Dossier CEFyL

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En Clave ROJA – Juventud del PTS + independientes Presidencia CEFyL UNA PELEA DE FONDO POR LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD El gobierno de nuestras Universidades se asemeja a ese que insurreccionó a los jóvenes del ’18. La universidad sigue siendo gobernada por una "casta divina" de los "profesores titulares". El voto de un docente vale en algunos casos igual que el de 135 estudiantes. En filo 200 profesores elijen 8 representantes, 1800 graduados eligen 4 y 9700 estudiantes a 4 representantes. Para justificarse apelan a un falso criterio “meritocrático-académico” donde su mayor poder de decisión partiría de su “basta y extensa” experiencia académica. La realidad es otra: necesitan un régimen antidemocrático -donde votan a escondidas, con patotas y con la policíaporque radicales, kirchneristas y macristas cogobiernan la UBA y coinciden en aplicar políticas privatistas, convenios con empresas, recortes de presupuesto, miles de docentes ad-honorem y precarización. Quieren que el conocimiento esté en función de perpetuar y legitimar el sistema capitalista. Por eso mantienen un régimen donde los estudiantes no tenemos ningún poder de decisión real. Peleamos por la mayoría estudiantil en los órganos de co-gobierno, porque aunque nos han hecho creer lo contrario, somos los estudiantes, quienes debemos plantear qué universidad queremos, al servicio de qué y quiénes. Además somos quienes históricamente enfrentamos los ataques, en las luchas contra la LES y la CONEAU, en cada pelea que dimos en 2005, 2006 y 2010 con las interestudiantiles. Hoy encabezamos la lucha por la democratización. Exigimos la verdadera libertad de cátedra con cátedras paralelas y seminarios. Estamos por terminar con los docentes de primera y de segunda a partir de una representación unificada (claustro único) de todos los docentes, sean titulares, adjuntos, concursados. Este claustro debería estar compuesto por todos los docentes y graduados que ejerzan en la facultad, mientras que aquellos graduados que no participan de la vida académica tampoco deberían hacerlo en el gobierno de la universidad. Pelamos porque los trabajadores no docentes, tengan voz y voto.

La dominación de una minoría favorece a la intromisión de los capitalistas en la universidad, inversamente la “democratización” tiene una profunda ligazón con la lucha por construir una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre. Porque estamos por la unidad obreroestudiantil, Impulsamos la participación de organizaciones obreras y populares en la discusión de los proyectos de universidad. La transformación que necesita la universidad no vendrá de la mano de reformas que puedan encarar los “decanos progresistas” que muestran hasta donde pueden llegar para defender el antidemocrático cogobierno de la UBA, utilizando a la policía para custodiar las elecciones de decanos y atacando al movimiento estudiantil, como en sociales y en Filo. La democratización de la universidad y el cuestionamiento de su carácter de clase sólo pueden ser llevados adelante por un amplio movimiento de lucha encabezado por el movimiento estudiantil junto a docentes y no docentes, totalmente independiente de todas las autoridades y del gobierno. Mayoría estudiantil, Claustro único docente! Voz y voto para los no docentes! Por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo! En Clave ROJA (Juventud del PTS +independientes) Presidencia CEFYL Mayoría estudiantil en Consejo Directivo

UJS Partido Obrero – Presidencia del CEFyL VAMOS POR UNA ASAMBLEA UNIVERSITARIA DEMOCRÁTICA PARA REFORMAR LOS ESTATUTOS Las elecciones adelantadas de decano en la UBA han abierto una nueva etapa en la lucha por abatir el régimen de camarillas y avanzar en la causa de la democratización. Siendo inminente de la elección de rector, se desconoce el nombre de los candidatos al rectorado y sus plataformas de gobierno. La prometida reforma del estatuto ha sido abandonada. Sucede que la UBA es manejada por trenzas entre camarillas del claustro de profesores, que operan como correa de transmisión de los grupos económicos


que pretenden poner a su servicio la investigación académica y la fuerza de trabajo intelectual. Barbieri (probable candidato a rector), por caso, dirigió hasta recién la Facultad de Económicas, cuyos posgrados han sido creados a pedido de empresas puntuales o ramas específicas del capital. Filo, de la mano de la nueva decana Morgade y antes de Trinchero, se ajusta al miserable presupuesto estatal con negocios con los negocios de los posgrados y venta de idiomas. La UBA es una institución ‘sponzorizada’, al margen de un plan de desarrollo de las necesidades nacionales entendidas a partir de las necesidades de las mayorías trabajadoras. El contenido histórico del reclamo de democratización es quebrar esta orientación social.

Asamblea Universitaria soberana por el voto igualitario de toda la comunidad universitaria para decidir el régimen de gobierno de la universidad y toda su orientación social.

El cogobierno actual garantiza despotismo de la camarilla de profesores titulares, una oligarquía. Por eso rechazan la posibilidad de convocar a una asamblea que discuta la reforma del estatuto conformada por el voto igualitario de todos los integrantes de la universidad (estudiantes, docentes o no docentes).

El funcionamiento de la UBA y en particular de Filo no es conocido por todos los estudiantes, pero la mayoría sabemos que las cosas se “cocinan” a puertas cerradas. Así se eligió a Morgade como decana, en un Consejo Directivo donde el claustro estudiantil (con 4 votos para 10.000 estudiantes) votó en contra y aún así los restantes 12 votos la colocaron en el puesto. Con ése mismo mecanismo se borraron de un “plumazo” nuestras 1000 becas de apuntes...

