Cibernetica, neurociencia y comunicacion

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[No. 5] Cibernética, Neurociencias y Comunicación escrito por Roberto Aguirre miércoles, 22 de noviembre de 2006 ARTÍCULO Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Congreso de Neurohumanidades. Mesa redonda: Comunicación y neurociencias. 11 de septiembre de 2006.

PRIMERA PARTE

1. Antecedentes: Wiener, la primera cibernética, la investigación de la comunicación de masas, el ámbito europeo y la neurofisiología rusa. a. Es sintomático que una mesa redonda referida a la relación entre comunicación y neurociencias esté dedicada al matemático Norbert Wiener porque es sin duda un índice de la impronta de un pensamiento sistémico en las relaciones posibles entre los campos de saber aquí involucrados, como de las posibilidades de referencia de las neurociencias al fenómeno de la comunicación humana. b. La construcción de la obra de Wiener (1948), que da a la Cibernética el estatus de una disciplina científica dedicada al estudio del control, y de la identificación de éste con la comunicación, en máquinas capaces de autocorrección, es contemporánea del campo académico de la comunicación. Ambos son desarrollados en el Estados Unidos de América del siglo XX. c. Por su parte, Wiener define al campo académico de la comunicación como uno con derecho propio, con estatus científico digno de tal apreciación. Claro, Wiener se refiere a la investigación de la comunicación en el marco de la sociedad estadounidense, a la comunicación de masas, y al contexto de secrecia informativa y pretensión de control propio de las dos guerras mundiales y la recesión económica mundial previa de 1929. d. Pero ambos, Cibernética y la investigación de la comunicación de masas, comparten de manera más o menos directa o remota, diferenciándose en autores y escuelas, una conexión con el pensamiento sistémico amparado por la obra de Ludwig Von Bertalanffy, al menos en lo que se refiere a la configuración del ambiente científico de su época. e. En el paraguas antes referido se ubica también, vale decirlo, la Teoría matemática de la información. De este modo, biología, física y matemáticas conviven como fuentes científicas primarias de autores, consciente o inconscientemente, de la cibernética como de la investigación de la comunicación de masas. f. La relación que se construye entre los anteriores universos académicos es una en la que autores del universo de la comunicación transportan metáforas del mundo cibernético a su estudio, pero dejando de lado el formulismo y sistematización matemática de hipótesis a favor de las visiones holísticas fundamentales provenientes de la biología, entre ellas, la metáfora del organismo y la idea de proceso proveniente de la física. Es decir, se toman las metáforas con distintos grados de complejidad, pero se hace de lado el lenguaje de explicación: la matemática. g. Muestra de lo anterior son la inauguración de la mirada del acto de comunicación como proceso a cargo de David K. Berlo o los desarrollos de Wilbur Schramm, ambos transportadores de la Teoría matemática de la información al mundo del estudio de la comunicación anglosajón. También, la obra de Abraham Moles quien se ocupa de la Teoría matemática de la información para construir su teoría de la percepción y que también se apropia del trabajo de Wiener para su explicación estructural de la comunicación y la sociedad. Aunque la Escuela de Palo Alto y fundamentalmente Paul Watzlawick se acercan a la segunda cibernética, la de Heinz Von Foerster, también abren su puerta al trabajo de Wiener. h. En suma, la relación entre Comunicación y Neurociencias no encuentra su principal punto de instalación en el formulismo matemático de Wiener o en la teoría de Shannon, sino en la metáfora biológica que subyace al estar éstas en el paraguas de la Teoría de sistemas de Bertalannfy. Por ejemplo, en el modelo de Lasswell subyace la idea del acto de comunicación como organismo. i. En este momento histórico de referencia, la Cibernética de Wiener como el estudio de la comunicación representan para cada caso un observador universal que ve a los sistemas observados como objetos dados. Por ello. la pregunta por el conocimiento, por qué es conocer, crucial en la relación comunicación y neurociencias, al menos como hipótesis que sostiene esta presentación, no aparece con la fuerza que le imprimirá la segunda cibernética. j. En los esfuerzos de construcción de una visión del universo gobernado por leyes probables, como idea motora de la Cibernética, conviene además indicar el trabajo de Willard Gibbs, en EU; Ludwig Bolzmann, en Alemania; Henri Lebesgue y Emilé Borel, en Francia. k. En el deseo de rebasar la referencia al mundo estadounidense que podría implicar la presencia de Wiener, y destacar en estos antecedentes la referencia biológica, conviene recordar, del ámbito francés, la presencia del trabajo de Jean Piaget acerca de las relaciones entre las regulaciones orgánicas y los procesos cognoscitivos. En su obra, se ocupa de una interpretación biológica del conocimiento capaz de coordinar las exigencias de la epistemología lógicomatemática y las teorías de la evolución actuales a su época. Sin duda, el fenómeno de la comunicación tiene cabida en los niveles de comportamiento y tipos de saber por él señalados. l. En esta impronta biológico-matemática, en su carácter configurador de la perspectiva sistémica, y con presencia menor respecto a Wiener o nula en el ámbito académico de la comunicación, destacan, del ámbito soviético, el fisiólogo Ivan Sechenov (1829-1905), quien introdujo la electrofisiología en contraste con la neurofisiología, de Lev Vygotsky y de Luria. Los estudios del primero en torno a los reflejos del cerebro como reacción ante los estímulos externos al organismo tenían presente la comparación del sistema nervioso central humano con el de la máquina, pero subrayando diferencias que toman en cuenta el intercambio de sustancias en el tejido vivo cerebral. Este pensamiento previo a la analogía de la cibernética de Wiener preparó el terreno para los trabajos de Pavlov y sus continuadores en fisiología y neuropsicología. (Frolov y Kolman, 1958: 87).

