Animé
Hanasakeru Seishounen
Por: Misa192 para la revista Huellas de Tinta
H
anasakeru Seishounen es un manga escrito e ilustrado por Natsumi Itsuki, que consta de 12 volúmenes publicados por la revista LaLa entre 1987 y 1994. Fue llevada a la animación recién en el año 2009 por los estudios “Studio Pierrot”; dirigida por Chiari Kon, el anime cuenta de 39 capítulos. La historia narra la vida de Kajika Burnsworth, la única hija de un empresario estadounidense líder mundial en el sector petrolero, Harry Burnsworth. Kajika se crió desde pequeña en la Isla de Givori, junto con los aldeanos y una mujer que hizo de madre, luego de que la misma falleciera protegiendo a Kajika en un asalto. En la isla conoce a Fang Li-Ren, futuro sucesor del clan Fang de China. Un día su padre la cita para ofrecerle jugar un juego que consiste en conocer tres candidatos que él había elegido para que sean sus posibles futuros esposos, aunque no le dice quiénes son, simplemente alega que son personas que resaltaban como piedras preciosas, por lo que las iba a reconocer cuando las viera. A cambio, él le contaría un terrible secreto sobre su vida, pero sólo cuando tuviera a su marido al lado. Así Kajika conoce a Eugene, Rumaty y Carl. Tres hombres distintos, pero a los que amará desde el fondo de su corazón.
Los personajes
FICHA TECNICA • Título: Hanasakeru Seishonen • Autora del manga: Natsumi Itsuki • Dirección y guión: Chiaki Kon • Género: Drama, Harem, Romance • Estúdio: Pierrot • Episódios: 39 34
• Fecha de publicación del Manga: 1987 - 1994 • Fecha de Lanzamiento del animé: 5 de abril del año 2009 • Fin de Emisión: 14 de febrero del año 2010
Kajika Burnsworth: una joven sencilla, sociable, extrovertida, intrépida y muy caprichosa. Siempre está acompañada de Toranosuke, su guardaespaldas. Kajika se enamora fácilmente de las personas y les demuestra su cariño, es un alma noble e inocente que se hace querer fácilmente por esa manera tan devota de entregarse a la gente que quiere. Una muchacha extraordinaria, aunque, cuando se le mete algo en la cabeza, no hay quien la pare y no se mide en los riesgos que toma, su lema vendría a ser “soy dueña de mí misma y por eso hago lo que quiero”, el problema es que la gente que se preocupa y la quiere tiene que asumir los mismos riesgos para protegerla, aunque ella no se los pida.