plazas de piletas y cadenas, en las veredas fragmentadas; a pedir una limosna para su reducido almuerzo o comida que más de 500 años han disfrutado otros a sus expensas.

Mis hermanos también bajan para recibir atención hospitalaria que en sus pueblos es precaria e inexistente. Este hombre indómito achaca las dolencias y enfermedades a punta de pócimas y menjunjes que le otorga presurosa la madre tierra, quien llora desconsolada cuando mi hermano baja a las ciudades de cemento y hombres con el corazón de piedra, donde ella no puede ofrecer su regazo amoroso de madre. Bajan entonces estos hombres aleados con rocas frías y resiliencia, merodeando temeroso por los grandes recintos de galenos, con algún producto para entregar como obsequio al “doctor” u “doctora” que repiten solemnemente, con la esperanza de que los atiendan

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¿Mi hermano tiene que ro gar por un poco de atención? Cuando por el contrario deberían arrodillarse ante sus sandalias de caucho sucio, moldeados a retazos por el trabajo y lavarlos con lágrimas arrepentidas. ¡Estos hombres de abolengo macizo de antaño, que enfrentaron con bravosidad al español, reventando sus cráneos con porras y macanas! ¡Defendiendo fortalezas de piedra contra arcabuces y caballos! Que incluso asedió Lima hace mucho tiempo, con mucha bravosidad. Hoy, tiene que traer en su atadito quesito, maíz o algún producto que ablande la dura alma de los trigueños españolizados, quienes creen ser descendientes de algún Virrey español o quizás del mismísimo Carlos V y, observando con desprecio al indio de las montañas que baja con fachas agrestes propio de la rutina diaria, mirándolos de pies a cabeza como si ese gesto los blanqueara más pero lo que hace es ensuciarles el alma, ese alma cristiana que acude presuroso los domingos a la misa a oír las liturgias de amor y bondad, donde se golpea el pecho enloquecido; pero desprecia al hermano indio de manera hipócrita.

voluminoso con un sonido de fuerza viva que atemoriza en épocas de invierno por su cercanía a los linderos de su forma, un río que baña constantemente a la hermosa ciudad de Huánuco. En las temporadas bravas de viento e inclemente lluvia torrencial, el río amigo trae alegremente troncos de árboles viejos, piedra y tierra y las pertenencias de los que osaron construir su morada cerca a él. El travieso río es un regalo para Huánuco como El Nilo lo fue para otros, ya que, si bien en la ciudad no hay dedicación a la agricultura masiva propiamente dicha; esta vena de agua pura y cristalina es el alma pujante de su pueblo. Pueblo y agua son hermanados por siglos enteros al punto de coexistir como uno solo y no sentirse pleno sin el uno del otro. II Una mujer vive entregada honestamente al amor del dios cristiano en esta pequeña ciudad, ella es noble como un manantial solemne de las alturas, su corazón resiliente está adolorido por la indiferencia de un ingrato amor que aún continúa resquebrajando sus noches de soledad, quizás ya sanó, o así lo aspira la negra alma que lo perturbó. Ella, fiel don del Huánuco, reflejo natural Así amanece la ciudad de del ideal de mujer del ande, Los caballeros de León, la de con sus ojos chinos y pulos “patas amarillas” con un ros mira hacia las estrellas sol radiante casi todo el año - ¿Acaso él podrá verlas en y los nobles indios e indias aquel bosque de luces y tique recorren tímidamente nieblas? ¿Quizás podrá sosus calles. También, es in- ñar siquiera con las estrellas contrastable el caudaloso que yo observo esta noche? río que recorre su agreste ¿Por qué padre mío? ¿Por ciudad, un caudal siempre qué haces esto, a tu hija,

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que siempre está presta a tu mandato y obediencia? Clamo con fe y lágrimas por amor a tu luz y salvación ¿Por qué debo sentir aquello que me causa tanto dolor? Él ya se fue, pero aún siento dolor ¿Castigarme padre? — humedeciéndose sus ojos — Tal vez me lo merezco, por confiar en el hombre, aquel ser engañoso y traidor que fue dotado de la palabra y razón, pero lo utiliza maliciosamente — Se lamentaba triste la niña. Así lanzaba sus lamentos la dulce niña cobriza en aquella noche de estrellas y soledad. Una lágrima resbalaba temblante por su terso rostro, cual rocío inocente en el delicado pétalo; una lágrima que contenía todo el amor que alguna vez pudo ser ¿Lágrimas de decepción? Solo aquella niña podía responder, pero esta bajaba llorosa recorriendo suavemente, sin mirar atrás; en su interior se reflejaban las estrellas ¡Tan luminosas son las hijas del sol! Inscritas divinamente en la cúpula negra del ande, acompañando el caminar campante del indio mágico, acariciando los resquebrajados rostros de los Apus, quienes dormitan atentos. Prestos a escuchar el grito de rebeldía que les fue prometido allá en los tiempos del indómito inca y su tronante voz. Ya no hay danzas y cánticos en su honor, las voces de arrullo hacia ellos han cesado. ¿Acaso el hombre ha olvidado a sus antiguos padres? No, el hombre se ha entregado a la religión del español, al dios que enervó las almas de los asesinos de


nuestras tierras, aquel dios que autorizó a Santiago bajar con su brillante caballo y masacrar a nuestros hermanos que resistieron vehementemente con sangre y sudor. Así cavilaban entre sueños los dormitantes Apus, esperando el regreso de su hijo, un hijo que llevan mucho tiempo esperando. Y así muchas lágrimas bañaban el rostro de la doncella de la noche, ellas resbalaban negras, pues estaban cargadas de mucho dolor, caerían en la seca tierra buscando tranquilidad en su regazo, sin embargo, su función había acabado; pues se hundirán en la penumbra de la tierra, alimentando a nuestra madre universal, quien haría justicia a las lágrimas de dolor brotadas por una dulce niña, quien aún tenía rencor en el pecho. Prometió la madre castigar al hombre que se había burlado de los sentimientos sinceros de su hija llorosa. No iba a ser trabajo fácil pues el susodicho varón estaba en los dominios de la modernidad y cristiandad; el poder de la madre solo tenía influencia en sus andes telúricos y, en quienes creían en ella. La madre recogió las últimas lágrimas de la triste niña y buscó en sus dominios al causante de tanta desdicha y nostalgia

- Lloraba por su bien, su salud, la felicidad para su vida, de hecho, desde su concepción cristiana clamaba por su bien — reflexionaba desconcertada la madre, quien durante toda su actividad de madre protectora y productora pocas veces se había encontrado con este tipo de corazón, tan puro, tan noble, a pesar de ser cristiano.

La madre tenía un concepto de los cristianos francamente negativa. Había visto a hermanos traicionarse, a corromperse en la envidia y el poder, los actos más cruentos entre los seres que se profesaban amor, había presenciado impotentemente la destrucción de sus hijos en manos de los blancos de barba maldita, quienes mantuvieron en desesperación y tristeza a la madre por más de 500 años. Luego la tristeza fue distinta, pero la hubo y mucha. Ella era una madre, solo capaz de dar calor o algún susto para corregir a sus hijos, no podía dañar a los invasores ni perpetradores de crímenes y violaciones; por otro lado, ella pensaba, si el dios cristiano autorizaba toda clase de hechos execrables sin una pizca de pena por el lomo vapuleado ni el alma reducida a resentimiento del indio. Ella se sorprendía por los actos simples y llenos de amor que de vez en cuando veía en - Son misteriosos los senti- sus criaturas, uno de estos res humanos, tan contradic- actos los vio en la niña triste. torios, aquella niña no pedía castigo para el hombre que - Quizás son estrellas que había agrietado su corazón, bajaron por casualidad a la más bien pedía por él — cla- tierra, no pueden ser humaba extrañada la madre. manos y albergar tanta

pureza en sus corazones — decía la desconcertada madre al pensar en el alma de la doncella llorosa. Así la madre estaba presta a dar una lección al citadino infeliz que había desatado las tibias lágrimas de su niña, ella se encaminaba a encontrarlo. III La mañana ya avanzaba en la ciudad que alguna vez fue bastión negro del colonialismo español. Sus edificios modernos se alzan imponentes en el centro de la ciudad, junto a anchas avenidas con el correr constante de vehículos de todo tamaño; el barullo capitalino nublaba la ilusoria paz, una guerra surgía en la ciudad, gritos por aquí, por allá, desorden capaz de llevar a la locura a los seres más sensibles. Entrar al juego es flotar etéreamente, divagar como un automatizado por el laberinto gris es espectral. - Quizás es necesario no reflexionar en medio de la guerra, uno podría entrar en una crisis terrible. Por eso siempre creo, que los que soportan grandes desafíos o momentos terribles de tensión, son personas que no se pararon a pensar en el momento de los actos, solo actuaba mecánicamente, para protegerse y no asimilar tanta brutalidad que pueda dejarnos heridas graves al espíritu - Pensaba el joven atolondrado. Entre toda la caótica ciudad gris, la madre pudo

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ubicar al varón culpable Justo se encontraba en el trance cotidiano de sortear la locura citadina moviéndose mecánicamente en la ciudad quien sabe para llegar a donde, caminando con pasos rápidos y asustados, sin mirar a los transeúntes y solo al frente como una bala solitaria en el trance de un tiro sordo y largo. Cavilando nuestro personaje en las preocupaciones del joven provinciano menguado por la monstruosidad de la capital. —¿Cómo puedo ayudar a la familia? — Retumbaba en la psique del joven — ¿Qué será de mí en los próximos años? — Son los pensamientos recurrentes de un joven provinciano que se siente disminuido en la gran capital. Suenan bulliciosos los carros, no se dan tregua al llamar la atención de pasajeros que apurados corren en tropel al asedio de aquellos casi destartalados buses; la gente conversa animadamente, los niños ríen; los ambulantes se apiñan en búsqueda de venta, suenan los ofrecimientos de cuando en cuando, llueven las ofertas. El tumulto obliga a esquivar cuerpos casi desesperadamente. Es una ópera del fin del mundo, resuelta a entregar sus estridencias durante la hecatombe. - Reflexionar sobre mi humanidad, su ser, los ideales de justicia que clama mi pueblo, es imposible en todo este caos — lamentándose.. - ¡Quién reflexiona durante

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el martirio o la tortura está condenado a la locura! Solo se debe ser una fría piltrafa en medio de todo esto… — Toda clase de pensamientos atiborraban la mente del pobre muchacho, quien había osado pensar en medio de la guerra. Una sensación desesperante cundió el frágil cuerpo de la criatura, pues había osado cesar su mecanización electrizante para sustituirla por el espíritu humano, como si volviera de un trance eterno en el que fue sumido por el consumismo y la distracción; ahora despierta en medio del caos, sintiendo la terrible necesidad de volver a dormir como antes, ser solo una pieza en el gran molino en el cual se ha convertido la humanidad, dormir profundamente sin la visión triste de un mundo que era como una estatua pelada, fría y ploma que se había adornado con globos, colores y música estridente, buscando llenar las grietas sucias de su humanidad con espiritualidad barata y frases que motivaban a endulzar los labios y no el alma ávida de tranquilidad.

rompen el suave terruño amado la indiecita Damaris, me sonríe con gran pasión ¡Qué linda es su figura! Moldeada con paciencia por mi madre de eterno amor quien nos mira encandilada, pues son sus hijos, de vientre terso, y pecho fuerte Busco calidez en su regazo de madre; la hallo cerca y siento su manto de suave ardor. Solo quiero volver y…. Tuuuuuu, Tuuuuuu - ¡Muévete carajo! ¡Indio cojudo! Estos… — Prorrumpió en lisuras y carajos un chofer de los tantos que pululan en las venas de la gran ciudad.