COMUNICACIÓN, SEGUNDA CIBERNÉTICA, PSICOTERAPIA, Y BIOLOGÍA

a. Decía ya en los antecedentes que el punto más relevante para la relación entre Comunicación y Neurociencias desde la perspectiva de la Cibernética como fuente científica e histórica de la comunicación es el carácter de epistemología experimental adquirido por la segunda cibernética, la de Von Foerster. Contemporánea y coterránea con el trabajo de Wiener, y coincidentes incluso en las sesiones de la fundación Joshia Macy, en Nueva York, a partir de 1949. b. Esta epistemología experimental es así considerada porque pregunta sobre el conocimiento desde disciplinas científicas no diseñadas originariamente para dar respuestas sobre el conocimiento, entonces, la pregunta parece ser ¿cuáles estudios sobre la comunicación comparten esta pregunta sobre el


conocimiento o ven al fenómeno de la comunicación en relación al problema del conocimiento y el lenguaje? c. De manera general, este pensamiento cibernético de segunda generación se constituye un protagonista del desarrollo del pensamiento constructivista desde el trabajo de Von Foerster y más particularmente con el constructivismo radical de Francisco Varela y Humberto Maturana, ambos biólogos. Respecto a la pregunta del párrafo anterior, la Escuela de Palo Alto, dedicada a la psicoterapia familiar, y el trabajo de Abraham Moles representan la respuesta. d. Autores como Watzlawick, Jackson y Beaven han hecho un estudio de la dimensión comunicológica de la interacción humana y Gregory Bateson y de Ruesch consideran a la comunicación como base social de la psiquiatría. Dada la perspectiva psicoterapeútica de estos autores, la pragmática de la comunicación humana se entiende junto a sus patologías y perturbaciones. e. Respecto a Maturana, no hay una apropiación de su trabajo en el mundo de la comunicación que a la fecha se pueda considerar una orientación con el grado de explicitación como la ha habido respecto a Von Foerster o Wiener. Su noción capital para una posible relación entre comunicación y neurociencias es la autopoiesis. f. Para hablar de autopoiesis, Maturana (1994: 10) se orienta a entender a los sistemas vivos a partir de los procesos que les dan forma. El autor señala que la autoorganización es el conjunto de relaciones que deben existir para que algo sea. La organización es las relaciones que han de darse entre los distintivos componentes de un sistema para que resulte conocido como miembro de una clase específica. g. Cuando un sistema se produce continuamente a si mismo y mantiene con ello su organización hablamos de autopoiesis. La estructura y las relaciones que constituyen la organización presentan en la autopoiesis una dinámica y un borde como condiciones de la distinción y aspectos de un fenómeno unitario. La dinámica es posible por el borde y viceversa. h. La relación entre Comunicación y Neurociencias es índice de uno de los retos interdisciplinarios más característicos de nuestra época, expresiones y posibilidades de ello hay en la sociobiología como en la biosemiótica propuesta por Thomas Sebeok y seguida por John Deely, como en el trabajo de Edgar Morín.