¿Qué tiene que ver el ‘mérito’ de poseer experiencia en la física cuántica, cirugía o semiótica a la hora de gobernar una institución que forma parte del “mecanismo social de una nación”? ¿Por qué un profesor debería tener mayor poder político, en una sociedad democrática, que un auxiliar, trabajador no docente o estudiante? La forma camarillesca de gobierno sirve a una colonización de la educación pública por parte del capital financiero (hay incluso sucursales bancarias en facultades para financiar la venta de posgrados).. La camarilla en cuestión tiene tan poco ‘mérito’ que los diplomas universitarios los determina el Banco Mundial, a través de la Coneau. La gestión universitaria es un asunto esencialmente político y su resolución debe estar asociada a la confrontación de intereses sociales definidos. Los trabajadores son el “accionista principal” de la universidad pública, el “cuarto claustro” hoy ausente. Por eso, el rol positivo que pueden jugar el movimiento estudiantil, por un lado, y el conjunto de los miles de docentes, por el otro, está condicionado a su capacidad de interpretar y canalizar la tendencia de los trabajadores frente a la crisis nacional. No somos, de ningún modo, ‘estudiantilistas’; luchamos por insuflar en el estudiantado una formación socialista. En contraposición a la asamblea de camarillas que convocan las autoridades, que se convoque una

UJS - Partido Obrero Presidencia CEFyL Presidencia FUBA

El Viraje – PSTU+Independientes -Vicepresidencia del CEFyL DEMOCRATIZACIÓN: HABLANDO?

¿DE

QUÉ

ESTAMOS

En la UBA, las elecciones de Rector, que serán éste 5 de diciembre, están respaldadas por el Consejo Superior, donde los docentes tienen 19 votos, los 360.000 estudiantes de la UBA solo tenemos 5 y los 12.000 trabajadores auxiliares no votan. Asi pretenden elegir a Barbieri, el decano de la facultad de económicas (modelo de “facultad shopping”), como nuevo Rector de la UBA. De medios y de fines Las decisiones tomadas a espaldas de la mayoría, son el medio por el cual avanza el ajuste en nuestra educación, con recortes, acreditaciones y cesantías. El gobierno lleva adelante un ajuste a nivel nacional que los trabajadores y estudiantes enfrentamos en todo el país. En Chubut como en Neuquén los docentes salen a las calles. En La Rioja, Tucumán y Capital los estudiantes se organizan contra la reforma educativa. En FelFort y General Motors los obreros luchan contra los despidos. El resultado de las últimas elecciones, con el Frente de Izquierda y de los Trabajadores consiguiendo bancas en todo el país, demuestra que hay cada vez más trabajadores y


estudiantes que ven necesario levantar la cabeza y organizarse para frenar el ajuste. Entonces...¿Qué hacer? La primer tarea es que todos estemos informados, debatiendo en los cursos, con delegados y organizandonós para decidir en asambleas por turnos como enfrentar esta situación. Desde El Viraje! sostenemos que las mayorías deben decidir en la UBA. Por eso, es necesario que los más de 360.000 estudiantes tengamos mayoría en todos los órganos de co-gobierno. Que los docentes tengan un único cláustro cuyos miembros sean elegidos por todo el plantel (más de 40.000) y que los no-docentes y auxiliares tengan voz y voto en los consejos. Para que todos formemos parte de las decisiones, las elecciones de autoridades deben ser de forma directa y obligatoria, una persona = un voto y todos los cargos deben ser revocables en base a asambleas interclaustros, en donde decidir también sobre cuestiones centrales de nuestras carreras y de la vida de nuestra facultad y universidad. ¡Campaña de difusión y debate curso por curso, para enfrentar el ajuste en la UBA y avanzar en la democratización, impulsada por la FUBA y todos los centros! ¡Elección directa, una persona = un voto, mayoría estudiantil, claustro único docente, voz y voto para no-docentes y auxiliares! ¡Unidad con las demás facultades y universidades!¡Unidad con los trabajadores para frenar el ajuste en la UBA! El Viraje! PSTU+Independientes Vicepresidencia CEFyL Secretaría de Políticas Educativas CEFyL Aporte del Nuevo MAS – Vicepresidencia CEFyL MAYORÍA ESTUDIANTIL PARA ECHAR A LAS CAMARILLAS PRIVATISTAS DE LA UBA La lucha por la democratización es una lucha por el poder en la UBA: quién gobierna y al servicio de qué intereses. El actual régimen de la UBA es el de la Ley de Educación Superior menemista, que el

kirchnerismo mantiene en lo esencial: un regimen basado en la mutua dependencia entre las camarillas, las empresas privadas y el Ministerio de Educación nacional. El desfinanciamiento crónico de la educación es emparchado con la financiación privada y los negociados en las Universidades poniéndolas así al servicio de los necesidades del mercado. Con este régimen, la UBA es un gran negocio de las camarillas profesorales: se benefician económica y académicamente del control de los posgrados pagos, repartiéndose la dirección y docencia, financiando sus propios proyectos y equipos de investigación para venderlos posteriormente a empresas, etc. Lo mismo pasa con el manejo de las Becas de Investigación, administradas de manera punteril por las camarillas profesorales que generan una red clientelar de graduados y docentes para asegurarse su poder. A esto se le agregan los convenios con empresas privadas: sólo en el 2013 se generaron desde la UBA más de 170 convenios, que aportan financiación a la UBA a cambio de pasantías no remuneradas y obligatorias (trabajo gratis de miles de jóvenes en cientos de empresas como condición para poder recibirse). Las camarillas profesorales están formadas por los titulares y adjuntos concursados, una ínfima minoría de la universidad. Ellas gobiernan las facultades y la UBA, porque en todos los órganos de co-gobierno poseen mayoría propia, mientras los estudiantes estamos en minoría. La mayoría de los docentes no están incluidos en este claustro y se expresan a través del claustro de graduados, ya que en la UBA prácticamente los concursos no existen (realizarlos sería poner en peligro los privilegios del negocio). Entre ellos se encuentran los más de 30 mil docentes ad-honorem. Para acabar con este régimen, solo hay una salida: la mayoría estudiantil. Desde el movimiento estudiantil hemos demostrado ser el sector que más combate el desfinanciamiento de la educación pública y los negociados que las camarillas hacen con ella, ya que somos los principales perjudicados por ellos. Las múltiples luchas contra el arancelamiento, la Ley de Educación Superior, por presupuesto, becas, etc. que venimos dando hace años lo demuestran. Por eso tener uno o dos representantes estudiantiles más en el gobierno de la UBA no cambia nada esencial: de lo que se trata es de que los estudiantes tengamos mayoría, porque es la única manera de quitarle a las


