La Careta ~ Vol. I

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la careta

índice

es una publicación de

María Ludwig es Ludwig Ediciones ilustración de la tapa Irina Sidorowicz Rodrigo Banús

5 a 10

Bruno Corpacci 11 Julia Enriquez 12 Fukushima Mon Amour por Juan Elizalde 13& 15 por Maewyn 14

Agustina Quintana 16 & 17 Gimena Goñi 18 Lucía Tognarelli 19 & 20 Abril Correa Leveratto 21 & 22 Letras Olvidadas: Clarisa Bucelatto por Marcos Mizzi 23 a 30

Rubén Cruz 31 & 32 Félix Escudero 33 Alan Ojeda 34 Julieta Acosta 35 Agustina Arcondo 36 Marcos Mizzi 37 & 38 María Ludwig 39

~ abril dosmilonce ~ 2


Podría escribir hojas enteras explicando por qué esta revista se llama la careta. Podría contarles íntegra mi teoría - que dudo sea mía sola - sobre que todos llevamos una serie de caretas que vamos sacándonos y cambiándonos de acuerdo a la ocasión y que, cuando hacemos arte, nos despojamos de todas ellas. Podría decirles todo y mucho más. Pero hoy sólo voy a decirles esto:

poesía rima con hipocresía curioso que algo tan hermoso rime con algo tan espantoso te lo digo yo que soy la número uno pero no sé si poeta o hipócrita

{

Espero viajen a todos los lugares que estos textos e imágenes proponen. Espero descubran a quienes se creían olvidados. Espero se reflejen en los personajes, reales y ficticios de cada historia. Espero encuentren alguien con quien puedan sacarse las caretas... 3


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rodrigo banús

LA CRUZ DE LA “PLEGARIA” Le metieron un tiro en el medio de la cara. Sonreía. Es un alivio pensé. Yo era uno de los que veía. No quiso la cruz de la plegaria y le metieron un tiro. ¿Por no querer consumir un pequeño comprimido verde hay que hacer tanto escándalo? Pero había que matarla. ¿Cuándo? Me preguntan. No sé. La cara no decía mucho. Sabemos que quien llega hasta acá o toma la cruz o se muere. Estamos en una oficina, en el piso 26, tenemos todo el piso. Estamos armados. Tenemos todo lo que necesitamos, dinero, armas e ideas. Cuando vi a la última que le estamparon el tiro no me llamó la atención, creo que era conocida. Ojos azules. Plenos ojos azules, estatura baja. No podía parar a esta gente, iba en contra de las reglas. Me miraron, grité; ¡Que la maten! Cumplieron, ahí estaba sobre un escritorio de oficina. Una manchita de sangre en un gran edificio. Me prendí el nevado del día, la cruz de la “alegría” te puede mantener a mil sin que tengas que limitar nada. O sea es inicuo. Estamos tan perfectamente herméticos que nos podrían volar a todos en pedacitos, y poca cosa pasaría. Un día de prueba le quemamos la mano a uno. No pasó nada. La víctima mi5


raba su mano, decía que sentía el dolor, pero su cara, sus gestos, su expresión, duras. Supuse que era bueno, la cruz de la plegaria es mágica. Tiene la fuerza de un estimulante pero es estable, posee larga duración. Es un juego para dioses, ¿Quién no se siente dios después de probar la cruz? Si tus ojos pueden ver todo lo que pasa y no se inmutan ¿no es eso divino? No temen a la muerte, no temen a la vida. Esta gente es como una suerte de hombre sin humanidad. Acá en el piso 26, somos los reyes. La cruz es para pocos, muchos la toman y colapsan, otros se retuercen, y luego estiran la pata. Nosotros somos los que quedamos, somos pocos, unos cientos. Pero comemos poco, dormimos poco, hacemos dinero. Podemos hacer grandes cosas. Nunca antes una persona podría hacer lo que esta gente hace. Nadie en sus cabales podría arrojarse de un edificio cayendo sin miedo, sin tensión en su corazón. Podríamos ver lo que fuera. Podríamos estar colgados por horas boca arriba. Podríamos caminar sin parar por días, todo eso por nada. La cruz hace milagros. La cruz todo lo puede. Una vez me dijeron; ¡mierda! místico. Lo bajamos a los tiros. Le pusimos un arma en la geta, se la borramos. Le hundimos los dedos en los ojos, pura gelatina. Los ojos son gelatina, los dientes son frágiles. El humano tiene límites. Pero… ¿importa eso ya? La cruz, la cruz, la cruz. ¿Dónde está lo siguiente? El fin del cielo, podemos ver el cielo. ¿Se entiende? Estamos libres, somos el fin. Un día, a uno de los nuestros, lo bajaron de un tiro. Murió sonriente, vemos el cielo. Todo por la droga, genial. Durante siglos, miles de personas han buscado las formas más aberrantes para huir de los temores humanos. No6

sotros, hemos alcanzado todo eso. En minutos, la droga entra en tu sistema, serás transformado, sentirás diferente, respirarás diferente. Tu temperatura corporal será más baja, no sangrarás con facilidad. Tu corona, si es que decides venir al piso 26 es la de los mártires. Nadie conoce aquello para lo que está destinado, tiene que vencerse. La cruz ayuda. Una sola pastilla, verde, brillante, más pequeña que una aspirina. Esta es capaz de todo. Nada tendría que preocuparte. Podrías ir a donde quisieras pero ya no huirías. Claro, todo depende. Un día podrían tomar la cara de alguien y molerla contra una pared, solo para constatar, que eso es lo que antes eran, humanos temerosos, cosas que se dejaban gobernar. Hoy, sí hoy, si este mensaje lo podes ver. Te digo, la cruz, el piso 26. Sabemos que si nos hallaste es hora de que nos encuentres, sabrás de nosotros. No temas, si eres curioso no vengas, si eres valiente no vengas, si eres temerario y suicida. ¡Bienvenido! Yo era como vos, consumista. No sabía qué pensar, yo esperaba que el mundo me diera dirección. Un día vi, más allá de todo. Dejé de pestañar. Mis ojos, pétreos, sin amor sin odio. La crueldad es cosa que a los humanos hace temer, no somos crueles, somos indiferentes hacia todo. No tenemos nada que perder, sólo seguimos los espacios, hacemos pruebas, básicamente intentamos. ¿Por qué? Simple, fuimos como vos. Estábamos encerrados, estábamos esperando que la muerte o la vida nos hiciesen algo. Éramos presas de un orden limitado, hoy somos el límite por encima de nosotros, no existe humano capaz de aguantar. Matamos por poesía, matamos por el hecho de que los que matamos no creen que esto sea posible. Pero lo es. Esto es una realidad tan fuerte como la


gravedad, una realidad tan obvia como el dolor que crees que experimentas. Ya llegará el día. Todo, cuando entiendas, si es que decides ir al piso 26. Todos saben que no se puede volver, no es posible. ¿Dudas? Apostarías tu vida por la libertad absoluta. Bueno, aquí esta la llave. La redención está en la cruz de la plegaria, la droga más potente inventada por el hombre. Una cada diez años, un estado de suspensión total. Morirás seco sin envejecer, terminarás cenizas y no presa de gusanos. Esta visión, no es parte de algo que se pueda contar. Es la suprema adquisición, esto es la tajada previa. Cuando vivas así, no querrás nada. La falta de esta droga nada genera más que la mortalidad, una mortalidad miserable a la cual nadie escapa. Por eso aquí nadie se rehabilita. Nadie persigue a nadie, esto es gratuito. En poco tiempo tendremos miles de ellas. ¿Serás de los nuestros o morirás? Si tu destino es morir, ordena tus asuntos. No vamos a parar. Meses o años poco importan. Hoy todo lo que ves puede que te parezca distinto a lo que podemos lograr nosotros. Pero te engañas, somos la solución, la única vía. El mundo es nosotros, somos el mundo. El imposible es una medida de lo humano, una manera de pensar. La suspensión evita, el todo, la nada, el imposible. Sólo existe la fuerza y la resistencia. Somos. No tenemos que decir qué. Si es que has oído el llamado. Ven. No esperamos nada, sólo podemos quitarte cosas. No necesitamos nada de tu mierda, no aportes, serás un mal menor, sos solucionable. Tendremos el control, olvida el espejo, serás. Llegado el punto, no tendrás nada que recordar, todo será futuro, no existirán la nostalgia ni la melancolía del pasado. El temor humano al cambio es imposible en nosotros. La humanidad es superada hoy. ¿Aún tienes algo que hacer allí? 7