Nuestro personaje corrió presuroso a un rincón oscuro de la gran ciudad, con lágrimas en los ojos. - No debo llorar — Pensaba en sus adentros — No delante de ellos. Se movilizó rápidamente hacia su hogar, en el intrincado San Juan de Lurigancho, luchando por no pensar ni iniciar un monólogo nuevamente. Había que esforzarse y trabajar, no quejarse por nada y seEntre tanta desdicha jun- guir hasta que uno reviente. ta, unas frases retumbaron en la psiquis de Nuestra madre adolorida nuestro solitario cantor: regresó a sus dominios, no sin antes dejar su calor al hogar del muchacho. InsuMirando a lo lejos mi pue- flando fuerzas secretamenblo esperanzado te y susurrando caricias de grandes eucaliptos y al joven que ya dormitaun verde amasijo desparra- ba, le decía entre sueños: - Regresa hijo mío con mado tu madre, allá te esperael sol anuncia su gran mos con los brazos abierfulgor, enerva el corazón de indios magros, que tos — decía muy suave —.


- ¡Vámonos ahora mismo!¡Corramos hacia los andes mágicos! — Exigía la madre con voz de arrullo para no despertarlo. No obstante, el joven había decidido quedarse en la ciudad y luchar. No por menos en sus venas corrían ríos de sangre de abolengo indio, aquellos macizos hombres que otorgaron férrea resistencia a todos los que osan mirarlos con desprecio. No por menos sus antepasados llegaron primero a las pequeñas ciudades con mucha valentía. Y pese al miedo que sintieron al dejar su terruño se plantaron con fuerza en derredor de minas que iniciaban sus épocas de apogeo brillante. O en las calles ofreciendo sus productos tímidamente pero con la cabeza en alto. ¡ Indignándose ante la expoliación de sus hermanos! Hablando ante sus hermanos en plazas y sindicatos con voz atronadora sobre tal o cual. ¡Encarando a la tropa de línea con un escupitajo de desprecio a aquellos que osan apuntarle en su propia tierra! Aquellos ojos enrojecidos por la presión de las alturas que miran con recelo a todo aquel que no haya sufrido lo que ellos, con sus manos tersas y ásperas te ofrecen respetuosamente un saludo que viene con un temor implícito de rechazo. — ¿Acaso voy a dimitir cuando ellos se llevaron la peor parte? — Vergüenza debería sentir por dudar siquiera — Recitaba con la mismísima voz que habían entonado los últimos incas, las tropas atahualpistas, las masas al

mando de Tupac Katari, la misma que había entonado su madre al despedirse de él. IV La mañana clareaba con el sol de cabo a cabo, ni una sola nube o cirro blanco había tenido la impertinencia de impregnar el óleo de azul fuerte. Es más, las aves aún no alzaban el vuelo, pues no querían importunar la obra artística que se estaba gestando en los cielos serranos. Todos mantenían una quietud cómplice, que mantenía en vilo a toda la ciudad y su derredor de verde fronda. Entonces abrió los ojos la dulce niña, suspiró un poco y dio gracias a dios por la mañana tan hermosa que le había otorgado el padre, y para sus adentros, un poco con timidez agradeció a la madre tierra; que calidez se sentía al evocar a la madre. Nuestra madre comprendió por fin las lágrimas de la niña, también comprendió todo. No había nada que hacer, la niña no sabía del dolor al que estaba sometido el susodicho, quizás si lo supiera ella correría a por él, a salvarlo de la gran ciudad. Pero nunca lo sabrá, pensará que él ya se ha olvidado de ella y no guarda ningún recuerdo. Pero no es así, él siempre tendrá un gran espacio para sus hermanos indios, las carencias que ellos tienen, las tristezas que albergan sus almas, sus esperanzas, y para ella también.

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CUE

AIDI Carlos Daniel Ventura, Lima (2001). Estudia Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Actual delegado de la base 19 de la escuela de Literatura. Ha participado como ponente en el XXVI Coloquio de Estudiantes de Literatura PUCP y en el Coloquio Internacional de José Santos Chocano organizado por la UNMSM, Asimismo, ha ganado el concurso “Nuevas letras en el aire”, organizado por estudiantes de su universidad, con el cuento “El escribidor”, el cual cuenta con la publicación de un libro digital. Para Nicolcita, una muy buena amiga que antes me odiaba. Pero, sobre todo, para dulcinea encantada, reina y señora de los parques.

pretendiente. —¿Y eso es bueno o malo? —No sé. Está casada y tiene tres hijos, pero lo conoció antes que a su esposo. Se fue de viaje a su tierra, me dijo que es de Moquegua y lo volvió a ver —la I voz firme, los hombros rectos, que se te vea varonil cuando le —No te dije, Andrea, me hables—. Es un viejo amigo de contaron algo raro la otra ella. vez —mientras contemplaba —Así parece, eso me dijo su rostro claroscuro apoyado mamá. No le creí cuando me en la ventana—. dijo Carmen, ven, vamos a —¿Cómo qué? —girando comprar. De ahí la mochila y su cabeza hacia la derecha la ropa nueva que necesitaba. para poder hablarle y mirar- Con el sueldo que gana mi la a los ojos—. mamá no alcanza y, además, —Mi amiga, la de la verbena, papá es un duro que casi nun¿te acuerdas?, sí, sí, ella, me ca nos da dinero. dijo que su mamá tiene un —¿Él le dio la plata? Se nota

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que le interesa. Yo no haría eso si no es por algún familiar que necesite o para alguien a quien quiero. —Sí, comenzamos a hablar sobre eso en ese mismo momento. Me sorprendió. No ha cambiado mucho después de tantos años. Sigue igual de flaco, pero ahora se le ve mejor —recordando las tardes en las plazas de Moquegua, cuando te sorprendía yéndote a recoger después de clases y caminaban hasta la puerta de tu casa—. Mejor ya no te cuento, Rebeca, no le vayas a decir a alguien. —Sigue contándome, Aída, ya pues. ¿Te insistió mucho? ¿Le sonrieron los ojos? ¿Es guapo?


ENTO

ITA Ya pues, cuéntame. —Le dio mil soles para sus gastos. ¿Que si mamá aceptó? No. Claro que no, pensará ese señor que existe algún compromiso. —No puedo, Iván, es mucho dinero. Sabes que no tengo como para meterme en deudas. No podré devolvértelo después. No, Iván, no. —No lo tomes como un préstamo, Aidita, sé que te falta dinero, que vives en apuros —mientras sujetabas sus dos manos, qué toscas se han puesto, y le ponías el dinero entre sus palmas—. A ti y a tus hijos, más a ellos y a sus estudios. Úsalo para eso. —Le tocó el tema de la Pre. Sabrá él que nos hace falta supongo. Se sabe el nombre de cada uno de nosotros. —Vamos. Para Carmencita. Se llama así, ¿verdad? Como tu mamá. Me da gusto que quiera estudiar. Vamos, acéptalo. —Veo que le sigues gustando, Aída, aunque hayan pasado tantos años y a los dos los haya alejado tanto la vida, sigue pensando en ti —mirando cómo Aída se esforzaba por ordenar innecesariamente las cosas, riéndote, tratando de ocultar su nerviosismo y delatándose con movimientos extravagantes para una pequeña cocina—. —Acéptalo. Sabes que me va muy bien en mis cosas. El trabajo me alcanza para pagar la casa, mantener a mamá, una

que otra compra diaria y me termina sobrando. No sé en qué más gastar, Aidita, y tú lo necesitas mucho más que yo. —Entonces aceptaste cuando te dijo eso, mamá. —No lo acepté, Rebeca, por la misma razón de que aún le gusto y tengo esposo e hijos no quiero darle una ilusión. Además, es mucho dinero, ¿qué haría si me pide que lo devuelva? —Y si no lo aceptó, ¿cómo tiene el dinero, Carmen? —Está bien, no lo aceptes. Da igual. ¿Sigues usando el mismo número de DNI? Que se lo coma el banco si es que no lo retiras, yo no lo recogeré. —Ay, Aidita, tu orgullo te gana. Es muy preocupado ese hombre. ¿Te alegraste de que alguien se angustie por ti después de tiempo? —No después de tiempo, tengo a mi esposo, recuerda, Rebeca. —Ambas sabemos que te va mal con él, mamá —las mañanas de indiferencia, las noches de discusiones cada vez que papá se rehusaba a dar algo para arreglar la casa: ¿para qué vamos a comprar platos nuevos si esos aún pueden servir?—. Hace ya que noto que siguen más por costumbre que por amor. Sabes que puedes ser sincera conmigo. —Tu padre ha cambiado tanto en estos años, Carmen. Ambos trabajamos, solo nos vemos en las mañanas cuando cada

uno alista sus cosas y tiene que salir y después en las noches al llegar. A veces ni ganas tengo cuando me pregunta en qué he gastado hoy en vez de cómo me ha ido. —¿Tú crees que pueda dejarlo? A tu papá me refiero. Tu mamá merece ser feliz —preguntándote si su madre tendrá el mismo rostro distraído, la misma mirada hacia las pequeñas cosas que no estén a la vista, la misma tonalidad de las cejas cuando no sabe en qué más pensar—. —¿Qué más te habló, Aída? ¿Te invitó a salir después? ¿Te preguntó a quién se parecen tus hijos? ¿Le preguntaste algo tú a él? —No lo sé. Mamá siempre ha sido muy tímida sobre lo que puedan pensar los demás —deteniendo un poco la voz ante lo pensativo que traería la respuesta—. No me quiso contar qué más hablaron. —Recógelo, Aidita, sabes que lo único vivo dentro mí son los recuerdos y en todos estás presente tú. Déjame ayudarte, aunque sea con un poco. —¿La mamá de tu amiga no es feliz entonces? —dijo Andrea. —¿Y tú crees que le haya preguntado si es feliz con su vida?, ¿cómo que con qué?, con ella misma y con su matrimonio pues. —No, Iván, no me preguntes eso por favor.