camarillas el poder y acabar con el régimen de negociados. Por eso vamos por: * Mayoría estudiantil en los órganos de cogobierno de la UBA * Claustro único docente- concursos abiertos ya y reconocimiento de todos los docentes ad-honorem * Voz y voto para los no- docentes. * Elección directa de las autoridades de la UBA REVIRE – VICEPRESIDENCIA DEL CEFYL Al discutir la forma en que se gobierna la universidad los estudiantes pretendemos poner en cuestión una de las bases que permiten llevar a cabo el modelo de adaptación al ahogo presupuestario y de avance de la mercantilización de la educación. Durante los últimos años tanto estudiantes como docentes vimos amenazadas nuestras condiciones de acceso y permanencia en la universidad a través de las cesantías docentes, el recorte y condicionamiento de nuestras becas, y la búsqueda de acreditar nuestras carreras a la CONEAU y así adaptarlas a las necesidades del mercado, según los lineamientos de la LES menemista y de su continuadora la LEN kirchnerista. Creemos que es la conformación antidemocrática de los órganos de cogobierno de la universidad un punto sobre el cual se ejecutan todas las políticas mercantilizadoras y privatizadoras de la educación.

a votar cuando hay elecciones sin ninguna participación real en las problemáticas que se presentan en la cotidianeidad. - Claustro no docente Deben estar representados los trabajadores no docentes con voz y voto porque son una parte imprescindible de la comunidad académica. - No a la elección directa; funciones administrativas y no políticas de los funcionarios. Consideramos que los cargos no deberían ser codiciados para lograr imponer intereses particulares sino que deben restringirse a una función puramente administrativa en función de las decisiones de los claustros. Por lo tanto, debe ser elegido en los órganos de cogobierno, de manera tal que los claustros tengan el mismo peso en esta decisión; el voto directo desconoce la importancia de los claustros más allá de su cantidad numérica. No a la antidemocrática asamblea universitaria! Ni Barbieri ni Schuster como rectores! Sigamos el ejemplo de lucha de los estudiantes de la Rioja, Tucumán y Salta para lograr una verdadera democratización de nuestra Universidad que logre frenar las políticas privatistas y mercantilizadoras de la educación!

Es por todo esto que exigimos:

La Juntada – Secretaría General del CEFyL

- Paridad docente- estudiatil

¡DEMOCRATICEMOS NUESTRA UNIVERSIDAD!

Rechazamos la actual conformación de los órganos de cogobierno en los que un claustro puede definir (casi) por sí solo las votaciones. Debe haber una igualdad de votos entre los docentes y los estudiantes. En la lucha por democratizar la universidad debemos ir junto a los docentes sin someter a ningún claustro a la decisión del otro reflejando eso en la nueva composición de los órganos. -Claustro único docente e investigadores Consideramos importante que haya un claustro en el que se vean representados todos los docentes e investigadores, terminando así con las diferenciaciones por el cargo. A la vez, se hace indispensable que todos los docentes que por no estar concursados votan como graduados, pasen a conformar este nuevo claustro. - No a los graduados “puros” Creemos que el claustro de graduados debería disolverse. Los graduados “puros” son personas ajenas a la realidad de nuestra facultad que actualmente deciden por nosotros. Suelen ser utilizados como aparato al que se llama simplemente

¿Por qué democratizar? El movimiento estudiantil viene dando la pelea a lo largo y ancho del país por la democratización desde hace años y ahora más que nunca la necesidad de una nueva reforma se hace evidente. Son varias las universidades que iniciaron procesos de discusión y reforma de las estructuras existentes, avanzando en muchas de ellas en conformaciones más progresivas de los órganos de cogobierno y en las elecciones de autoridades. La UBA se encuentra a años luz de estas transformaciones. Si bien el movimiento estudiantil ha encarado procesos de debate, movilización y lucha por la reforma de los estatutos y de los órganos de cogobierno, algunos sectores se han empeñado en frenar estas reformas. Estos sectores, que hoy gobiernan, se identifican con lo más conservador de la Universidad. Por eso mismo, creemos que la lucha por la democratización es paralela a la lucha por un modelo nuevo de universidad, que defienda la


educación pública y que se piense en beneficio de los sectores populares de la sociedad.

La Juntada Un solo Grito

¿Qué democratizamos? PROPUESTA DE DEMOCRATIZACIÓN Si bien creemos que la democratización de los órganos de cogobierno es "la madre de las batallas" entendemos también que no se agota ahí. Las políticas de acceso y permanencia de los estudiantes, el acceso a la docencia y a la investigación, los proyectos de extensión, la estructura de cátedra, son formas políticas que cristalizan este modelo de universidad gobernado bajo los intereses de unos pocos. ¿Qué proponemos? Las claves de nuestra propuesta para una nueva conformación del cogobierno se basan en varios puntos. -El primero de ellos es la unificación del claustro docente, en el cual convivan lxs docentes indistintamente de cuál sea su rol dentro de una cátedra. De este claustro deberían formar parte desde un ayudante hasta un profesor titular. Así dejaríamos de lado el “voto calificado” de un grupo minoritario en pos de integrar a quienes están en lo cotidiano en la facultad a las decisiones de la vida universitaria.

“Pero la Juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente” Che Desde Un Solo Grito-TER consideramos que la democratización no es un problema que nos “encuentra” o “atraviesa” cada cuatro años cuando elijen a un Rector, sino una realidad que TODOS LOS DIAS atraviesa a los más de 300 mil estudiantes de la UBA, en sus condiciones de cursada, de acceso y permanencia en la facultad, en la orientación de sus carreras, entre otros factores; también atraviesa a los miles de docentes ad honorem de la UBA, que ven pasar las Gestiones universitarias sosteniendo la precarización laboral; los No Docentes para los cuales la planta de trabajadores es cada vez más reducida en pos de la tercerización. Por tanto, para nosotros la lucha por la democratización no es un fin en sí mismo sino que es la herramienta para alcanzar todos nuestros reclamos en pos de construir la Universidad del pueblo trabajador.