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rodrigo banĂşs


LA ESCAMA Juventudes arruínadas, vejaciones perpetradas, tintineo en lo oídos a fuerza de acné hoy hay una escama Crucifixión social, amigos de los pobres, pobres diablos, feos-torpes, el embolo que baja, el embole que sube, aislados siguen. Sin embargo odian los espejos, por ya no ser correctos.

AMOS DE LA DECADENCIA Gordos, grandes drogadictos, travestis, regalados ¿Ustedes? saben… la decadencia no se haya en vosotros. Pedazos, pedacitos hombres degenerados ¿Ustedes? dicen… la decadencia se haya en los otros

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SANTA VERA (LA MÁS GRANDE DE TODAS) La verdad es mi enemiga, Más me postro cual altar, Ante la nueva ¡virgen! ¡Vera!, Vera cruz. Más la mujer ¿Quién era? el recuerdo de la luz.

YO CREO QUE TE ODIABA Yo no odio. Yo creo. Porque fui católico. Cedía en mi prójimo pero ellos me odiaban. Yo amaba en mi prójimo y ellos me evitaban Creo que no entendía que ellos eran cristianos, sádicos y hedonistas Creo que odiaba al prójimo y nadie me entendía.

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bruno corpacci mangrullo de grúas esa raza ya fue extinta el nombre de esa raza era menabólica todo es posible gracias a la belleza por todo lo menos verdadero posible nos sobran realidades y los rostros de la locura un demonio se me metió en la muela

fantofimea girar al revés la soledad no tiene pudor haces ondulado el deseo de los hombres y los fantasmas de los muertos ambos artífices fantasmáticos espejo virtual de mi reflejo mi fuego tiene más carbón que cenizas en bogos de domo britba sobre la hermosa noche pero no tengo sueño lágrimas blancas

quiero mover cosas de lugar quiero un casco nuevo escupiendo mi última agonía quien quiera que sea que crea las cosas inútiles y perjudiciales te encontrarás comprando baratijas y artefactos en desuso por el efímero descontento

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julia enriquez toda una vida paralela: los mails que recibo, las cosas que no presto, las que no quiere que le explique, la censura del que se queda solo

enmanijada y dejada en banda, como le puse en el mensaje a juan. se me ocurren las peores cosas para hacerte: 1) romperte la obra 2) sacarle fotos 3) revisar cajones de todo me rindo de una porque la verdad es que ni ganas. me meto medio ácido para que vos te duermas a las dos horas, ahora me volví a acordar de todo lo que nos sale mal. yo muy 19 y pilas manija con ganas de coger y vos 25 viejo empastillado mala onda reprochón que me boludea y explota la cabeza más monstruo que esto no puedo ser, vos lo llamás narcisismo yo le digo avivarse

Is any song worth singing if it doesn’t help? El problema de escribir es la deformación perceptiva de considerar que la vida (palabra enorme, rellénenla con lo que quieran) queda validada sólo una vez modelada y expresada en un texto, y no por el hecho de, bueno, haber vivido.

la depresión me manda postales, esas típicas, onda wish you were here de vez en cuando para decirme hola che, no me olvidé de vos.

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FUKUSHIMA MON AMOUR

juan elizalde 13


maewyn PACIFIDA

Japón es el nombre de una isla legendaria desaparecida en el mar. Por primera vez, fue mencionada y descrita en los diálogos de Harvard, protagonizados por Yoshimoto y Nishitani y escritos por el filósofo Dekke Eide Næss, nieto de la ecología profunda.

Diálogos de Nihonshi, por Yoshimoto y Nishitani En los textos del filósofo Dekke Eide Næss, se cuenta una historia que de niño escuchó de su abuelo. La historia se sumerge en las aguas del Pacífico. Y remonta a las primeras décadas del siglo XXI. Narra cómo la furia el océano detuvo el avance del pueblo de Japón. Cómo la isla desapareció en el mar a causa de un terremoto, y de una gran inundación. Los diálogos contextualizan una sociedad pujante y desarrollada. Pacífica por errores pasados. Y tecnológica por convicción. Ideal. Se centra en la historia, geografía, organización y gobierno del Japón, para luego narrar cómo fue que los dioses castigaron a sus habitantes por su soberbia. Los textos ubican al archipiélago de Japón al sur de la península de Kamchatka, abrazado entre la isla de Sajalín y la lengua de Corea. Lo describen como una columna vertebral estratovolcánica formada por cuatro islas principales: Honshū, Hokkaidō, Kyūshū y Shikoku y otras 6.848 islas menores adyacentes. Según los diálogos de Times y Forbes, Japón era amo y señor de la tecnología. Cuando los dioses se habían repartido el mundo, la suerte había querido que a Japón le correspondiera ese papel. He aquí la razón de la gran influencia en esta isla. Japón no era abundante en recursos. No poseía minerales, ni grandes bosques; tampoco animales. Pero desconoció límites. Cautivó a la industria y se enamoró del avance tecnológico. Y desafío a la naturaleza. Tal prosperidad impulsó a sus habitantes a construir grandes obras. Edificaron, sobre la montaña rodeada de círculos de agua. Construyeron espléndidas acrópolis de notables edificios. Inmensas estructuras que desafiaban la lógica. Las proveyeron de los últimos adelantos. Las coronaron con centrales atómicas. Conocido como «La tierra del sol naciente», Japón se erguía como una de las mayores potencias económicas del mundo. El desafío de la naturaleza mutó en soberbia. La Tierra del Sol Naciente pretendió dominarla. Los dioses no lo toleraron. Determinaron la sanción. Castigaron la soberbia. Un día y una noche terribles, las placas chocaron. Un gran terremoto y una subsiguiente inundación hicieron desaparecer la isla en el mar. El Pacífico dejaba de envidiar a su hermano. Tenía su propia Atlántida. El legado de Dekke Eide Næss La exacta descripción de los textos llevó a que, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XXI, durante el período Uranicista, se propusieran numerosas teorías sobre su ubicación. Según la interpretación literal de las traducciones ortodoxas de los textos de Arne Dekke Eide Næss, se cree que el relato de Japón presenta anacronismos y datos imposibles de corroborar. No obstante, todo apunta a que la leyenda pueda haber sido inspirada en un lejano fondo de realidad histórica, vinculado a alguna catástrofe natural pretérita como pudiera ser un diluvio, una gran inundación o un terremoto. El relato de Japón sirvió de inspiración para numerosas historias de fantasía y ciencia ficción, tanto literaria como cinematográfica. La mayoría de las conjeturas que postulaban la existencia de Japón como el “continente perdido” fueron invalidadas por el fenómeno de la deriva continental. Por ello, toda hipótesis seria sobre la veracidad de la historia de Arne Dekke Eide Næss III deriva de mitos anteriores. Ante la cantidad de sitios propuestos como el emplazamiento de la isla, los científicos sostienen que las hipótesis de la ubicación del archipiélago tienen defectos de fondo y de forma.