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—Ya pues, Aidita, ¿eres feliz con él?, ¿con tu hogar allá en Lima?, ¿con tus hijos y con todas las mañanas en que despiertas y te miras frente al espejo preguntándote si esto fue lo que soñaste alguna vez de niña? —Conque se lo dijiste, Aída, quién diría que aún te queda valor para el amor, ja, ja, ja. Perdón. Aída, ya, no te amargues, no quería burlarme, toma, sécate las lágrimas. —Está bien, mamá, sabes que igual tienes mi apoyo. —Gracias. Veré si algún día lo uso, pero no me sigas hablando sobre nosotros, Iván, las tardes de hace treinta años las dejé el día en que me fui de Moquegua y ya no se pueden retornar. —Creo que tu mamá huye de la tristeza de algún modo. No sé, quizás alejándose del pasado o conformándose con el presente. No lo entiendo. —¿No entiendes qué, Rebeca? —Que tengas miedo de ser feliz, Aída. —No digas eso. Mamá debe pensar que es lo mejor para nosotros. —¿A pesar de que te sientas así, Aída? No solo eres egoísta contigo, sino con tu vida y con algo tuyo que te pide estar mejor. —Sí, y a pesar de todo sigue con su esposo. —Ya, Aidita, no toquemos más el tema, no me gusta verte así. ¿Recuerdas cuando te decía que la tristeza no quedaba con tu rostro? Te hago acordar entonces. Tu sonrisa de flor y tus dientes que parecen de papel son lo que más despierta en ti tu belleza. —Ya, Aidita, ten, toma otro pañuelo y destapa la olla que está en la cocina. —Ya, mamá, no necesitas dar-

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me más detalles. Estamos cerca de la casa y se darán cuenta de que estás algo preocupada. II 15 de febrero de 1992: la última vez que te vi como hubiese querido verte por el resto de mi vida. Desde entonces, los días han sido otros. Eran tiempos difíciles para el país y para mí. Sé que te casaste, que tuviste hijos, que fuiste feliz. También sé que le pusiste a tu primer hijo el nombre que tanto me solías insistir. Que te mudaste, que tuviste otros dos hijos y te volviste a mudar. Yo no me enamoré nunca otra vez. Sí, no tengo miedo de decirlo. Para mí todas fueron Aidita en una u otra forma. Y las veces donde pensaba que mi empresa iba a resultar, que esperanzadamente creía te podía olvidar, fracasaba. Porque en esas camas de hotel que nunca pude compartir contigo, en la oscuridad de un cuarto siendo arañado detrás de una cortina mi mente no podía dejar de repetirme es Aidita, es Aidita. Pero no, no eras tú. Nunca quise pensar qué estarías haciendo a esas mismas horas. Tampoco que seas ahora Aída Romero de Puntahermosa y que lleves de nombre el estúpido apellido de tu estúpido esposo. Para mí siempre serías Aidita, la que caminaba rápido por las calles de Moquegua; Aidita, la que se maquillaba solamente las pestañas y los ojos; Aidita, la que con su voz tranquila me volvió a quebrar el corazón después de treinta y dos años, siete meses y dos días de no saber de ella. —Ya no me vuelvas a llamar, Iván —con una firmeza increí-

ble en cada palabra pronunciada—. Ya no debemos hablar más. —No sé, Antonio, no sé —jugando con las gotas que transpiraba el vaso, echando su mirada sobre la punta de su dedo—. Creí que estaba decidida. —Tampoco me escribas. Solo vete, Iván. No quiero que pienses que soy cruel contigo. —¿Pero cuéntame qué pasa, Aidita? ¿Por qué me dices todo esto? —intentando mantener la conversación—, que no cuelgue que no cuelgue, pensabas, siendo cada vez más prolijo al abrir la boca. —¿Acaso te hice algo malo? Cuéntame, ¿qué pasa? —Sabes bien qué pasa. No hagas las cosas más difíciles, por favor. Sabes muy bien que estoy casada. Que tengo tres hijos —vamos, para ti también es difícil—. Que tengo una vida ya hecha aquí en Lima. —Su presente, Toño. Lo que sabía terminaría diciéndome algún día —la voz cada vez más leve, moviendo los labios más despacio—. No la juzgo. Siempre supe que sería una excelente madre y así fue. Pero… no sé. —No hables tan fuerte que Máximo aún sigue despierto —míralo, completamente histérico, perdido de control—. ¿Iván? Es un conocido de Moquegua. Ya deja de gritar, por favor. Ya te estoy diciendo quién es. Estoy muy cansada. Quiero irme a dormir. —¿Conocido? Como si no hubiera crecido entre… ¡Te estoy hablando!, ven aquí —mientras devoraba con la vista a Aída, persiguiéndola sin dejar ancho a silencios, arrinconándola como a un pequeño animalito—. ¿Un conocido


que te llama cada mañana al levantarte? ¿Un conocido que te escribe para saber cuándo vuelves a Moquegua para verte de nuevo? ¿Conocido? Conque por eso viajas a menudo. Ya sabía yo que lo de tu mamá era una excusa. —¿Entiendes lo que estás hablando, Rodrigo? Mi mamá está enferma desde hace años y eres el que más sabe cómo se le complicó la operación. Te estoy diciendo que es un conocido. Es de Moquegua. De mi colegio. Conoce a mamá, se preocupa por ella. ¡Cálmate y deja de gritar! Mira la hora que es como para que vengas a alzar tus gritos. —¿Que si arregló las cosas con su esposo? No, Toño, no. Todas las mañanas me hablaba llorando que peleaban por dinero, por las responsabilidades de la casa, por un sinfín de cojudeces que se le ocurrían a él inventar. No sabes la impotencia que sentía, Toño. Lo primero que me enteraba en el día era que ella estaba triste, que no había podido dormir tranquila. Que un grandísimo idiota compartía la cama con él. Y que ese mismo grandísimo y afortunado idiota no podía brindarle el apoyo que ella tanto necesita. —No, ya te dije que tú no has hecho nada malo. Nadie ha hecho nada malo. Somos amigos y eso lo tuviste muy claro cuando volvimos a hablar —sí, no dejaron de ser amigos después de todo, ¿por qué sentirse mal?, ¿por qué decirle todas esas palabras de modo insegura?, ¿por qué sentir un aspaviento en la garganta al pensar que se iría, en que no regresaría nunca más después de escuchar todas las excusas que tengas que decir?—. Esta

debe ser nuestra última conversación, Iván. —Y, sobre todo, que sea tan celoso. Ella que nunca haría algo así. A mí me lo dejó en claro al comienzo. Que éramos amigos, siempre clara en que está casada, que tiene hijos. Tan acostumbrada a la formalidad. ¿Por qué, Toño? ¿Por qué un hombre tan cobarde como él tuvo que verla de cerca en sus mejores momentos? En los que triunfaba, en los que caía, pero con su carácter de siempre lo usaba para aprender. Si hubieras escuchado su voz cuando me contaba lo vacía que se siente. Lo que hubiera dado, Toño, lo que hubiera dado porque ella nunca tuviera que dudar de su alegría. Es que ella, Toño, ella no merece estar así. Cuando yo la conocí, cuando en Moquegua hace treinta años, sentí cómo en su apariencia delgada, en su remilgo al actuar, detrás de esos ojos grandes y de su nariz huesuda, había una mujer fuerte. Decidida, firme, fue lo primero que pensé. —¡Ya suéltame, Rodrigo, me estás lastimando los hombros! — dejando las marcas de tus uñas sobre su antebrazo. —¿Otra vez con tus celos? Te voy repitiendo diez mil veces que no te he sido infiel. —¿Entonces por qué te habla de esa manera el imbécil ese de Moquegua? Que dice conocerte bien, que no le mientas porque sabe muy bien que estás triste. ¡Que se te nota en la mirada! ¡Por favor, Aída! ¿Acaso crees que no sé que te quiere y que lo sabes? Que te dio dinero quién sabe por qué. —¿Qué estás insinuando? — solo te faltaba eso, Rodrigo, que me creas prostituta—. Tantos años a tu lado, ¿y pien-

sas eso? Aguantando tus enloquecidos temores, tu mayor preocupación por el dinero, dejando de lado mis gustos para ser la única que se preocupe en esta casa y que pienses de esa manera. ¿Sabes? Solo déjame ir a dormir. —Sí, creo que es hora. No lo odias tampoco, pero es cierto que ya no sientes lo mismo por él—. Yo ya no te amo, Rodrigo. Me has tratado mal en los últimos años. Has cambiado tanto. Me has hecho sentir tan sola. Yo ya no te amo. Pero eso no quiere decir que te he sido infiel. En todas esas veces que has dudado sobre mí, en ninguna tuviste razón. —No comprendo, Aidita. Si es por tus hijos, respeto tu decisión. Pero no comprendo. Ellos ya son mayores, pueden entender qué pasa. Sí, tu vida, tu vida, tu familia, me lo has dicho tantas veces, no soy quién para decirte lo que harás. —Sé que me lo advertiste, Toño. Que salga de ahí y que me aleje; pero tantas cosas que quedaron sin resolver. Volver a saber de ella y ponerme tan nervioso. Creo que no he crecido desde que tuve veintiún años —con letargo, durmiéndote, oyendo la voz de Carmencita Lara cantando, repitiéndote llora, cholo, llora, negrita linda le decías con una sonrisa en el pensamiento, Toño interrumpiéndote levántate, carajo, ya tomaste mucho, sí, Toño, he tomado mucho, siento que me voy, que se me va la consciencia, que se me va todo menos la tristeza—.