-Por último nos parece fundamental que la elección del director se efectúe de manera directa evitando que la elección de autoridades se defina a espaldas de toda la comunidad como sucede habitualmente.

La distribución del poder en la UBA permite la consolidación de una “casta” de profesores que practican la forma de gobierno feudal, solo votan para el claustro de profesores (y según el reglamento son los únicos que pueden ocupar los cargos de Decano y Rector) los Titulares y Adjuntos regulares concursados. Estos profesores arman los concursos, aprueban las tesis, firman los programas y distribuyen las pobres rentas hacia el resto de su cátedra. En otros términos, se dispone una estructura de cátedra piramidal avalado en el poder del voto mayoritario de los Titulares y Adjuntos en los órganos de cogobierno. Alrededor del 5% decide por encima de todo el resto, que día a día hace a la universidad pública.

Pensamos que esta propuesta serviría no solo para plantear un cogobierno universitario que implique un cambio en la dinámica política de la facultad, sino porque que nos permitiría como movimiento estudiantil establecer lazos con los compañeros docentes, paso ineludible si se quiere transformar la universidad de una manera democrática y popular.

Por eso creemos que el gobierno en la UBA tiene que ser compartido entre sus estudiantes, que hemos demostrado ser el elemento más dinámico de la política universitaria, y sus trabajadores, docentes y no docentes. No planteamos esta pelea en términos de bancas en un Consejo Directivo o Superior, sino como una disputa por la orientación social de la

-Si bien la presencia de graduados puros en las listas es uno de los puntos de mayor discusión, desde La Juntada creemos que los mismos pueden enriquecer la vida académica de la facultad aportando desde la propia experiencia y ayudando a combatir la burbuja de la universidad. -También creemos necesario un aumento de la representación estudiantil para que se garantice así un equilibrio en los órganos de cogobierno.


Universidad, que tenga como primera parada la eliminación de los privilegios para las camarillas universitarias. Para nosotros, los compañeros no docentes tienen que poder tener voto en el co-gobierno, para decidir igual que los docentes- sobre sus condiciones de trabajo. En este mismo sentido, creemos firmemente en la representación igualitaria de estudiantes y docentes, estos últimos sin distinción de cargo, nucleados en un claustro único de docentes e investigadores. El empoderamiento del claustro de estudiantes, aumentando su representación actual para nosotros es necesario por ser el claustro mayoritario, pero centralmente porque somos los que tenemos que tener un rol preponderante en la perspectiva de abrir la universidad para más compañeros y terminar con los filtros socioeconómicos; también cambiar el gobierno de la UBA es un cuestionamiento de principio de como son las relaciones de poder en las cátedras y en los cursos, desnaturalizando el aprendizaje en términos de un activo y un pasivo. Es importante que como estudiantes confluyamos en una propuesta de democratización del cogobierno, que sea discutida en nuestras asambleas, comisiones de base y cursadas, en coordinación con no docentes y docentes, encabezando una lucha que se abre en todo el país y con la fuerza de la historia, de Patagonia a la Rioja, con los reformistas 18 y el Cordobazo. Un Solo Grito NORBERTO BLANCO-CEDP – La Bemba Desde la Norberto Blanco-CEDP en la Bemba queremos aportar al debate sobre democratización que atraviesa a toda la UBA. Cada cuatro años la elección de autoridades de la UBA pone de manifiesto la estructura antidemocrática de los órganos de cogobierno la cual está organizada de manera piramidal y permite que una ínfima minoría (solo el 5% quienes tienen cargo de Titulares o Adjuntos) gobierne la UBA a espaldas de la gran masa de estudiantes, docentes y los no-docentes. Propuestas: Claustro único de docentes e investigadores, sin representación de graduados “puros”. Entendemos

que la Universidad está compuesta por tres sectores, el claustro docente, el estudiantil y el no-docente. Para nosotros todos los que trabajan en la Universidad, sea como docentes o investigadores tienen derecho de elegir a sus representantes, no en calidad de “graduados”, sino de docentes, nodocentes o investigadores. Mayoría estudiantil. ¿Cuál es el sujeto que le da sentido a las Universidades, como a todos los establecimientos educativos? Los estudiantes, sin duda alguna. En la UBA somos la amplia mayoría (350.000 integrantes). Además es innegable el rol dinamizador que cumplimos como movimiento estudiantil, llevando adelante las luchas más importantes en defensa de la educación pública, la pelea por la democratización de la Universidad y el apoyo a la lucha de los trabajadores y el pueblo en general. Los estudiantes desde la reforma de 1918, en unidad con los obreros en Córdoba de 1969, en los 90’ enfrentando la LES menemista de conjunto con los docentes, frenando la acreditación de las carreras a la CONEAU en Exactas, o durante el “Estudiantazo” en 2010 tomando varias escuelas y facultades reclamando mejoras edilicias y presupuestarias, demostramos que con organización podemos llegar a fortalecer, apoyar e impulsar las diferentes luchas confluyendo con el pueblo trabajador. Es por todo esto que consideramos que debe haber una mayoría estudiantil. Esta caracterización no quita que tanto docentes como investigadores cumplen también un rol importante en la defensa de la Universidad pública, en el funcionamiento cotidiano de la misma, en la lucha en contra de la precarización del trabajo, en su rol pedagógico, etc. Representación no docente: Actualmente el personal no-docente cuenta con voz pero no voto en el cogobierno. Consideramos que los todos los trabajadores de la Universidad tienen que tener la capacidad de decidir sobre la organización de su lugar de trabajo. El programa que emerja por mayoría, nos servirá para unificar nuestro programa como movimiento, pero solo podremos imponérselo a las camarillas discutiendo y haciendo partícipes a más compañeros, confluyendo con los docentes y no-docentes de todas las facultades. Solo con organización y lucha desde las bases y en unidad con todos los actores de


