Durante las vacaciones, Pulidín ha descubierto un juego nuevo. Consiste en empujar con los pies un armadillo hasta la portería contraria.
Capítulo
2
¡No es para chicas! Después de comer, las dos tribus vamos a la pradera. Fabricamos dos cabañas con ramas, una frente a otra. Cada una tiene una gran puerta enmarcada por dos colmillos de mamut. —Estas son las porterías —dice Pulidín. Luego diez remilgones, niños y mayores, se ponen en un lado; y diez mugrosos, en el otro. Pulidín se coloca en medio, muy orgulloso, con el armadillo bajo el brazo. 14