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El esp Gian Marco Paredes Huarhua, más conocido como Antonino, es un joven artista del Perú. Nació el 31 de marzo de 1996 en la ciudad de Lima, en el distrito de Villa María del Triunfo. Sus primeros pasos en el mundo artístico fueron en la etapa escolar, con una banda de rock llamada Season of Soul. Publicó dos poemarios, “Fuera de servicio” (2020) y “Poemas que gritan realidad” (2021), y un cuento, “La colmena” (2021), en la revista Yuyay Waki. Actualmente, estudia la carrera de Educación Secundaria (especialidad de Lenguaje, Literatura y Comunicación) en la UNMSM.

Una piedrita interrumpió el acto. La zapatilla solía entrar perfectamente, pero ese material, ese pequeño objeto con apariencia inofensiva lo abrumaba. El sujeto introdujo su mano con facilidad y lo capturó. Sus ojos penetraban en la pequeñez abrumadora. Era consciente de que si permitía que esa piedra siguiera en ese lugar, la lucha sería nefasta. La aventó con violencia hacia la pared, lejos de sus pies. Se dividió en partes mucho máspe queñas como migajas de pan, desapareciendo de su vista, así como el papel en la hoguera. Los guantes rojos pesaban, pero no era algo nuevo para el sujeto. Estaba acostumbrado a cargar herramientas, ladrillos y todo lo

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que él era antes de subir al ring. La hora se acercaba y la poca gente que estaba en aquel bar clandestino se hacía notar cada vez más. Su corazón estaba tranquilo, camuflado entre la bulla, el tabaco y alguna que otra persona cazatalentos. El contrincante, alguien como él, se notaba cansado, recién salido del trabajo. Pero cuando estás en el ring, no se perdona; o eres tú o es él quien besará el suelo. El timbre sonó y cada uno levantó los brazos. La distancia era mínima. El primer golpe podía venir de cualquier extremo. El sujeto dio la iniciativa y acertó. El contrincante parecía tener un rostro duro, casi insensible. El siguiente golpe fue sentido por el sujeto. La rodilla chocó con el suelo. Sus ojos buscaban

ayuda en las cuerdas, pero estaban demasiado lejos. No podía perder. Era consciente de que a casa no podía volver con los bolsillos vacíos. Su puño izquierdo, con una inocencia de niño, se elevó y palpó directamente la cara de piedra del contrincante. El sujeto seguía herido, casi vencido; el otro besaba el suelo. Todo parecía venir de la suerte y de la idea de “necesidad”. El sujeto, Antonio, echaba cólera por la paga: veinte soles. Su juventud y su vida valían veinte malditos soles. Imposible mantener una sonrisa con tal valor. Pero en casa lo esperaba su esposa y su hija recién nacida; no podía volver como un boxeador de subterráneo, sino como un trabajador que busca justicia. La mesa


pinazo

CUENTO estaba servida y Cristina

acurrucaba a la criatura. Antonio las observaba. Comprendía que la vida no podía terminar en un cuarto alquilado. Mientras acariciaba a la beba, recordaba aquel verso diminuto, pero eterno: “hay, hermanos, muchísimo que hacer”. • Mi padre sigue reacio. El piensa que lo decepcioné por haber quedado embarazada –se acomodaba el cabello-. • Tu padre también está así porque no logré ser profesional. Pero sé que aún tengo la fuerza... Ten paciencia, somos jóvenes y tú aún puedes terminar la carrera -se acomodaba en la cama. • No me gusta que hagas esto. Tu rostro está hinchado -colocaba un trapo húmedo-. Trabajaré en el jardín que está cerca al mercado. Tal vez mis notas me ayuden a ganar el cargo.

colegios y casi todos habían firmado en un mismo día los contratos. Los trabajadores más antiguos se redujeron de golpe producto de la cuarentena y las políticas elevadas por el gobierno. Algunos de estos sobrevivieron. Entre estos trabajadores se encontraba Marcos, un señor de cuarenta años con aire juvenil. No tenía apariencia de jefe, pero sí un compañero de trabajo. Reconocía con facilidad la inexperiencia de los trabajadores y los orientaba. El sindicato de trabajadores se mantenía firme a pesar de que las cabezas fueron despedidas. Marcos era uno de los tres trabajadores que tomaron la dirección. Eraconsciente de que esto le podía costar su trabajo, pero la necesidad de defender derechos era lo principal.

Desde hace un mes Antonio asistía a las asambleas del sindicato. Todo inició A la mañana siguiente, An- cuando por casualidad, tonio se levantó muy temmientras regresaba a casa, prano para trabajar. El sol se topó con una asamblea era de febrero y las calles realizada en un parque estaban completamente vi- lejos del supermercado vas. Su ojo izquierdo seguía donde laboraba. Era una hinchado, pero no como la acción peligrosa, pero imnoche anterior. Casi siemportante. pre iba corriendo al trabajo porque no tenía otro horaY este día era un día de orrio para hacerlo. La mayoría ganización. de los trabajadores del supermercado eran jóvenes, • Los trabajadores más casi recién salidos de los antiguos están siendo

despedidos y los están reemplazando por trabajadores nuevos, especialmente, jóvenes. A ellos es más fácil quitarles derechos. Debemos pedir ayuda al presidente y a los congresistas. Ellos nos ayudarán –la voz del expositor era emocional. La reunión se realizaba en un local cerca a las partes altas de Villa María. Los asistentes estaban conformados por los antiguos trabajadores que fueron despedidos y los que aún se mantenían en el trabajo, pero también estaban presentes algunos de los nuevos. • Es evidente que los que todavía seguimos en el trabajo pronto seremos despedidos. Pero, compañeros, no nos engañemos, este problema viene apadrinado por el gobierno. Debemos levantar nuestra voz -Marcos se acomodó entre los demás-. Todos los presentes se quedaron quietos, pero sus ojos seguían observando al último expositor. Las caras, que en un principio estaban inertes, cambiaron a rostros preocupados. “¿levantar nuestra voz? ¿Qué quiere decir con eso?”, se murmuraba tan débilmente que el crujir de las hojas secas del árbol generaban

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más ruido. Es normal el miedo a protestar, es normal. La enfermedad seguía merodeando las calles y la protección dentro de casa era un privilegio que no todos lograban obtener. Era muy tarde y los buses pasaban sin tanta frecuencia. La reunión aún seguía a pesar de las altas horas de la noche. Los perros se alistaban para rasgar las bolsas de basura como si fueran estómagos llenos de comida. Los gatos merodeaban los techos y sus ojos reflejaban la naturaleza del cielo limeño. Antonio trotaba de regreso a casa, cansado y pensativo. “Debemos levantar nuestra voz” se repetía en voz baja. Pero en el fondo de sus deseos el temor tomaba terreno. “Esto no es un ring de box. Esto es una lucha a puño limpio” se repetía con insistencia. “Pero ¿veinte soles? ¿Mi vida vale veinte soles?”. Mientras elevaba la velocidad recordaba los días cuando entrenaba en el coliseo municipal. Algunos comentaban sobre él y el título de campeón. Pero si no fuera por ese maldito chino y su gancho, ese que le demostró la falta de entrenamiento y la poca inversión. Luego vino su bebé y decidió retirarse los guantes para sentir el calor de una recién nacida. Después de esa derrota, la poca inversión se transformó en nulo interés. Así que terminó aceptando un trabajo que se le vendió como estable. •

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¿Por qué tan tarde?

- Cristina, pálida como siempre, calentaba la cena. • Hoy hubo otra reunión, ¿y sabes?, tengo miedo, miedo de terminar como ellos: olvidados. Y a la vez miedo de decir “¡basta!” -Antonio alistaba la mesa-. • Amor, ya no pienses en eso. Hoy fui a ver sobre el trabajo. • Y…? • No me dieron el puesto. Nunca antes mis notas y mis artículos valieron tan poco. Solo desean como mínimo a alguien con cartón de egresada. Ah..., la impotencia -miraba el techo-. Mejor descansemos. En lo más profundo de la noche un recuerdo vestido de sentimientos avivaba la mente de muchacho; o tal vez era simplemente nostalgia guardada, rencor de sí mismo, de temer al cambio y al dolor emocional. “Perderlo todo por algo inesperado y utópico”, las ideas lo abrumaban. Pero es normal creer que es utópica la primera luz de esperanza y la exigencia del cambio cuando has vivido rodeado de miseria. A la mañana siguiente, la lluvia se apoderaba de los baches y de los techos de las casas inacabadas. Antonio trotaba por la vereda rumbo al trabajo. Algunas madres empujaban sus carretillas o cargaban sus termos con café. A lo lejos se divisaba una masa de carne y huesos, de carteles

y puños. Los trabajadores protestaban a las afueras de la puerta principal del supermercado. La policía, que estaba uniformada para la guerra, rodeaba a la masa. Antonio reconoció a algunos compañeros; sin embargo, agachó la mirada y avanzó con dirección a la puerta. Era tarde, era un descuento, era un par de soles menos en casa. No podía permitirse llegar un minuto más de tardanza, no podía permitirse ese lujo. Pero su corazón latía al ritmo de los gritos que provenían de sus compañeros. No gritaban su nombre, pero si sus sentimientos más profundos: “¡cambio!”. Se quedó quieto y pensativo. La masa, más unida que antes, avanzaba sin importar la presencia policial. Los palos no se hicieron esperar. Los insultos cargados de prejuicios y racismo nacían entre los empujones. Antonio escuchaba el conflicto. Su corazón latía bruscamente. Estaba harto de vivir con temor a perderlo todo y valer tan solo veinte soles. En un instante inesperado, con el temor más humano de todos, un puño profesional se elevó desde lo más profundo de la indignación y el juicio, impactando en el escudo de plástico. Las gotas de sangre, similares a las lágrimas, recorrían el puño del boxeador, desde los nudillos hasta chocar al suelo. Las cachiporras subían y bajaban, y tocaban el rostro joven. Era consciente


de las consecuencias del futuro, pero también de la realidad del presente. Las personas miraban con cólera y desprecio la violenta escena. Para algunos era radical; para el trabajador era la última opción. Antonio se encontraba con las rodillas pegadas al suelo, esposado y convencido de que en el ring de la vida no hay campanadas ni arbitraje, solo golpes y defensas.