esta Universidad dispuestos a dar la pelea a fondo podremos plasmar un programa democratizador. -------------------------------------------------El Cielo por Asalto-CAUCE en La Bemba "DEMOCRATICEMOS LA UBA! VAMOS POR OTRA UNIVERSIDAD, PARA OTRA SOCIEDAD." Entendemos la lucha por la democratización como parte de la disputa estratégica por la transformación de la UBA. Se trata del desafío por el cual podemos transformarnos en sujetos activos de la vida en la Universidad, capaces de decidir su función y su orientación social. En la forma de gobierno de la UBA no todo “ciudadano” puede elegir, sin distinciones, a sus representantes de modo directo, como sucede hasta en la democracia burguesa. Resulta impensado proponerlo para rectores, decanos y cuerpos colegiados. Un 2% de lxs docentes (800 titulares y adjuntos concursados –el claustro de profesores-, sobre un total de 40.000 docentes) concentra más del 50% de los cargos en el cogobierno. Lxs no docentes no tienen voto y 300.000 estudiantes “elegimos” de modo más que indirecto 5 representantes en el Consejo Superior, compuesto por 29 miembros (19 son del claustro de profesores). Toda forma de participación directa o semidirecta es vedada. Este esquema garantiza la sistemática conservación de las decisiones en las mismas manos, que se eligen a sí mismos y sancionan la continuidad de las políticas académicas. Las Juntas por Carrera (existentes en muy pocas facultades) han sido fruto de las luchas por la democratización, aunque su funcionamiento es aún antidemocrático y es nuestra tarea expandir el margen de participación de lxs estudiantes. Más allá de las “cantidades”... La estructura antidemocrática se funda en una supuesta desigualdad entre aquellxs que no poseemos el conocimiento y aquellos que lo transmiten, la cual se reproduce en el aula y sus relaciones. Esta desigualdad supone la concepción del saber como un objeto, mientras que nosotrxs lo entendemos como una relación social, una práctica y una potencia transformadora de la realidad.

La forma de gobierno es funcional a conservar el tipo de conocimiento que producimos, inhibiendo el desarrollo de perspectivas críticas y la generación de trabajadorxs, intelectuales, científicxs y profesionales comprometidos con la transformación social. Organizándonos en instancias de participación directa y constituyéndonos en verdaderos sujetos políticos activos podemos avanzar hacia una democratización integral. Reformando los estatutos universitarios, eligiendo de modo directo las autoridades con el criterio una persona= un voto, aumentando (hasta la mayoría) la representación estudiantil, estableciendo el claustro único docente –repensando la relación de lxs graduadxs con la Universidad, disminuyendo su participación-, y con participación con voz y voto de lxs no-docentes en el co-gobierno. En las Juntas, mediante la elección directa del Director/a de carrera; abriendo espacios de participación directa para que lxs estudiantes debatamos y decidamos, en primera persona. Estas reformas, entablando debates sobre el modelo pedagógico, problematizando la utilidad social del conocimiento y la vinculación de lxs intelectuales y científicos con la transformación social de nuestro tiempo, constituyen nuestro camino para la transformación de la UBA. BANDERA NEGRA – La Bemba DEMOCRATIZAR LA UNIVERSIDAD PARA CONSTRUIR UNA NUEVA SOCIEDAD En las últimas semanas, el conflicto generado en Filo por la elección de Morgade como nueva decana, la continuación de la gestión de Trinchero (garantizada en ambas candidatas) partió desde un Consejo Directivo aislado, y donde los estudiantes no tuvimos más opción que interrumpir llevando nuestros reclamos. La composición antidemocrática del CD limita nuestra presencia a una instancia testimonial frente a hechos como esta elección, donde no hay posibilidad de debate, sino que los acuerdos tras bambalinas al interior de la gestión convierten en una parodia al co-gobierno. Pero a la vez, esta elección sustenta la continuidad de un mismo proyecto para la universidad, que vende la educación al ponerla al servicio del mercado, a través de convenios de trabajo gratuito, de la acreditación ante la CONEAU, de los recortes de becas, de los posgrados pagos.


Frente a este escenario, el movimiento estudiantil se organiza y da pelea. Nuestra historia reciente está marcada por la lucha por el edificio, las becas y la democratización de las juntas de carrera. Pero es necesario avanzar. La democracia no se reduce a la representación. Hablar de democratizar es hablar de inclusión, del acceso del pueblo al estudio universitario, a la producción de conocimientos y herramientas que cambien la realidad. Tampoco hay democracia universitaria con trabajo gratuito de docentes o estudiantes, o precarizado. Menos aún con un esquema jerárquico de apropiación del saber en manos de unos pocos, que usufructúan en su beneficio el trabajo de muchos. Democratizar, también, es acabar con la desigualdad de sexo y género, porque aunque la decana electa sea mujer, no pasa de ser una anécdota al repasar los espacios de poder de la facultad, y la ausencia total de perspectiva de género en las currículas. Además, es buscar el acceso de las diversas identidades de género que son excluidas de la sociedad y de la Universidad. Democratizar es contemplar que las diferencias de sexo o género no puede ser motivo para quedarse por fuera del sistema científico y educativo. Democratizar, también, es la socialización del conocimiento y las herramientas que produce para la solución y superación de las problemáticas populares, a disposición de los barrios, las comunidades, del pueblo todo, construyendo y conjugando saberes, conjuntamente avanzando en solucionar sus necesidades y construyendo Poder Popular desde abajo. Por eso, DEMOCRATIZAR no es una mera consigna. Democratizar es luchar por otra educación, y enfrentar la elección de los decanos y el rector es nuestro primer paso. Participemos masivamente de las asambleas y las medidas de lucha y debate, que las aulas, los pasillos y las calles escuchen nuestra voz, porque no nos resignamos a que otros decidan por nosotros. ¡Sigamos avanzando y construyendo la universidad del pueblo! Ahora es cuando ¡Arriba las y los que luchan! BANDERA NEGRA – Filosofía y Letras en LA BEMBA --------------------------------------------------