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juan elizalde 15


agustina quintana VOS

Me dijiste me dijiste que era joder con la vida solo cosas que uno hace para joder con la vida y otra vez el alma inmunda se contempla frente al río es la distancia profunda que confunde los martirios desconsuelo liberado por las almas que se rozan que se mojan frente al aura de una silueta brusca inmortales conjurados demencia que no controlan sabe a dolor esta orgía sabe a marcas de lujuria me dijiste me informaste que no importa andar descalzo en algún tiempo pasado no importaba andar descalzo y de nuevo caigo y caigo por un cubo sin aristas a velocidades infernales y me encuentro sin señales de vida ni de nadie otra vez estoy perdida, me confunden las heridas las que me sacan la fuerza pero aunque sienta que no pueda sé que lo voy a hacer y de nuevo lo hago (y el frío que me hiela las costillas y el calor que se desprende de Vos) ay Juanito, dame tu ayahuasca, qué rico lloro por quererte, por amarte, por desearte nunca, pero nunca me abandones, cariñito

EL PIBE GRIS

El pibe gris se levantó a la mañana con esfuerzo en la escuela levantó el tono al profesor que le hizo un acta y lo humilló ante todos; después quiso besar a su novia pero ella le corrió la cara; fue al gimnasio y apenas pudo sostener las pesas; después lo pisó un auto y se elevó con alas majestuosamente; un gallego galiciano fotografió la escena, que salió en la portada del TIME y hizo más titulares que Thích Quâng Đúc autoinmolándose por el Tibet 16


LA REDUCCIÓN DEL SER A UN “CULO” EN LA MODERNIDAD

Rayo del cosmos, raya del culo, Sendero Luminoso Forro (anticonceptivo), forro (mala persona), FARC Mercedes Sosa, mercenario soso, ETA Cazadores de nazis, cazadores de OVNIS, UCR Carisma al mercado, careta tarado, Ejército Revolucionario del Pueblo La historia sin fin, Delfín hasta el Fin, Frente Para la Victoria Cara constipada, trava consternado, Día de la Lealtad a Perón Monja mojada, jamón cocido, insurgencia iraquí Etiquetame en Facebook, empomame en Beirut, Unión Campesina Arte conceptual, orto virginal, EZLN Arjona cantando, orgía acabando, Secta del Dotor Matriss Chorro de helado, chorro juzgado, Los Sin Tierra Bergamota, verga chota, Partido Obrero Tipo fachero, facho tachero, Censor vacuno, censo 2001, Violencia de género, alquimia de mísero, Juicio por tortura, Puta Locura Tenochtitlán, festival tecno, Ku Klux Klan, Kurt Cobain, Porcelana peruana, por Panamericana

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gimena goñi ¿vas a llenar de semillas tus manos? ¿nadar en el pozo del ombligo de la mujer-pájaro que te inventaste? ¿te van a crecer las uñas y nunca vas a ver una guerra? y cuando te mueras, tu cuerpo todavía va a ser hermoso no hay secretos ni magia es todo un chiste de uno o tres magos negros chupando tu amor y energía desde una galaxia muy lejana

manchas de humedad en las paredes en forma de fantasmas o estertor de algodón manchas de humedad patrones narcóticos cárceles con paredes con manchas de humedad con formas de cables que llevan a la máquina de inteligencia suprema universal manchas de humedad con forma de caras de famosos muertos

COLLAR DE DIENTES

me regalaste una cajita negra llena de tus uñas. me acuerdo de tus tigres y todas tus posesiones demoníacas. TODAS. de los temblores y tus ojos mutantes todavía me acuerdo. cicatrices, cicatrices, cicatrices, una máquina de dejar cicatrices. manos de agujero negro dedos de bisturí collar de dientes cuarzos y plástico humo, cicatrices, cicatrices, cicatrices.

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lucĂ­a tognarelli 19


lucĂ­a tognarelli 20


abril correa leveratto nunca me peleé con nadie. a veces me gustaría haber nacido perro porque los perros se enojan con la noche y le ladran como si rompieran camisas en el aire y arrojaran al cielo los botones.

a orillas de lo mudo nosotros y los flamencos coexistimos dando zancadas para escapar del silencio

tengo algo quebrado y sin embargo sigo rechazando el dolor ese animal furioso que quiere quedarse y me muerde en cada puesta de sol me dasangro siempre que caen las luces y tengo tanto miedo- miro esas montañas altísimas pienso en la circunstancia del lago y lloro por no ser transparente por no saber reflejar el cosmos en mi vientre escribo acostada y humedezco mi lecho mental estoy harta de querer besar el mundo y que esté lleno de espinas

en mi beso hay algo más que un silencio: están el costado felino del tiempo los pájaros rotos y los hombres que cargan mujeres dormidas en sus brazos/ algunas bocas guardan secretos que justifican la serenidad del universo

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soy hermosa cuando me ves y no sé si es cuando o si es porque pero soy hermosa en la suavidad de mi piel en mi emoción arremolinada en las costillas tengo un mundo salvaje agazapado en las comisuras de mi cuerpo y toda mi fauna corre sobre vos tengo tigres con tu foto en la garganta y linces que te ven llegar desde la otra punta de la tierra cuando te siento un ala de mi selva me acuna entre sus especies arbóreas los bichos se van volando de mí: se van volando hacia tus manos abiertas estábamos sentados bajo un sol desgarrador yo miraba las baldosas formando ___imágenes de nada en el suelo ___constelaciones ordinarias de cerámica con ___________estampados ficticios estábamos sentados bajo el sol y me conmovía la suave línea que dibujaba tu clavícula __la suave línea que yo construía entre tus hombros el cielo ardía sobre nuestras cabezas y vos estabas detenido en el tiempo inmune a mi presencia ________inútil y expectante ________como una flor abierta en tierra seca cuando decidí tocarte estalló lo quieto nos invadió la impermanencia y desapareció el espacio repleto donde estaba lo otro fuimos transportados a la dimensión vacía del tacto ____donde sentí tu humanidad entre mis manos __________y una vez más vos descubriste _____que estaba el mundo entre mi gesto y tu suspiro en mi sueño estábamos sentados __desnudos bajo el sol y traduciendo _________lo infinito al movimiento