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Crónica Huaraz Por Fabio García Caqui

Fabio Andre García Caqui es de La Victoria y vive aficionado por la fotografía y a la escritura, considerando a esta su para decapitar personas y derribar torres de marfil. “Veo belleza en la vida y la vida es dialética”.

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A pesar de la pandemia, el trabajo de las terminales de transporte es apreciado por su concurrencia; la gente se aglomera en sus asientos y en el suelo de la instalación, previo a embarcar hacia su destino. La mañana es fría, casi tanto como el paradero a donde nos dirigimos, o al menos, eso es lo que alguien nacido en la capital podría esperar de un viaje a la ciudad de Huaraz, en Áncash.

La razón del viaje interprovincial de 9 horas es apoyar a la labor de prensa y difusión, en favor de la Federación Agraria Departamental de Ancash (FADA). Las razones son variadas e igual de justas: los reclamos por una delimitación de sus terrenos, la protesta contra el avance de las empresas transnacionales, la batalla perdida con los productos transgénicos y la necesidad de una producción industrial a gran escala para exportar alimentos en el mercado internacional. El paisaje rural, en una primera observación, es vasto y relajante por sus inmensas montañas regadas por vegetación y aire frío, tangente con el calor del sol, te bañan la piel con una suave brisa de las alturas. Sin embargo, tras una segunda mirada crítica, todo va cuesta arriba, de forma literal y metafórica. Después de dormir una noche en la ciudad, el señor Leonardo nos llevó en su camioneta a la comunidad de donde es dirigente. Caso similar al de Lima, el campo y la ciudad existen de forma heterogénea, pero dirigidos a una relación unidireccional. La pandemia sigue siendo una situación complicada en nuestro país, pero adentrarse en las entrañas de Huaraz es darse cuenta de una sociedad que siempre ha estado en cuarentena. Es decir, enfermedades como la tuberculosis, la bronquitis o la neumonía, comunes entre las comunidades ancashinas, comprueban que el covid y sus variantes son preocupaciones secundarias entre los pobladores de Huaraz. “Aquí la delincuencia no es un problema, porque la carencia

sigue siendo una constante. Las casas se pueden ver desde las pendientes, pero su material puede ser de las mismas rocas que se desprenden durante los aluviones, no es la belleza de lo rural, sino la pobreza de quienes se sacrifican por generar suficientes ingresos y para poder autoabastecerse”, nos comenta Leonardo.

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El trabajo ha culminado con éxito. Las últimas horas se pasaron entre largas carreteras, granizos esporádicos y, más importante aún, entre la hospitalidad de la gente que nos ofreció techo y alimento. El ambiente, naturalmente hostil, congela hasta las piedras, pero no los corazones; como si todo este tiempo la única forma de contrarrestar el frío del abandono y la soledad fuese el calor humano: uno que no borra la condición material del individuo, sino que lo refuerza por medio del respeto y el compromiso a su fuente de trabajo e identidad: la tierra.

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11 de Septiembre Por Brisa B. Aficionada a la entrevista y forastera itinerante. Con gran interés por el arte de recorre distintas partes del Perú con el fin de inspirarse en sus paisajes y acrecentar de esta manera sus obras de arte. Autora de obras underground mayoritariamente impresionistas y simbolistas en sus primeros años como artista, busca expresar a través de su obra el sentir del pueblo a la vez que se dedica a entrevistar a los pobladores de cada región sobre algún tema específico para su libro en proceso “Las voces de un pueblo escondido”.

Alrededor de las 6:40 am del 11 de septiembre de 2021 se produjo el deceso de Abimael Guzmán Reinoso, fundador y líder de Sendero Luminoso, a un día de cumplirse 29 años de su captura en 1992. Es sabido que su salud estaba deteriorada desde mediados del mes de julio, a causa de una constante presión baja e inapetencia debido a su condición de adulto mayor. Se le atendió con urgencia, sin embargo, este se habría negado a ser trasladado desde su centro de reclusión. Finalmente, después de consultarlo con su abogado fue trasladado y dado de alta tiempo después. A pesar de ello, falleció debido a la inestabilidad de su salud esta mañana.

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Cerca de las 9:00 am en Ayacucho (una de las regiones más afectadas por el Conflicto Armado Interno, durante los años 80 y 90 ‘s), precisamente en Huamanga el 11 de septiembre de 2021. Las personas caminaban rumbo al mercado central, a hacer las compras del día, a desayunar apremiantemente un caldo de cordero, otros se encontraban ya en sus puestos de trabajo y el cielo amanecía despejado, temperatura agradable. La Universidad Nacional de San Cristóbal de

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Huamanga era contemplada por los transeúntes, universidad en donde Guzmán había dado cátedra. Habían pasado dos horas aproximadamente del deceso de Abimael y muchos de los ciudadanos ayacuchanos no estaban enterados de la noticia. Ese fue el caso de un poblador huamanguino, quien se emplea como taxista llevando personas desde Huamanga hasta Huanta y a quien denominaremos como H. ¿Usted es de aquí, de Ayacucho? H: Sí, yo soy de aquí. De

Huanta. ¿Usted sabe que Abimael Guzmán falleció el día de hoy? H: La verdad, no lo sabía. ¿Qué sentimiento produce esta noticia en usted? ¿indiferencia, alivio… o alguna otra emoción? H: La verdad, la verdad no sabía de la muerte de Abimael, pero es una pena que haya fallecido. Es una pena. ¿Por qué? H: Fue un gran pensador. H no atinó a responder a más preguntas debido a que ya se marchaba a recoger a otros pasajeros. Me dejó en Huanta, de donde decidí partir hacia Churcampa en Huancavelica, otra de las regiones más golpeadas por el Conflicto. Churcampa es un pueblito pasando Mayocc, con casi 1000 metros de altura más que Huamanga y Huanta a donde los churcampinos suelen acudir a hacer compras. Un lugar bellísimo, donde a pesar de que el sol se encuentre en el cenit, el viento corre y el frío se hace sentir. Así también, la aparente tranquilidad de muchos de sus pobladores adultos y longevos se puede observar y, sin embargo, las marcas de la violencia se encuentran en carne viva. Me embarqué hasta Churcampa en el taxi de uno de los pobladores de la zona, un hombre dedicado al transporte de unos 50 años aproximadamente a quien llamaremos C. ¿Entonces usted me decía que es de aquí, de


prensa trata de ver el tema del terrorismo como si todavía viviéramos en el momento cuando esa realidad ya no existe. Como usted ve aquí en la sierra ya todo ha cambiado, la gente ya no es la misma que tenía el pensamiento de hace años. La gente se ha modernizado, creo que el hecho de que tengamos información, internet a la mano hace que ya la gente piense distinto. En conclusión, pienso que la muerte de este señor hace que se cierre un ciclo en el cual tal vez hay sectores de la política nacional que ya tal vez no van a ver este tema como un tema coyuntural, si no que quede como algo enterrado. Que quede como historia que es algo que no debe repetirse. Gracias por su tiempo. C: Gracias a usted, señorita.

respondió algunas preguntas de camino a la plaza, ella decidió mantenerse en el anonimato, por lo tanto, la llamaremos B. ¿Qué opina usted de Abimael Guzmán? ¿Sabe usted que murió esta mañana? B: No sabía, qué pena. Él ha querido luchar por los pobres ¿no es cierto? Por los pobres. ¿Entonces usted siente tristeza por la noticia? B: Sí, tristeza porque como humano uno debe sentir tristeza por más que sea lo que sea. De repente pensaras que soy terruca,

pero no hijita yo hablo así, no mamá. ¿Alguna vez los policías o senderistas han violentado a tu familia o conocidos? B: Sí, sí. Yo estaba gestando a mi hijo último, llegaron los senderistas de los cuatro lados de la calle aquí donde estamos Gua, una manada como lo han matado a los policías. Me daban pena. Actuaban mujeres ah, más mujeres que hombres. Yo veía cómo los mataban, pero a mí directamente menos mal no me ha pasado nada.

Dejé mi equipaje en el hotel más cercano al cementerio del pueblo y me dispuse a buscar más personas dispuestas a expresar sus emociones y opiniones sobre la noticia del fallecimiento del líder de Sendero Luminoso. Sin emitir ningún juicio sobre el asunto, me mantuve lo más neutral posible para infundir confianza al momento en que estos decidieran hablar con sinceridad sobre el asunto. Una mujer muy amable de unos sesenta años aproximadamente me

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ENTREVISTA

Gremio de comensales ¿Qué problemas surgen entre los compañeros sanmarquinos cuando se les ve imposibilitados de utilizar los servicios de la universidad de manera presencial? ¿Qué propuestas surgen en este proceso de restitución de estos servicios? Nosotros identificamos el acceso al comedor universitario, a la alimentación. En cuanto a la educación, hay una brecha. Existen falencias, hay gestiones por abordar: En ingeniería, ciencias básicas; la necesidad del uso de laboratorios que permitan una educación más integral y científica. Ahí la necesidad de una apertura progresiva. Así mismo, la apertura del comedor, para que los compañeros puedan realizar sus actividades con normalidad, disminuyendo la brecha de la cual hablé anteriormente. Tocando el tema del comedor, esta pregunta parte desde un punto de vista más histórico, ¿cómo se ha gestado la formación del comedor a comparación de años anteriores? ¿Qué avances han habido desde su creación? A nivel histórico se puede plantear la mejora de la calidad de las instalaciones, la tecnología con la cual se preparaba la comida ha ido mejorando. Producto en realidad de procesos de lucha. Las condiciones de salubridad eran realmente deplorables. En determinados momentos se ha intentado reducir las raciones, en cambio nosotros hemos luchado por que se incrementen. Se han dado intentos de privatizar los servicios, implementar cobros. Por ejemplo, en el 2017 se intentó cobrar un tarifario para el almuerzo, desayuno y cena. Así mismo otros espacios como las lozas deportivas. En estas circunstancias el Comité de Bienestar ha tenido que intervenir, no solo a nivel burocrático, sino en procesos de lucha que conlleven a recuperar estos espacios. De cara a lo que estamos viviendo actualmente, ¿a qué retos se enfrentan los gremios estudiantiles frente a lo que sigue a esta etapa de pandemia?