Izquierda Socialista SIGAMOS EL EJEMPLO DE LA RIOJA ¡Democraticemos Filo y la UBA! Vamos por la elección directa; una persona = un voto, mayoría estudiantil y funcionamiento del cogobierno en plenarios y asambleas. 1) Elección directa de todas las autoridades. 1 persona = 1 voto. Actualmente el Decano se elige en el Consejo Directivo y los directores de carrera en las Juntas Departamentales, así eligieron a Graciela Morgade como nueva decana, sólo 12 consejeros –Profesores y Graduados- a espaldas de mas de 15000 estudiantes y docentes. La implementación del mecanismo de elección directa 1 persona=1 voto obligaría a los candidatos a dar cuenta de sus propuestas frente a la amplísima mayoría de estudiantes y docentes no concursados, poniendo en pie de igualdad al conjunto de la comunidad académica a la hora de elegir las autoridades de la carrera rompiendo con la lógica estamental imperante. Esta propuesta se opone por el vértice a la del voto directo ponderado, propuesto por las autoridades de la facultad. La elección directa ponderada, sistema que rige hoy en Sociales, mantiene lo esencial del actual mecanismo, en tanto propone un voto calificado confiriéndole un gran poder al claustro de profesores. El único mecanismo que implica la participación igualitaria y expresa a la vez la voluntad de la mayoría es la elección directa bajo el criterio una persona, un voto. 2) Mayoría estudiantil en todos los órganos de cogobierno y claustro único docente En primer lugar, decimos que el claustro estudiantil tenga una representación mayoritaria en todos los órganos de cogobierno y juntas. Los estudiantes constituimos somos la mayoría objetiva, y por tanto, los intereses de este claustro, que es oprimido dentro de la estructura universitaria, reflejan el interés mayoritario en la comunidad académica.


Por otra parte proponemos la conformación de un claustro único docente que acabe con la diferenciación ficticia y funcional a los intereses de los sectores concentrados de poder en las carrera entre profesores titulares concursados y la amplia mayoría docente, -unas 2000 personas-, que están subrepresentadas y se ven obligadas a ‘integrar’ el claustro de graduados, compuesto en gran parte por docentes egresados de la facultad. Señalamos, por otra parte que los trabajadores no docentes deberían tener no solo voz sino también voto en el Consejo Directivo de la facultad. 3) Funcionamiento del plenarios y asambleas

cogobierno

mediante

Si bien estas propuestas serían un paso en la democratización, no creemos que los cambios en la composición actual de los órganos de cogobierno y en el mecanismo de elección de autoridades basten. Este objetivo solo puede alcanzarse mediante el involucramiento del conjunto de los estudiantes y docentes. Por ello, proponemos que las principales discusiones de la Universidad sean discutidas en plenarios y asambleas periódicos y que se lleven los debates a los cursos. Aspiramos a su vez a romper con la lógica de la Universidad “isla” y que ese debate incluya la preocupación por la articulación de la carreras con organizaciones populares y de trabajadores. Izquierda Socialista Sur - Estudiantes de Frente DEMOCRATIZAR LA EDUCACIÓN ES CONCEBIRLA COMO UN DERECHO REAL PARA TODO EL PUEBLO La primer tarea que tenemos, es que a la Universidad accedan los sectores populares y que deje de ser un privilegio de una parte de los sectores medios. Hoy solo el 4% de los mayores de 18 años estudia en la Facultad. Esto podrá concretarse con otro gobierno que termine con el flagelo de la pobreza y con una verdadera política educativa inclusiva. Mientras tanto, nuestro deber como movimiento estudiantil es pelear por mayor presupuesto educativo y obtener: becas que cubran los costos, becas de transporte, boleto educativo, un nuevo edificio para tener más aulas y mayor oferta horaria.

Según el censo de 2012, el trabajo es la primer causa de abandono de materias. Que exista una cursada especial para estudiantes que trabajan también es democratizar de la educación. Madres y padres que también tienen grandes dificultades por no disponer de Centros de Desarrollo Infantil donde puedan permanecer sus hijxs mientras cursan. Una problemática que afecta principalmente a las mujeres, por el período de embarazo y luego, porque son las mismas las que (fiel reflejo de los roles en una sociedad patriarcal) se encargan del cuidado de los mismos. La Educación Popular: ¿qué educación queremos? Con BARRIO ADENTRO venimos dando la pelea contra aquellos sectores que entienden que la educación es “neutral”. La democratización de la Universidad también refiere a los procesos de producción, validación y distribución del conocimiento. Y aquí nos adentramos en el debate sobre la modificación de nuestros planes de estudio. Debemos construir una universidad que forme profesionales comprometidxs con la transformación de las injusticias sociales. Además, que incorpore el método de Paulo Freire en las aulas, donde el profesor deja de ser una autoridad incuestionable, promoviendo el debate y la problematización de nuestra realidad. Métodos de elección de representantes Elección de todas las autoridades por voto directo, secreto y obligatorio. Para esto se deberá realizar un padrón unificando todos los claustros. Composición de los órganos de cogobierno CUPO FEMENINO MINIMO 50%: la sociedad le asigna “naturalmente” roles de decisión y de poder a los varones. En la mayoría de las listas de la Universidad los referentes son hombres, como sucede con los titulares de cátedra. Lo mismo pasa en el Congreso, en los delegados sindicales, etc. Este mecanismo servirá para garantizar un mínimo de igualdad en la participación política entre los géneros. · Mayoría estudiantil: al aumentar la cantidad de consejerxs, puede incorporarse una segunda minoría, haciéndolos más plurales.