PAUSA un pajarito posado en mi voz ___________haciéndose trizas 22


letras olvidadas clarisa bucelatto por Marcos Mizzi Hace unos cincuenta años, Lou Reed conocía a unas travestis memorables que luego inmortalizaría en sus canciones; Argentina vivía una segunda década infame, esta vez con un pueblo que se resistía a que lo lleven por delante. De esa época, ni Lou ni la Historia (y cómo seguir confiando en ellos) dicen algo sobre Clarisa Bucelatto. Del Barrio La Tablada, en Rosario, Clarisa fue una poetisa que se sumó a la Resistencia Peronista, y luchó por derechos de género, en una época en la que ni siquiera se pensaba que los trans eran humanos. Descubrir su vida me tocó como por sorpresa. Mi abuelo, Juan, era fundador del club Hachabrava, en la zona Oeste. Un día, me contó que casi todos los jueves a fines de los 50, una travesti que cantaba sus propios tangos y boleros animaba las noches de vermouth y truco. Me mostró un librito de cuentos de Leónidas Barletta que Clarisa le había regalado. Cuando quise saber más, me dijo que la última vez que la vio fue en enero del 61: estaba flaca y demacrada (“se falopeaba con pastillas”) y le contó que quería dejar su trabajo (“laburaba en un cabaret a todo culo”). Nunca más se la encontró, ni en el taxi ni en la calle. Pasó el tiempo y me olvidé de Clarisa, aunque seguí guardando el libro con su dedicatoria (“Juancito, la calle y las personas vivas de verdad son las que forman el cuerpo de la verdadera literatura. Una mente sin cuerpo no sirve. Con cariño para vos y Nilda, Clarisa”). Hará menos de un año, el bar La Capilla, de Mendoza y Avellaneda, cerró sus puertas. El 29 de julio de 2010 fue el último día que estuvo abierto al público, y el viejo Nakamatsu (el descendiente de japoneses que abrió el bodegón allá por el ’46) me dijo que tenía varias cajas con libros de una travesti que cantaba de vez en cuando ahí. “Fijate, están allá atrás. Te podés llevar algunos, los demás los voy a regalar a la biblioteca de calle Córdoba”. Me acordé de la historia de mi abuelo Juan y me metí como en trance al cuartito de atrás de la cocina. Entre cientos de cubiertos y platos viejos encontré dos cajas llenas de unas novelas: “Tambo” y “Los Jodidos”; y otra con una colección de poemas: “Lufanía”. Ahí mismo me los puse a leer y quedé, como se dice, de cara. “La Petisa descubrió un día que la muerte no es un final. El olvido, sí. Eso sucedió varios años años después. En ese momento, para ella la muerte era El Fin, el fiero despertar que la hacía darse cuenta de que todo ha sido una ilusión.” Así empieza un capítulo de “Los Jodidos”, obra que debería ser considerada como de las mejores de toda la literatura nacional. En ella se cuenta la historia de distintos personajes de La Tablada (una puta, un obrero desempleado, un gallego anarquista, un músico fracasado) que sobrellevan su vida cómo pueden, mientras todos los que podrían hacer algo para ayudarlos les dan la espalda. Agarré varios ejemplares de cada libro, le agradecí a Naka y me interné a leer. Descubrí un mundo donde las palabras se ponen al servicio del instante y la estética se funde con la ética. Fue como descubrir una lengua muerta que todos sabíamos hablar pero nos habíamos olvidado. Me autoimpusé una difícil tarea. Averiguar dónde había vivido, buscar personas que la conocieron. Reconstruir una vida que sin duda fue memorable. Me llevó relativamente poco tiempo. Su historia estaba ahí, como esperando a ser hallada. Creo haberlo logrado, aunqe todavía me falta aclarar algunos puntos oscuros. De todas formas, me sigue sorprendiendo la interesante figura de Clarisa, su poesía

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irreverente, su prosa elástica. Fue una de las mejores escritoras que parimos en estas tierras, y se hundió en la ciudad, desapareció, fundiéndose con la gente al punto de perder su identidad. Tal como ella quiso. Por eso me sigo preguntando si es justo mi trabajo, si no estoy faltandole el respeto a su memoria. Ahí es cuando me digo que no, que justamente, lo que intento es honrarla, reviviendola para que pueda seguir con su tarea: construir con palabras un nuevo cuerpo para las mentes cansadas.

Y7Z ¿quién fue? Clarisa Bucelatto nace en 1931 en lo que entonces era la zona del Matadero. Fue anotada en el Registro Civil como Vicente Miguel. Desde pequeña, se hace llamar “Miguelina”. A los quince empieza a vestirse como mujer y se escapa de su casa; se deja el pelo largo, cambia su nombre a Clarisa en homenaje a la escritora brasilera Clarice Lispector. Vive en Pichincha un año. Cuando regresa a La Tablada, su hogar está desarmado. Trabajando en la calle conoce a un obrero del Ferrocarril que la acerca a la causa justicialista. Entra en una textil, se hace delegada, se afilia al PJ y empieza a frecuentar la Unidad Básica del barrio; aunque parece que algunos compañeros la discriminaban, muchos la recuerdan con cariño. En el ‘55 se pelea con su pareja y al año siguiente pierde su empleo. Se muda a un cabaret VIP de Pichincha. Allí se queda hasta el ‘61, cuando se traslada (“independiente”) a la zona de la Terminal. Se reencuentra con una vieja conocida y conoce a un italiano comunista. Se hacen inseparables. Al poco tiempo, se mudan los tres juntos a La Tablada. Trabaja en una ferretería y en el ferrocarril, milita tanto como se lo permite la proscripción (y un poco más también) En el ‘66 se van a Melincué. Viven el día a día. El italiano iba por los campos robando en los caserones y en una de estas excursiones es asesinado. Las dos mujeres se van a Puerto San Martín, donde viven con el sereno del Puerto. Clarisa conoce a una gitana, a la que le cuenta su vida y después enviará por correo casi toda su obra. En el ‘68, Clarisa ve como su compañera se muere de sobredosis. El sereno no le permite avisar a la policía. Vuelve a Rosario, a La Tablada. Se reencuentra con sus viejos conocidos, vuelve a luchar por la causa popular. Cae presa durante el Rosariazo, logra escapar. Trabaja en un mercado en el Centro, pero no dura mucho. Vive en la Plaza Sarmiento un tiempo, hasta que deja de mandar cartas a sus conocidos y ya nadie la ve por ahí. En diciembre del ‘70 su cadáver es hallado en una casa abandonada. No hubo detenidos.

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algunas de sus palabras DE TAMBO (EDITORIAL PLUSMAR, ROSARIO, 1962)

[…] Lo de Doña Sandra tenía una clientela selecta. Inversores del puerto, contadores, dueños de fábricas, dirigentes sindicales, autoridades de la Universidad, ni hablar de oficiales de la Policía y las Fuerzas Armadas. A la hora del sexo, tenían un gusto “ecléctico”, como le gustaba decir a Doña Sandra aunque no entendiese bien qué quería decir. Por eso en la casona trabajaban y convivían chicas, chicos y los que eran las dos cosas. Ellas eran ocho: Clara, Isabella, la Gringa y Manuela estaban en “planta permanente”, y las otras cuatro iban rotando cada vez. No faltaban postulantes. Dos los trabucos: la Balurda (aunque ella insistía en llamarse María Luisa) y Alfonsina. Los balas eran tres: Jorge y el Rifle iban vuelta y vuelta, el Chino se la lastraba enterita. […] La competencia entre las chicas era fulera, pero entre los varones era algo imbancable. Todas las noches se trenzaban los maricones. Cómo se daban. En una, Jorge acusaba al Chino de prenderse a la mamadera del Rifle y entraba a fajarlo con la pata rota de una silla. En otra, el Chino se emborrachaba y decía que al Rifle le cabía la pecorina y para imitarlo se ponía en cuatro patas, haciendo como que alguien se la daba de atrás; el Rifle no se quedaba en el molde y se ponía a pisarle el lomo con el zapato: “Putito, pisar la mierda como vos me da suerte, ¿sabés?”. […] Otro de los que andaban seguido por ahí era un yoyega anarquista medio borracho. Iba al cabarulo con su novia, una morocha de ojos casi tan grandes como sus tetas, que cuando se bajaba el quinto vaso de anís iba por todo el local gritando con todas sus fuerzas: -¡Revolución!-Revolución- repetía cuando se cansaba, en otro tono, más calmado. Se acercaba a algún cliente que todavía no la conocía (y no huía vaso en mano si no que se quedaba ahí, sonriendo como un otario). -¿Revolución?- le preguntaba ella. El infeliz la miraba de arriba abajo. -Revolución!- reafirmaba la morocha, tal vez porque en los ojos de los tipos la veía. Ma’ qué iba a ver. La Revolución siempre se mantuvo lejos de los cabarets. Aunque los “revolucionarios” se acercaban a lo de Doña Sandra bastante seguido: iban solos, entraban, no tomaban nada, directo a la pieza. Dejaban poca propina y por lo general gemían. Ninguno hablaba de Lenin ni de Mao, ninguno decía más que lo necesario: “Sacate la ropa”, “Ahora el culito”, “Metemela más fuerte”, si no contamos los gemidos. Los únicos que hablaban de su “oficio de revolucionario” eran este yoyega y la morocha tetuda. Cuando estaba sobria, era soportable y hasta interesante, la morocha. El gallego no. […] Maquillarse los ojos le llevaba a Clara alrededor de una hora. Tenía unas pestañas terribles, -Yo para ser puta “en concesión” lo soy en un cabaret guitudo. Las chicas que están regentadas en lugares feos, por gente fea, no tienen otra opción y las entiendo, pero yo prefiero dormir en la calle y laburar por mi cuenta que bancarme las que hay que bancarse.-