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Al encarecimiento de los insumos desproporcionado y al empobrecimiento de los compañeros. El reto es contra la elitización. La privatización es un proceso en camino, sin embargo, lo más urgente es luchar contra la elitización.


Como bien lo has mencionado, este proceso de crisis ha golpeado a los sectores populares, quienes le dedican menos tiempo a la educación y más al trabajo, porque necesitan sobrevivir. Esto va de la mano con los cobros que se realizan a los estudiantes que recién ingresan. Cobros de prospectos, cobros por el ingreso. Costos insostenibles para los sectores populares. creándose brechas entre los estudiantes. ¿Quiénes van a poder acceder a estos servicios? Los sectores de clases media, altas. Si queremos que San Marcos siga siendo una universidad pública, debemos luchar por construir una universidad de carácter popular. Es una tarea que tenemos que desarrollar en este corto plazo. ¿Qué esperar de esta nueva gestión, de la nueva rectora y autoridades, de cara a los próximos procesos que afrontamos los estudiantes? Consideramos estar alertas. La rectora ha manifestado varios puntos que evidentemente se modifican de acuerdo a sus necesidades. Nosotros buscamos poner en discusión, en agenda, nuestras demandas. Modificar el Estatuto de acuerdo a nuestros intereses. Debemos asegurar mejores condiciones a nuestros estudiantes. De manera más general, ¿Cómo ves la situación de las universidades públicas en este contexto? ¿Qué opinas de la estig

matización de ciertos sectores del país hacia las universidades públicas? Creo que es la misma situación de San Marcos. La privatización surge a nivel nacional. Se necesita encauzar la lucha a nivel nacional. Es decir, retomar la dirección de la FEP, barrer con la oposición oportunista de Patria Roja. Barrer la oposición, más allá de las consignas que buscan encauzar a las federaciones que van más al tema de la Constituyente y hacen legitimar su protesta. Necesitamos democratizar la FEP. La estigmatización, por otro lado, la criminalización de la protesta es una política de Estado. Siempre lucharemos contra ello, siempre va a estar presente. El Estado tiene intereses, las autoridades tienen intereses, y nosotros como estudiantes tenemos intereses, el del Movimiento Estudiantil. Debemos seguir luchando a pesar de los resultados esquivos. Finalmente, ¿qué significa para ti la Universidad Nacional Mayor de San Marcos? La UNMSM particularmente la considero como un pequeño Perú. Al igual que en nuestro país aquí también hay pugnas de intereses, de sectores docentes. Estos apuntan a manejar mayores condiciones propias para sus manejos políticos. En ese sentido, reafirmar que San Marcos es un Perú pequeño. Muchas gracias.

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Para mi abuelo Oscar que me acompaña desde la eternidad I. Introducción

Para una teor Derecho d del Derecho del Trabajo como una rama autónoma del Derecho. Es, en ese sentido, una consecuencia directa del sistema de producción capitalista, de la nueva sociedad que surge posrevolución industrial. La consolidación de esta nueva rama viene acompañada de un proceso conocido como “la constitucionalización del Derecho del Trabajo”, por el que en distintas constituciones a nivel global reconocen una serie de principios y derivan otros—y también normas—a legislaciones especiales, como ejemplos encontramos la constitución mexicana de 1917, la constitución de la república de Weimar, la constitución de la república francesa de 1938, entre otras. Con esta breve introducción sobre el surgimiento y sedimentación del Derecho del Trabajo iniciaremos el presente trabajo en el que abordaremos las principales ideas para una introducción al Derecho del Trabajo, pasando por su definición, la determinación de los sujetos y el objeto, las partes y la naturaleza jurídica del Derecho del Trabajo para, finalmente, presentar una conclusión, a manera de síntesis, de todas las ideas y posiciones aquí vertidas.

Luego de la revolución industrial y con la aparición del trabajo asalariado, la sociedad en su conjunto sufrió una completa transformación tanto social como económica. Con todo ello, como reacción a la situación de miseria e inferioridad política y económica de la clase obrera, aparecen en la escena jurídica los denominados derechos sociales, aquellas ramas del Derecho que se concentran en defender los intereses de las clases populares, los sectores menos favorecidos de la sociedad (Rendón, 2007, p.5). Sin embargo, como señala Jorge Rendón (2007), no es hasta la primera parte del siglo XX en la que nace el Derecho del Trabajo como una escisión del Derecho Civil, con la finalidad de regular la prestación libre y asalariada del trabajo humano (p.6). Y es que una actividad tan importante como lo es el trabajo en la sociedad capitalista necesita una regulación especial, necesita un conjunto de normas, principios e instituciones propias que velen por el correcto funcionamiento de esta actividad humana, más aún cuando una de las partes de la relación social se encuentra en una clara desventaja económica y política. He ahí el motivo de la aparición II. Definición del Derecho

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del Trabajo: Considero que el primer paso para iniciar con el estudio de una rama del conocimiento, en nuestro caso del Derecho, parte de definir aquello que pretendemos estudiar. Es por ello, que en esta segunda parte nos avocaremos a intentar definir el Derecho del Trabajo con la ayuda de diferentes posiciones en doctrina, esto con la finalidad de enriquecer y ofrecer una visión sistemática de lo que entendemos como Derecho del Trabajo. En la doctrina brasileña, el jurista Amauri Mascaro Nascimento sostiene que: Es posible definir el Derecho del Trabajo como la rama de la ciencia del Derecho que tiene por objeto las normas, las instituciones jurídicas y los principios que disciplinan las relaciones de trabajo determinando cuáles son sus sujetos y las organizaciones destinadas a proteger ese trabajo en su estructura y actividad (2009, p. 59) Martínez Vivot, en Argentina, explica que “el Derecho del Trabajo es el conjunto de principios y normas que rigen las relaciones de trabajo subordinado retribuido entre empleadores y


ría general del del Trabajo

Por Renato

empleados, ya sean estas relaciones de carácter individual o colectivo” (1988, p. 33).

Farfán

de trabajo cualquiera que sea su nivel profesional, para obtener un ingreso económico que les permita su subsistencia y las de sus familias (2007, p. 10).

De la doctrina local rescatamos dos posturas. Por un lado, Arévalo Vela sostiene que: Luego de presentar distintas opiniones doctrinales, El Derecho del Trabajo es por nuestra parte sosteun conjunto de principios nemos que el Derecho del y normas jurídicas que Trabajo es un conjunto de con carácter protector re- normas, principios e institugulan las relaciones indivi- ciones destinadas a regular duales o colectivas de tra- la relación jurídico laboral bajo, existentes entre las y, especialmente, brindarle unidades de producción protección a la parte trabade bienes o prestación de jadora que presta su fuerservicios y los trabajado- za de trabajo a cambio de res que en forma perso- una remuneración; todo nal, libre y subordinada esto, con el Estado como laboral para las mismas garante del cumplimiena cambio de un ingreso to de las obligaciones deseconómico (2016, p. 41). prendidas de esta relación. Por su parte, entendiendo que la relación jurídica más importante del Derecho del Trabajo en el sistema capitalista, por su magnitud y relevancia, es el trabajo asalariado, el maestro Jorge Rendón Vásquez nos explica que: Se podría definir el Derecho del Trabajo como la rama del Derecho relativa a las relaciones de trabajo personal a cambio de una retribución económica. Es, en suma, el marco normativo del trabajo para otro de las personas que solo poseen su fuerza

III. Sujetos y objeto del Derecho del Trabajo La determinación de los sujetos del derecho del trabajo, parte del tema a tratar en este apartado, constituye quizás un ejercicio simple, pues, resulta obvio que en la relación jurídico laboral las partes involucradas serán, principalmente, dos. Por un lado, está la parte empleadora, que es la que posee los medios de producción con los que quien emplee su fuerza de trabajo produce los bienes y servicios que se requieran en la sociedad según la rama de

producción; por otra parte, se tiene al trabajador, que es quien presta su fuerza de trabajo —ya que no posee medios de producción— como único medio por el que podrá satisfacer sus necesidades y las de su familia al percibir una remuneración por el trabajo realizado. El Derecho del Trabajo reconoce una especial protección a los trabajadores pues se entiende que representan la parte débil de esta relación jurídica. Pues los trabajadores no poseen el poder económico ni el poder político que ostenta la clase propietaria de los medios de producción, esto es, los empleadores. Por ello esta rama del Derecho asume como principio la protección de la parte trabajadora de la relación jurídico laboral. Sin embargo, es posible, sin perjuicio de lo antes tratado, sostener que el Estado, en tanto regulador y fiscalizador del cumplimiento de las normas de carácter imperativo, constituye—a nuestro juicio— un sujeto del derecho del trabajo. Ya que el Estado fiscaliza activamente el cumplimiento de los dispositivos legales de carácter laboral. Esta actividad fiscalizadora es parte de la función protectora del Derecho del Trabajo, así como también lo es la actividad sancionadora, presente

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en los juzgados en materia laboral y en las salas de algunos organismos de administración pública (Rendón, 2007, pp.80-94). Entonces, sí es posible que el Estado, aunque no como protagonista, constituya sujeto del Derecho del Trabajo, podremos, en ese sentido, denominarlo sujeto secundario del Derecho del Trabajo. Ahora bien, ¿cuál es el objeto del Derecho del Trabajo? Es decir, qué es lo que regulan aquellas normas y disposiciones legales que constituyen parte de esta rama del Derecho. Pues bien, sobre ello Rendón entiende que “el objeto más importante de regulación jurídica del Derecho del Trabajo, por su magnitud y significación económica sigue siendo el trabajo asalariado” (2007, p.10). También en doctrina nacional, Javier Arévalo sostiene que: Para el Derecho del Trabajo, no toda actividad que implique un esfuerzo físico o mental puede ser considerado dentro de su ámbito de regulación, sino solamente aquella que cumpla con ciertas características, que a saber son: trabajo personal, productivo, por cuenta ajena, libre y dependiente (2016, p. 33). En opinión de Sergio Gamonal: La esencia del Derecho del Trabajo comprende la regulación jurídica de las siguientes materias:

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a. Del trabajo subordinado. b. De las organizaciones colectivas de trabajadores y empleadores. c. De las acciones colectivas de promoción, defensa y negociación de mejores condiciones de trabajo. d. De las instituciones estatales como la Dirección del Trabajo o el Ministerio del ramo, encargados de fiscalizar el cumplimiento de la legislación laboral, y de la elaboración y aplicación de las políticas del trabajo. (1998, p.22).

pleador, y su institución central es el contrato de trabajo. El Derecho Colectivo del Trabajo, al que también la doctrina italiana ha llamado derecho sindical (Rendón, 2007, p.11), regula las relaciones colectivas del trabajo como son la relación entre los sindicatos y los empleadores, y sus instituciones más representativas son la huelga y la negociación colectiva. Finalmente, el Derecho Procesal del Trabajo regula la tutela jurisdiccional de los derechos laborales, esto es, la defensa de los que hayan sido vulnerados y, también, las sanciones corresponA nuestro entender, el ob- dientes por su inobservanjeto del Derecho del Traba- cia a través de los órganos jo está conformado por el jurisdiccionales del Estado. trabajo asalariado prestado de manera personal, libre, V. Naturaleza jurídica del por cuenta ajena y depen- Derecho del Trabajo ¿Dediente, pero también algu- recho privado o público? nas normas e instituciones de la rama deberán regular Existe desde el Derecho rolo que se entiende como el mano una división entre las trabajo informal, puesto que ramas del Derecho, entre quienes prestan estos servi- aquellas llamadas públicas cios o producen bienes bajo y las privadas, ius publicum esta modalidad se encuen- e ius privatum. Sobre las tran, en algunos casos, en primeras se entiende que una inferioridad económica. se abordan las relaciones entre los gobernados y los IV. Partes del Derecho del gobernantes, en tanto se Trabajo aplica el ius imperium del Estado sobre los primeros. El Derecho del Trabajo, al Y sobre el Derecho privado momento de organizarse se entiende que este regutanto para su legislación, la las relaciones entre partiaplicación y enseñanza, culares en tanto no existe la se divide en tres partes, a obligatoriedad de mostrar saber: Derecho Individual obediencia al momento de del Trabajo, Derecho Co- relacionarse en lo jurídico. lectivo del Trabajo y Derecho Procesal del Trabajo. Esta división no es ajena El Derecho Individual del al Derecho del Trabajo por Trabajo rige las relaciones ello muchos autores aborentre el trabajador y el em- dan este tema. Por ejemplo,


obediencia al momento de relacionarse en lo jurídico. Esta división no es ajena al Derecho del Trabajo por ello muchos autores abordan este tema. Por ejemplo, Rendón (2007) entiende que el Derecho Individual y el Derecho Colectivo del Trabajo pertenecen al Derecho privado porque en ellos se relacionan particulares (trabajadores y empleadores), pero que el Derecho Procesal del Trabajo es parte del Derecho público en tanto interviene el Estado como rector (p.20). Por otro lado, en su Tratado de Derecho Laboral, Javier Arévalo, sostiene que:

recho del Trabajo se desarrolla entre el Derecho privado y el Derecho público, pues posee instituciones en las que destaca el acuerdo entre particulares, pero a su vez, interviene la protección del trabajador por parte del Estado y sus normas de carácter imperativo.

VI. Conclusiones Sin duda, el Derecho del Trabajo atraviesa una serie de cambios y exigencias, producto de las constantes innovaciones tecnológicas en las industrias, que obligan a quienes lo estudian a profundizar en las distintas problemáticas que advienen y que advendrán. Por ello también es necesario Opino que el Derecho que nuevas personas se inidel Trabajo es un Dere- cien en el estudio de esta cho mixto, que participa rama del Derecho. Para tal del Derecho público a fin es que nos propusimos través del intervencionis- brindar una breve introducmo estatal, que alcanza ción del Derecho del Trabajo su máxima expresión pu- en el que se valora su origen blicista en la aplicación dentro de la búsqueda de del principio de irrenun- solución de la cuestión sociabilidad, en la fiscaliza- cial y en el que abordamos ción por las autoridades someramente cada eledel cumplimiento de las mento que constituye esta normas laborales y en la rama de la Ciencia Jurídica. regulación de los proce- En tal sentido, a partir de lo sos para la solución de tratado en este breve artílos conflictos de trabajo; culo, podemos concluir que pero también alcanza su el Derecho del Trabajo nace máxima expresión priva- y evoluciona de la entraña tista en la formación del de lo producido por la Recontrato en forma previa volución Industrial y, a para esta intervención del tir de ese proceso histórico, Estado, cuando los parti- se construye y avanza hacia culares libremente, sea en su consolidación como una forma individual o colecti- rama autónoma del Dereva, decidan vincularse ya cho. Esta construcción y fuere a través de un con- consolidación la podemos trato de trabajo o conve- encontrar, de alguna forma, nio colectivo (2016, p.43). en lo que hemos entendido es la llamada constituA nuestro entender, el De- cionalización del Derecho

del Trabajo” y la creación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Finalmente, también es necesario entender que el Derecho del Trabajo, como todas las ramas del Derecho, no es un conjunto de conocimientos estáticos, pues el Derecho es un reflejo de las interacciones sociales. Por tanto, no se puede pretender que el Derecho del Trabajo se entienda como un todo ya constituido e inalterable. Todo lo contrario, el Derecho del Trabajo avanza de la mano con el desarrollo tecnológico de las industrias y, más importante aún, la aparición de más formas de manifestación de la actividad trabajo.

Renato Farfán Lorenzzi Estudiante de Derecho de la UNMSM de Derecho Laboral de ACODEM-El Derecho En Serio. Coordinador General y Miembro Principal del Taller de Investigación de Derecho Laboral y Seguridad Social “José Matías Manzanilla”.

REFERENCIAS Arévalo Vela, J. (2016). Tratado de Derecho Laboral. Instituto Pacífico. Gamonal Contreras, S. (1998). Introducción al Derecho del Trabajo. Editorial jurídica ConoSur Ltda. Martínez Vivot, J. (1988). Elementos del Derecho del Trabajo y la seguridad social. Astrea. Mascaro Nascimento, A. (2009). Iniciação ao Direito do Trabalho. Editora LTR. Rendón Vásquez, J. (2007). Derecho del Trabajo, Teoría General I. Grijley.

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EL MANAGEMENT Y SUS DESAFÍOS EN EL BICENTENARIO DEL PERÚ

Por Rafael López

Eje temático: Bicentenario, retos pendientes. Durante décadas, las Organizaciones han evolucionado bajo el contexto “jerárquico”, donde las propuestas de diseño clásico, han funcionado dentro del mundo empresarial, no sólo en el Perú, pero también en países del primer orden. Sin embargo, los nuevos avances tecnológicos y las nuevas habilidades profesionales desarrolladas por los colaboradores y demandadas en el mercado laboral, han propiciado una nueva tendencia en la administración contemporánea, y vienen siendo aplicados por varias empresas, donde las peruanas no son la excepción. La digitalización de los procesos administrativos y operacionales, han revolucionado el modo de hacer Management, iniciando un cambio hacia la descentralización en la toma de decisiones; es decir, actualmente es preciso que cada unidad administrativa y/u operacional, se consolide bajo la delegación de la autoridad, dando prioridad en la ejecución de medidas correctivas ante las falencias del sistema y ejecutando las medidas correctivas, si fuera necesario. Para Henry Mintzberg, el Management en las Organizaciones es como una Orquesta Sinfónica, cada unidad administrativa u operacional tiene roles distintos. Se ha mitificado a la

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“Gerencia” como el director de la orquesta, evidenciando la dependencia de cada área y, en muchas ocasiones, la dilatación de la obtención de los objetivos y las metas propuestas. Asimismo, el trabajo gerencial debe ser adaptable y flexible; nadie desea que un gerente no lidere, el gerente que no lidera no es una inspiración, no hay contacto ni calidez, y un líder que no gerencia simplemente no sabe lo que está pasando en la Organización. El Liderazgo y el Management tienen que combinarse. Las organizaciones tradicionales han debido de ir adaptándose a las nuevas propuestas del Management, y las medidas adoptadas por el Gobierno ante la pandemia (COVID-19), aceleraron esta transición, o se adecuaban o simplemente desaparecerían del sistema económico. En ese sentido la realización del trabajo remoto (en todos los niveles organizativos) propició que la toma de decisiones se desarrolle con cierta independencia, primando el criterio de racionalidad en ellas y el mejor aprovechamiento de los recursos asignados en cada área. La tendencia actual es la transformación hacia una estructura “orgánica”, donde las áreas y/o departamentos consoliden sus objetivos bajo un modelo de gestión integral. Se eligen a sus gerentes, desde un supervisor hasta un CEO, mediante la opinión de

los propios colaboradores que han tenido la oportunidad de trabajar o haber sido liderados por ellos: la construcción de una comunidad que esté asociada al liderazgo permanentemente, en otras palabras, una comunidad enfocada a personas trabajando juntas, realineando los incentivos con la verdadera creación de valor. Las organizaciones que no se adapten a las nuevas tendencias, solo estarán encaminadas hacia la llamada Crisis de Gerenciamiento, donde los gerentes no rompen los paradigmas. Así como el principal papel de los economistas es crear categorías, el rol del estratega es destruir las categorías, combinando cada área de las empresas y fusionando las mismas para lograr un trabajo más eficaz. La principal característica de una organización exitosa en el presente siglo se basa en servir a los clientes y no fingir servirlos, no verlos solamente como una fuente de ingresos; su satisfacción es primordial y el respeto a los empleados mediante la construcción de una comunidad vinculada al liderazgo permanentemente, donde puedan abordar y brindar soluciones eficientes ante cualquier imprevisto. El gran desafío del Management en el siglo XXI es realinear los incentivos con la verdadera creación de valor, en la comunidad y en el mercado de consumo. Mgtr. Rafael Arturo López Landauro Administrador de carrera, con 37 años de experiencia laboral y 12 dedicados a la cátedra en las diferentes especialidades de la Ciencia Administrativa.


