El hombre de la multitud Basado en el hombre de la multitud Edgar Allan Poe
El hombre de la multitud Basado en el hombre de la multitud Edgar Allan Poe
El azar es la metafora perfecta, de quien le busca inspiracion a la tristeza, el destino es la cuartada sigilosa, de quien lo pretende todo y nunca acierta
nto, e l s e e h e la lec verso. i d n o u l m e u d h el sabor l e o d n e extendi
Quiero salir, si quiero vivir si un coraz贸n triste puede ver la luz.
no detengas tus latidos ni pronuncies el olvido
so, n e i p a r o ah prision en la eseo, del d o y ve n tenece r e p e mar ir qu e vest ejado de lla d s a d d en sus pr se que se a e a t l decen a esa c
ioladores mientras los v huyen de los s jardines con su cados. sue単os equivo
Estaba escudri帽ando a la multitud con la frente pegada al cristal cuando de pronto apareci贸 ante mi vista el rostro de un anciano.
que inmediatamente atrajo y absorbi贸 toda mi atenci贸n a causa de la peculiar idiosincrasia de su expresi贸n.
no resisti seguirlo, y a rodar, y a rodar, y a rodar mi vida.
tuve entonces una buena oportunidad para examinar su persona,
era de baja estatura, muy delgado, y de apariencia dĂŠbil.
ni una sola vez volvio la cabeza para mirar hacia atras
y, después de llover, un relámpago va deshaciendo la oscuridad con besos, que antes de nacer, morirán.
no es la primera vez me encuentro tan cerca de conocer la locura,
llovía con intensidad, el aire se hacía más frío y la gente se retiraba a sus casas.
estaba yo muy asombrado de su forma de proceder y tenía la firme decisión de no separarme de él hasta haber satisfecho en alguna medida la curiosidad que me inspiraba.
ganar o perder, sé que nunca me importa, lo que embruja es el riesgo y no dónde ir.
pero el camino de la vida no esta totalmente predestinado y el tiempo y la historia nos muestran como deberia ser todo
Pero el objetivo de la vida es hacer algo significativo solo buscamos algo, algo que no existe
es el hombre entre la multitud. serĂa inĂştil seguirle, pues no lograrĂa averiguar nada sobre ĂŠl
cuando las sombras de la segunda noche iban llegando, me sentĂ mortalmente cansado, no se que piense ahora a mĂ me cae bien y asĂ esta bien...