Revista Budismo: Un Oasis de Posibilidades para tu Felicidad. N° 13

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Dogen - Shoboguenzo

Dogen nombra el espíritu como algo indefinible que no se deja atrapar y lo presenta como ‚las dignificadas actividades de la Práctica de la verdadera mente, la mente de Buda o, tú como tú mismo‛. Entre las ‚hábiles prácticas‛ (Upaya), que los maestros han utilizado desde la antigüedad hasta hoy en el encuentro de uno mismo 24 ‚como ego o como iluminación‛, están, el canto de los Sutras (cortas y sabias comunicaciones de la experiencia de Budas y Patriarcas), quemar incienso, hacer postraciones (Sampai), inclinaciones (gassho), uso del manto (kesa) y muchas otras,... que no pasan de pintorescas y a veces de espectaculares cuando la mente es la de un espectador, pero cuando se trata de un aprendiz o un avanzado practicante, su mente es la justa y entonces estas Prácticas son realización. El turista, el antropólogo, calificarán estas Prácticas de rituales, discriminando, analizando, fotografiando la apariencia y su propia interpretación personal de la apariencia. Cuando no hay discriminaciones es decir, diferencias en el papel y la opinión, como practicante o como observador, entre el que practica y lo practicado, todo es Uno: Unidad, fusión, armonía. Decir practicante, no es decir gran cosa. No es lo mismo buscar el Camino, que reconocer el Camino, que recorrer el Camino, que ser recorrido por el Camino. Hay una secuencia, graduación o maduración en el acceso a la profundidad. Ocurre como la compresión y descompresión del submarinista. Hay una puerta que es el Zazen, la meditación sentada, distinta a otras meditaciones.

En este punto, tengo que pedir disculpas y explicar mi reiteratividad, la conveniencia de hacer repeticiones que dan oportunidad a la mente que piensa, que lee, que observa y escucha, a incorporarse a estas comunicaciones. La mente buscadora tiene un ritmo de resistencia y permeabilidad distinto según el momento, los prejuicios que conserva y a los que se apega. Estos funcionan como núcleos de resistencia que a veces no se manifiestan como obstáculos pero que cuando se trata de aspectos de gran significación positiva, egoísta en esa personalidad, se 25 organizan como núcleos interrelacionados que vuelven a robar energía haciendo retroceder y hasta abandonar al principiante. Esto es mortal para la mente que busca a Buda porque la energía se le escapa por el miedo disfrazado de críticas y objetivos. ‚Su personaje vistió el Kimono‛ como una experiencia-cursillo a coleccionar de los que fortalecen el yo. El aspirante o aprendiz, recorre las etapas del estudio de su propia mente llevando a cabo una Práctica que siendo ya realización, todavía no es comprensión. El aspirante ha de llegar a darse cuenta de que el abandono u olvido de su ego es lo mismo que el abandono del mundo (valores mundanos), una cuestión personal, parcial, superficial. Si no lo hace por mucho que lo afirme de palabra, estará dividido y es obvio, su mente no podrá funcionar unificadamente. El Maestro, la Sanga, el Zazen y las demás Prácticas ayudarán a madurar o a que sus contradicciones aumenten y huya. El salto a la resolución total aunque desapasionada, sin necesidad de comprender el por qué, ni el para qué, marca un hito que se manifiesta en disponibilidad, apertura de mente o tolerante indiferencia (no diferenciación discriminadora como única actividad de la consciencia), no lucha, ni pretensión, ni siquiera búsqueda, ni apego al vacío; sólo Práctica y mente transparente. Éste es el intento miles de veces fallido y otras tantas reencontrado si se recorre el Camino. La antigua discusión sobre si la iluminación es brusca o gradual, equivale a la introducción del tiempo alternativamente contemplado (dualismo) como percepción instantánea que siempre ocurre en presente o como cultivo del camino haciendo intervenir la memoria de la misma manera que se

plantea un falso problema (sólo intelectual y dualista), entre la aparición de la flor y la madu- 26 ración del fruto. Todo está y no está al mismo tiempo, no esta y está, ni esta ni no está, limitación e ilimitación son los dos extremos posibles de la realidad sin dos formas de percepción dualista, según el momento en que predomina alguna de ellas, porque es visto desde el instrumento que traduce lo percibido, el ego. Es con este cuerpo y esta mente, con los que recorremos el Camino o el Camino nos hace ya que se trata de una peregrinación de una consciencia que es nuestra y a la vez no lo es, sino Cosmos, naturaleza, lo cual significa relación con el Cosmos, nosotros incluidos, en una interrelación tan omniabarcante que es demasiado para ser pensada. Ya que el instrumento Ego tiene que hacerlo por ser su función, simplifica todo a dos términos que para ser dinámicos han de ser opuestos, antagónicos (dualismo). El Bodhisattva, el monje, el hombre del Camino, ‚ese hombre sin títulos‛, verifica que sólo la actualización continua de una Práctica no dualista, es verdadera y real acción y percepción. ‚Que no hay sitio alguno donde escapar‛. Haciendo de esta Práctica unificadora la clave de su intimidad, se reintegra al Universo y le comparte. (Monje significa la identidad del que anda solo, en soledad, con ‚sólo un camino es el que pasa al otro lado‛: Ichi-ro-toru.) La educación Zen, la maduración y el cultivo, son difíciles, largas, esforzadas aunque sin extremismos, con avances y retrocesos, compartiéndola con el maestro y la Shanga, los verdaderos amigos desinteresados de objetivos del Ego. Cuando la disponibilidad no es grande o las energías son escasas, la mente que busca a Buda no está clara... todo son resistencias, críticas, puntos de vista personales... en resumen, obstáculos a la Práctica que se traslucen en un trabajo excesivo para los compañeros. Hay personalidades que lo desean todo, lo piden todo pero su generosidad es escasa. Antes de pedir, expresemos dando, la necesidad de la ayuda. Es un lenguaje fácil de entender y muy convincente. Si no hay energía para dar, el apego a lo propio es semejante en todos los niveles, tanto materiales como de opiniones, ideas, costumbres, tiempo... etc. La sinceridad en la

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