LA DEFINICIÓN DE LA COMUNICACIÓN

a. En una perspectiva que posibilite una interrelación productiva entre la Comunicación y las Neurociencias, la definición de comunicación ha de ser una de corte cibernético que remita al ámbito biológico. También, lo expuesto ha mostrado que es la comunicación interpersonal, particularmente a través de Moles y de Palo Alto, así como el eje que han representado la etología, la psicología, la psiquiatría, y las matemáticas, quienes están al frente de las aportaciones posibles. b. El ámbito de la comunicación de masas ha quedado más excluido no por la imposibilidad de conceptualizaciones afines al interés interdisciplinario expuesto sino porque han sido tradiciones y disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades del siglo XX quienes se han ocupado del particular.

SEGUNDA PARTE

NEUROCIENCIAS Y COMUNICACIÓN

a. En términos generales, la neurociencia estudia la estructura, función, desarrollo químico, farmacológico, y patológico del sistema nervioso humano. El estudio biológico de nuestro cerebro es un área multidisciplinar que involucra muchos niveles de estudio. Estos van desde el ámbito molecular hasta el celular (neuronas individuales), las asambleas y redes pequeñas de neuronas como las columnas corticales, y las asambleas grandes, como las de percepción visual, incluyendo sistemas como el córtex cerebral o el cerebelo, y el nivel más alto del sistema nervioso en completo. b. En este último nivel, distintos intentos neurocientíficos combinan con ciencia cognitiva para crear neurociencia cognitiva. Algunos científicos creen que la neurociencia cognitiva proporciona una nueva manera de entender el cerebro y la consciencia que podrá reemplazar la manera que se usa, por lo tanto las relaciones que hoy ubicamos entre nuestros actos comunicativos con el cerebro a través de la noción de mente. c. La neurociencia incluye temas tan diversos como la operación de neurotransmisores en la sinapsis; los mecanismos biológicos responsables del aprendizaje; los genes contribuyen al desarrollo neuronal desde la concepción; la operación de redes neuronales; la estructura y funcionamiento de redes complejas involucradas en la memoria humana, la percepción, y el habla, la estructura y funcionamiento de la conciencia humana. d. Algunas áreas relacionadas con la neurociencia son: Neurofisiología, Neurología, Psicofarmacología, Afasiología, Neurolingüística, Neurociencia computarizada. e. Al parecer, y en el marco de polémicas que esta relación puede despertar para una tradición científica como la moderna, se pueden pensar los siguientes principios, lógicas y ámbitos de relación en el estudio del fenómeno comunicativo y las aportaciones de la neurociencia: f.1. Como principio, la comunicación es una operación especie específica que acumula en su sistema de información las posibilidades de las especies previas en la escala evolutiva. Los estudios de Lev Vigotsky, la semiótica de John Deely son algunas expresiones de este análisis f.2. Como principio, la cultura está determinada biológicamente tanto como la biología está determinada culturalmente. Esto, que quizá no es del todo una novedad, está siendo propuesto con mayor radicalidad que en la ciencia propiamente moderna. También está involucrando al universo microcelular del cerebro como fuente de metáforas para la explicación de lo macrocelular, lo social y lo cultural. La memética es una expresión de ello. g.2. Ciblis (2002) señala que la comprensión de la interrelación cerebro-mente ha contribuido notablemente al conocimiento en campos como la memoria, el lenguaje, la percepción visual, etc. Una de las mejores síntesis de esta integración son las redes del cerebro de Mesulam. h.2. Las anteriores reformulan la actividad cerebral basada en datos anatómicos, neurofisiológicos, clínicos, psicológicos etc. Por ejemplo, una de ellas, la red hipocámpico-amígdalo-entorinal, se relaciona especialmente con las emociones y la memoria. Éstas muestran en el hombre un doble circuito neural vinculado con las emociones que evidencia un doble archivado o inscripción de la experiencia emocional. i.3. Como lógica, la distinción cerebro/mente es una expresión de la afirmación anterior a nivel del fenómeno de la percepción/cognición, fundamental para una teoría de la información. j.4. Como lógica, toda teoría de la comunicación se sustenta en alguna teoría de la percepción, de la información-significado, y son las aportaciones de los estudios bioquímicos de nuestro sistema nervioso quienes ayudan a la determinación de una teoría de la percepción humana en función de los límites representados por nuestra corporeidad. En este apartado cabe la distinción consciente/inconsciente desarrollada desde el psicoanálisis.