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DE “LOS JODIDOS” (EDITORIAL SOBREMONTE, ROSARIO, 1966)

I […] No hay oficio más difícil que el ser una Venus de percal. ¡Cuánto se sufre! ¡Cuánto se llora! La autocompasión que siente una flor cuando llega el invierno apenas si se acerca a los sentimientos negros que llenan la cabeza y el pecho de una muchacha pobre y hermosa. Desde que sucede aquello, desde que llega el invierno, la flor que no tiene qué comer, tiene dos caminos por elegir. Uno: ignorar los impuros pensamientos y esperar que algún hijo de vecino le proponga casamiento para que suceda entonces lo mediocre, lo inevitable: el hogar pequeño pero acogedor, los hijos, la confianza que otorga un día igual al otro día igual al otro igual al otro. Dos: aceptar lo que haiga que hacer para poder vivir sin perder la aventura, que en este mundo redondo no hay ni buenos ni malos, sólo lo pueblan los giles que suspiran y los no tan giles que arman y desarman su destino. La Petisa no tardó en decidirse. Entre la estabilidad y la libertad, no tuvo dudas. Los pingos en el establo comen todos los días, están llenos de mimos. ¡Seguro que se aburren! La Petisa eligió andar libre, a pesar del cagazo que le daba el camino. Trabajaba en la calle desde los diesciseis años. […] Y si bien para laburar en la calle se decía que “había que tener un hombre”, eso no era problema. Justamente, ella tenía a los hombres. Los elegía como elegía vestidos en las revistas para hacerselos con las telas que le pasaba la Olga. “Este me gusta”, “este no”, “este es bonito pero le falta carácter”, “este otro es lanzado aunque muy muy de turrita”. Los hombres eran una prenda más de las que componían su pinta. Los escogía por temporada, por estado de ánimo, por capricho de pendeja, se diría. Poco le importaba si no la cuidaban: bien sabía ella defenderse, para algo un yoruga le había enseñado a manejar un fierro. Apuntar muy bien no apuntaba pero, algo es algo. Tampoco era que necesitase hacerlo, apenas lo enseñaba se acababa el asunto. Cuestión que los macrós le duraban lo que un conjunto: poquísimo, porque los cambiaba con cada estación. […] Ahora estaba con Salvador, un napolitano que se hacía pasar por matón y pasaba el día jugando a los caballos. Pero eso no daba para mucho más. La Gringa le había dicho que él se andaba volteando a una mina de barrio Bellavista. Era intolerable, a ella se la respetaba. Los hombres podrían ser adornos pero eran adornos de los que no se comparten. […] Entró a la pieza y a pesar de que todo estaba en orden, se puso a limpiar haciendo mucho ruido. Salvador estaba despatarrado en la cama, desnudo. Se despertó cuando la Petisa tiró la escoba al piso puteando por lo bajo. Mientras ella se agachaba a levantarla, él se estiró y le dio una palmada juguetona en el culo. -¿Te cebás unos mates?- le pidió. –Dale, no seas malaLa Petisa se levantó como un trombón y se alejó. -Vos no seas tan hijo de puta… Sos un… un…- la bronca no la dejaba hablar. -¿Qué pasa Petisa? ¿Qué tenés?-¿Qué qué tengo? Que qué tengo me decís, cantinflero. Tengo que me boquearon que mientras yo me paso todo el puto en la día ganando la guita que te gastás en el Hipódromo, vos te movés a una putita que se hace la francesa. Decime, ¿quién te pensás que soy? ¿Una estúpida? Yo a vos te voy a romper todo, te voy a… -se volvía a entrecortar, estaba roja y temblaba. Manoteó el bolso y sacó el revolver. -Esta es la última que me hacés- dijo, apuntándole. -¡Quedate quieto y escuchame!- agregó al ver que Salvador hacía gesto de bajarse de la cama. -¡Pará, loca! No sé de lo que hablás. Calmate, te lo pido. – casi rogó, levantando las manos. 26


-Primero te descubrí afanandome guita de la cartera, y como una gila te perdoné. ¡Y encima esa misma noche te “presté” para ir al bar! Al día siguiente llego a casa y encuentro que borracho habías vendido la radio para pagarle al que corre las apuestas…Salvador se agitó: -Esa vez le jugué a “Saltarina” y gané tres palos.- se defendió. -¡Te los patinaste esa misma noche!-Pero ganar, gané.-Mirá forrito, te voy a decir algo que…El disparo retumbó en todo el conventillo. La Petisa pegó un grito: el cuerpo de Salvador se sacudía como un pescado, llenando las sábanas de un líquido rojo y pegajozo. Él la miró a los ojos mientras se agarraba las costillas. “Hija de puta, me mataste” parecían decirle. Después los cerró y paró de respirar. Ella no atinó a otra cosa que a agarrar algo de plata, un abrigo y salir rajando. ¿Quién le iba a creer que ella no quiso, que se le escapó el tiro por temblar tanto? Olvidó el revolver sobre la silla. II Juano apoyó el vaso con fuerza y se acomodó en la silla. -Que no venga ningún gil a acusarme de contrera- previno. - Pero la realidad es que al argentino nunca le gustó trabajar. No me digan que no.Nicanor negó con la cabeza: -Pues así es fácil, hombre. En este mundo hay que trabajar. La tierra es de quien la trabaja, ya conoces esa bandera-La única bandera que sigo es la auriazul… Eso no importa… “Hay que trabajar” ¿Qué con eso? Preferimos estar toda la tarde encerrados en un bar a hacernos romper el tuje en una fábrica... Y que venga cualquier obrerista a decirme lo contrario- agregó con una sonrisa. -Ojo que si tenemos que hacerlo, lo hacemos, pero ¡qué lindo estar al reverendo pedo todo el día! Rascarse hasta donde no pica y así seguir, una caña tras otra caña, arreglando al mundo con palabras.-Es que al mundo no se lo arregla con palabras. Joder, me extraña que andes diciendo estas bobadas, precisamente tú, que te ufanas de que el peronismo es “el movimiento de los trabajadores” y no sé qué otras burradas.-El peronismo es más que el movimiento de los trabajadores. Perón es el sentimiento vivo de nuestro pueblo.-No me vengas con palabras de manual.Levantando el vaso y tomando un trago, Juano negó con la cabeza. -Usted se equivoca, don Nicanor. Nadie nos daba pelota. Eramos el orejón del tarro en este país… Cuando le digo que no queremos trabajar, le estoy tomando el pelo. La gente lo único que quiere es vivir en paz, si hay que trabajar pues trabajan… Pero eso no es justo, Don Nicanor. No es justo que las madres no puedan criar a sus hijos. “¿Y mamá?” preguntan los pibes. “En la fabrica” se les contesta ¿Con qué cara usted les dice que mamá tiene que estar en la fábrica día y noche porque si no no pueden morfar bien en casa?... Por más que la Evita les asegure comida a los pibes, y que haya buenas maestras y que puedan hacer deportes… No, no. No puede ser que haya que romperse el lomo para ser un buen tipo… Las buenas intenciones siempre son buenas, siempre don Nicanor, eso debería bastar… Acá estamos llenos de ellas ¡Las comemos todos los domingos al mediodía con el asadito o las pastas!-Te soy sincero, hombre, no entiendo ni sota lo que queréis decir.-Es que usted nunca nos va a entender a nosotros los argentinos, Don Nicanor. Usted es europeo, y encima gallego, así que es europeo rechazado… Nosotros somos un país partido al medio, usted vea: una mitad produce, la otra vive del curro. Una mitad habla de tú, la otra de vos. Buenos Aires obliga a las provincias a entregar el culo, no sin antes hacerle chupar a los porteños y demás subespecies el de los ingleses y demás gringos… A las provincias se las cogen mientras acá en los puertos no paramos con la succión y todos en Europa se ríen de contentos… No, qué va a entender usted… ¡¿Cómo puede entender?!- golpeó la 27


