Reseñas
Brandon Sanderson
Firefight. Reckoner Por Micaela Macarena Francaise
Autor Brandon Sanderson Editorial Nova Páginas 440 Publicación Abril 2016
Steelheart, para quienes no lo conozcan, es el comienzo de una trilogía que salió hace un tiempo (2014). Y hace un par de años también salió su continuación Firefight, que dado como había terminado el anterior libro, yo no quería ni acercarme sin tener Calamity (Agosto 2017) en mis manos. *¡Maratón, maratón!*
quiénes son realmente los Épicos, si son los enemigos que nos presentaron en el primer libro. Y lo mejor: acción de la de películas, en cada página que recorremos junto a David.
Así que, como salió Calamity, les traigo este libro maravilloso que fue adicción.
Me encantaron las diferencias, el mundo, el modo en que cada Épico
En Firefight, comenzamos luego de que Mitosis, y otro par de Épicos, hayan ido a tratar de matar a todos en la nueva Chicago Nova, que vive sin Épicos. ¿Recuerdan que en el primer libro conseguimos saber que los Épicos tienen debilidades? La kriptonita de Superman existe, pero hay que averiguar cuál es. Mientras tanto, los Reckoners, este grupo tan especial que de pronto es famoso: los principales Tia, esta mujer que es casi una erudita y planea todo, El profesor el líder, y David, nuestro protagonista. Y por una situación en particular deben ir a Babilonia Restaurada, una ciudad mágica. Extraña. Que no se sabe cómo funciona, que no entienden qué es. Pero está liderada por otro Gran Épico, Regalia, una mujer que maneja el agua, y convirtió Manhattan en una Venecia hermosa. Las cosas se complican, y tenemos que saber quiénes son los buenos,
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Sanderson sabe crear excelentes lugares. Eso fue mágico. ¿Ir de Nueva Chicago a Babilonia Recuperada? ¡Lo mejor sobre esta tierra!
crea el mundo distinto: cómo hacen de esos lugares peligrosos, un lugar de todas formas hermoso para vivir (y donde podés morir de formas horrendas, sólo por ser humano). También me gustó la acción. Hay escopetas, rifles, pistolas, revólveres, espadas, y todo está ahí para crear una escena de acción genial que te hace comer las uñas. Pero no todo fue amor y rosas. David, voy a decir la verdad, me molestó un poco. El autor hace uso de un recurso de forma exagerada. Todos los párrafos me entero de que David no sabe hacer metáforas y por lo tanto dice pavadas. ¡Y lo explica! ¿Qué fue eso? Se parecía mucho, mucho a una tal Meyer con los ojos de color cara-