k.4. Como ámbitos, al parecer los niveles de estudio del cerebro humano que parecen sernos relevantes en las posibilidades formativas logradas en la formación en Comunicación son las asambleas generales de neuronas, como las de la percepción visual, el cortex, o las relativas a la actividad lingüística. l.4. Ciblis (2002) señala que el lenguaje, desde la percepción de los sonidos, su decodificación, la traducción a un código fonémico, la búsqueda dentro de un lexicón fonológico y hasta el apareamiento y búsqueda dentro del sistema semántico, son procesos que habitualmente ocurren de manera no consciente. m.4. Se han encontrado que los componentes fonéticos y visuoespaciales del lenguaje son almacenados con una cierta selectividad en diferentes estructuras de ambos hemisferios. Esto indicaría que la memoria tendría un anclaje distribuido en el cerebro. n.5. Cómo ámbitos, dentro de las neurociencias, las cognitivas son de especial relevancia al ámbito de la comunicación. En ellas, temas de interés son sin duda los mecanismos biológicos responsables del aprendizaje y de la comunicación, la estructura y funcionamiento de redes neuronales complejas en la memoria, la percepción, el lenguaje, la estructura y funcionamiento de la conciencia humana. ñ.6. Los puntos anteriores sugieren un secuencia con distintas dimensiones: especie/biología-cultura/cerebro-mente/información(percepción)-comunicación /grupo neuronales pequeños-grupos neuronales superiores/no cognición-cognición. Modelos para entender el cerebro; modelos para entender la comunicación. En ello, la distinción consciente-inconsciente.

CONSIDERACIONES DE RUTA: MODELOS Y POTENCIALES PARA ENTENDER LA COMUNICACIÓN-SIGNIFICACIÓN, MODELOS Y POTENCIALES PARA ENTENDER EL CEREBRO-MENTE

a. Desde la perspectiva de un diálogo posible entre Comunicación y Neurociencias, los distintos objetos de estudio representan un reto superable si nuestro foco de atención son las perspectivas de abordaje y las metáforas o analogías compartidas o proyectadas. En el particular, esta intervención refiere si las explicaciones del funcionamiento neuronal podrían o no tener un correlato con lo comunicativo. b. En ese correlato posible, el psicoanálisis, la matemática, la biología, la psicología y la etología han tenido presencia. Al menos hipotéticamente, esta intervención propone a la cibernética como aportadora de metáforas o ruta de dichas presencias. c. La metáfora de representación construida por la Cibernética enfatiza una visión de proceso al señalar que un sistema consta de elementos vinculados entre si y con el entorno circundante mediante enlaces determinados que constituyen flujos de materia, energía o información. Si existe un dispositivo que cambia el resultado del sistema para obtener o dar cumplimiento al objetivo que articula al sistema y mantiene vinculados a sus elementos, entonces hablamos de un sistema cibernético. d. Dentro del ámbito de las Neurociencias, la Neurofisiología resulta relevante porque remite a los flujos de materia y energía en razón del cumplimiento de determinados objetivos del organismo humano. Como se ha sugerido antes, los objetivos del cerebro fundamentales para el acto comunicativo son relativos a la cognición y al lenguaje. e. Sobre el estado de la Neurofisiología, Ciblis (2002) señala que el desarrollo tecnológico del ultimo siglo ha desentrañado aspectos parciales de cómo funciona el cerebro en alguna de sus capacidades básicas; que gracias al desarrollo de técnicas como los Potenciales Evocados los aspectos cognitivos cobran relevancia en esta investigación; que la visión localizacionista sobre el cerebro sigue vigente; y que el progreso tecnológico en el campo de las neuroimágenes afianza los desarrollos en la comprensión del “donde” (locus) y distrae del abordaje del “como” (mecanismos) se realiza cada operación. f. En su opinión, el cerebro opera con patrones dinámicos de conexión entre diferentes áreas. Se han hallado estructuras funcionales denominadas “áreas de interrelación multimodal”. Éstas se hacen manifiestas cuando hay simultaneidad de percepciones de diferente tipo. Por ejemplo, si se solicita realizar un reconocimiento de fotos de caras y asociar el nombre a cada foto, el correcto resultado de cara + nombre muestra actividad localizada en áreas diferentes. g. Siguiendo a este autor, la ambición es explicar un relación multimodal en niveles de complejidad progresivos en el cuerpo neurobiológico hasta niveles neuropsicológicos y, agregaría yo, psicológico sociales, lo que instalaría al estudio en las cercanías actuales de la investigación de la comunicación. h. Una tarea cognitiva como la escucha de tonos requiere fundamentalmente procesamiento auditivo. Pero otra tarea que agregue otro tipo de información sensorial implicará otra configuración cognitiva diferente basada en una diferente asociación anatómico-funcional. Hay otros potenciales cognitivos. Así, se sugiere un procesamiento de la información proveniente del mundo externo en base a modelos de percepciones que estarían en nuestro cerebro. Parece posible pensar que nuestros modos de comunicación –relativos a lo que quiero hacer y cómo hacerlo- son modelos anclados a dichos modelos preceptúales y potenciales cognitivos especiales. i. Hay entonces un ajuste permanente a un modelo cerebral de la respuesta, en la medida que se percibe consciente/inconscientemente su propia ejecución. La neurología nos muestra algunas experiencias que nos hacen pensar cómo el funcionamiento del cerebro se integra con la conciencia y con las percepciones inconscientes. j. Estudios recientes basados en la interrupción ya sea anatómica como funcional entre los hemisferios cerebrales nos plantean el problema de percepciones inconscientes y cómo ellas se procesarían, así como la posibilidad de respuesta de comportamiento a estímulos inconscientes. k. ¿Existirán modelos para conductas más complejas o estas se escaparían al dominio de exploración neurofisiológica por la multideterminación que implica? Pregunta muy interesante pero de difícil respuesta actualmente ya que la instrumentación experimental no es actualmente viable. Si esto es así, como sugiere Ciblis (2002), no tenemos una explicación neurofisiológica completa del acto de comunicación en toda su complejidad neuronal, perceptual, afectiva, cognitiva, simbólica, social y contextual, sino algunas regiones explicadas. Desconexión dominada por la separación dentro-fuera del cuerpo y por la distinción conciencia-inconciencia.