mesa, embroncado. Después sonrió, para bajar el calor de su discurso. No ayudó mucho -En España vino Franco y les barrió todas las esperanzas… Por eso ustedes se cruzan el mar y se hacen los anarquistas… ¡Anarquistas! Hombres sin Patria que nunca amaron a su madre… Frustrados, todos… Nunca tuvieron a algo en qué confiar, ni objetivos cercanos por los que pelear… A lo que ni pudieron soñar en su tierra, acá lo desprecian y le dicen fascismo… ¡Perón será fascista pero ustedes son facilistas y eso es todavía un crimen peor! […] IV […] Apenas comprado un repasador nuevo, se le da el lugar de honor: la manija del horno, donde duerme sin manchas. Nadie se limpia con él, su función es ayudar a levantar los cacharros calientes, y sólo eso. Así unas semanas, hasta que alguna cacerola se ortiba y derrama el agua aceitosa de los fideos sobre él. Pareciera que hasta ese entonces, ese trapo no fue un repasador, si no un tapiz persa. O un familiar más. Se lo llora un montón, se putea a Dios y a la Virgen Puta por provocar la desgracia. Se lo lava y pone a secar, con angustia. Una vez listo, ya comienza el trabajo para el que fue creado: limpiar a los demás ensuciándose a si mismo. […] V La Petisa descubrió un día que la muerte no es un final. El olvido, sí. Eso sucedió varios años años después. En ese momento, para ella la muerte era El Fin, el fiero despertar que la hacía darse cuenta de que todo ha sido una ilusión. Y la culpa, la maldita culpa molestando como mosca en la oreja. Encerrada en un cuartucho de una pensión en Cerrito, mordía la almohada para no gritar. Había matado a un tipo. ¿Eso la condenaba? ¿Demostraba que era una mala mina? Sin duda. Era una perra, apenas más que una cosa. Usted lector probablemente leyó en muchos lados eso de la culpa del asesino y pensó, cómodo en su casa o apretado en el tren: “Fah, tanto espamento”. Perdone si le falto el respeto, pero es usted un soquete. Una muerte siempre es una estrella que se esconde, y fijese cómo lloran las nubes que las tapan. […] VI […] -Después vemos si somos amigos de los rusos o de los chinos. Lo principal es entender que en Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay y demases países de negros, somos todos compañeros, estamos en la misma y tenemos que remarla juntos o hundirnos.-Es que eso no pasó, y lo que no pasó ya no pasó y no hay con qué darle.-Fulero. ¿Vos te pensás que…Se interrumpió. Aguirre había entrado al bar y se acercaba a su mesa. Había ido a la primaria con Juano, y se cruzaban de vez en cuando en los bares. Tenía el pelo enrulado, caminaba chueco. Era músico, tocaba el piano desde pibe y quería ser como Firpo, un compositor que encarase a la Música, así bien de frente y compadrón. No le importaba que le dijeran a él que ahora el tango pasaba por otra cosa. Quería volver a la esencia, a la música para bailar y la letra para recordar. -Buenas.-¿Qué decís Aguirre?28


Hizo ademán de sentarse. -¿Puedo?- Los otros dijeron que sí con la cabeza. –Qué bueno que te encuentro che. Vos sabés que ando buscando una letra y vistes que yo no puedo ni hablar. Necesito alguien que me la escriba... ¿Te animás vos Juano? En la primaria te gustaba recitar.Luisito se rió muy fuerte. Juano lo miró con odio, primero a él, después a Aguirre y contestó: -No, no se me da bien. Se me pasó hace rato.-Ahí está ese que es poeta.- informó Luisito. -¿Y cobrará mucho?-Ma’ no, por un café con leche te la escribe[…]

“¿INVERTIDO?” (MANUSCRITO, ENVÍADO A TERESA MALAUNI EN 1969)

A veces pienso en los que leerán esto. Qué digo a veces. Siempre cuando escribo escribo para alguien. Para Carla, para Luis, para Teresa, para La Posteridad. Siento una debilidad insoportable por ser Historia. Y por eso en mi vida fui un personaje. Qué un personaje, unos cuántos. Nunca usaba la misma peluca que dos meses atrás, cuando usaba. Nunca leí en púbico un poema que no fuese inédito. Se va tornando inmanejable. ¿Sabés lo que es sentir que todo en uno es falso? Tengo ganas de llorar. Soy un payaso maníatico. De a momentos ni escribir me salva y entro en crisis. Sólo quiero alguien e irme lejos muy. Un payaso soy. Uno que se metió de prepo en un drama y como no entendía nada, eligió quedarse y hacer lo que le salía. Interpreto a un pez boqueando fuera del agua. ¿Viste alguna vez los ojos de un pescado apenas lo sacan? Bueno, así estoy. Ojo que no hablo del trauma de haber nacido varón y sentirse mujer. No… si a mí me gusta tener pito. Soy una mujer que se coge a los hombres. A todos ellos. El culo es el centro del alma humana. Todos se niegan a aceptarlo y dicen “te voy a romper el orto” como si fuese algo malo. No entienden, no. […]

HOJAS SECAS EN PRIMAVERA (TANGO, TEXTO A MÁQUINA DE 1953) No hay nada que pueda hacer estoy encerrada en casa: y cada desborde me muestra el fondo de la taza. Sobándome las tetas y las penas. Da bronca que una sea tan jóven y le falte tanto para morir. Condenada por siempre y para siempre sin quejarse seguir. ¡Qué cosa bárbara! En el supuesto purgatorio sobran pulgas y huelgan purgas. Me voy a apoliyar y no quiero despertar

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nunca nunca más. ¡Qué cosa bárbara! Da bronca que una sea tan jóven y le falte tanto para morir.

NENE BUENA, NENE MALA (TANGO, MANUSCRITO DE 1955) Si en tu vida solo fui desequilibrio te podés ir a tomar mate con yuyos. Soy el mete saca del facón en el cuerpo desnudo de la angustia (arraso todo de mí.) el pijón entrando en el culo cerrado de un nene bien (arraso todo de mí) ¿Con qué se saca esta mamúa del alma? Arraso todo de mí. Soy el mete saca del facón en el cuerpo desnudo de la angustia (arraso todo de mí) el pijón entrando en el culo cerrado de un nene bien (arraso todo de mí) Arraso todo de mí.