¿Por qué está subiendo el dólar?

Hablemos con gráficos

Por Luis Molina El dólar superó los 4 soles en el mes de agosto del presente año y sigue subiendo, pero ¿por qué sube el dólar? Algunos medios de comunicación han dicho que la subida del dólar “es mera especulación”, 1 y algunos expertos han dicho que se debe a “la incertidumbre política”, 2 3 sin embargo, aún no queda claro El punto más alto del dópor qué ha subido el dólar. lar (120 puntos) fue entre el año 2000 y 2002, debido EL DÓLAR NO HA SUBIDO a los Tratado de Libre CoEn primer lugar, hay que mercio. El punto más bajo aclarar que el dólar no ha (71.5 puntos) fue en 2008, subido (o al menos, no de debido a la crisis inmobimanera significativa). Esto liaria. El año pasado se enlo podemos afirmar al recontraba en 100 puntos, y visar el índice del dólar.4 este año está en 93 puntos. El índice del dólar es un inEsto quiere decir que el dicador que compara a la dólar no está alto, incluso moneda estadounidense podríamos afirmar que ha con el Euro, el Yen japonés, bajado (respecto al 2020). la Libra Esterlina, el Dólar Canadiense, la Corona Sue“EL DÓLAR SE HUNDE HASca y el Franco Suizo. En ese TA EL FONDO EN EL MUNsentido, podemos observar DO, MENOS EN EL PERÚ” que la evolución histórica Es el título que el diario Gesdel dólar a comparación de tión pone en su noticia 5 solas 6 monedas antes menbre la situación de la divisa cionadas es la siguiente: peruana. Este es el verdadero problema: el dólar no

está subiendo, el sol se está devaluando rápidamente. En 2019, el año anterior a la pandemia, el dólar valía 3,3 soles. Ahora, en 2021 el dólar vale 4,13 soles. El sol se ha devaluado un 25%. ENTONCES … ¿POR QUÉ SE HA DEVALUADO EL SOL? Siguiendo el énfasis de que no ha subido el dólar, sino que el sol se ha devaluado, usaremos el PEN/ USD (sol a dólar) para describir la caída. No obstante, debido a que estamos acostumbrados a la gráfica USD/PEN (dólar a sol), adjuntaremos esta en paréntesis al costado de cada descripción. Así pues, procederemos a narrar cómo se ha ido devaluando el sol:

Randy Ortiz, “Que se diga que hay un disparo del dólar es una tomadura de pelo, un juego de los especuladores”, Wayka (9 de mayo de 2021). https://wayka.pe/que-se-diga-que-hay-un-disparo-del-dolar-es-una-tomadura-de-pelo-un-juego-de-los-especuladores/ 2 RPP, “Julio Velarde: Precio del dólar estaría en S/ 3.70 sin incertidumbre política” (15 de setiembre de 2021). https://rpp.pe/economia/economia/julio-velarde-dolar-estaria-en-370-soles-sin-incertidumbre-po Latina Televisión, “Jorge 3González Izquierdo: El dólar sube por la incertidumbre política”, Youtube (10 de agosto de 2021). https://www.youtube.com/watch?v=vdhnk_Eyb_0 litica-noticia-1358023?ref=rpp 4 James Chen, “U.S. Dollar Index (USDX), Investopedia (28 de diciembre de 2020). https://www.investopedia.com/terms/u/usdx.asp 5 Agencia Reuters, “El dólar se hunde hasta el fondo en el mundo, menos en el Perú “, Gestión (25 de mayo de 2021). https://gestion. pe/economia/mercados/el-dolar-se-hunde-hasta-el-fondo-en-el-mundo-menos-en-el-peru-noticia/?ref=gesr 1

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(1) La devaluación del sol inició en febrero de 2020, cuando las noticias sobre la propagación del Covid-19 empezaron. El 11 de marzo, la OMS declaró que el Covid-19 es una pandemia, lo que llevaría a la cuarentena. El sol cayó de 0,30 a 0,297 (USD/PEN: de 3,3 a 3,57). (2) Debemos tener en cuenta que la moneda es un medio de intercambio de bienes y servicios reales. En ese sentido, la pandemia paralizó la producción de bienes y servicios, permaneciendo únicamente los bienes y servicios básicos. El sol hizo una corrección cuando se anunció el estado de emergencia, el 16 de marzo, y continuó cayendo después del 22 de abril de 2020. El sol corrigió de 0,297 a 0,299 (USD/PEN: de 3,57 a 3,34), y luego continuó su descenso hasta agosto de 2020 donFoto: GEC de cayó hasta 0,278 (USD/PEN: 3,60). (3) El 26 de septiembre, a través del Decreto Supremo N° 157-2020-PCM, el Estado Peruano aprobó la Fase 4 de la Reanudación de Actividades Económicas. Esto generó una gran fluctuación de dinero, lo que conllevó a que el 28 de septiembre el sol suba a 0,3 (USD/PEN: 3,25), pero esta recupera-

ción solo duraría un día. (4) Continuando con la tendencia bajista, entre el 10 al 15 de noviembre hubo una ligera caída debido a la vacancia de Vizcarra y el gobierno de facto de Merino. El sol bajó de 0,28 a 0,272 (USD/PEN: 3,58 a 3,66). (5) Luego de que Sagasti asumiera la presidencia, el 23 de noviembre se emitieron bonos soberanos (deudas) por 4 mil millones de dólares, cuando la relación dólares a soles (USD/PEN) era de 3,60.5 (6) También es importante rescatar la intervención cambiaria del BCRP que, a través de la oferta de dólares (más de 10 mil millones en lo que va del año),7 ha logrado escalonar la caída del sol.

(7) En el contexto de la 1era vuelta electoral (11 de abril), el sol cayó de 0,28 a 0,26 (USD/PEN: 3,6 a 3,84) tras darse a conocer los resultados. Cabe señalar que es natural que haya cierta caída en las divisas cuando se dan elecciones, no obstante, en el caso peruano se vio agravado por la pan-

demia y la sorpresa de Castillo como candidato que pasó a la segunda vuelta.

Foto: El Comercio

(8) En la 2da vuelta electoral (6 de junio), el sol cayó de 0,265 a 0,25 (USD/PEN: 3,77 a 3,99). Tras la segunda vuelta, y con Castillo encabezando los votos, el dólar llegó a los 4 soles. (9) Tras la investidura de Castillo como presidente (28 de julio), el sol cayó súbitamente de 0,256 a 0,246 (USD/ PEN: 3,9 a 4,1). Tras esto, el sol ha seguido su tendencia bajista hasta llegar a 4,13. (10) Por último, la salida de Bellido de la Presidencia de Consejo de Ministros y la entrada del nuevo gabinete ha ocasionado una pequeña corrección, haciendo que el PEN/USD se recupere a 0,2444 (USD/ PEN: 4,09), pero después de 2 días volvió a 0,24234 (USD/ PEN: 4,12). Esta descripción se ve resumida en el siguiente gráfico, donde se puede apreciar la caída del sol desde su valor en 2020 Luis Jesus Molina Plasencia Estudiante de Derecho de la UNMSM. Miembro principal del Taller de Derecho Empresarial Ulises Montoya Manfredi (TDEUMM).

Ministerio de Economía y Finanzas, “Perú colocó tres nuevos bonos por US$ 4 000 millones, incluyendo una emisión con vencimiento dentro de 101 años” (23 de noviembre de 2020). 7 Gestión, “BCR reporta intervención cambiaria “más alta de la historia” en último semestre” (18 de junio de 2021). https://gestion.pe/ economia/bcr-intervencion-cambiaria-en-ultimo-semestre-ha-sido-la-mas-alta-de-la-historia-noticia/?ref=gesr 6

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hasta la actualidad (PEN/USD: 0,30 a 0,24) (USD/PEN: 3,3 a 4,12).

EL DÓLAR EMPEZARÁ A SUBIR DE VERDAD Como se mencionó anteriormente, el dólar no ha subido, sino que el sol se ha devaluado. Ahora bien, para el 2022 se pronostica 8 que el dólar suba de 94 puntos (octubre de 2021) a 100 puntos (agosto de 2022).

EXPECTATIVAS DEL SOL PERUANO PARA ESTE AÑO El BCRP realiza encuestas mensuales sobre las expectativas macroeconómicas, entre ellas, las expectativas del tipo de cambio. La última encuesta 9 fue realizada en la segunda quincena de setiembre y publicada el 8 de octubre. En ella, las expectativas para el dólar en 2021 son de 4,15 y para el 2022 son de 4,25:

Ilustración 3: Pronóstico del índice del dólar 20212022. Fuente: LongForecast.com Ilustración 4: Encuesta de expectatativas macroeconómicas: tipo de cambio (S/. por US$). Fuente: BCRP LongForecast.com, “DOLLAR INDEX (DXY) FORECAST 2021, 2022-2025”. https://longforecast.com/dollar-index Banco Central de Reserva del Perú, “Informe de la Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas: Setiembre 2021” (8 de octubre de 2021). https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Notas-Estudios/2021/nota-de-estudios-71-2021.pdf 8 9

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Revista Luminería debe su realización a los siguientes integrantes Director Editorial Victor Eduardo Rodríguez Vásquez Directora de Contenido y Corrección de Estilo Jadhira Luana Farfán Hurtado Comité de Contenido y Corrección de Estilo Daniela Gladys Arcila Medina Estiven Matías Vílchez Anastacio Sherlyn Villanueva Pascasio Directora de Diagramación Kiela Pacheco Sánchez Comité de Diagramación José Artemio Macedo Vela Alejandra Aldana Nolasco Directora de Prensa Marilyn Shirley Inga Davirán Comité de Prensa Leslye Giuliana Flores Sánchez Stefani Noemí Huamán Castillo Comité de Producción Gabriel Ormeño Marín André Sandoval Gayo Área legal gracias a Renato Farfán Lorenzzi Fotografía gracias Fabio André Espinoza y Silvia Valeria Medina Menez Realización de la página web gracias a André Sandoval Gayo Correo electrónico: revista.lumineria@gmail.com

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