CONCLUSIONES

a. Los hallazgos de las Neurociencias sugieren una creación psíquica de la información y del dispositivo cibernético. Esto nos llevaría a pensar que el cerebro es un sistema cibernético que tiene en el funcionamiento consciente o inconsciente, con registros exteriores y/o interiores, distintos vínculos y enlaces que le permiten el logro de sus objetivos. No es este espacio para discutir si su producto es la mente o si el cerebro es un sistema autopoiético. Son otros los especialistas que deberán atender a ello. Queda claro lo siguiente: b.1. Las aportaciones de las Neurociencias a la investigación de la comunicación, a partir de la interpersonal, han de pasar por la relación cerebro-mente, al parecer poco definitiva en el ámbito psicológico y psicoanalítico, para representar un puente interdisciplinario más contundente en la explicación de un fenómeno motriz-perceptual-afectivo-cognitivo-simbólico-social como lo es el acto de comunicación. c.2. Desde la investigación de la Comunicación se necesita una construcción y una lógica disciplinaria más compleja que reduzca el monopolio de la visión


de objetos y puede encontrar en lo multidimensional una lógica de construcción, y en la matemática una gramática de la misma. d.3. La cibernética aporta un punto de vista y una lógica para entrelazar ambas disciplinas en una búsqueda conjunta construida desde nuestra diferente teorización, metodologías y límites. e.4. Este trabajo multidisciplinario puede ser representado en el desarrollo de las nociones de modelos y potenciales como correlatos de multidimensiones que van de lo neuronal (biológico) a lo social. Desde ambas, la investigación de la Comunicación y la Neurociencia hay tareas pendientes ya señaladas.

REFERENCIAS DOCUMENTALES

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¿CÓMO CITAR ESTE TEXTO? Aguirre, Roberto (2006). Cibernética, Neurociencias y Comunicación . Texto publicado en la Revista Comunicologí@: indicios y conjeturas, Publicación Electrónica del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Primera Época, Número 5, Otoño 2006, disponible en: http://revistacomunicologia.org/index.php?option=com_content&task=view&id=129&Itemid=97


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