(CARTA A TERESA MALAUNI, 21 DE MARZO DE 1969)

[…] Anoche no dormí. Me quedé escuchando un disco que me prestó Isabel. Ponía un lado y después el otro y así vuelta a empezar hasta mucho después de que amaneció. (Cuando salí del cuarto me crucé a Enriqueta: “Meta música meta música ¿tiene insomnio? Mejor es tomarse un tilo y a la cama que darle al Winco” Yo olvidé a propósito decirle que el tilo me pone nerviosa) En el disco hay algunas de la orquesta de Canaro, está Yira Yira por Carlitos, Fangal por Expósito. Todas canciones de Discépolo. Me pasé horas hipnotizada con la tapa: está él, la cara de él en todo el cuadrado. Está levantando las cejas, se le arruga un poco la frente del lado izquierdo. El suyo, no el mío. Tiene ojeras, los cachetes chupados. La cabeza un poco inclinada, también para la izquierda. La boca (la suya, no la mía) se ve mitad sí y mitad no: la narizota le hace sombra. Decime Teresa, y no me mientas, si alguna vez viste algo más bello que el napio de Discepolín. Es la cosa más hermosa que alguna vez tuvo un hombre. Y sus ojos, no, sus ojos no, su mirada. Parece que cuando te mira desde el cartón no hace falta escuchar ningún tango suyo: están todos ahí adentro. […]

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rubén cruz LOS PERROS AZULES Con mucha prisa Nos movemos al cordón Un resguardo para la angustia Frente al desconocimiento ocultar De los perros azules De botas ruidosas Senuelo a aprisionar

Los vemos pasar A segundos de la respiración Que por momentos abandonamos Como opción de vida Frente al olfato De los perros azules De balas criminal Sujeto a matar La dispersión nos demanda Ya alejados de los nuestros A esquivar las trampas De las ambulancias De cruz dudosa De señales equívoca Y saltamos los muros De finos perfiles Y robamos las flores Para engañar el olor pólvora Y descansamos Se aproxima una nueva ofensiva Beso en mejilla Cuando la luna se presentaba acá abajo se mezclaba el rojo banderas con el canto juventudes y acaso el deseo de lo casual encontré un beso en mejilla que amé en erizo piel Y fue tu olor que recordó el motivo por el cual te extraño y aún por un momento por el ruido que nos envolvió En celo cubrí tu respiración que la compartí con mi almohada confesión.

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LOS SONETOS

Los sonetos entre moras Suavizan el destello De la ausencia Con avisos diarios Como tantas veces Los húmedos deseos Se crispan frente a los ríos Del adiós En llamadas diarias Los sonetos entre frambuesas Perduran Al costado de la cama

∫ SOBRE EL CAMINO

Más temprano que tarde Cambiaste el objeto De tus deseos Frente a la ausencia De la muerte inesperada Descarada e inoportuna

A la cuna de tus sales Meces el destino O los destinos de la montaña Guardiana de los frutos Que regalaban a la vista Colmadas de alientos Te vuelves sobre si Ante el amor futuro Dibujas la sonrisa sobre el espejo Mientras te acomodas la pañoleta Cubriendo el pudor Que te acompañara Hasta el nuevo aviso De los corazones

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félix escudero Grito por la victoria inacabada. Sufro por la justicia oscura y los ideales que se encajonan como las fotos humedecidas. ¡Vivan las utopías! Busco a tientas a los compañeros que ayer me entusiasmaron, señalo a los traidores que, sin dudarlo, entregaron nuestros tesoros. Quiero hacer del corazón una repisa de estandartes. Hay mucho sordo y demasiado ciego en esta historia. La cobardía se irguió, valiente, estúpida y los chacales, sobre sus patas condecoradas, engatusaron con alharacas. Pueblo pavito, pueblo, mi pueblo! Con las banderas enemigas en las manos portó los lemas del descrédito y el jolgorio lo tuvo de puta. Los beodos creyeron que eran mas cuando veían reflejar sus esqueletos en los espejos de las licoreras. Cuento los muertos de todas partes, degradados por la misma fauna y cuento los cuencos vacíos de tantos cráneos amarillentos. ¡Que bacanal! Que carnaval de caníbales funestos! Me imagino los gritos desgarrados que se amontonan en los rincones, sumo las lágrimas suspendidas, transformadas en albúferas malolientes y el sollozo, insoportable, nocturno que preñó de perlas las telarañas de las mazmorras. Creo escuchar los pasos (gigantes golpes), con la hiel en el palo enarbolada. Huí como huimos tantos. Mis ojos no son capaces, mis oídos se quiebran y se desarman, mi boca, tonta mueca, chabacana y sorprendida, mi pecho: como una tumba de desasosiego.

Y mis palabras, estas palabras, insuficientes, insatisfechas, inacabadas. ¡Que se callen las campanas y los himnos! Que se cierren y se apaguen las luces de la fiesta urbana. Ha partido para siempre mi futuro y tu futuro y el tuyo y el del otro. La esperanza, la única, la virgen es que los niños salgan a la calle.

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alan ojeda DRAMA DE UN CADÁVER EN SEIS ACTOS I Una palabra es un destino y hablamos tanto…

IV Hombre así, volver después, y gozar de un nombre.

Una forma es un destino, y te gasté tanto…

V Morir, es un oficio mal pago. Nadie volvería a vivir por un par de flores.

Un ritmo es un destino, y el salto a una muerte. Una imagen es un destino, copiando una cara haciéndola nueva.

Morir es la mejor forma de no hacer nada.

II En un ahorque y desangre un, “me falta un cuerpo”

Y nos faltan cuerpos…

Dejamos de cantar

VI Mejor no recordar, un ingenio de escalera, porque el que habló siempre es otro.

III Falta un cuerpo, una voz, el hecho, su copia. Puedo fingir que, un “vos”, no existe.

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julieta acosta TU PEOR PESADILLA ACTUAL: CONVERTIRTE EN EX

Anoche, como buenos amantes que somos, llegamos a casa tipo dos de la mañana, nos sacamos la ropa y nos tiramos en la cama. Yo no sé lo que es vivir con alguien. Con alguien con quien tenés sexo, así que supongo que todos esos matrimonios de estiraditos, también llegan a sus departamentos, se sacan la ropa y se tiran en la cama. Te cortaste el pelo la semana pasada. Yo quiero, viste, pero sabés lo que es temer por un cambio radical que puede llegar a volverse normal sólo después de unos meses. Es pelo, sí. Pero resulta que no me sobra. Además las malas lenguas dicen que no hay vuelta atrás con determinados fetiches. Casi no te crece la barba. Entiendo que intentás dejártela, pero tu realidad de rubiecito cara de nene, es que te crece finita, y dispareja, y que te gustaría ser un guacho testosteronudo, como esos que me gustan a mí. O me gustaban antes. Porque tengo que admitir, en lo posible, que hace tiempo que no me acerco a ningún macho cabrío sucio, desprolijo, probablemente estudiante de filosofía, o letras, o ciencias políticas, que tardan más tiempo en jugar al tetris viendo cómo carajo meten tanta cantidad de libros en el morral que, ni siquiera hojearon, pero que lo abren adelante tuyo sólo para decirte “¿Ves? Esto es lo que estoy leyendo ahora”. Saltó la púa tipo tres menos cuarto. No me acuerdo bien cómo, pero empezamos a suponer cómo sería que dejes de ser actual para empezar a ser ex. Qué cosas le diría a mis amigos. Qué cosas le diría al próximo. Que no me quisiste embarazar, que dormías todo el día, que me llenabas la casa de porquerías que juntabas de la calle, que no querías comer struddel. Tuve que cerrar la ventana para seguir riéndome y no despertar a toda la cuadra. Es normal cerrar la ventana a esa hora. Para no despertar. Para no. Paranoia. Te erguís insaciable sobre tus dos piernas, preferentemente desnudo. El instante perfecto a inmortalizar es tenerte parado al lado de la puerta, mirándote a contraluz. Olés a todo lo que me gusta. A la infancia perpetua. Hablás dormido, y gemís dormido, y te movés dormido. Despierto sos, lo que dicen, el choque de trenes. Confío más en tu ojo verde. Es el menos convencional. Cuando temblás sos como un infiel reflejo en el río. Y a mí me gusta mirarte indefenso acostado, y volcarte agua encima. Ser actual es astringente. Es saber que desataste los mil demonios, y pensarlo todo el día. Es volver a casa, sacarse la ropa y meterse en la cama. Coger hasta el hastío corporal, mental, espíritual. Tener cinco minutos de espamos merecidos, para empezar de nuevo. Hace un par de noches me puse a leerte algo. Te quedaste dormido, pero llegaste a escuchar que lo único que quería chuparle la prostituta al cliente era el corazón. Yo vengo a lamerte todo. Ser actual es ponerse un poco menos irónico. Es acariciar el tiempo con la yema de los dedos. Creer que no se escurre. Y dibujar detrás de una risa la paradoja de lo que será ser ex sin querer serlo. Abrazando la idea del abandono, pero no la del indecoro. Tu cuerpo es el templo que habré de llenar de orgasmos de acá hasta el fin de nosotros. Te corono, te espero. Te corono, te bautizo abriendo una botella de agua a las tres de la mañana, bañándote con ella, y lamiéndolo.