· Claustro único docente (inclusión de graduados puros y docentes no concursadxs): Actualmente sólo una minoría de docentes (titulares y adjuntos concursados) tienen derecho a votar sus representantes. Miles de docentes se quedan afuera y/o sólo pueden votar como graduados. ·Claustro no-docente con voz y voto MST UNIVERSIDAD MODELO PARA (DES) ARMAR Los hechos que ocurrieron recientemente en las diferentes universidades del país, ponen de manifiesto que el reclamo por la democratización, no solo es justo y necesario, sino que además, está a la orden del día. Desde el MST-Nueva Izquierda, queremos hacer nuestro aporte, entendiendo que la única salida posible y deseable será encontrar una síntesis y confluencia entre todas las expresiones que se propongan avanzar hacia otro modelo de universidad: Democrática, de elaboración colectiva del conocimiento, y al servicio de la transformación social. El actual régimen universitario, es la amalgama heredada de las revoluciones y contrarrevoluciones del siglo XX. ¿Qué es lo que explica este cambio incesante? El doble carácter de esta institución, altamente contradictorio. El sistema capitalista, es quien le imprime la orientación social a la universidad. Pero esto no fue siempre así. Si separamos a esta institución de todo aspecto secundario y nos quedáramos con su esencia, llegamos a una relación social. Quitando todo lo aparente, el mobiliario, el edificio, la burocracia y los títulos, puede apreciarse que en definitiva venimos a este lugar por una sencilla razón: aprender, conocer, entender. La organización de la Universidad reproduce el esquema heredado de la división medieval del trabajo artesanal. Esta estaba estructurada en torno al maestro, quién conocía los secretos de la producción, los oficiales, que sólo manejaban aspectos específicos y los aprendices, quienes cumplían el rol de mano de obra no calificada. El paralelismo entre maestro-profesor, oficialgraduado y aprendiz-estudiante no es una construcción arbitraria, sino el resultado de la aplicación de una genealogía a los efectos de comprender el funcionamiento del sistema universitario. Los claustros así constituidos conforman

un sistema de castas que apoyándose en la existencia de sectores con actividades diferenciadas, no hace más que perpetuar el dominio de un estamento privilegiado por sobre el resto de la comunidad académica. Fue contra este status quo que lucharon los estudiantes de 1918 en Córdoba. Es en este espíritu en el que enmarcamos nuestras propuestas, ya que más allá de las fórmulas algebraicas a la hora de conformar el cogobierno, de lo que se trata es de darle más protagonismo al movimiento estudiantil. Asimismo, entendemos que una verdadera y profunda democratización de la universidad solo puede ir de la mano de una democratización de la sociedad y su transformación en sentido socialista. Esa democratización profunda debería poner en discusión el propio concepto medieval de la división en claustros y pensar a largo plazo en la eliminación de los mismos, para poder construir un modelo en que los distintos actores puedan participar independientemente del rol que juegan en la producción del conocimiento sino más bien reunidos en torno a proyectos y posicionamientos estratégicos. Esto último que planteamos no pretende acelerar los tiempos reales del debate sino simplemente problematizar un poco más de lo que se viene haciendo sobre la esencia del modelo universitario y dejar planteados posicionamientos más de fondo que tarde o temprano la comunidad académica deberá encarar. En camino de lo expuesto más arriba, estas son algunas de nuestras propuestas: Claustro único docente/Mayoría estudiantil en los organismos de cogobierno/Voz y voto para los no-docentes/Elección directa de los directores, decanos y el rector/Autonomía universitaria. No a la acreditación de nuestras carreras a la Coneau. A PROPÓSITO DE LA DEMOCRATIZACIÓN Por democratización es necesario explicar dos cuestiones. La primera, referida a la forma de gobierno y la representación en la carrera. La segunda, las relaciones de producción y la socialización del conocimiento y la información. Centrándonos en el primer aspecto, creemos que es necesario reformar el actual reglamento de Juntas dada su representación desigual y antidemocrática. Las Juntas son órganos consultivos, sin poder de resolución. En este sentido, cualquier democratización


es estéril si no se pone en debate la composición del Consejo Directivo, único órgano resolutivo que gobierna la facultad y donde la representación es aún más desigual. Entendemos que para una transformación en serio de las carreras no podemos quedarnos en el debate de la forma de gobierno, debemos poner a debate las carreras en sus múltiples aspectos (plan de estudios, inserción laboral, producción de conocimiento, etc.) La representación por estamentos (por claustros) se basa en la idea de una desigual posición respecto al conocimiento que se imparte desde arriba sobre la masa de los estudiantes mediante un proceso iniciático-pedagógico. Y se argumenta que esta reliquia medieval debe mantenerse dado que trabaja sobre aspectos académicos. Si bien muchos estudiantes no tienen conocimiento de aspectos vinculados a su carrera, también tenemos profesores que no conocen (ni les interesa) nada que se aleje de la baldosa donde están parados (su especialidad). Es decir, está claro que hay diferencias evidentes según la situación particular de cada miembro de la carrera, pero los asuntos centrales de competencia de una Junta no son cuestiones de exégesis postdoctoral sino cuestiones políticas referidas a una carrera en su conjunto. Se supone (y eso queremos) que debata y proponga sobre el sentido de nuestras disciplinas y el rol social de quienes forma, entre otros aspectos. Detrás del manto supuestamente aséptico de lo académico vislumbramos lo político; la lógica estamental -amparada en la jerarquía académicaobtura el desarrollo de proyectos políticos de la carrera que atraviesan los claustros. Entonces, en la discusión sobre si hay que equiparar las representaciones de los claustros, reformular quienes integran cada claustro o establecer una mayoría según el peso demográfico de cada claustro, se deja intacto el principio de la estamentalidad por necesidad académica. Creemos que hay que apostar a una democratización por necesidad política: construir de conjunto –la comunidad de cada carrera, sin fronteras de castas- un proyecto de carrera integral. En tal sentido, mantenemos como horizonte posible la idea de disolver los claustros: una Junta constituida por la comunidad de cada carrera, donde los docentes (con sus distintas jerarquías), los egresados y los estudiantes elijan -con padrón único- representantes que no actúen en función de los intereses de claustro sino como representantes de los distintos proyectos político-académico en pugna en cada carrera. Incluso se puede pensar una forma transicional y provisoria, combinando la representación igualitaria de claustros y una representación interclaustro. La Mariátegui. Octubre de 2013 NI PASIVOS NI LIBERALES

