REFLEXIÓN
Sí llega! sí se lee! sí vende!
De tal palo tal astilla Estoy preocupado, mi hijo va muy mal en la escuela, me lo han reportado varias veces en karate por mal comportamiento, batallo para que haga sus tareas, pelea mucho con sus hermanos, lo he llevado a terapias pero no veo que mejore, ya no sé qué hacer con él, me decía mi amigo en una plática que teníamos en un café, ¿cuándo van a terapia que te dice el terapeuta a ti? Le pregunté, a mi nada, yo lo dejo con el terapeuta o lo lleva su mamá, el que necesita terapia es él, me contestó. Es muy difícil comprender como los padres no entendemos que los hijos son el reflejo de los padres, su comportamiento esta originado por lo que ven, oyen y viven en su hogar, no podemos hacernos los sorprendidos, o decir frases como, este niño me salió de tal o cual manera, ahora los niños son así, nada más alejado de la realidad, los niños no son entes independientes que ya vienen con un programa determinado, su carácter, su personalidad, la formamos en la familia, cuando su hijo adquiera un tipo de comportamiento, analice su trabajo como padre, revise los valores, las costumbres, las actitudes, no solo que le enseña, sino cómo se comporta usted ante ese niño, podremos decirles muchas cosas a nuestros hijos acerca del correcto comportamiento, disciplina, etc. Pero ellos aprenden más de lo que miran y viven, que de lo que podamos decirles. Es verdad que no todos los niños tienen el mismo nivel intelectual, capacidad de aprendizaje, actitud, por lo mismo debemos prepararnos para saber utilizar la manera correcta de educarlos, no hay formula ni procedimiento general para todos los niños, cada uno necesita diferente atención y modo de enseñanza, y para que nos sorprendamos más, el modo de enseñanza que la mayoría empleamos es en gran medida el mismo que aprendimos de nuestros padres, por mucho que creamos hacerlo de manera diferente a nuestros padres, la programación inconsciente es muy difícil de cambiar, hay detalles marcadísimos en nuestra forma de enseñar a nuestros hijos que denotan el estilo de educación con el que crecimos, no estoy diciendo que haya sido equivocada la manera en que nos educaron, la intención es resaltar el hecho que los hijos son el reflejo de los padres en gran medida. Por esto, antes de juzgar a nuestros hijos, hay que vernos a nosotros y encontrar la mejor forma para en conjunto conseguir mejores resultados.
L.C.P. Abel García Muro, autor del libro, Borron y Cuenta nueva. abelgarciamuro@hotmail.com
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