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agustina arcondo sellan las salidas cabezas de muñecas rotas que cuelgan del techo junto a los retazos de tela que figuran una tienda espectral para derretir. ¡cuánto calor hace falta para inmolarnos! a menos que venga la noche susurrando silencios demacrados. un puñado de piedras preciosas que lanzo encima tuyo como dados a la suerte. deducir mentiras de tu fortuna, leerte el futuro en la cara… inventando historias para chuparte la imaginación hasta que dejes los ojos en blanco y te seques, vacío. dan vueltas en círculos animados, animándose. desprenden flecos musicales que rechazo estornudándolos. el baño, el agua de lluvia boca abajo en la terraza. espero nuevamente un brillo de reflectores lunares. gemelos de universos opuestos que marcan con los dientes los huesos de las muñecas. no hay territorio donde se pulsan los botones de destrucción. si vamos a confrontar hagámoslo frente al sol. o en la casa de las paredes de madera cultivando vapor que cicatriza cobre. caricias heladas. troquel, tercera dimensión a tus pestañas de ciempiés (y todos los insectos que ingieras en la iglesia) prendiendo la luz del peligro donde lo desprolijo se ordena en las nubes para respirar mejor. 36


marcos mizzi Estoy cansado de los lectores de Bukowski. Me tienen las bolas llenas con Phoenix, las películas de Berg(a)man me parecen ABURRIDAS “La Conjura de los Necios” sólo le gusta a los que quieren sumarse a conjurar. Comentar poemas de Ginsberg no tiene sentido (aunque ya nadie lo lea, lo que es una lástima) Comprarse discos de los Smiths es una idiotez (aunque Morrisey sea un papi y tenga mucho que decir) Los que no siguen el Apertura pero sí la Champions Liga deberían estar presos lo mismo que los padres que dejan a sus hijos ver Disney Channel todo el día. Ewtn, FX, CNN, TVE. ESPN, MGM, MTV, TCM. National Geographic, A&E, AXN. Disney XD, Fox, Discovery Kids, Cosmopolitan TV. Studio Universal, TV5 France, Cinemax, Cinecanal, ESPN+. Discovery Travel&Living, Discovery Home&Heatlh, Discovery Channel, RAItalia, Animal Planet. E! Entertainment, Eurochannel, Europa Europa, PlayHouse Disney Channel. The Film Zone, Nickelodeon, Cartoon Network, Warner Channel, Sony, Universal Channel. Y se sigue diciendo que hacer canales generaría monopolios injustos. Injusto es escuchar AC/DC en una casa en Juan Manuel de Rosas -el significante vacío de Marilyn Monroe mirándonos desde un cuadroMuchachos, a ver si nos entendemos: el whisky en las películas hollywoodenses es té y las gotas de humedad en los tomates de las propagandas son de glicerina. Conozco a una mina que habla en contra del imperialismo sólo leyó a Trostky y Rimbaud. Cree que Picasso es el mejor pintor de habla hispana dice entender a Dostoievski. 37


¡Miremos más cerca! Ninguno de todos estos hablan de nosotros por más rebeldes que sean sus canciones y hermosos sus poemas. Estoy resentido: he re-sentido muchas cosas. Tomé la determinación de no dormir tranquilo mientras alguien respete a los doctores y no a los curanderos lea a la Illíada con más atención que al Martín Fierro. Desde entonces no pego un ojo.

! PUERTO SIN RÍO

Escuchar los susurros de la ciudad dormida.

-porque Buenos Aires sí que duerme.Sentir el pulso que late en voz baja. Quedar hipnotizado con los ronquidos del monstruo de calles oscuras y paranoia. Un loro inmenso sin alas en las plumas. El horizonte sin memoria de su horizontalidad. ¿Cómo sentirse cómodo en la ciudad que mató a Megafón? 38


maría ludwig la canción suena que suena y nosotros jugamos a que no hay nadie en la fiesta pero los cuervos, ¡los cuervos! ¡cuidado con la sangre! ¡cuidado con la carne! tus pasos al compás de la música que suena y suena y se quiere meter en tu cabeza como ellos, ¡cuidado con ellos! son los otros, los de afuera, los que quieren arruinarte la fiesta. tu mano, mi mano, y no, ahí no, más arriba y más abajo, por debajo, ¡salí! ¡entrá! no sé qué va a pasar pero acá esto no puede terminar. sea bien. o sea mal.

© somos un after party de burgueses abutacados burócratas malhablados. somos los restos de la cena navideña que nadie quiere llevarse ni terminar porque cansó el vithel toné y el matambrito relleno. somos una película a la que nadie sabe si le cortaron el final o realmente terminó tan mal. somos el celuloide quemándose en el proyector - ¡qué horror! - y dejándote en la mitad de esa bendita escena. éramos una fiesta. ahora somos dos fiestas. pero se están terminando. ¿qué será del gin sin el tonic?

© sos la música que se me escurre entre los dedos. sos la sustancia que, cada tanto, se hace cuerpo en el colchón. sos la lluvia que queda marcada en mi ventana. quemás como el sol. soy la que baila entre tus lunares. soy la que guarda tus palabras en cofres invisibles. soy cada miau que escuches de ahora en más. te inundo de yo. somos una de las doce caras del universo. somos los que no ven el tiempo. somos los ateos que creen en el cosmos. feliz navidad.

© tus palabras te condenan o te liberan, esas son tus opciones - que siempre son dos, ¿te acordás? - y después aparecen las alternativas que, en este caso, creo que tienen que ver con un tema de gravedad. gravedad del hecho o de la que hace que tengas los pies en el suelo - al menos en el sentido literal, no tanto metafórico, me parece - todavía no lo decidí. porque uno es como el clima, ¿no? oscilando entre soleado y tormentoso con nubosidad variable y probabilidad de precipitaciones aisladas o no, depende el día. volviendo a lo de los pies, creo que todos tenemos pies horribles y no me parece un lindo tema para hablar a nivel literal pero sí a nivel metafórico - bah, no sé si lindo pero seguro que interesante para discutir -, quiero decir, lo variable del hecho, el sentirse y el estar y cómo el resto ve eso y cuánto le importa a uno el resto porque si es el resto, ¿importa? o, ¿se queda fuera del conteo? no sé, eso tampoco lo decidí todavía.

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nos vemos en junio cuando el fr铆o ya nos entr贸 a todos

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