Para nosotros, es necesario poner en cuestión el concepto de democratización: ¿democratizar se reduce a cambiar el porcentaje de banca estudiantil en los sillones del co-gobierno? Si “democratizar” se reduce a esto, estamos frente a una concepción liberal de la democracia que no estamos dispuestos a aceptar. La tan en boga “democratización” es la problematización de quién y cómo se decide, y esto atraviesa transversalmente la universidad, ya que nos obliga a poner en cuestión las bases con las que se organiza despóticamente la academia. Es momento de ponerlo todo en cuestión. Que las últimas elecciones de Rector en la “Asamblea” Universitaria de la UBA se hayan hecho en el Congreso con vallados, policías y balas de goma, son sólo un momento en el que la violencia con la que se organiza cotidianamente la universidad se hace explícita. Luego, durante todo el año, esta violencia (psicológica, simbólica, etc) se perpetúa en todas las instancias que recorremos como estudiantes. Desde la falta de aulas hasta el recorte de becas, desde la distribución de los horarios hasta la disposición de nuestros cuerpos en el aula, los sistemas de selección y competencia, la burla que significa que desde 2010 no tengamos avances en un edificio conseguido con la lucha, etc. Necesitamos hacer una inversión de perspectivas, no podemos pensar la democratización como una reforma de arriba hacia abajo que nos beneficie, sino que debemos pensarla como una puesta en práctica de nuestra capacidad de decidir, de abajo hacia arriba, no sin conflicto. Se trata de imponer una lógica asamblearia en una institución cuya lógica es antagónica. No hay conciliación posible. La pirámide debe ser desestructurada en la práctica y no por decreto. Es por eso que la reforma de la estructura de cogobierno debe venir de la mano de un proceso de democratización de nuestro propio gremio. Hablar de democratización perpetuando estructuras antidemocráticas es hablar con un muerto en la boca. No necesitamos representantes que respondan a sus agrupaciones como si se tratara de un botín electoral. Para que haya una democratización real del cogobierno debemos generar instancias asamblearias que sean capaces de mandatar a esos representantes,


volviéndolos delegados del movimiento y no de tal o cual agrupación. Sin control asambleario de los representantes lo único que hacemos es perpetuar y legitimar una estructura que funciona como espectáculo de participación, una farsa. Por lo tanto, ambas luchas deben ir de la mano. Asimismo, el resto de nuestras reivindicaciones (edificio para aulas de grado, becas, fuera patovas y cámaras de la universidad, no a la mercantilización de nuestras carreras) no pueden ser desligadas de la lucha por la democratización, ya que la imposición de éstas es la democratización de hecho, es afirmarnos como actores que deciden, instancia necesaria para una posterior democratización de los espacios institucionales. Aunque suene a consigna, sin lucha no hay victoria ¡Vamos por todo! Los pibes dispuestos a seguir la toma (tomar es democratizar) Propuesta de la Vallese-JUP DEMOCRATIZAR LA UBA Cuando hablamos de la necesidad de Democratizar la UBA nos referimos a tres cuestiones. La primera es que en las instancias de gobierno de la universidad los docentes (titulares y adjuntos solamente) cuentan con un 50% de representación y los estudiantes con un 24%, cuando en nuestra comunidad académica los porcentajes reales son exactamente al revés. Los graduados poseen la misma representación que los estudiantes y, en el caso de los no docentes, solo tienen voz, pero no voto. La segunda es que al tener una forma de co-gobierno indirecta y poco proporcional, las decisiones que toman el Consejo Superior y los Consejos Directivos de cada facultad no suelen representar a la comunidad académica. Es así que se cesantearon a más 600 docentes; se analizó la posibilidad de aceptar financiamiento de multinacionales; se dio de baja a becas estudiantiles, y se transfirió conocimiento generado en nuestra universidad al sector privado. Tercero, cuando hablamos de democratizar debemos pensar en cómo lograr que cada vez más compañeros accedan a los estudios superiores. Democratizar implica también poder convocar y contener a cada vez más personas en el sistema universitario en general, y en nuestra casa de altos estudios en particular.

La Ley de Educación Superior La educación es un derecho que debe ser garantizado por el Estado y no un servicio: esto no es así en la Ley de Educación Superior (LES) de 1995. Hace casi 20 años que estamos regidos a nivel nacional por una ley impulsada por un sector elitista, que pensaba en una educación superior para pocos. Por ejemplo, esta ley no garantiza la gratuidad de los estudios superiores, dejando la posibilidad de un arancelamiento. Pero esa no es la única forma de arancelar y privatizar la Universidad. La LES no impide pasar contenidos de grado a cursos de posgrado pagos, y prevé la inversión por parte de sectores privados en la universidad, lo que recorta nuestra autonomía universitaria, ya que cualquier empresa que invierta en la educación, buscará decidir qué se investiga. Para asegurarse esas políticas restrictivas, la LES plantea una forma de gobierno universitario donde al menos el 50% de la representación quede en manos de una minoría docente. Con una forma de gobierno minoritaria y elitista es mucho más fácil lograr que se lleven a cabo este tipo de políticas restrictivas que la ley permite. Hay que democratizar la UBA Es la fuerza de la movilización y la lucha la que puede revertir esta situación. Por eso desd La ValleseJUPproponemos seis puntos que nos resultan fundamentales para la democratización, que sometemos a debate de toda la comunidad académica: ·Elección directa de los cargos ejecutivos (decano y rector) ·Voz y voto al Claustro No Docente ·Claustro Único Docente ·Claustro de Graduados ·Aumentar la representación del Claustro Estudiantil ·Nueva Ley de Educación Superior



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