DOSSIER 1 Escritores de TERROR
Dossier : en el mes de Hallo
Stephe
S
tephen Edwin King nació en Portland, Maine, Estados Unidos, el 21 de septiembre de 1947.
Empezó a escribir desde los siete años, basándose en películas e historietas del momento. Aproximadamente a los trece años de edad, descubrió en la casa de su tía una vieja caja con libros de terror y ciencia ficción. Desde entonces comenzó a enviar sus trabajos a diferentes revistas, sin recibir una respuesta positiva, hasta que a los dieciocho años logró ser publicado por primera vez en una revista de Comics. Estudió en la Universidad de Maine, donde escribía una columna en el periódico escolar y terminó con una licenciatura en lengua y literatura inglesa y un certificado para poder dar clases en las escuelas secundarias. Al no conseguir trabajo como profesor de inmediato, trabajó de cosas muy diversas y vendió cuentos a distintas revistas para poder sobrevivir y mantener a su familia. Mientras estaba en la Universidad, militó activamente contra la guerra de Vietnam. De sus historias se puede inferir que siempre se ha mantenido al día en temas políticos, expresando su descontento a través de sus historias, como La Cúpula, y otras también construidas basándose en una visión constante del mundo, descrita más claramente en Insomnia, Corazones en la Atlántida y La Torre Oscura. Su experiencia de vida es la principal fuente de inspiración para sus historias, desde sus problemas de alcoholismo y drogas, que dieron origen a obras como El Resplandor y Los Tommyknockers, hasta el accidente que sufrió al ser atropellado por un auto y del cual nació Buick 8: un coche perverso. Las secuelas de este doloroso accidente hicieron que se planteara dejar la escritura, por la imposibilidad que le producían para estar frente a la computadora. Su lema es sencillo: «Lee cuatro horas al día y escribe cuatro horas al día. Si no encuentras el tiempo para hacerlo no podrás convertirte en un buen escritor.» 24
Por suerte, pudo superar sus dolencias físicas y después de lazar Mientras escribo, su primer autobiografía y una suerte de manual para futuros escritores, la producción de sus aclamadas obras ha vuelto a deleitar a su público. Estilo En su libro Mientras escribo, King describe su estilo de escritura como de gran longitud y profundidad. Cree que para las buenas historias es mejor crear una pequeña «semilla» y dejar que la historia crezca y se desenvuelva desde ahí. Generalmente empieza sus historias sin saber cómo terminarán. Es conocido por su calidad de detalles, continuidad, y referencias internas; muchas de sus historias se ven ligadas por personajes secundarios, pueblos ficticios, o eventos de libros pasados, muy al estilo de Lovecraft. Pero su «gran longitud y profundidad» ha llegado a ser también el talón de Aquiles de su carrera. Si bien es admirable su increíble desborde de imaginación y la capacidad de crear intensas historias desde la idea más simple, la exagerada explicación de todos los detalles, ahondar en cada personaje secundario, estirar por páginas y páginas la descripción de un lugar, lleva a que la lectura se torne pesada e incluso contraproducente, porque en vez de crear un clímax narrativo, distrae la atención del lector, quien empieza a plantearse seriamente saltarse la página. Vamos, que siendo El Resplandor una de sus obras más aclamadas, ¿era necesario realmente que detallara los patrones y colores del estampado de la alfombra de uno de los pasillos del Hotel Overlook? Y eso, por citar solo un ejemplo. Dicen las malas lenguas, que al convertirse en un escritor de «súper ventas», la editorial empezó